% INDICE: • Introducción • Parte 1ª: La libertad como problema psicológico • Parte 2ª: La emergencia del individuo y la ambigüedad de la libertad • Parte 3ª: La libertad en la época de la Reforma • Parte 4ª: Los dos aspectos de la libertad para el hombre moderno • Parte 5ª: Mecanismos de evasión • Parte 6ª: La psicología del nazismo • Parte 7ª: Libertad y democracia − Comentario crítico EL MIEDO A LA LIBERTAD En el resumen que me compete llevar a cabo del libro El miedo a la libertad cuyo autor es Erich Fromm, trataré de realizar una somera descripción de lo reflejado en el texto. En una segunda parte del trabajo procuraré ejecutar un análisis personal de la obra, intentando comparar sus aspectos más relevantes con otros textos, autores que me puedan resultar de vital relevancia para su comprensión PARTE 1ª LA LIBERTAD COMO PROBLEMA PSICOLOGICO A lo largo de la historia de Occidente siempre ha existido la pugna y el ansia por el deseo de tener libertad. La coyuntura económica ha venido a ser determinante. Los recursos económicos eran propiedad de solo unos pocos. Estas luchas por la libertad han llegado a resultar en ocasiones muy cruentas, aunque a pesar de ello se han conseguido victorias que han supuesto un gran avance en este sentido. Algunas ideologías políticas han venido a refrendar todo este tipo de hechos que giran entorno al deseo de libertad. Esta idea iría conexa por ejemplo con la Segunda Guerra Mundial; dos grandes ideologías enfrentadas, ambas destructoras de la libertad. El conflicto se resuelve con la victoria de las potencias democráticas. Siguiendo a Fromm, vemos una serie de interrogantes que el mismo nos plantea en relación al concepto de libertad, como ¿que es pra nosotros la libertad? y un largo etcétera. Nos plantea el significado que tiene en nuestras vidas la libertad. El poder y el ansia del mismo también tiene una relevancia con este concepto de libertad, puesto que el uno puede inferir en perjucio del otro, cuando del poder se abusa, se perjudica la libertad. Según Fromm la ideología que mas se ajusta a lo ahora citado, es el fascismo. El fascismo entró en a sociedad de la época sin suponer un problema visible en el momento, por ello la implantación y su posterior extensión no tuvo multitud de trabas. Freud, Marx y Nietzsche son algunos de los protagonistas en este sentido. En relación a Freud (creador del psiconanálisis) nos deja entrever que se dan una serie de fuerzas inconscientes en el carácter del hombre y su dependencia de los flujos externos. Para Freud el hombre es por antonomasia un ser antisocial. Freud estudia siempre al individuo en sus relaciones con los demás, pero siempre desde el punto de vista del individualismo. Las relaciones con la sociedad se ven intermediadas por el mercado, para la satisfacción de sus propias necesidades. El individuo puede relacionarse con el medio social, y contribuir a su sostenimiento pero debe estar orientado principalmente para la satisfacción de sus necesidades biológicas. El ser humano como individuo autónomo debe evitar el aislamiento, puesto que sino podría provocar desequilibrios mentales. No se basa este precepto en conceptos de carácter físico solamente sino, que un individuo nunca puede estar aislado en relación a una serie de ideas y de valores, así como de normas de comportamiento. Ello supone el hecho de la autoconciencia subjetiva. 1 Por tanto para finalizar con esta primera parte, cabe destacar que en la naturaleza del hombre se dan necesidades de satisfacer necesidades biológicas así como evitar el aislamiento y la soledad moral. PARTE 2ª LA EMERGENCIA DEL INDIVIDUO Y LA AMBIGUEDAD DE LA LIBERTAD El ser humano ha tardado muchos años en tener autoconciencia de si mismo. Siempre durante muchos lustros ha permanecido ligado al mundo social y a la naturaleza, a la cual permanecía estrechamente vinculado. El paso que da el hombre al desprenderse de sus lazos originales, alcanzó una mayor intensidad a raíz de darse la Reforma y que ha llegado hasta nuestros días. Fromm nos establece un símil, que tiene que ver cuando un bebé recién nacido tiene unos vínculos maternos muy fuertes. Es una dependencia biológica. Por tanto en este momento el individuo carece de libertad puesto que se encuentra en una situación de total dependencia de su madre. Este proceso se llama vínculos primarios. A medida que pasan los años, el individuo se halla libre de sus vínculos primarios y comienza a relacionarse con el mundo, a tener seguridad en sí mismo. Aun así, según Fromm solamente se da una situación de independencia en cuanto a que madre e hijo son individuos independientes. La educación tiene un gran protagonismo en el proceso de individuación. Cuanto mas crece el individuo en la medida que va acortando los vínculos primarios, tiende siempre más a buscar libertad e independencia. El niño cada vez tiene mas fuerza, mas capacidad de abstracción y mas capacidad mental. También se da cuenta de que es una entidad separada de su padre y de su madre, y por tanto es auto consciente de su propia personalidad y la ejercita a medida que va pasando el tiempo. El excesivo proceso