La Plata, 12 de noviembre de 2007.AUTOS Y VISTOS: La presente acción de amparo ingresada en la mesa de entradas de este juzgado a mi cargo; y CONSIDERANDO:1. Competencia: 1.1. Que a fin de determinar la competencia del juzgado competente para el conocimiento y decisión de la presente contienda, corresponde examinar la validez constitucional de la Resolución SCBA Nº 1358/06 (modificada por su similar Nº 1794/06), que dispone el sorteo de las acciones de amparo entre todos los jueces de primera instancia y tribunales colegiados de instancia única.1.2. Al respecto, se ha de señalar que la Constitución Provincial ha consagrado la acción de amparo en su art. 20 inc. 2, disponiendo que corresponde al Poder Legislativo reglamentar los derechos y garantías constitucionales (arts. 20 inc. 2, 4º párrafo; 103 inc. 13), y que atañe al Poder Ejecutivo la reglamentación de las leyes respectivas (art. 144 inc. 2). Se evidencia así, que las mencionadas resoluciones, exceden el poder de superintendencia de la Suprema Corte, en tanto irrumpen en la esfera de aquellas competencias, con violación al principio de división de poderes, el cual se yergue como un pilar básico de nuestro sistema republicano de gobierno (arts. 1 y 5 CN y arts. 1, 103, 144 y 161 de la CPBA).1.3. Por su parte, el citado artículo 20 inc. 2 de la Constitución Provincial, dispone que el amparo “procederá ante cualquier juez”, mientras que la ley 7.166, en su art. 4, precisa que “Todo Juez o Tribunal Letrado de la primera instancia con Jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción tuviere o debiere tener efecto, será competente para conocer de la acción de amparo.” A tenor de lo expresado, se advierte que la función reglamentaria ejercida por la Suprema Corte de Justicia, mediante las Resoluciones antes individualizadas, avasalla la jurisdicción de los jueces y tribunales de primera instancia para decir la interpretación que se ha de atribuir al ordenamiento jurídico, en ejercicio de la competencia que ha sido conferida por la Constitución y las restantes normas que regulan la acción de amparo.1.4. Teniendo presente lo expresado, se ha de precisar que aún cuando el texto de la norma resulte claro, si de la necesaria interpretación que presupone su aplicación al caso concreto, se desprende que la misma afecta derechos claramente reconocidos en nuestra Constitución, el juez debe hacer prevalecer la manda constitucional (art. 31 y 28 de la C.N.) y que la declaración de oficio de inconstitucionalidad de una norma "no solo es posible, sino obligatoria, pues la Constitución no rige cuando alguien lo pide, sino siempre (arts. 31 de la Constitución Nacional; 3 de la Constitución de esta Provincia)" (SCBA, Causa L.81.953 "Omar" del 6-VII-2005).En ese sentido, la Corte Federal tiene decidido que la declaración de inconstitucionalidad "es un acto de suma gravedad, al que sólo debe recurrirse cuando una estricta necesidad lo requiera, en situaciones en las que la repugnancia con la cláusula constitucional sea manifiesta e indubitable y la incompatibilidad inconciliable... la declaración de inconstitucionalidad sólo será procedente cuando no exista la posibilidad de una solución adecuada del juicio por otras razones que las constitucionales comprendidas en la causa" (“Mill de Pereyra”, SCJN, 27-09-01, L.L, 2001-F, 89).Cuando se someten a decisiones de los jueces cuestiones de derecho, en el ejercicio de la potestad de suplir el derecho que las partes no invocaron -trasuntado en el adagio “iura novit curia”- y atendiendo al ineludible deber de mantener la supremacía de la Constitución (art. 31 de la C.N.), se hallan facultados para declarar la inconstitucionalidad de las leyes, sin necesidad de petición expresa de parte interesada (Conf. “Banco Comercial de Finanzas”, SCJN, 19-08-04, LL, 30/08/04, 5; “Yeri”, SCBA, causa L. 74.615).