MADRID NUMERO 1-52 H ENERO 1952 IMPORTA N CIA DEL PE50 VIVO EN LA SELECCIO N DE LAS OVEJAS Por ANTONIO SANCHEZ BELDA P.rn1'esor de la F:^cultad de Vt•teriii,iria de bfadrid . El aumento de producción en los rebaños de ovejas ha de buscarse, más que en el número de cabe^as, en la selección y mejora ^de los animales explotados, en consonancia con las disponibilidades alimenticias. Comprobado que el rendimiento en carne, crías, leche, lana, etc., está en relación directa con el "peso vivo", a igualdad de las, demás condiciones, un procedimiento sencillo y práctico de mejora consistirá en la "selección por el peso", fácil de realizar por el propio agricultor-ganadero. • Oveja maucJzega con su cyía. La fotografía de la portada denuncia estrecha relación entre los caracteres de la madre y del hijo. Este excelente ejemplar, bien alimentado; proporciona un cordero de optima calidad. (Foto Sn^ns.) IMPORTANCIA DEL PESO VIVO EN LA SELECCION DE LAS OVEJAS Es norma general en la ganadería española incrementar los rendimientos nlediante una fácil y cómoda elevación de los efectivos. De esta forma nunca se sobrestima la estrecha relación entre alimentos y ganado, y, en consecuencia, los añvs c^e bue^ios pczstos las ovejas alcanzan una alta fecundidad }r fertilidad, por lo que el ganadero, pensando obtener mayores beneficios, no se limita a sustituir las bajas.del rebaño, sino que recría cuanto puede y, como es lógico, ve reflejada su actuación en la cantidad de productos recogidos. Pero cuanclo llegan los años nzalos, el número excesivo de cabezas desborda fácilmente las posibilidades alimenticias, y entonces las ovejas acusan fuertes mermas en su producción: una^ na quedan fecundas, otras abortan, las más no pueden criar ei cordero, mttchas mueren o hay que sacrificarlas, y todas, más o menos debilitadas, son fácil presa de las enfermedades inf ecciosas y parasitarias ; el resultado final es una disminución fuerte de la población, que acarrea baja en los rendimientos y grandes pérdidas económicas. En este círculo vicioso se desenvuelve la explotación del ganado lanar, y ello explica .las cíclicas e intensas variaciones del censo ovino nacionaL Esta ganadería de "cosecha" no puede interesar a nadie, por lo que en el ánimo de todos, técnicos y ganaderos, está el ajttstar las posibilidades de producción a las reservas alimenticias del ganado, pero no basando aquéllas en el número de individuos que integran la cabaña nacional, sino en su caliclad. A los altos rendimientos debemos llegar por la explotación de un contingente adecuado de ovinos selectos y en consonancia con la çapacidad alimentieia de nuestro suelo.. Los rendimientos de la cabaña ovina española han de ir en función del grado de selección y mejora cle sus individuos y no en relación de su expresión numérica. Para conseguir dicha mejora debemos recurrir a la ur- -4- gente selección de los efectivos actuales. Ahora bien; la selección directa del ganado ovino, en cualquiera de los productos que rinde-carne, lana, leche y pieles-, representa un complejo problema, cuyo planteamiento y realización requieren amplia base científica y competente dirección técnica. El ganadero, en general, no está preparado ni dispone de medios para montar y seguir los laboriosos controles de producción indispensables en todo proceso selectivo. Describir las técnicas dé los mismos no resultaría práctico, y por ello estimamos más conveniente divulgar aquellos métodos de selecciósi it^direct^a que, si bien no tienen ía eficacia de los controles de producción, al menos ponen en manos del ganadero un procedimiento de mejora que, sin grandes esfuerzos y con reducidos medios, consigue positivos resultados prácticos. La selección indirecta recurre al control de aquellas características que, íntimamente ligadas a las producciones ganaderas, son de fácil apreciación práctica. De todos los caracteres susceptibles de ser analizados en la explotación del ganado lanar, ninguno cumple con tanta exactitud ambos requisitos como el peso vivo del cuerpo, factor de gran importancia económica, al que el ganadero debe prestar su máximo interés. ^ ftelaciones entre el peso y el rendimiento. En ^eneral, el concepto de peso vivo de una oveja, tratándose de razas puras, es sinónimo de tamaño y representa er índice heterométrico individual. Es decir, que las ovejas inás pesadas son las de proporciones mayores (variantes hipermétricas de la raza) ; las menos pesadas representarán los individuos pequeños (variantes elipométricas); ambas integran los extremos absolutos de oscilación