de individuación, es decir que peque por exceso el niño, puede llevar a cabo una quiebra desde el punto de vista psíquico del individuo. Los intentos de reversión toman un carácter de sometimiento. La sumisión aumenta la inseguridad del niño, originando así una posible hostilidad y rebeldía. La individuación es un proceso que implica el crecimiento de la fuerza y de la integración de la personalidad individual, pero es al mismo tiempo un proceso en el cual se pierde la originaria identidad con los otros, lo que provoca que el niño se separa de los demás. Mientas el proceso de individuación se desarrolla automáticamente, el crecimiento del yo es dificultado por un cierto número de causas individuales y sociales. El hombre desde que nace se encuentra en un constante proceso creciente de individuación y libertad. La educación como he dicho antes resulta fundamental para la adaptación a la naturaleza, dejando de lado el carácter instintivo, mas propia de los animales. La existencia humana y la libertad son inseparables desde un principio. La libertad aquí, es decir en este contexto, es una libertad de, y no una libertad para. Se da por tanto una determinación instintiva del obrar. En lugar de una acción instintiva predeterminada, el hombre debe valorar mentalmente diversos tipos de conducta posibles. Modifica su papel frente a la naturaleza, pasando de un nivel pasivo a un nivel activo. El autor nos traslada ahora a los pasajes bíblicos en los cuales se coarta al hombre de su libertad. Son los primeros pasajes de la Biblia, donde Adan y Eva se encuentran el paraíso. Ambos incumplen los mandatos divinos. El hombre ya no puede volver al paraíso. La Reforma constituye una de las raíces de la idea de libertad y autonomía humanas, expresadas en la democracia moderna. En líneas posteriores (en la tercera parte de la obra) se pasa a hacer una descripción de la libertad en la época de la Reforma. PARTE 3ª LA LIBERTAD EN LA EPOCA DE LA REFORMA La sociedad medieval y el Renacimiento 2 Lo que caracterizaba a la sociedad medieval era la ausencia de libertad individual, en beneficio de la pertenencia a un orden social predeterminado. El hombre se hallaba arraigado a un todo predeterminado, inmutable y fuera de toda discusión. Un individuo era inseparable de la concepción de sociedad. El orden social era concebido como un orden natural. Solo en el trabajo y en su vida emocional, era donde podía expresarse libremente. La Iglesia era el único pilar donde los hombres podían expresar sus sentimientos de dolor y frustración. Con el paso de los años, en la Edad Media se fueron produciendo cambios en la estructura de la sociedad. Estos cambios supusieron una pérdida de centralización, dándose el proceso inverso de individualización creciente que cada vez mas va abarcando un mayor número de esferas de la vida. Es en Italia donde se inicia este nuevo proceso, o esta nueva forma de concepción el hombre como individuo autónomo con un cierto tipo de características sociales diferentes a la anterior época. Evidentemente este cambio no se produce de una manera radical en el tiempo, sino que conlleva un proceso continuado y prolongado en el tiempo. Esta nueva concepción del hombre la llamamos el Renacimiento. Fue la cultura de una clase rica y poderosa, potenciada por una serie de nuevas necesidades económicas. En cambio este nuevo proceso derivó hacia una tendencia donde la libertad, la tiranía, la individualidad y el desorden permanecían entre lazadas. Los individuos eran mas libres, si, pero permanecían cada vez mas solos. Todas las relaciones humanas fueron envenenadas por esta lucha cruel por la vida o por la muerte, para el mantenimiento del poder y de la riqueza. La nueva libertad tenía este aspecto negativo para los hombres, ya que ansiaban cada vez más riqueza y poder, provocando un sentimiento de inseguridad para el resto de ciudadanos. Este nuevo aspecto del poder venía determinado sobre todo por el deseo o el anhelo de la fama. El Renacimiento por tanto supone un crecimiento del nivel cultural, económico y social, pero solamente en las clases que tenían poder. Los filósofos pertenecían a esta elite cultural. La Reforma no viene de este sector, sino más bien proviene de una religión de las clases urbanas medias y bajas, de los campesinos. Según Max Weber fueron las clases urbanas las que desarrollaron el fundamento del pensamiento capitalista del mundo occidental. Existe una contraposición por tanto entre el Renacimiento y el período de la Reforma. Calvino y Lucero centrarán su atención en el problema de cómo la liberación de los vínculos individuales afectó a la estructura del carácter de la clase media urbana. Expresaron un nuevo sentimiento de libertad. Según Fromm, una serie de factores económicos y psicológicos son los que dan pie al surgimiento del capitalismo, y su relación con estas nuevas doctrinas religiosas. Entre los siglos XV y XVI, el hombre es liberado de la esclavitud que entrañan lazos económicos y políticos. También se gana en el sentido de la libertad positiva, pero pierde vínculos que le unen con el sentimiento de protección y de