- 1.5. Esta excepcional situación que obliga a efectuar el examen acerca de constitucionalidad de la Resolución Nº 1358/06 (y sus modificatorias), se debe a que estamos ante una obligación que la SCBA le exige al actor, imponiéndole el deber de iniciar la demanda ante cualquier juez de primera instancia mediante sorteo, vedándole la posibilidad de elegir el fuero que -a su juicio- resulta competente, en contradicción con la correcta hermenéutica que corresponde asignar a las normas consagratorias de la garantía constitucional del amparo; toda vez que el precepto constitucional que lo regula ha sido establecido en beneficio del accionante, con la finalidad de favorecer el acceso a la jurisdicción en armonía con la garantía que consagra el art. 15 de la Constitución Provincial. En consecuencia, el artículo 20 inc. 2 de la Constitución Provincial, no ha de ser interpretado en perjuicio del amparista, negándole la posibilidad de elegir el fuero que, a su entender, resulte más idóneo para resolver la cuestión planteada y valorar, conforme lo exige el art. 43 de la Constitución Nacional, la idoneidad de la vía elegida que, en el supuesto de autos, se vincula a la función administrativa de la Suprema Corte de Justicia y, por ende, a la competencia del fuero contencioso administrativo (art. 166 Const. Prov., art. 1 y cctes. del CCA). El criterio amplio con que deben ser interpretadas las garantías constitucionales impone tal hermenéutica, de donde se advierte que las resoluciones en crisis, al impedir la elección del fuero ante el cual se pretende tramitar la acción de amparo, han alterado el sistema constitucional antes expuesto.1.6. Asimismo, las resoluciones Nros. 1358/06 y 1794/06 de la SCBA, contradicen el criterio mayoritario del máximo tribunal provincial -análogo al sustentado en el párrafo anterior- conforme al cual "el amparista es el que tiene derecho a la elección de 'cualquier juez'", derecho que debe ser ejercido al plantear la acción (SCBA, B 68420 "Ciampa, Domingo Nicolás c/ Ministerio de Seguridad s/ Amparo -Conflicto art. 7 ley 12008-", del 19-4-2006) 1.7. Por su parte, no cabe perder de vista que el trámite de la acción de amparo ante juzgados materialmente incompetentes (vgr., tribunales de menores, de familia, o juzgados de garantías penales) altera no solo la especialidad de la competencia (CSJN, Fallos 310:2680) y su carácter improrrogable (art. 6 del CCA), sino también, el normal funcionamiento de los mismos, perjudicando el derecho a la jurisdicción que el constituyente ha tenido en mira para la regulación de la acción de amparo (art. 15 y 20 inc. 2 de la Const. Prov.). Por las citadas razones, el art. 19 de la Ley 7166 (conf. Ley 13.101), ha establecido que “Cuando el objeto del amparo sea la impugnación de un acto administrativo, particular o general, de una omisión administrativa o de una vía de hecho las Cámaras de Apelación en lo Contenciosos Administrativo conocerán como instancia de alzada”; de modo que resulta incongruente establecer el principio de especialidad para segunda instancia, vedándolo para la primera, cuando el interesado ha optado por dicha jurisdicción.Al respecto, es preciso recordar que el criterio de improrrogabilidad de la competencia material ha sido tradicionalmente utilizado por la Suprema Corte local con anterioridad a la reforma constitucional de 1994, para impedir el progreso del amparo en primera instancia, por entender que “La acción de amparo promovida con sustento en materia procesal administrativa es de la competencia originaria de esta Corte y debe ser resuelta en esta única instancia, por cuanto para la solución del litigio es necesario aplicar, exclusiva o preponderantemente, normas de derecho administrativo” (SCBA, causa B 51.914, entre muchísimas otras).1.8. No obstante lo expuesto, toda vez que la acción de amparo ha sido presentada directamente en la mesa de entradas de este juzgado y que la actora no ha aportado elementos que permitan exceptuar el régimen de sorteo entre los Juzgados en lo Contencioso Administrativo, entiendo que corresponde remitirla a la receptoría de expedientes para que realice el sorteo entre los Juzgados en lo Contencioso Administrativo de este Departamento Judicial, evitando de esta forma la elección discrecional del juez por parte de la actora, circunstancia que