del tintero La racionalidad o irracionalidad de los indios ser degenerado, satánico, para el cual Dios encontró el castigo perfecto y su conversión religiosa con un solo instrumento: la conquista. Bestia de carga, podía tratarse al indio igual que a una res y marcarlo en el rostro como parte del ganado del dueño: si huía a las montañas para defenderse de la marca infamante o de la esclavitud era señal de su barbarie y de su naturaleza salvaje; si se defendía, era una confirmación de sus instintos sanguinarios. Ya avanzado el siglo XVI, en CARLOS MONTEMAYOR En fecha muy temprana de la imagen de Dios, son bestias y 1533, el pontífice Pablo III Colonia, fray Julián de Garcés jumentos, no a otro fin de que expidió una Bula mediante consideró satánico pensar que los que las tienen a cargo no la cual reconoció finalmente la los indios mexicanos fueran tengan cuidado de librarlas de naturaleza racional de los in- seres irracionales, semejantes la rabiosas manos de su codi- dios; por lo tanto, su capacidad a bestias o jumentos, y que cia, sino que se las dejen y necesidad de ser cristianiza- no fuera pecado despreciar- usar en su servicio, conforme dos y aceptados como criatu- los ni matarlos. En su Epístola a su antojo”. al pontífice Paulo III apuntó CI E NCI AS 60-61 OCTUBRE 2000 Si bien esa condena revela ras de Dios; también, como consecuencia, su derecho a que “de aquí nace que algu- su grandeza de espíritu, tam- ser respetados como seres li- nos españoles que van a bién revela, simultáneamente, bres y con facultades para destruirlos con sus guerras, que era común el prejuicio que ejercer el dominio sobre sus confiados en el parecer de él atacaba. En efecto, por los propiedades. Así, los indios tales consejeros, suele tener Diálogos de Cervantes de Sa- fueron declarados vasallos li- por opinión que no es pecado lazar sabemos que los cole- bres de la Corona y sujetos al pago de tributos. despreciarlos, destruirlos, gios, prisiones, orfanatorios y ni matarlos […] Esta voz real- “casuchas” de los indios, que mente, que es de Satanás, él no alcanzaba a mirar mon- los pueblos indios no se asu- afligido de que su culto y hon- tado a caballo, estaban mar- mieron como un dato cultural, Pero las diferencias con ra se destruye, es voz que sa- cadamente discriminados y sino predominantemente ra- le de las avarientas gargantas separados de la vida españo- cial. Quedaron sometidos de los cristianos, cuya codicia la. A fray Bernardino de Saha- a un régimen de tutela y pro- es tanta, que, por poder hartar gún debemos, por otra parte, tección. Se les prohibió la igual- su sed, quieren porfiar que las la explicación de que la reli- dad de trato con los españoles criaturas racionales hechas a gión idólatra hizo del indio un e incluso con las castas. Otros MARZO 2001 hechos discriminatorios se sos políticos iniciados desde agregaron: no podían vestir el siglo XVI. traje de español ni tener ca- Las “políticas de indios” pueblos durante la Colonia. regresaba la tierra a poder No bastó con reconocer su del calpulli y podía ser entre- naturaleza racional, de la que gada a otro vecino. El trabajo ballos con silla y freno; tam- de la Colonia y el “indigenis- se deriva su capacidad de do- de la tierra era a tal grado poco armas. mo” del México moderno minio de propiedad y de liber- fundamental que no habien- constituyen, pues, no precisa- tad, porque tales principios do propiedad de la parcela y dió a menudo el señorío direc- La Corona española conce- mente un conjunto ordenado se oponían a los intereses de no pudiendo transmitirse por to sobre ellos a encomenderos y etiquetado de planes y pro- los españoles que se asenta- herencia, solía pasar de pa- y señores como gratificación gramas de gobiernos de la ban en las tierras conquistadas. dres a hijos si éstos la seguían por servicios prestados en la Colonia o del México inde- Las ciudades y los emporios trabajando. Tales conceptos conquista o en el poblamiento pendiente para beneficiar agrícolas y mineros requerían de la propiedad comunal y de de la Nueva España. Esta ser- a los pueblos indígenas, sino tanto las propiedades indíge- la vitalidad de la tierra suelen vidumbre no concedió automá- parte de un proceso político y nas como el trabajo forzoso seguir presentes en los pueblos indios de hoy. ticamente al señor o al enco- social conflictivo. En el seno de los indios. Así que el indio mendero derechos sobre las de las sociedades dominan- no pudo gozar de su libertas ni tierras indígenas; sólo aseguró tes de la Nueva España y del tampoco ejercer a cabalidad los inicios del siglo XXI aún no que les impusiera a los pue- México moderno, este proce- el dominio sobre sus bienes. están seguros de si estos blos indios trabajos forzosos so ha tenido como eje recu- Por otro lado, el concepto de pueblos son libres y si deben en minas y haciendas, confun- rrente el cuestionamiento de la tierra en la cultura indígena tener dominio sobre sus bie- Muchos mexicanos en diendo estos trabajos con el la condición política de los era un ser vivo al que debía nes. Tampoco están muy se- vasallaje e incluso con el pago pueblos indígenas y sus dere- agradecerse la continuidad guros de la racionalidad de de tributos. chos agrarios y se ha caracte- de la vida y no una propiedad los indios ni de su capacidad rizado por la resistencia de los inerte que pudiera considerar- de desarrollo. La abundancia de ciertas premisas ideológicas pueblos indios a los intereses se sujeta al vaivén de distin- medidas para restringir sus de sus “políticas de indios” de un actor principal que se le tos dueños. facultades es el complejo y La Corona fue modificando en los siglos XVI y XVII con los llamó sucesivamente conquis- Austrias y en el siglo XVIII con tador, encomendero, Corona Antes de la conquista, las persistente proceso social tierras pertenecían comunal- que se esconde detrás de los Borbones. También hubo cambios políticos con las Cor- española, administración vi- mente al calpulli, no a los indi- las políticas indigenistas rreinal, pueblo colonizador, viduos. Cada jefe de familia de cinco siglos. Este prolon- tes de Cádiz a principios del modernización económica, tenía derecho a una parcela gado proceso aún no logra siglo XIX. Cada una de estas nación, Estado mexicano, go- de las tierras comunales con solucionarse con objetividad modificaciones fue aportando biernos revolucionarios o de la obligación de trabajarla, en el México del siglo XXI. acciones políticas concretas la transición democrática. No y si en dos años no lo hacía, en contra o a favor de los pue- se trata de programas, ideas blos indios y construyendo un o conceptos, sino de un pro- proceso distinto al que inició ceso social complejo e ininte- el liberalismo mexicano del si- rrumpido. glo XIX. Sin embargo, gran parte de las políticas indigenistas La actitud del Estado español ante los derechos ocurridas en los siglos XIX y XX de propiedad y libertad perso- son la consecuencia y en nal de los indios definió la ocasiones la inercia de proce- verdadera condición de estos Carlos Montemayor Escritor. b N OTA Este texto es un fragmento del libro Los pueblos in dios de México: de la Conquista a la libertad, que aparecerá próximamente bajo el sello de Planeta. IMÁGENES P. 18: Manifestaciones de terror entre los antiguos mexicanos al finalizar un ciclo calendárico de cincuenta y dos años; p. 19: Pánico entre los indígenas por el eclipse de sol, grabados de autor desconocido, siglo XVIII. CIE NCI AS 60-61 OCTUBRE 2000 MARZO 2001