seguridad. Ahora sus relaciones con otros hombres se basan en la competencia y ya no en la solidaridad. La nueva forma se une a un sentimiento profundo de inseguridad. El período de la Reforma En este momento surgen el luteranismo y el calvinismo. Pertenecen a una clase media urbana. Por tanto no queda monopolizada por una elite económica o política. Ambas tendencias del cristianismo, pretenden aportar al individuo, en función de las nuevas características, un nuevo sentimiento de seguridad, que de otra manera hubiera sido insoportable. Bien es cierto que este puede tener ciertos aspectos de irracionalidad. Lo que el análisis psicológico de las doctrinas puede mostrar son las motivaciones subjetivas que proporcionan a una persona la conciencia de ciertos problemas y le hacen buscar una respuesta en determinadas direcciones. Lutero habla de una sumisión a Dios de una manera voluntaria, como un acto de fe intencionado, pero que viene determinado por un sentimiento de impotencia y de pecado, provocando en el hombre un sentimiento de sumisión. El principio de la voluntad del hombre es que es libre para desear lo bueno, que los esfuerzos del hombre son útiles para su salvación. Uno de los espíritus de la Reforma consiste en que se da una afirmación de la dignidad humana y de la legitimidad de la expresión de toda su personalidad. La teología de Lutero 3 expresó los sentimientos de la clase media que luchaba contra la autoridad de a Iglesia, y se mostraba resentida contra la nueva clase adinerada, al verse amenazada por el naciente capitalismo y subyugada por un sentimiento de impotencia e insignificancia individuales. Lutero da al hombre independencia en las cuestiones religiosas, dando un protagonismo individual a la fe y a la salvación subjetiva. Toda la responsabilidad recae sobre el individuo, sin ninguna intermediación de alguna instancia superior. Ello constituye una de las fuentes del desarrollo de la libertad política y espiritual de la sociedad moderna. La depravación de la naturaleza del hombre y su absoluta falta de libertad para elegir lo justo constituye uno de los conceptos fundamentales del pensamiento de Lutero. La salvación del hombre viene determinada por su fe. Desde el punto de visto psicológico la fe puede representar la expresión de una relación íntima con la humanidad y una afirmación de la vida, así como puede constituir una forma de reacción contra un sentimiento fundamental de duda, arraigado en el aislamiento del individuo y en su actitud negativa hacia la vida. La fe en Lutero tiene carácter compensatorio. Para Lutero el hombre se halla libre de todos los vínculos que lo ligaban a las autoridades espirituales, pero con un gran sentimiento de angustia. La teología luterana manifiesta el sentimiento de angustia y frustración así como de desamparo y de duda. Pero Lutero aporta una solución en sus tésis. El individuo a pesar de las adversidades podría tener la esperanza de ser aceptado por Dios. Lutero libera al pueblo de la autoridad de la Iglesia Católica, pero de otra manera vincula al hombre con Dios con una relación de total de sumisión. La única manera de ser amado por Dios, era tener una relación total de sumisión con El. Según las tesis de Lutero, una vex que el hombre había perdido su dignidad y su orgullo muy propios del pensamiento medieval, el individuo estaba preparado para las condiciones propias de la productividad económica y la acumulación de capital. La autohumillación es el medio para obtener la seguridad de la fuerza divina. Calvino, siguiendo las ideas de Lutero, niega que las buenas obras puedan conducir a la salvación. Carecemos por completo de ellas. Según Calvino, los pequeños hombres de negocios, algunos de los cuales ya eran mas prósperos que otros, pero que, como grupo, estaban amenazados por el surgimiento del capitalismo. Esta clase expresa el sentimiento de libertad, pero también el de insignificancia e impotencia individuales. Calvino pronostica la doctrina de la predestinación, siendo una de las piedras angulares. El hombre nace predestinado por Dios, antes de nacer. La predestinación expresa un sentimiento de impotencia e insignificancia individuales. El hombre no tiene ningún tipo de decisión, y se encuentra completamente importante en manos de Dios. En los siguientes lustros la ideología nazi aplicará ciertos postulados del calvinismo. Parte del principio de la desigualdad básica de los hombres. Para Calvino se dan dos tipos de personas, las que serán salvadas, y por otro lado las que están predestinadas a la condenación eterna. Los hombres desde que nacen, son creados desiguales, creando así un sentimiento de insolidaridad. Calvino otorga una mayor exaltación de la importancia del esfuerzo moral y de la vida virtuosa que Lutero. El derrumbamiento del sistema medieval de la sociedad feudal posee un significado capital que rige para todas las clases sociales: el individuo fue dejado solo y aislado. Estaba libre y esta libertad tuvo un doble resultado; al hombre se le arrebata la seguridad de que gozaba. También se encuentra en un sentimiento de angustia, a pesar de ser libre de obrar