podría perturbar el normal funcionamiento de la organización judicial dispuesta por la autoridad competente.1.9. En función de lo expresado, se habrá de declarar la inconstitucionalidad de la Resolución Nº 1358/06 y sus modificatorias, preservando el sorteo como forma de distribución equitativa, no sólo en números sino en tipos de procesos, entre los Juzgados contencioso administrativos de este Departamento Judicial.2. Medida Cautelar: 2.1. Que los actores solicitan se ordene a los demandados de autos, a proveer, con carácter de medida cautelar y en forma urgente, un lugar en el cual puedan alojarse con sus familias en un sitio con condiciones sanitarias y de habitabilidad suficiente, cercano al sector de sus actuales viviendas a fin de no perjudicar su derecho al trabajo y el derecho a la educación de sus hijos.Manifiestan que son ocupantes de dos fracciones de terreno, designadas catastralmente como Circunscripción XVI, Sección A, Fracción VIII, Parcelas 1ª, 4ª y 5ª y Circunscripción XVI, Sección A, Fracción IX, Parcelas 1ª, 2ª y 8ª, a nombre de Totalgaz Argentina S.A. y Citergaz Argentina S.A.Señalan que debido a su precaria condición social no han podido lograr el acceso a viviendas dignas y que por ello han establecido sus hogares en dicho lugar. Sostienen que allí viven con sus hijos y sus familias en un clima de serena cordialidad y colaboración, constituyendo una verdadera comunidad que se ha denominado “Barrio El Olimpo”.Afirman que el Diputado Juan José Cantiello, presentó ante la Cámara de Diputados dos proyectos de ley para que los predios que habitan sean expropiados con destino a sus ocupantes.Sostienen que con fecha reciente fueron anoticiados acerca de la existencia de una causa penal iniciada en su contra por “usurpación” de los citados terrenos que tramita ante el Juzgado de Garantías Nº 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 17, y que no han tomado intervención en dicho proceso penal.Afirman que en virtud de la citada causa penal el desalojo de las familias que habitan el lugar se llevaría a cabo el día 13-XI-2007, generándole gravísimos perjuicios dado que cientos de personas, entre ellos mujeres, niños y ancianos, quedarían literalmente en la calle, en situación de absoluto abandono.Manifiestan que frente a esta situación, solicitaron tanto a la Provincia de Bs. As., como al Municipio de Lomas de Zamora, que les brinden alojamiento, asistencia necesaria y suministros indispensables para su subsistencia.Agregan que si bien son concientes que el plazo en que han formulado dichos requerimientos es escaso, la omisión en su resolución, frente al inminente desalojo, no les deja otro camino que el de acudir a la justicia para obtener la urgente tutela de sus derechos.Finalmente aclaran que no se alzan contra la orden judicial de desalojo sino que pretenden que se les garantice provisoriamente un lugar donde poder habitar en condiciones dignas con sus familias hasta tanto se encuentre una solución a sus problemas habitacionales.2.2. Con carácter liminar, corresponde señalar que el art. 196 del CPCC, habilita el dictado de medidas cautelares por parte de jueces incompetentes, en supuestos de grave urgencia (conf. Gozaini, Osvaldo A., Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires, Tomo I, Ed. La Ley, 2003, pág. 409).- Que en el supuesto de autos se verifica la dicha circunstancia, atento al inminente del desalojo de los actores y sus familias, circunstancia que ha sido constatada por la Actuaria en el informe de fs. 37, donde señala que, habiéndose comunicado telefónicamente con la UFI Nº 17 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, fue atendida por su Titular, Dr. Acevedo, quien le informó "que la orden de constatación, intimación y desalojo fue diligenciada y que el plazo otorgado para que los habitantes se retiren del predio se encuentra vencido aproximadamente desde hace 25 días, que el propietario de los terrenos donde se encuentra instalado el barrio presento ante la Fiscalía General una queja por la demorada en hacer efectiva la orden de lanzamiento, lo que