alrededor de un tipo ^nedio de la raza (eumétrico). En otras condiciones, el peso vivo es un reflejo fiel del estado de carne del animal, pues a igualdad de talla, las ovejas gordas sobrepasan en peso a las delgadas. En los dos casos, unas por su tamaño grancle }^ otras por sus excelentes condiciones de salud, representan los ejemplares mejor dotados para, conseguir rendimientos máximos. _ j - PRODUCCIÚN DE CARNE ^PESO Ei^T CAN:1L^. La prodttcción de carne representa la modalidad idónea de la explotación lanar para reflejar la intervención del peso vivo en la cuantía de los rendimientos. Podemos admitir dos variantes en los ovinos como ani- La oveja es el auimal doméstico mejor adaptado al secano español y yuc trans- forma con más utilidad ]os prodtutos vegetales dcl mismo. T^ta bellísima iut^:^rafía muestra un rebaño lanar aprovechando la rastrojera. (Poto ^1:v:r^I Fs nE SAVTA 11ARÍA PF,L VILL.4R.^ ri^ales cle abasto : producción de carne adulta y proclucción de corderos o carne joven. En la primera, dado que el peso a la canal es una exacta expresión del peso vivo, a grado de cebamiento análogo, las ovejas de mayor alzada proporcionarán las canales de más peso. Respecto a]a segunda forma, como no es exclusiva de la especialidad de carnicería y sí interesa a todas las producciones lanares en general, merecc ser tratada por separado. PRODLJCCIÓN DE CORDEROS. La producción de corderos depende del grado de fecundidad del rebaño y del peso conseguido por los mismos ; en términos zootécnicos se denomina fertilidad. La fecundidad, a su vez, es la expresión porcentual de los acoplamientos fértiles y de la f recuencia de partos gemelares, en tanto que el •peso de los corderos al nacimiento y al destete depende de diversos factores, entre los que destaca el tamaño de la madre. Observaciones serias demuestran que, a una misma edacl, el porcentaje de ovejas paridas es mayor entre los ejemplares hipermétricos. Por otra parte, los partos gemelares tienen una particular tendencia a presentarse en las ovejas grandes ; y es más, en aquel.las hembras que durante el períod0 de monta registran aumento del peso vivo, los partos gemelares se incrementan con respecto a las que mantuvieron constante o perdieron en peso (Terrill y Stoehr). En cuanto al peso de los corderos al nacer, la diaria observación enseña su intima dependencia con el tamaño de la madre, y si este peso• se determina al destete, veremos cómo siguen sosteniendo superioridad los hijos de ovejas grandes. Esto último se debe a que también la actividad galactógena guarda proporcionalidad con la talla, por lo que aquéllas disponen de un potencial lechero superior a las ovejas pequeñas. que- explicaría la buena crianza de sus productos. En resumen, la influencia del peso vivo en la producción de carne es decisiva, porque interesa el peso de la canal' del adulto, aumenta el porcentaje de corderos paridos y garantiza el mayor peso de éstos al destete. PRODUCCIÓN DE LECHE.^ La producción de leche relacionada con el peso vivo de las ovejas arroja conclusiones distintas, según los autores consultados. A nuéstró juicio, esta disparidad de criterios obedece a la diversidad de razas en que han sido practicadas las observaciones, muclias de ellas de dudosa especialización lechera, y a las diferentes condiciones de medio, y en particu- -7- lar de^ alimentación de los rehaños controlados. Frente a los investigadores que admiten una alta correlación positiva entre el peso vivo de la oveja y su producción lechera, existen otros que afirman encontrar los rendimientos máximos en las ovejas de talla pequeña. No hay razón alguna para negar dicha correlación en la oveja, como es general en todas especies destinadas a la explotación láctea. Si, a igualdad de condiciones heredadas, individuales y de medio,. los rendimientos altos coinciden en las reses pequeñas, obedece, sin duda, a razones de alimentación ; sucede entonces que las necesidades nutritivas de las ovejas hipermétricas exceden a las posibilidades de pastos, mientras éstas son suficientes para cubrir los requerimientos de las pequeñas. Repasando la literatura encontramos argumentos que confirman nuestra opinión; y así, vemos cómo los autores americanos y sudafricanos, países donde la explotación de los ovinos se realiza en inmejorables condiciones de alimentación, aclmiten sin reser.vas la correlación entre peso vivo y producción láctea en la oveja, en t^.nto que los autores europeos (italianos, húngaros, etc.), donde los pastos son generalmente pobres y escasos, estiman lo contrario. Con