y pensar de manera independiente. Para terminar con esta parte del libro, cabe destacar que el proceso social, al determinar la forma y el modo de vida del individuo, moldea su carácter, derivando de esta manera nuevas ideologías, que son capaces de influir sobre la estructura de su carácter. Los rasgos propios del carácter son muy importantes a la hora de ver su influencia en el desarrollo económico y en el propio proceso social. PARTE 4ª LOS DOS ASPECTOS DE LA LIBERTAD PARA EL HOMBRE MODERNO Podemos sacar de la Parte 3º antes resumida, que las doctrinas protestantes prepararon al individuo para el duro proceso que iba a tener que desempeñar. Este nuevo duro proceso que se dio en los siglos posteriores, 4 fue la Revolución Industrial, y el cambio que ello supuso en la estructura económica, social e individual de las diferentes poblaciones. Siguiendo con las tesis protestantes podemos ver que el cambio sucedido anteriormente, hace al hombre mas independiente y con una mayor capacidad de crítica, en cambio, se siente mucho mas atemorizado porque no tiene una protección o un orden social permanente que le proteja. El hombre se encuentra en una situación muy ambigua. Lo que el piensa y dice es lo que dice la mayor parte de la población. Por tanto no ha adquirido la manera de pensar de forma mas o menos original. Debemos encontrar por tanto un nuevo tipo de libertad, la cual nos permita la realización plena de nuestro propio yo individual, de tener fe. La libertad económica, junto con la teología protestante pretenden liberar espiritualmente al hombre. La libertad económica forma parte del pilar básico de estos postulados. El individuo en el sistema capitalista tiene una amplia gama de oportunidades de elección, a pesar de tener muchas limitaciones. El capitalismo no solamente liberó al hombre de todo lo relacionado con lo tradicional sino que también contribuyó poderosamente al aumento de la libertad positiva, al crecimiento de un yo activo, crítico y responsable. La libertad económica constituye la base del desarrollo del hombre y de su libertad. La clase mas beneficiada fue la clase media. El hombre dejar de estar encadenando por un orden social fijo. El individuo dentro de la clase media, tiene la oportunidad de triunfar dentro de lo que son sus posibilidades, en función de una serie de méritos y de acciones. Asume la responsabilidad sobre sus decisiones, es capaz de realizar actos por si mismo contando consigo mismo sin estar sometido a otro orden. Ello conlleva un aumento de la libertad política, contribuyendo al aumento de la libertad positiva, dando lugar a un yo activo, crítico y responsable. Dentro del capitalismo, la actividad económica, el éxito no son un medio para, sino todo lo contrario, resultan un fin en si mismo. Ello contribuye al crecimiento del sistema, gracias a que el hombre forma una parte cuantitativa mas del sistema. El capitalismo también contribuyó de manera negativa para el hombre, ya que daba lugar a la explotación del hombre, siendo tratado como una máquina incansable. Las largas jornadas de trabajo, las condiciones en las cuales se desempeñaba éste, y la poca retribución salarial, hace que se empiece a forjar lo que se conoce como el sindicalismo o la dinámica sindical. Con el capitalismo, también se da otro aspecto negativo, y es el creciente sentimiento del egoísmo. Es una forma de codicia, la cual es insaciable. La relación concreta de un individuo con otro ha perdido su carácter directo y humano, asumiendo un espíritu de instrumentalidad y de manipulación. Esto también queda claramente reflejado en el ámbito del trabajo. PARTE 5ª MECANISMOS DE EVASIÓN Aquí ya es cuando Fromm nos remonta a la época actual, y nos quiere visualizar toda la influencia que ha tenido el fascismo en esta materia. El fascismo tiene un sentido psicológico del fascismo y del sentido que tiene la libertad en los sistemas autoritarios y en nuestra propia democracia. El psiconálisis no puede ser empleado para una conciencia grupal, sino que solo puede ser usado para un solo individuo. Al estudiar la psicología individual como base de la comprensión de la psicología social. Los fenómenos que observamos en los neuróticos no tienen en principio de los que se dan en las personas normales. Son tan sólo más acentuados, más definidos y con frecuencia más manifiesto a la autoconciencia del neurótico que a la del individuo norma, quien no advierte ningún problema. Está el neurótico y el normal o sano. Una persona será normal cuando sea capaz de realizar un papel social dentro de una misma sociedad. También será una persona sana la que alcanza un grado óptimo de felicidad y de expansión. El neurótico se encuentra en una situación de fantasía. Desde el punto de vista de los valores humanos, el neurótico resulta menos mutilado que una persona normal que ha perdido toda su personalidad por la coyuntura del momento. Una vez que el individuo deja de permanecer ligado a los vínculos primarios, tiene dos vías diferentes para enfrentarse al mundo: • Progresar hacia la libertad positiva 5 • Retroceder, abandonar su libertad y tratar de superar su