motivara una orden de sus superiores de llevar a cabo el lanzamiento ordenado por la Jueza interviniente. Que se puso en contacto con la Departamental para que se designe el personal necesario para llevar a cabo dicha diligencia, en principio el día martes 13 de noviembre, que en caso de no ser posible ese día se levaría a cabo en los días subsiguientes". Dicha situación evidencia por si misma la urgencia exigida por la norma procesal citada, para habilitar el dictado de la medida cautelar solicitada; pues, si se difiere el tratamiento de la misma para una oportunidad ulterior en el trámite del presente proceso, se generaría una violación del derecho a la tutela judicial continua y efectiva (art. 15 de la Const. Prov.).En igual sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la causa “Defensor del Pueblo de la Nación”, ha expresado que, sin perjuicio de la resolución que corresponda adoptar respecto de su competencia, “le corresponde al Poder Judicial de la Nación buscar los caminos que permitan garantizar la eficacia de los derechos, y evitar que estos sean vulnerados, como objetivo fundamental y rector a la hora de administrar justicia y de tomar decisiones en los procesos que se someten a su conocimiento, sobre todo cuando está en juego el derecho a la vida y a la integridad física de las personas. No debe verse en ello una intromisión indebida del Poder Judicial cuando lo único que se hace es tender a tutelar derechos, o suplir omisiones en la medida en que dichos derechos puedan estar lesionados (cfr. causa citada precedentemente; Fallos: 328:1146)” (D. 587. XLIII. Originario. "Defensor del Pueblo de la Nación c/ Estado Nacional y otra s/ proceso de conocimiento", Res. del 18-IX-2007, considerando 3).2.3. Que en función de ello corresponde ingresar en el análisis de la medida cautelar solicitada, para analizar si se encuentran reunidos los recaudos de procedencia de este remedio cautelar (art. 230 CPCC.).2.3.1. Verosimilitud en el derecho: el derecho que da sustento a la petición cautelar, se halla especialmente reconocido en diversos tratados Internacionales, entre los que se destacan el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 11), la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25), la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XI), la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 27), la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (art. 14); los que, en las condiciones de su vigencia, gozan de jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22, CN) (Conf. Tedeschi, Sebastián, “El derecho a la vivienda a más de diez años de la reforma de la Constitución, en Abramovich, Víctor – Bovino, Alberto – Courtis, Christian (compiladores), La aplicación de los Tratados sobre Derechos Humanos en el ámbito local, Ed. Del Puerto, 2007, pág. 751).Que la Corte Suprema ha señalado -con relación a la Convención Americana de Derechos Humanos- que la frase "...en las condiciones de su vigencia" establecida en el citado precepto constitucional significa "tal como la Convención citada efectivamente rige en el ámbito internacional y considerando particularmente su efectiva aplicación jurisprudencial por los tribunales internacionales competentes para su interpretación y aplicación", agregando que la jurisprudencia de la Corte Interamericana debe servir de guía para la interpretación de los preceptos de la Convención en la medida en que el Estado argentino reconoció la competencia de dicho tribunal para conocer en todos los casos relativos a la interpretación y aplicación de la Convención Americana, señalando finalmente que, "en consecuencia, a esta Corte, como órgano supremo de uno de los poderes del Gobierno federal, le corresponde -en la medida de su jurisdicción- aplicar los tratados internacionales a que el país está vinculado en los términos anteriormente expuestos, ya que lo contrario podría implicar responsabilidad de la Nación frente a la comunidad internacional" (Corte Suprema, causa "Giroldi", Fallos 318:514, consid. 