"Haciendo Girar la Rueda del Desarrollo", por Julia Margulies – Directora General del Weitz Center / Centro de Estudios Regionales Urbano-Rurales (CERUR) El Weitz Center / Centro de Estudios Regionales Urbano Rurales (CERUR), es una organización pública no gubernamental, fundada en 1963 en Rehovot para involucrarse en las actividades profesionales relacionadas con el desarrollo regional urbano y rural en Israel y otros países en vías de desarrollo. El Centro fue establecido y luego liderado (hasta su muerte en 1998) por el Profesor Raanán Weitz, una de las figuras más destacadas en la planificación y desarrollo del Israel rural desde su independencia y hasta bien entrada la década de 1990. Desde su establecimiento, el CERUR ha estado dedicado al estudio de las áreas rurales y periféricas de Israel, a través de la investigación extensiva y se ha transformado en una de las principales fuentes de información para los estudiantes, académicos y profesionales de Israel relacionados con dichas temáticas. Más aún, el Weitz Center / CERUR ha adoptado la misión de compartir el conocimiento adquirido en Israel en este campo con los países en vías de desarrollo, adaptando un plan de trabajo a las condiciones específicas de cada país, e implementando los objetivos a través de programas amplios de capacitación, investigación, planificación y consultoría. El Weitz Center / CERUR ha logrado el reconocimiento internacional en el campo del desarrollo: en 1972, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas reconoció y recomendó el Programa Internacional de Postgrado del Weitz Center / CERUR de Capacitación en Desarrollo Regional Integrado. En 1991, la Biblioteca del Weitz Center / CERUR fue designada como la Biblioteca Depositaria del Banco Mundial en Israel. El Enfoque Rehovot del Desarrollo Regional Integrado (DRI) El Weitz Center – CERUR formuló el internacionalmente reconocido "Enfoque Rehovot" que promueve el desarrollo socio-económico integrado en los niveles regional y local, como una medida de largo plazo para mejorar la adaptación a nuevas funciones y demandas que derivan de los cambios acaecidos en la economía global. La vinculación de los sectores rural-urbano en el enfoque implica que el desarrollo de las áreas rurales es imperativo en función de garantizar la calidad de vida en las ciudades. Las áreas rurales en la mayoría de los países en desarrollo han sido relegadas – la agricultura no permite un nivel de vida estándar, otras fuentes de ingreso no han sido desarrolladas y la accesibilidad a los servicios para satisfacer las necesidades humanas básicas (educación, salud, agua potable y sistemas sanitarios) es pobre. Como resultado, muchos indicadores humanos tales como los de desnutrición, expectativa de vida, mortalidad y alfabetización, son mucho más precarios en comparación con los de los centros urbanos. Más aún, la mayoría de las personas pobres del mundo viven en áreas rurales, y aquellos que desean mejorar su situación tienen sólo un camino: la emigración a las ciudades, preferentemente a las áreas metropolitanas. Sin embargo, estos centros no están preparados para absorber semejante flujo de población y por tal motivo sufren los problemas de infraestructura pobre, falta de vivienda, servicios insuficientes e inseguridad personal. La pregunta que debe formularse no es si el desarrollo rural es necesario, sino cuál es la mejor forma de logralo. El aparente bajo rendimiento de estrategias anteriores para enfrentar el desafío de la reducción de la pobreza y lograr un desarrollo equitativo -así como procesos universales, tales como democratización, descentralización y globalización- ha tenido influencias significativas en las actitudes hacia el desarrollo en los años recientes. Es ampliamente aceptado hoy que la reducción de la pobreza requiere ir más allá de un abordaje sectorial cuando se trata del desarrollo rural. La totalidad de las actividades en una región particular debe ser promovida si se quiere lograr un desarrollo rural exitoso. Deben ser desarrollados mecanismos para vincular a la agricultura, las agroindustrias, la infraestructura, la salud, la educación, la información y otras áreas con una meta común de elevar los ingresos y crear trabajos en las áreas rurales. Durante muchos años, fueron realizados intentos para hacer girar la rueda del desarrollo rural fortaleciendo uno de los segmentos de la economía. Estos intentos en gran parte han fracasado. La estrategia de desarrollo promovida por el Weitz Center / CERUR plantea que en función de avanzar, la rueda del desarrollo precisa el empuje simultáneo de todos los segmentos. El Enfoque Rehovot está basado en tres supuestos: 1. El crecimiento de la agricultura es la clave para el desarrollo rural; 2. El desarrollo de la agricultura requiere un desarrollo