soledad con el mundo, y de lo que lo separa de él. Nunca consigue volver a unirlo, porque es irreversible. En este segundo punto, el carácter se convierte en compulsivo. Mitiga una insoportable angustia, desencadenado un pánico en el individuo. El autoritarismo Es el primer mecanismo de evasión de la libertad. Consiste en la tendencia a abandonar la independencia del yo individual propio, para fusionarse con algo, para recobrar fuerza puesto que el yo individual carece de ella. La tendencia más general suele ser el masoquismo, dado que tienen en su interior sentimientos de inferioridad e impotencia. No son capaces de expresar sus necesidades o sus anhelos, por ello son capaces de auto inflingirse daños corporales, como heridas, cortes etc. En multitud de ocasiones son formas de expresión del amor o sentimientos de devoción hacia algo/alguien. Por el contrario, las tendencias sádicas suelen tener un carácter más racional que las tendencias masoquistas, vistas sobre todo desde el punto de vista social. La causa más general de las tendencias sádicas suele ser el hecho de que una persona siente una preocupación hacia algo, o que quieren demostrar a alguien todo lo que son capaces de hacer por esa persona. Esto suele ser muy común. En los casos de las religiones suele ser también común. En ocasiones, tienen un objeto para llevar a cabo su sadismo, teniendo así una excesiva dependencia. La dependencia puede llegar a ser inconsciente. Freíd tiene mucho que decir en este sentido. Estudia profundamente el fenómeno de la sexualidad, de las tendencias o impulsos sadomasoquistas, los cuales quedan denominados como un instinto sexual innato en el ser humano. Fromm llama simbiosis a la base común del sadismo y del masoquismo. Esta simbiosis es de tipo psicológico, se refiere a la unión de un yo individual con otro. El sádico necesita su objeto, así como el masoquista no puede prescindir de el. La diferencia es clara. La gente en general no es sádica o masoquista, sino que se da una mezcla entre ambas. Puesto que el término sadomasoquista se halla asociado con la noción de perversión y de neurosis, emplearemos el término autoritario, o carácter autoritario. El término autoridad no es una cualidad poseída por una persona. Viene a decir que es una relación interpersonal, es decir que afecta a dos o mas personas, una que ejerce la autoridad y otra que la recibe. El que ejerce la autoridad se considera superior a otra. Hay ocasiones que la autoridad puede ser una condición necesaria para ayudar a la persona sometida, en cambio en otras no es mas que una condición para su explotación. Con el paso del tiempo, el primer caso se va convirtiendo en el segundo. Aparte de la autoridad que tiene que ver con un individuo físico o una institución, podemos hablar también de una autoridad reflejada en nuestro yo interno; es la denominada conciencia, la cual en muchas ocasiones ejerce una gran actividad en el sujeto. La actitud del carácter autoritario hacia la vida, se halla en determinados impulsos emocionales. El carácter autoritario se adapta mejor a condiciones donde es más fácil restringir la libertad. Lo común de un carácter autoritario reside en la convicción de que la vida está determinada por fuerzas exteriores al yo individual, a sus intereses y a sus deseos. El poder autoritaria nunca puede ser cambiado. La debilidad no se contempla. Solo se valora el heroísmo y la fuerza, y en conjunción con esto, lo más característico es que se basa en una filosofía nihilista, es decir vacía de contenidos. La igualdad como tal no existe, solo existe el que tiene poder y el que no lo tiene. Al mismo tiempo que la igualdad no existe, la solidaridad sería más de lo mismo. Se da una situación de dependencia, pero de una manera sutil. En ocasiones el individuo no es consciente de esa dependencia exterior que puede llegar a tener. La destructividad No guarda relación con el sadomasoquismo puesto que éste consiste en la posesión y conservación del objeto. La destructividad pretende la total eliminación y/o destrucción del objeto. Los impulsos de índole destructiva tienden ser causados por sentimientos de aislamiento e impotencia. La destructividad no responde a algo racional, se halla en potencia dentro del individuo, y que en cualquier momento puede exteriorizarse. A pesar de no ser racionales, algunas personas en conjunción con un grupo tienden a hacerlas como tal, como un modo 6 de auto justificación, y viendo que lo que hacen tiene algún sentido o algún tipo de lógica con raciocinio. Dos fuentes explican el por qué de la destructividad: • La angustia • La frustración por la vida Freud ha estudiado mucho el tema de la frustración de la vida relacionado propiamente con los impulsos destructivos. Para Freud lo que originan estos impulsos son por una lado los sexuales, y por otro el de la auto conservación. La intensidad de los impulsos destructivos que observamos en el carácter de los miembros de la clase media europea, es sin duda mucho mayor que la de las clases obreras. Por tanto la tésis de Freud quedaría invalidada, puesto que lo determinante serían las clases sociales, más