Módulo 4: Entrenamiento del aprendizaje autorregulado Historia de la Psicología Capítulo 1. Ciencia, historia y psicología. filosofía ciencias psicología Alma = mente conocer Epistem Psic. cognitiva Filosofía y psic. ética Platón observó que la filosofía comienza con el asombro. También la ciencia comienza con el asombro (asombro por los mecanismos internos de la naturaleza) y todas las ciencias, incluida la psicología, formaron parte originalmente de la filosofía. Las ciencias particulares se fueron haciendo gradualmente independientes de la filosofía con el paso de los siglos. La psicología fue una de las últimas ciencias particulares en separarse de la filosofía, de la que formó parte hasta el siglo XIX. Los fundadores de la psicología fueron filósofos además de psicólogos, que trataban de encontrar respuestas científicas a muchas preguntas filosóficas. El significado literal de psicología es psyché-lógos, el estudio del alma, aunque el término no se acuñó hasta el siglo XVII y su uso no se extendió hasta el siglo XIX. Los filósofos y los profesores de religión de todo el mundo se han esforzado en resolver el problema de la naturaleza del alma: ¿existe el alma? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Cómo se relaciona con el cuerpo? Mientras que los psicólogos se oponen al término alma y prefieren mente, con menos connotaciones religiosas, todavía se continúan planteando estas incómodas cuestiones. Incluso aquellos psicólogos que no definen la psicología como el estudio de la mente sino como el estudio de la conducta tienen diferentes respuestas para ellas. Desde la época de los antiguos griegos, los filósofos se han preguntado cómo conocen el mundo los seres humanos. Esta empresa se conoce como epistemología, que proviene de las palabras griegas episteme (conocimiento) y lógos (discurso). Interrogarse acerca de cómo los seres humanos conocen el mundo supone preguntarse sobre la sensación, la percepción, la memoria y el pensamiento; la esfera completa de lo que los psicólogos llaman psicología cognitiva. La ética es la tercera de las áreas que comparten los filósofos (y los pensadores religiosos) con la psicología. Aunque la ética tiene que ver principalmente con cómo debería comportarse la gente, la ética práctica depende de una concepción de la naturaleza humana. ¿Es la gente buena por naturaleza? ¿Qué motivos tienen las personas? ¿Cuáles son saludables y cuáles deben reprimirse? ¿Las personas son sociales por naturaleza? ¿Hay una vida óptima que todos los humanos deberían vivir? Cuestiones como las anteriores son profundamente psicológicas y pueden estar fundamentadas en la investigación científica sobre la naturaleza. Los interrogantes éticos se manifiestan por sí mismos en muchas áreas de la psicología. Dentro de la psicología científica, los encontramos en los estudios sobre la motivación y la emoción, y en las conductas social y sexual. La psicología aplicada, ya sea en los negocios, la empresa, el estado o en la clínica individual y la orientación psicológica, está profundamente involucrada con la ética humana. La gente va al psicólogo para ser más feliz ©UNED - 2009 Módulo 4: Entrenamiento del aprendizaje autorregulado o más productiva, y busca la ayuda de un psicólogo con formación científica. El conocimiento que el psicólogo tiene sobre la motivación, la emoción, el aprendizaje y la memoria le da las herramientas para modificar la conducta. Pero el psicólogo no debe estar simplemente al servicio del cliente: un psicólogo industrial puede tener que decirle a un cliente que constituye un problema para la compañía, y ningún psicólogo con ética enseñará a un estafador profesional a mejorar su capacidad de persuasión. La ciencia, en su búsqueda de los secretos de la naturaleza, se ha considerado tradicionalmente como neutral con respecto a los valores, pero como dijo Francis Bacon, “saber es poder” y las herramientas del científico aplicado deben utilizarse correctamente. biología fisiología Psic. Científica Aunque las bases conceptúales de la psicología se encuentran en la filosofía, la inspiración para la creación de una ciencia independiente llegó de la biología. Los filósofos, entre todos, explicaron las funciones de la mente mediante los procesos subyacentes del cerebro, que habían sido tenidos en cuenta, ocasionalmente, desde el tiempo de los griegos, pero tal explicación no alcanzaría el rango de convicción hasta mediados del siglo XIX. Los fundadores de la psicología esperaban que, llegando a la mente a través de la fisiología, lo que sólo había sido filosofía especulativa y religión llegaría a convertirse en una ciencia naturalista. Una rama más joven de la biología, la evolución, también contribuyó a la fundación de la psicología científica. Especialmente en Gran Bretaña y Norteamérica, los filósofos y psicólogos empezaron a preguntarse qué aportaba la mente en la lucha por la existencia que no hubiese ya en la evolución por selección natural. ¿Para qué necesitamos ser conscientes? ¿Los animales lo son? Estas nuevas preguntas preocuparon e incluso estimularon a los psicólogos desde el principio. Por ello, nos interesaremos no sólo por las cuestiones S.N. y cerebro filosóficas abstractas, sino también por el aumento de los conocimientos acerca del cerebro y del sistema nervioso desde la Época Clásica hasta el presente. Neurociencia cognitiva Naturaleza humana Debido al auge de la neurociencia cognitiva, las expectativas de los primeros psicólogos hacia la fisiología merecen un respeto especial. A falta de técnicas modernas para investigar el cerebro, la mayoría de los psicólogos del siglo XX se desviaron del camino de la fisiología. No obstante, los psicólogos actuales, equipados con las técnicas del siglo XXI para obtener imágenes cerebrales, han vuelto a las búsquedas originales (Gazzaniga, Ivry y Mangun, 1998). Al mismo tiempo, el nuevo campo de la psicología evolucionista ha retomado las cuestiones fundamentales relacionadas con la naturaleza humana (Pinker, 2002; Wright, 1994). Texto tomado de: Leahey, T.H. (1998) Historia de la psicología. Principales corrientes en el pensamiento psicológico. Prentice Hall Iberia, Madrid. Págs. 3 y 4. ©UNED - 2009