anterioridad quedó apuntada la dependencia de los partos gemelares a la hipermetría; pues bien, también es .un hecho comprobadó^ que las ovejas multíparas rinden mayor cantidad de lec,he que las de parto único. Entre las razones invocadas existe una poderosa y es que los gemelos, al mamar, agotan completamente la ubre, particularidad que actúa de estímulo poderoso de la secreción láctea, en tanto que los corderos de parto simple, por disponer de los dos lóbulos de la mama para sí solos, no se esfuerzan en apurarla, a menos que la madre tenga muy poca leche. La acción estimulante de la lactancia gemelar se refleja perfectamente en la fase posterior de ordeño; en las grancies campeonas lecheras son frecuentes los partos dobles.. En resumen, siempre que las condiciones genotípicas y rle medio sean similares, la producción láctea de la oveja ^^iene Iigada a su tamaño. -8PRODUCCIÚN DE LANA Y PIELES. También .la producción de lana denuncia su paralelismo con el tamaño del animal. El peso bruto del vellón es consecuencia del peso absoluto del ovino. La misma afirmación cabe para la producción de pieles. Con esta finalidad sólo se explota la raza karakul, y, a igualdad de rizo, no hay duda que alcanzan precios superiores en el mercado las pieles de los corderos de mayor tamaño. Factores que influyen sobre el peso vivo. Demostrada la franca intervención del peso vivo en todas las producciones ovinas, nuestro objetivo se reduce a estudiar todos aquellos factores de variación que, actuando sobre el mismo, puedan modificar su expresión. El peso vivo de los ovinos es un carácter hereditario ampliamente influenciado por factores individuales y de medio. De cien agentes determinantes del peso vivo en la oveja, sólo z5-3o son de origen genético; los 70-75 restantes representan acciones del medio o circunstancias individuales. Ante este p^oblema, la selección basa^la en un riguroso control genético no consigue los excelentes y rápidos resultados que eran de esperar con otro carácter de elevada heredabilidad, y exige plantearla prestando parec^^ía atención a los factores genotípicos y a sus modificadores del medio e indi-^ viduales. VARIACIONES INDIVIDUALES. En condiciones ordinarias de explotación, dentro de una misma raza, los agentes del medio obran al unísono y con uniformidad en toda la masa integrante del rebaño; gor tanto, su estudio, aunqtte importante, no despierta el interés. que para el ganadero representan las variantes individuales. Las características dependientes del individuo pueden ser distintas para los diferentes componentes del lote de selección, y si aquéllas influencian en sentido positivo o negativo la expresión cuantitativa del peso vivo, resultará que al no ser tomadas en consideración, los datos recogidos, por inexac- -9- tcis, conducen a error. Entre todos los modificadores individuales, merecen especial tratamiento los siguientes : Ti^io de a^acirniezito.-La oveja, ordinariamente unipara, muestra fácil propensión a la multiparidad, reflejada en el alto porcentaje de partos gemelares. En consecuencia, los corderos, al nacer, pueden ser : únicos, gemelos amamantaclos ambos por la madré, ^^ gemetos criados como si fueran .S'e+ireraíal merirao espnfrol. Los reproductores machos inftuyen poderosameute en la seleeción del rebaño. La elección de los moruecos debe ser sumamente cuidada y se buscará, entre los corderos nacidos en el año, aquellos que destacan por su de,arrollo corporaL (L^oto CuF^c4.) de parto sencillo. El crecimiento de los primeros y últimos es sensiblemente semejante; no así entre los primeros y los segundos. ^ Los gemelos pesan al nacer bastante menos que los corcleros procedentes de parto simple, y esta desigualdad, cuando la oveja cría sus gemelos, persiste hasta el destete, para después ir decreciendo y terminar por igualarse prácticamente al año. ^ Ed^d d^e l^a n^aclre.-F_l peso de los corderos al nacimiento es distinto segíin sean ^lijos de primalas o de madres adultas, con lógica preponderancia de los segundos. EI mismo - IO - ascendiente encontramos al destete; pero al año la variación. ha sido ne^titralizada en la generalidad de nuestros ovinos. Sexo.-La hipermetría de los corderos machos respecto a las hembras, a} nacer, es general en los originados de parto sencillo, y en los dobles, con respecto a su hermana gemela. Contrariamente a los factores anteriormente estudiados, este dimorfismo sexual heterométrico se mantiene durante toda la vida. Ed^ad del dest^ete.