que las condiciones interiores de la persona. Cuanto mas se ven coartados los impulsos a lo largo de una vida, más tendencia existe hacia la destrucción. El nazismo entre las clases medias encontró una gran base social en este sentido. Conformidad automática Aparte de los mecanismos de evasión antes citados, nos encontramos con otro tipo que consisten en un retraimiento del mundo exterior, eliminando así la amenaza. En el plano individual, este mecanismo es muy práctico, pero en el plano cultural y social resultan de poca relevancia sobre todo para llevar a cabo una investigación a fondo. Este mecanismo de Conformidad automática constituye que la solución adoptada por la mayoría de los individuos de la sociedad moderna, es la que el mismo individuo se atribuye casi de forma automática. El individuo deja de ser el mismo, adopta por completo el tipo de personalidad que le proporciona la cultura. Se sabe muy bien lo que se espera de él, ya que se transforma en un ser igual a todos los demás. El resultado se produce con la pérdida total de su personalidad. La normalidad supone que un individuo es libre de pensar, hacer y decir lo que quiera. Lo hacemos por un mero sentimiento de placer con nosotros mismos, es decir tener unas determinadas pautas personales y propias. El individuo tiene la ilusión de haber llegado a una opinión propia, pero en realidad ha adoptado una autoridad inconscientemente. Este proceso puede darse en el campo social, pero solo en unos determinados ámbitos de la vida social, por ejemplo en el campo de la política y de las opiniones que se tienen acerca de los gobernantes y del funcionamiento del sistema político. Bien es cierto que en muchas ocasiones pensamos igual que la mayoría, ello constituye un pseudopensamiento, pero eso no quiere decir nada malo, suele entrar dentro de los límites de la normalidad. Cuando no es normal, la irracionalidad por tanto residirá en el hecho de que no constituyan las decisiones un motivo real de la acción que pretenden haber causado. No podemos saber con exactitud si una persona lleva a cabo una racionalización en función de una serie de afirmaciones, sino que deberemos analizar sus fundamentos y motivaciones psicológicas. Ver no lo que piensa, sino como lo piensa. Las racionalizaciones carecen en esencia de un descubrimiento y revelación, ellas se limitan a confirmar los prejuicios emocionales que ya existen en uno mismo. Con el sentimiento ocurre lo mismo; debemos distinguir entre nuestro sentimiento que lo atribuimos como tal a nosotros mismos, y el pseudosentimiento, que pensamos que también es nuestro pero que no debe serlo. Una gran parte de nuestras decisiones son adoptadas desde fuera de nosotros mismos, y nos autoconcienciamos que son adoptadas por nosotros mismos cuando en realidad no lo son. Solamente nos adaptado a los impulsos de los demás. Toda represión elimina ciertas partes del propio yo real y obliga a colocar un seudosentimiento en sustitución del que ha sido reprimido. La sustitución de seudoactos en el lugar de los pensamientos, sentimientos y voliciones originales, conduce finalmente, a reemplazar nuestro propio yo por un seudoyó. Este seudoyó representa lo que se espera de esa persona y su función, y se comporta como si fuera el verdadero. El yo original queda anulado y ahogado por el seudoyó. Este proceso lleva al individuo a un tremendo estado de 7 inseguridad. Por ello para legitimarse necesita un constante goteo de aprobaciones por parte de los demás. PARTE 6ª LA PSICOLOGÍA DEL NAZISMO La ideología nazi corresponde en primer lugar a una serie de factores económicos, siendo la expansión del imperio alemán el máximo exponente. El estado alemán es conquistado por una elite política. En segundo lugar, Hitler es considerado un neurótico (una de las variedades o tipos de la psiquiatría). El nazismo constituye un problema psicológico, el cual se encuentra influido en gran medida por causas socio−económicas. El pueblo lo acepta (base psicológica). En los inicios del nazismo, éste fue aceptado por la población alemana sin presentar mucha resistencia, e incluso llegaron a sentir gran admiración. Solo una minoría no estuvo de acuerdo. Este sometimiento al nuevo sistema político viene derivado por el cansancio de la ciudadanía, debido a las graves crisis socio−económicas que se venían dando en los años anteriores al surgimiento de este nuevo movimiento. Se ve al nazismo como una posible solución ya que entre sus postulados, hay cambios muy radicales en la estructura del sistema. Hitler se atribuyó para si y para sus elites el absoluto monopolio del Estado. Todo ataque Alemania, era un ataque al nazismo y a la ideología nazi. Entre los jóvenes tuvo mucha aceptación, sobre todo los que venían de una clase obrera muy desfavorecida por las crisis económicas, y que vieron en el nazismo su salvación y su ascensión en la escala social. En el nazismo se da un grandísimo respeto hacia la autoridad (familia, religión) La posición económica daba también un gran respeto y autoridad. Esto sucede antes de la 1ªGM. Con la crisis posbélica y el Crack de 1929, todo esto cambia. En