Contratos de agencia comercial suscritos por agente comercial

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Contratos de agencia comercial suscritos por agente comercial español
con empresas extranjeras. Ley aplicable y fuero territorial para litigar
1.- Contratos con empresas de la Unión Europea.
1.1.- Legislación aplicable.
A.- El principio general es el de libertad de elección. Las partes pueden elegir libremente
la ley por la que se rige el contrato.
Así resulta del artículo 3º del Convenio de Roma, de 19 de junio de 1980, sobre la ley
aplicable a las obligaciones contractuales:
“Los contratos se regirán por la ley elegida por las partes. Esta elección deberán ser
expresa o resultar de manera cierta de los términos del contrato o de las circunstancias del
caso. Para esta elección las partes podrán designar la ley aplicable a la totalidad o solamente a
una parte del contrato”.
En el mismo sentido, el artículo 10.5 del Código Civil: “Se aplicará a las obligaciones
contractuales a la que las partes se hayan sometido expresamente, siempre que tenga alguna
conexión con el negocio de que se trate”.
B.- Son nulas las cláusulas contractuales, cualquiera que sea la ley aplicable al contrato,
que se opongan al contenido de la Ley de Agencia 12/1992, de 27 de mayo.
La Ley de Agencia 12/1992, incorporación al derecho español de la Directiva
86/653/CEE, de 18 de diciembre, tendente a armonizar las normativas nacionales que regulan
las relaciones comerciales entre agentes comerciales y sus empresarios, dispone, tanto en su
exposición de motivos, como con carácter expreso en su articulo 3º, que todos sus preceptos
son imperativos, salvo que se exprese lo contrario.
La Directiva es una Directiva de mínimos, por lo que en su incorporación a los derechos
nacionales puede dar lugar a matices diferenciales. En cualquier caso, los derechos esenciales
de los agentes comerciales vienen recogidos en la Directiva y, por otra parte, siendo español el
Agente Comercial habrá de estarse a la ley española para determinar qué normas imperativas
son aplicables al contrato.
1.2.- El fuero territorial aplicable corresponde al Juzgado del domicilio del agente, en todo
caso.
Así lo dispone la disposición adicional de la Ley de Agencia: “La competencia para el
conocimiento de las acciones derivadas del contrato de agencia corresponderá al Juez del
domicilio de agente, siendo nulo cualquier pacto en contrario.”
El Juez del domicilio del agente deberá aplicar, en consecuencia, el contrato agencia y la Ley a
que las partes libremente se hayan sometido, considerando nulos los pactos que se opongan a
las normas imperativas de la ley de agencia española.
Este criterio según el cual el fuero territorial corresponde al domicilio del agente, es
concordante con lo dispuesto en el artículo 5.1.a) y b) del reglamento (CE) nº 44/2001, del
Consejo de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y
ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, aplicable a todos los países
miembros de la Unión Europea, excepto Dinamarca.
Dicho precepto recoge como competencia especial, - la competencia general es la del
domicilio del demandado – “que las personas domiciliadas en el Estado miembro podrán ser
demandadas en otro Estado miembro, en materia contractual, ante el tribunal del lugar en el
que hubiere sido o debiere ser cumplida la obligación que sirviera de base a la demanda;
considerándose que dicho lugar será, cuando se trate de una prestación de servicios, el lugar
del Estado miembro en el que, según el contrato, hubieren sido o debieran ser prestados los
servicios.
2.- Contratos con empresas extranjeras de países que no formen parte de la Unión
Europea.
Los criterios expuestos con anterioridad resultan aplicables a los contratos celebrados con
empresas extranjeras que no formen parte de la Unión Europea, en cuanto a la ley aplicable y
en cuanto al fuero territorial.
No hay duda en este caso de que rige el principio de libre elección de la ley aplicable. El
Tratado Roma tiene en este sentido carácter universal, aplicándose incluso a los Estados no
contratantes del mismo, según su artículo 2º.
En cuanto a las normas de carácter imperativo, tal libertad tiene su limitación en la nulidad de
las cláusulas que contradigan las normas imperativas de la legislación del agente. Así se ha
reconocido por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en un supuesto de un
contrato de agencia entre un principal estadounidense y un agente comercial inglés. (Caso
Ingmar GB Ltd.vs Eaton Leonard Technologies Inc.)., en el que se establecía que la ley aplicable
al contrato sería la ley del Estado de California.
La sentencia de 9 de noviembre de 2000, decidió que si bien la elección de la ley del Estado de
California era una elección válida, no se podía privar al agente inglés del derecho a la
indemnización que le reconocía la legislación inglesa que transponía la Directiva.
En consecuencia, cualquiera que sea la ley a la que las partes hayan sometido libremente el
contrato, esta libertad no es absoluta, prevaleciendo en la aplicación las normas imperativas
de la legislación nacional del agente, considerándose nulas las cláusulas contractuales que se
opongan a las mismas.
En cuando al fuero, la disposición adicional de la Ley de Agencia, constituye una norma
imperativa que radica el fuero territorial en el domicilio del agente.
Madrid, 16 de mayo 2011
Francisco Aparicio Valls
Asesoría Jurídica del Consejo General
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