-En condiciones normales de cría, prever esta circun^tan^ia carece de interés práctico. Tomando como justo medio íos tres meses de lactancia, si causas excepcionales obligan al destete precoz, debemos tenerlo en cuenta y hacer la corrección pertinente, porque actúa en sentido negativo sobre el peso vivo del cordero. Año del naciyni^ento.-El ^anado lanar es la especie doméstíca más estrechamente dependiente de las condiciones de medio ambiente ; por ello, el crecimiento de los corderos y el peso vivo de los adultos depende fuertemente de la cantidad y calidad de pastos disponibles. A su vez, éstas son gobernadas en alto grado por las variaciones climáticas, distintas de año a año. ^ De los complejos componentes del clima, las precipitaciones anuales representan el agente más importante en el desarrollo de los pastos, y existen trabajos demostrativos acerca de la subordinación del peso vivo de los corderos a la cantidad de lluvias anuales. En los años lluviosos, sin exceso, los corderos alcanzan mayor peso que en los años secos. Más que la cantidad total de lluvias anuales, tiene interés. conocer su distribución en los meses del año, para deducir la influencia de las mismas en la explotación d'e los lanares. Las precipitaciones de noviembre a abril rigen la cantidad v calidad de los pastos de primavera y principios de veranor mientras que las de abril a octubre regulan la vegetación herbácea de final de verano, otoño e invierno. El influjo del año de nacimiento sobre el peso de los corderos estará relacionado con la distribución de las lluvias y con la época o estación del año en que se realice la paridera_ - II - Pi•aducciGn de corderos.-Es de observación vulgar que las hembras con alta producción de corderos tienden a reducii- su peso vivo, y, a la inversa, en las de baja producción se eleva. Cuando teng^amos que determinar el peso vivo en Pastos finos y abundantes influyen notablemente en el peso de los corderos, mayor en años de lluvias oportunas que en los años secos. (Fqto CAÑIZO.^ ovejas maduras, conviene recordar esta propiedad, porque es posible encontrar ejemplares con la expresión del peso invertida, en relación al arrojado antes de la primera cubrición. Control del peso vivo. Como vemos, la relatividad del peso vivo de los ovinos es grande por la intervención no sólo de los factores estudiados, sino de otros muchos que,_ al ser generales, engloban menos interés práctico. Si el peso es tomado en edades juveniles, el tiho del nacimiento, la edad de la madre, etc., motivan variaciones interesantes ; si, por el contrario, se retrasa al estado adulto, el sexo y la producción de corderos juegan idéntico papel. Es necesario, en todo caso, corregir o neutralizar la acción de estos factores, para reducir a una expresión comíin el valor del peso vivo. - I2 - En este ^entido, se han propuesto (Phillips y Dawson) los siguientes métodos : i.° Separación de los corderos en tantos grupos comu elementos modificadóres : parto único y gemelar, de madre joven y madura, machos y hembras, según el año de nacimiento, etc. No hay inconveniente aíguno en aplicar esta técnica a la selección de los grandes rebaños, donde los controles detallados no son posibles y se explotan conjuntamente corderos procedentes de otros hatos. z.° Realizar el control del peso vivo a una edad fija, haciendo las correcciones precisas para cada uno de los agentes modificadores señalados. 3.° Retrasar la toma de datos a una edad en que la influencia de estos factores ha sido neutralizada por el tiempo. Dadas las circtinstancias que influyen en la explotación de nuestros efectivos lanares, somós del parecer que la fusión de los dos últimos procedimientos sería el método más apropiado para ser aplicado por los ganaderos ; y en este sentido recomendamos el control del peso vivo a la edad de un año. Con ello lo hacemos a una edad fija y general, a la vez que la influencia de los distintos elementos modificadores individuales es muy reducida. Reconocemos que este procedimiento tiene el inconvenieiite de su desventaja económica, pues obliga a criar durante un año animales con posibilidad de ser desechados. Pero mientras el ganadero no tenga a disposición los coeficientes de corrección deducidos en nuestras razas y bajo la forma de explotación de la cabaña riacional, le valoramos como el mejor, a menos que sea él quien los investigue. Esto seria lc> ideal, pues si cada ganadero dedujera la intervención cuantitativa de los factores estudiados en la expresión del pesc^ vivo de sus ovinos, la selección de los mismo,s alcanzar.ía perfecta realidad. GráPicas Uguina - Meléndez Valdés, ?- Madrid.