el período posbélico se produjo una quiebra en el sistema económico sobre todo en la clase media. La familia también había quebrado, muchos hombres habían perecido en los campos de batalla. Este es el caldo de cultivo para el surgimiento del nazismo. Constituyen una base humana para el surgimiento. Hitler fue un hombre de clase baja que representaba estos sentimientos de frustración (que en su vida hubo muchos) y entre la gente tuvo mucha aceptación porque era un modelo o un estereotipo de las vidas de muchas de las personas que habitaban en la Alemania de la época. La esencia del carácter autoritario ha sido descrita como la presencia simultánea de tendencias impulsivas sádicas y masoquistas. Hitler amaba y odiaba al pueblo alemán. Queda constatado en su autobiografía (MI LUCHA). El sentimiento de sadismo responde al odio que Hitler tenía a una serie de minorías étnicas y raciales. Fromm relaciona la teoría de Darwin con el nazismo, basándose en el principio de competencia. Para Hitler, el pueblo alemán es el bueno y los otros, son los sádicos y brutos. Los judíos, comunistas y los franceses su principal objetivo. Todo lo relacionado con esta gente provoca sus iras, y son los causantes de todo lo malo que sucede para Alemania. El amor al poderoso y el odio al débil, son características básicas de la acción hitleriana. La política de Hitler estaba destinada a crear el odio y no la amistad. Existe el deseo de someterse a un poder de fuerza abrumadora, de aniquilar a su propio yo, del mismo modo que existe el deseo de ejercer poder sobre personas que carecen de él. El individuo debe no ser nadie en el proceso, pero a la hora de rendir culto al poder y a la fuerza, debe ser activo. Esta es la idea de sacrificar al individuo lo cual implica reducirlo cuanto mas mejor. La filosofía de autonegación y sacrificio está destinada a aquellos individuos cuya situación económica no es lo más beneficiosa. La simbología hitleriana tiene un grandísimo papel, en todo lo relacionado con Dios, la divinidad en general, la fuerza, la valentía, etc. La función de una ideología y práctica autoritarias puede compararse a la función que llevan a cabo los sistemas neuróticos. Se dan situaciones insoportables, que no contribuyen a mejorar la situación de felicidad de la persona. A lo largo de la historia, se ha dado un proceso de individuación cada vez más progresivo, así como un considerable aumento cualitativo y cuantitativo de la libertad. PARTE 7ª LIBERTAD Y DEMOCRACIA 8 • La ilusión de la individualidad Fromm afirma al inicio de este capítulo que en la época en la cual nos encontramos, es cuando más libertad se ha alcanzado. Gracias a la democracia moderna se ha conseguido otorgar al hombre un mayor individualismo, desvinculado de cualquier poder exterior. Somos libres de expresarnos como nosotros queramos (sentimientos, opiniones, críticas etc). Bien es cierto y cada vez en más ocasiones, que nuestra cultura da pie al fomento del conformismo. La educación nos lleva con demasiada frecuencia a la eliminación de una personalidad espontánea. Lo que la educación no consigue, se consigue por medio de una elevada presión social. El ser amistoso, alegre y todo lo que se supone deba expresar una sonrisa, se transforma en una respuesta automática que se enciende y se apaga. Muchas emociones espontáneas son anuladas por lo que llama Fromm, seudosentimientos. Freud habla del sexo como uno de ellos. Por lo general en nuestra sociedad se desaprueban las emociones. Esto ha provocado un debilitamiento en el individuo. La conciencia de la muerte y el sentido trágico de la vida, constituye una de las limitaciones del hombre. Cada cultura se enfrente a la muerte de una determinada manera, unas con más angustia y otras con menos. En la actualidad nos negamos rotundamente a aceptar la muerte, no aprendemos a convivir con ella, pero es la realidad, la muerte forma parte de la vida. La psiquiatría se ha vuelto un instrumento de aquellas tendencias predominantes en la manipulación de la personalidad humana. Se ve el mundo de manera tergiversada. Fromm vuelve de nuevo a la educación. Prevalece la importancia sobre la información, así como cuanto más conocimientos se tengan mejor se puede conocer la realidad. Se da una información sin teoría. Ello provoca una serie de consecuencias, como el relativismo. Todo es relativo. Un amplio sector de nuestra cultura trata de confundir los hechos y hacernos ver que hay cosas demasiado complejas para que un ciudadano normal las resuelva. Otro modo de paralizar la capacidad de pensar críticamente lo hallamos en la destrucción de toda imagen estructurada del mundo. Los hechos pierden valor sino pertenecen a una estructura total, poseyendo un carácter abstracto y relativo. Relacionado con la carencia de originalidad, está el concepto de voluntad. El hombre vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando solamente desea lo que se supone que ha de desear. Se halla estrechamente relacionado con la autoridad y la libertad. Primero fue la Iglesia que estuvo amenazada por el Estado (imperativo de la conciencia). En la actualidad ha sido