12).Posteriormente, la Corte hizo extensiva dicha regla hermenéutica a las opiniones vertidas en los informes emanados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Corte Sup., causa "Bramajo, Hernán J.", del 12/9/1996, consid. 8).Esta interpretación que la Corte Suprema realiza del art. 75 inc. 22 CN. respecto de la Convención Americana, resulta enteramente aplicable al resto de los tratados de derechos humanos contemplados en esta norma.Por ello, y en lo que al caso de autos respecta, resulta de especial interés el análisis de las Observaciones Generales emanadas del Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de Naciones Unidas, órgano encargado tanto del control de cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, dado que dichas observaciones generales sientan las pautas hermenéuticas para desentrañar el correcto alcance de los derechos contemplados en el mencionado pacto, pautas que incluso son tenidas en cuenta por el citado comité al momento de evaluar los informes periódicos que presentan los Estados parte respecto del estado de cumplimiento del pacto.Respecto de los desalojos forzosos tiene especial importancia la Observación General Nº 7, que los define como “el hecho de hacer salir a personas, familias y/o comunidades de los hogares y/o las tierras que ocupan, en forma permanente o provisional, sin ofrecerles medios apropiados de protección legal o de otra índole ni permitirles su acceso a ellos ...” (Observación General Nº 7, Punto 3).Particular interés para el caso de autos presenta el punto 16 de la Observación General citada, en cuento dispone que “Los desalojos no deberían dar lugar a que haya personas que se queden sin vivienda o expuestas a violaciones de otros derechos humanos. Cuando los afectados por el desalojo no dispongan de recursos, el Estado Parte deberá adoptar todas las medidas necesarias, en la mayor medida que permitan sus recursos, para que se proporcione otra vivienda, reasentamiento o acceso a tierras productivas, según proceda”.En dicho documento el Comité puso de manifiesto que “fundamentalmente, las obligaciones de los Estados Partes en el Pacto en relación con los desalojos forzosos se basan en el párrafo 1 del artículo 11 interpretado junto con otras disposiciones pertinentes. En particular, el párrafo 1 del artículo 2 obliga a los Estados a utilizar ‘todos los medios apropiados’ para promover el derecho a una vivienda adecuada. Ahora bien, dada la naturaleza de la práctica de los desalojos forzosos, la referencia en el párrafo 1 del artículo 2 al logro progresivo de tales derechos basándose en los recursos disponibles rara vez será pertinente. El propio Estado deberá abstenerse de llevar a cabo desalojos forzosos y garantizar que se aplique la ley a sus agentes o a terceros que efectúen desalojos forzosos (tal como se definen en el párrafo 3 supra). Este planteamiento se ve reforzado además por lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que complementa el derecho a no ser desalojado forzosamente sin una protección adecuada” (Observación General Nº 7, Punto 8).Es preciso advertir que, aún cuando el reclamo formulado por los actores ante la Provincia fue presentado en la misma fecha en que se interpuso la presente acción, surge de la documentación acompañada que las autoridades provinciales tenían conocimiento de la situación en que se encontraban los amparistas, con anterioridad a dicha presentación. Prueba de ello lo constituye su intervención en el proceso penal que tramita ante el Juzgado de Garantías Nº 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora (conf. fs. 4/7), intervención que no ha logrado un resultado satisfactorio para la protección de los derechos de los accionantes.Por otra parte, sin juzgar la actuación de la función judicial llevada a cabo en sede penal, corresponde señalar que, en el caso de autos los actores no han tenido intervención en la causa penal en la que se habría ordenado el lanzamiento (conf. informe de la actuaria de fs. 37), lo que podría generar una violación a la garantía del debido proceso (art. 18 de la CN), comprometiendo la responsabilidad