concomitante de los sectores secundario y terciario; 3. Las fuerzas sociales juegan un rol importante en el desarrollo agrícola. Dado que la producción agrícola es llevada a cabo por una multitud de actores individuales, la voluntad y la capacidad de éstos para participar en cualquier proceso de cambio es un requisito sine qua non. ¿Por qué es tan importante desarrollar todos los sectores en coordinación? En primer lugar, la agricultura no se desarrolla por sí sola, sino que requiere un sistema de apoyo tal como el de la asistencia profesional, las infraestructuras y servicios que permiten el acceso a los mercados, etc. En segundo lugar, incluso cuando la agricultura se desarrolla, muchas de las manos que trabajan en ella estarán en paro a menos que al mismo tiempo se promuevan otras actividades para generar ingresos alternativos. El desarrollo de actividades adicionales, tales como las agro-industriales, crearán puestos de trabajo y agregarán capital interno en las áreas rurales. Tercero, la comunidad rural también precisa servicios tales como educación, salud y establecimientos públicos. El Weitz Center / Centro de Estudios Regionales Urbano Rurales ha traducido su enfoque a una metodología de planificación. La metodología del DRI concibe a la planificación en términos de un proceso de funciones cruzadas. Las regiones son vistas como los puntos de encuentro entre las oportunidades económicas y las preocupaciones sociales y medioambientales. El plan de desarrollo regional se presenta como el punto de intersección en el nivel regional de dos funciones de planificación – la vertical y la horizontal. El concepto de funciones cruzadas permite el logro de consistencia simultánea entre los siguientes factores: 1. Coordinación e interrelación entre varios niveles, desde el nacional al regional y local (usualmente nacional, regional, del distrito, ciudad y pueblo); 2. Coordinación e interrelación entre los tres sectores económicos, primario (agricultura), secundario (industrial) y terciario (servicios); 3. Integración al interior del plan regional de los aspectos económicos, sociales, organizacionales y de espacio. El enfoque del DRI evita la adopción de una “receta” estructurada para el desarrollo regional. En su lugar, es adoptado un abordaje flexible, basado en las condiciones locales y en las estructuras institucionales predominantes. Más aún, el enfoque Rehovot enfatiza el hecho de que la planificación del desarrollo es un proceso dinámico que mejora la capacidad de los territorios para contribuir a la creación de actividades económicas y para atraer inversiones en ambientes competitivos e internacionalizados. Actividades de Capacitación Desde su establecimiento hace más de 40 años, el Centro Weitz ha estado involucrado en la diseminación de la experiencia israelí en el campo del desarrollo local y regional entre los países en vías de desarrollo a través de la capacitación y las actividades relacionadas. Más de 5.000 profesionales de 80 países de África, Asia, América Latina y el Caribe, el Pacífico y Europa se han graduado de este programa. Este rol ha sido cumplido en el marco de las actividades del MASHAV – el Centro de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. La experiencia acumulada por las instituciones israelíes dedicadas al desarrollo ha sido utilizada como un ejemplo por miles de profesionales que se han capacitado en el Weitz Center / CERUR. Profesionales tanto de instituciones nacionales como no gubernamentales de Israel han tomado una parte activa en la transferencia de sus conocimientos a los participantes internacionales a través del programa de capacitación. Todos los cursos del Weitz Center / CERUR son interdisciplinarios por naturaleza y los participantes son profesionales de las áreas de agricultura, economía, sociología, ingeniería civil e industrial, estudios medioambientales y más. En adición, a pedido de gobiernos, organizaciones internacionales y/o ONGs, el Weitz Center / CERUR ha implementado cursos a medida, diseñados de acuerdo a las necesidades de la organización solicitante. Estos cursos son brindados tanto en el Weitz Center / CERUR como en el sitio, e incluyen un seguimiento. Planificando para el Futuro El proceso de globalización no ha disminuido la importancia del gobierno local: al contrario. Los esfuerzos a futuro deben concentrarse en fortalecer las capacidades locales para hacer frente y aprovechar la globalización, e influenciar en sus procesos. Sin embargo, esto no es suficiente. Deben realizarse esfuerzos en la cooperación regional entre los países en desarrollo, como una forma de crear mercados y proyectos comunes – basados en la utilización y explotación positiva de los recursos y potencialidades locales. De esta forma, la rueda del desarrollo logrará el impulso necesario para avanzar.