sustituida por el sentido común y la opinión pública. Nos pensamos que somos autónomos y que actuamos libremente. Esto nos ayuda a permanecer inconscientes de nuestra inseguridad. La pérdida del yo ha aumentado la necesidad de conformismo, provocada por una duda acerca de la identidad. La duda acerca de nuestro ser todavía existe y cada vez aumenta más. Se produce un abandono de la espontaneidad y de la individualidad, provocando así una frustración por la vida. El hombre moderno es profundamente infeliz; se encuentra al borde de la desesperación. • Libertad y espontaneidad En lo visto hasta ahora en este libro hemos visto un aspecto de la libertad, teniendo un grandísima impotencia e inseguridad, el cual se encuentra aislado en la sociedad moderna. El proceso de desarrollo de la libertad no constituye un círculo vicioso, y que el hombre puede ser libre sin hallarse solo. La realización del yo se alcanza por la personalidad total del hombre, por la expresión activa de sus potencialidades emocionales e intelectuales. Según Fromm; la libertad positiva consiste en la actividad espontánea de la personalidad total integrada. La actividad espontánea es libre actividad del yo e implica desde el punto de vista psicológico, el significado literal inherente a la palabra sponte (ejercicio libre de la plena voluntad). No carecemos de ella ni mucho menos. La espontaneidad es la única manera que tiene el hombre de superar el terror de la soledad sin sacrificar la integridad del yo. El amor es uno de los componentes más importantes de la espontaneidad. El otro componente es el trabajo, de carácter creativo. Solamente aquellas actividades que surgen de nuestra actividad espontánea dan fuerza al yo y constituyen la 9 base de su integridad. Lo importante es la actividad y no los resultados obtenidos. Pero esto en nuestra cultura no se da. Lo prioritario son los resultados, mucho mas que el proceso realizado. Nuestras cualidades pueden ser vendidas a cambio de la obtención de dinero, prestigio o poder. El individuo mediante la actividad espontánea ya no se siente aislado en el mundo, se transforma en partes de un todo estructural. Consigue tener seguridad. Con esa seguridad, la cual es dinámica, se basa en la espontaneidad del hombre. No se basa en la protección. Cuando existe una incapacidad para actuar de manera espontánea en cualquiera de los ámbitos de la vida, se produce en el individuo unos sentimientos de inferioridad y debilidad. Fromm nos plantea la cuestión, de si una excesiva espontaneidad y libertad, puede provocar una situación de anarquía. En relación a la cuestión formulada, si se dan unas condiciones en las que el hombre goce de espontaneidad, de libertad positiva, donde hayan desaparecido sus tendencias impulsivas asociales, y tan solo los enfermos pueden suponer un peligro. Este tipo de libertad nunca se ha dado, en cambio es un ideal que el hombre siempre persigue. El futuro del sistema democrático depende de la realización del individualismo, y lleva siéndolo desde el Renacimiento. Uno de los fines de la democracia debe ser el desarrollo de la felicidad y su desarrollo por medio de la cultura. Los factores psicológicos son muy importantes, pero no podemos olvidar los límites socio−económicos en los que se encuentra el hombre. Estos cambios que se producen en la historia, proporcionarán la libertad al hombre, desarrollando su propio yo. Las conquistas sociales que se han venido elaborando en nuestra historia, han supuesto grandísimos cambios en la vida del hombre, asignando cada vez una mayor libertad. Siempre debe ser un continuo el hecho de potenciar cada vez más la libertad del hombre. Se debe desarrollar y cada vez fortificar más. El proceso democrático para Fromm aún no es suficiente. El progreso de la democracia consiste en esto mismo, cada vez más ir ampliando la libertad, iniciativa y espontaneidad del individuo, sobre todo en el campo del trabajo. Fromm es partidario de un nuevo orden, el socialismo democrático. Consiste en el establecimiento de un sistema económico racional que sirva los fines de la comunidad en general. Se debe tener un gobierno por y para el pueblo, el cual domine desde la esfera política a la económica. Existe una clara contradicción entre la economía y la planificada de cada individuo. Para ello es necesario un sistema descentralizado, lo cual conlleva un sistema burocrático. La sociedad no se queda de brazos cruzados en este sentido. Debe buscar la armonía entre el sistema centralizad y el descentralizado, para un mejor funcionamiento del nuevo sistema. Siempre topamos por tanto con el terreno de la iniciativa individual. Este es el principal fundamento para el surgimiento del capitalismo, el sistema económico que continúa imperando hoy en día. Tan solo, concluye Fromm, el hombre no será feliz hasta que no logre subordinar los preceptos económicos sobre los de la felicidad humana. Una vez logrado esto, finaliza Fromm, el hombre no tendrá los motivos que pueda tener en la actualidad para ir dirigido por la senda de la soledad, de la impotencia, es decir hacia la mas profunda y total desesperación. 10