internacional del Estado. En este sentido, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha señalado que “aunque la debida protección procesal y el proceso con las debidas garantías son aspectos esenciales de todos los derechos humanos, tienen especial pertinencia para la cuestión de los desalojos forzosos que guarda relación directa con muchos de los derechos reconocidos en los pactos internacionales de derechos humanos. El Comité considera que entre las garantías procesales que se deberían aplicar en el contexto de los desalojos forzosos figuran: a) una auténtica oportunidad de consultar a las personas afectadas; b) un plazo suficiente y razonable de notificación a todas las personas afectadas con antelación a la fecha prevista para el desalojo; c) facilitar a todos los interesados, en un plazo razonable, información relativa a los desalojos previstos y, en su caso, a los fines a que se destinan las tierras o las viviendas; d) la presencia de funcionarios del gobierno o sus representantes en el desalojo, especialmente cuando éste afecte a grupos de personas; e) identificación exacta de todas las personas que efectúen el desalojo; f) no efectuar desalojos cuando haga muy mal tiempo o de noche, salvo que las personas afectadas den su consentimiento; g) ofrecer recursos jurídicos; y h) ofrecer asistencia jurídica siempre que sea posible a las personas que necesiten pedir reparación a los tribunales” (Observación General Nº 7, Punto 15).Asimismo, debe tenerse en cuenta que la afectación del derecho a la vivienda digna puede traer aparejada la violación de otros derechos también protegidos por nuestra Constitución Nacional. En este sentido ha señalado el citado Comité que “dadas la interrelación y la interdependencia que existen entre todos los derechos humanos, los desalojos forzosos violan frecuentemente otros derechos humanos. Así pues, además de infringir claramente los derechos consagrados en el Pacto, la práctica de los desalojos forzosos también puede dar lugar a violaciones de derechos civiles y políticos, tales como el derecho a la vida, el derecho a la seguridad personal, el derecho a la no injerencia en la vida privada, la familia y el hogar, y el derecho a disfrutar en paz de los bienes propios” (Observación General Nº 7, Punto 4). También destacó que “las mujeres, los niños, los jóvenes, los ancianos, los pueblos indígenas, las minorías étnicas y de otro tipo, así como otros individuos y grupos vulnerables, se ven afectados en medida desproporcionada por la práctica de los desalojos forzosos. En todos estos grupos las mujeres son particularmente vulnerables a causa de la discriminación jurídica y otras formas de discriminación que suelen darse en materia de derecho de propiedad (incluida la propiedad de una vivienda) o del derecho de acceso a la propiedad o a la vivienda, y de su particular vulnerabilidad a los actos de violencia y abuso sexual cuando se quedan sin hogar. Las disposiciones contra la discriminación del párrafo 2 del artículo 2 y del artículo 3 del Pacto imponen a los gobiernos la obligación adicional de velar por que, cuando se produzca un desalojo, se adopten medidas apropiadas para impedir toda forma de discriminación” (Observación General Nº 7, Punto 10).Por lo expuesto, y teniendo en cuenta que la solicitud de los actores no está dirigida a impugnar por este medio una orden judicial dictada por un juez competente, ni a evitar sus efectos, sino que, procura por parte del Estado, el efectivo cumplimiento a las directivas emanadas de los tratados internacionales de derechos humanos (en particular el art. 11 del PIDESC y la Observación General Nº 7, punto 16 ya citada), es dable considerar -siempre en grado de probabilidad y no de certeza- que el derecho invocado resulta verosímil (art. 230 CPCC.), habilitando de ese modo el dictado de la medida cautelar.