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Diario Consumidores y Usuarios Nro 85 – 16.08.2016
La otra cara de POKÉMON GO: la responsabilidad jurídica del proveedor
Por Juan Gustavo Corvalán
PokémonGo: una relación de consumo
La nueva propuesta de Nintendo, PokémonGo, que causa furor en el mundo, ya se juega en Argentina.
En estas líneas, analizaremos brevemente la “otra cara” del juego: los riesgos de jugarlo y sus aspectos
jurídicos1. Ahora bien, ¿qué es “PokémonGo”?.
PokémonGo es un juego de “realidad aumentada” que fue lanzado recientemente por Nintendo para
celulares. En su modalidad básica es gratuito, pero puede ser pago si se desea obtener más funciones.
El objetivo es atrapar, en la vida real, a criaturas digitales; es decir, el juego “utiliza ubicaciones reales
para animar a los jugadores a que salgan a explorar a lo largo y ancho del mundo en búsqueda de
Pokémon”2.
Para “capturar” las criaturas digitales, el jugador instala la aplicación en su celular, luego debe –
previamente- activar la localización del dispositivo móvil y, finalmente, el celular guía a los jugadores
por diferentes lugares (calles, avenidas, plazas, parques, monumentos públicos, edificios, etc.) hasta que
la aplicación “avise” (con una vibración y una luz intermitente) a la persona que se encuentra cerca de
un “Pokémon”.
A partir de ahí, el jugador enciende la cámara de su teléfono y se encuentra con una imagen del
Pokémon (la criatura digital) superpuesta sobre la escena real detrás del lente. Al tocar la criatura en la
pantalla, la “atrapa”3. Esta característica es la que determina que el juego sea de "realidad aumentada":
permite ver la realidad mezclada con un elemento de ficción, a través de un dispositivo tecnológico4.
Ahora bien, si se analiza la dinámica del juego puede observarse que ésta puede conllevar algunos
riesgos e incluso podría afirmarse que ha co-causado varios resultados dañosos para los usuarios de este
servicio5. Para entender el fenómeno, hay que destacar dos cuestiones en cuanto a la dinámica del
juego:
i.
ii.
PokémonGo predetermina, sin que el jugador sepa o decida, los lugares a los que la persona
se debe desplazar para encontrar los “Pokémon”. Dicho de forma más simple, el
consumidor es guiado por el proveedor y no tiene la posibilidad de decidir o delimitar la
zona en donde debe jugar.
El juego, en esencia, presupone un nivel alto de atención por parte del consumidor para
realizar la búsqueda de la criatura digital. Es decir, la persona tiene que mirar
continuamente el celular para encontrar y "capturar" al Pokémon.

Abogado, Doctor en Derecho, Profesor de la UBA y Director del Diario DPI.
1
En muchos medios, hemos podido advertir que esta aplicación ya registra diversos que han sufrido
los usuarios por su usohttp://www.telam.com.ar/notas/201608/157785-pokemon-go-mendoza-joven-lesiondientes.html
2
http://www.pokemon.com/es/videojuegos-pokemon/pokemon-go/
3
Textualmente, dice la página oficial del juego: “A medida que te muevas, tu smartphone vibrará cuando estés
cerca de un Pokémon. Una vez que te hayas encontrado con un Pokémon, apunta en la pantalla táctil de tu
smartphone y lanza una PokéBall para atraparlo. Apunta bien, ¡porque podría salir huyendo! También puedes
buscar Poképaradas situadas en algunos de los lugares más interesantes del mundo, como instalaciones de arte,
puntos históricos y monumentos públicos, donde puedes recoger más PokéBalls y otros objetos”.
4
http://www.pokemongoargentina.com/curiosidades/trescuriosidades/
5
http://www.cuatro.com/noticias/Pokemon-Go-primeras-victimas-reales_0_2210250098.html
A partir de esta dinámica de juego, entendemos que hay que analizar dos aspectos importantes: 1) por
un lado, qué tipo de obligaciones tienen quienes proveen este tipo de servicios y, 2) por otro, qué tipo
de responsabilidad conlleva en caso de daños a los usuarios del servicio.
2) Obligaciones y responsabilidades en la provisión de servicios riesgosos para garantizar la
salud, integridad física y seguridad de los usuarios
Entre quienes adquieren la aplicación -aún cuándo ésta sea a título gratuito- y el proveedor de la misma,
existe una relación de consumo6. Por tanto, no existen dudas sobre que la adquisición de la “App” y el
uso que de ella haga el usuario, se rigen por las normas que regulan los contratos de consumo.
Ahora bien, quien presta servicios riesgosos, en nuestro ordenamiento jurídico, se encuentra obligado a
proteger al usuario para que de ese servicio no se deriven daños a su persona o sus bienes. Esto,
concretamente, implica que el proveedor tiene:
a) una obligación genérica de proteger al consumidor y asegurar que el servicio no presente “peligro
alguno para la salud o integridad física de los consumidores o usuarios” (art. 5 Ley de Defensa del
Consumidor, 24.240);
b) una obligación específica de observar los mecanismos, instrucciones y normas establecidas o
razonables para garantizar la seguridad de los mismos (art. 6 Ley de Defensa del Consumidor, 24.240).
Pero además, si el consumidor resulta dañado (como consecuencia de la prestación del servicio)
responden solidariamente: el productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el
vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio (art. 40, Ley de Defensa del Consumidor,
24.240).
Estas normas, básicamente determinan una obligación esencial que el consumidor debe exigir al
proveedor (en este caso, Nintendo): que organice la aplicación, de modo tal que su uso normal y
habitual no ponga en riesgo ni dañe a los consumidores y usuarios. En términos más sencillos, quienes
diseñan e implementan la aplicación, deben adoptar las medidas que correspondan para que el usuario
no encuentre las criaturas virtuales en el medio de avenidas, puentes, terrazas, edificios que amenacen
ruina, vías de tren o subte activas, etc.
Esta obligación esencial, presupone que el proveedor debe establecer recomendaciones al usuario en
donde se le informe acerca de no cometer acciones temerarias para alcanzar las criaturas virtuales e,
incluso, que el proveedor cree o implemente pautas específicas para jugar de manera segura.
En conclusión, respecto al derecho a la información y la protección de la salud, integridad física o la
seguridad de bienes y personas, los usuarios pueden (y deberían) exigir al proveedor que adopte las
medidas necesarias para que la búsqueda del Pokemón, sea una búsqueda segura, que no ponga en
peligro la vida, la salud, la integridad física de los usuarios, de las personas y los bienes en general.
Por último, no debemos olvidar que la responsabilidad del proveedor por los daños causados es objetiva
según la Ley de Defensa del Consumidor. Por tanto, el proveedor del servicio sólo puede desvincularse
de los daños sufridos por el consumidor, cuando el daño sea producto de la propia conducta de éste o de
un tercero. Esto significa que, por regla, el proveedor responderá, salvo que éste pruebe que la causa del
daño le es ajena7.
6
7
Ver, artículo 1092 del Código Civil y Comercial de la Nación
Ver, los artículos 40 de la Ley 24.240 y 1722 del Código Civil y Comercial de la Nación.
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