- 2.3.2. Peligro en la demora: Que el mismo se encuentra configurado en el caso de autos toda vez que, si no se concede la medida peticionada, los actores y sus grupos familiares deberán afrontar el desalojo del día 13-XI-2007 (conf. informe de la actuaria de fs. 37), en una situación de desprotección que afecta no solo su derecho a la vivienda digna sino también otros derechos, tanto civiles como sociales -con el consecuente agravamiento del riesgo de afectación de sus derechos constitucionales-, situación que indudablemente requiere de un pronto remedio, o dicho en términos constitucionales, una rápida "acción positiva" que le asegure la vigencia de los derechos de los habitantes del sector, dentro de la garantía constitucional a una "tutela judicial continua y efectiva" (arts. 15 Const. prov. y 22 ley 7166).En igual sentido, la Corte Suprema ha afirmando que: "es de la esencia de las medidas cautelares innovativas enfocar sus proyecciones -en tanto dure el litigio- sobre el fondo de la controversia, ya sea para impedir un acto o para llevarlo a cabo. Tales medidas están orientadas a evitar la producción de perjuicios que se podrían producir en caso de inactividad del magistrado, tornándose de muy dificultosa o imposible reparación en la oportunidad del pronunciamiento de la sentencia definitiva" (Corte Sup., "Camacho Acosta", Fallos 320-1633).2.3.3. Contracautela: teniendo especial ponderación por la naturaleza de los intereses y derechos involucrados, se habrá de eximir a los peticionantes de prestar caución alguna (art. 22 ley 7166 y 200 inc. 2 CPCC.).2.3.4. Alcance de la medida cautelar: Que frente a la ausencia de toda documentación que acredite el reclamo de los actores ante la Municipalidad de Lomas de Zamora (conf. informe de fs. 36), corresponde que la medida cautelar de autos se ordene únicamente respecto de la Provincia de Bs. As., sin perjuicio de la eventual responsabilidad que le pueda corresponder al citado Municipio, en virtud de la sentencia definitiva que se dicte en autos.Por ello, RESUELVO: 1. Declarar la inconstitucionalidad de la Resolución SCBA Nº 1358/06 y sus modificatorias, y una vez trabada la medida que se ordena en el apartado subsiguiente de este resolutorio, remitir las presentes actuaciones a la Receptoría de Expedientes para que realice el correspondiente sorteo entre los juzgados contencioso administrativos de este departamento judicial.2. Ordenar con carácter cautelar a la Provincia de Buenos Aires, a que, de manera inmediata a la notificación de la presente, por intermedio del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, arbitre los medios necesarios y adecuados para la reubicación de las familias afectadas por la orden judicial de lanzamiento de los predios identificados catastralmente como Circunscripción XVI, Sección A, Fracción VIII, Parcelas 1ª, 4ª y 5ª y Circunscripción XVI, Sección A, Fracción IX, Parcelas 1ª, 2ª y 8ª (denominado Barrio el Olimpo o Juan Domingo Perón) en un lugar cercano al sector de sus actuales viviendas, que cuente con condiciones sanitarias y de habitabilidad suficiente. Ello hasta tanto se dicte sentencia firme en los presentes autos, bajo apercibimiento de lo dispuesto por el art. 163 de la CPBA y 23 de la ley 7.166, sin perjuicio de las astreintes que se habrán de imponer a la persona del funcionario remiso y en beneficio de la actora (art. 37 del CPCC), para el caso en que las personas desalojadas no gocen de la adecuada protección social, conforme a lo expuesto en los considerandos del presente decisorio. A tal fines, líbrese oficio por Secretaría al Sr. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, y a los Sres. Presidentes de las Càmaras del Poder Legislativo local, con transcripción íntegra de la presente y adjunción de copias.3. Regístrese. Notifíquese por cédula por Secretaría a la Fiscalía de Estado con copias y con habilitación de días y horas (arts. 135 inc. 5 y 153 CPCC., y 27 inc. 13 y 31 decreto ley 7543/1969).- 4. Líbrese oficio por Secretaría al Juzgado de Garantías Nº 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a la Unidad Funcional de Instrucción Nº 17 de dicho departamento judicial y a la Policía Departamental de Lomas de Zamora para que tomen conocimiento de la presente.- . LUIS FEDERICO ARIAS Juez Juz.Cont.Adm.Nº1 Dto.Jud.La Plata