Antolin Granados Martínez – El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española Antolin Granados Martínez. Universidad de Granada En: Bernabé López y Mohamed Berriane (Dir.), Atlas 2004 de la inmigración marroquí en España. Madrid: Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos – Universidad Autónoma de Madrid, 2004 1. Migraciones y medios de comunicación Los flujos migratorios procedentes del continente africano y, especialmente, los que tienen su origen en los países del Magreb se han convertido en parte constituyente de la realidad social, política y cultural de los españoles gracias, sobretodo, al papel que desempeñan los medios de comunicación en la construcción de dicha realidad. De los países del Magreb, Marruecos es por número de trabajadores migrantes el primero en proveer a España de la mano de obra que necesita para trabajar la agricultura, la construcción, el turismo, el servicio doméstico y la industria. Su territorio es, también, escenario de paso por el que circulan y peregrinan miles de subsaharianos en tránsito hacia la última frontera que les da acceso a España y, de ahí, a la Unión Europea. Por su situación geográfica Marruecos es, además, frontera natural de España, con cientos de millas de aguas territoriales mediterráneas y atlánticas. Sus productos agrícolas y sus caladeros de pesca configuran y determinan en gran medida las relaciones bilaterales con España y con la U.E. Finalmente, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, enclavadas en el norte de África, son una fuente permanente de conflictos y de desencuentros entre España y Marruecos cuyas razones profundas tal vez radiquen, además de en la situación de la población musulmana española de origen marroquí, en el problema aun sin resolver que representa el antiguo Sahara español. 2. Inmigrante igual a marroquí en la prensa española Sobre este trasfondo -superficialmente esbozado pero muy complicado por las realidades complejas que lo constituyen- los medios de comunicación españoles y, en particular, la prensa escrita, proyectan imágenes generales, genéricas y generalizadas de la inmigración económica extranjera (imágenes 1/5 Antolin Granados Martínez – El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española en las que predominan los rasgos negativos) cuyo perfil concuerda con demasiada frecuencia con el del inmigrante de origen marroquí. Esto ocurre porque los migrantes marroquíes son tratados por lo general en la prensa escrita por su condición de «súbditos» marroquíes -contrarios a nuestros intereses agrícolas o pesqueros y enemigos de nuestra integridad territorial-, en su condición de musulmanes –fieles al islam, fanáticos, conflictivos, violentos, machistas-, en su condición de trabajadores, que pueden competir con los autóctonos, y, finalmente, en su condición de «pre-modernos» –contrarios a la modernidad europea, al progreso y al bienestar social y económico representado por las democracias parlamentarias del «Primer Mundo». 3. Prensa e imaginario social en torno a la inmigración marroquí La imagen del inmigrante marroquí se construye por tanto sobre la base de un modelo histórico de desarrollo (las relaciones Norte/Sur) en el que aquél representa la pobreza, la miseria y la incultura -razones por las cuales se ve obligado a buscar fortuna en los paraísos europeos-, y a partir de guiones culturales que esencializan ciertos caracteres físicos y psíquicos del marroquí (el «moro»). Así, en el conjunto de la prensa española, el ciudadano marroquí es permanentemente interpelado y referenciado en las noticias publicadas a lo largo de la última década de acuerdo con dicho modelo de desarrollo y con los guiones culturales citados: se trata de un colectivo de ciudadanos cuya imagen física, económica y cultural se inferioriza. Las investigaciones realizadas desde los años noventa así lo confirman (Granados 98, Granados 01). 3.1 Lo «marroquí» en los periódicos de distribución nacional Para la presente publicación se ha realizado un estudio que toma como referente tres periódicos de distribución nacional: ABC, El Mundo y El País. En sus respectivas ediciones electrónicas se han consultado todos los artículos publicados en edición impresa en los que ha aparecido la palabra «marroquí(es)» entre el 1 de octubre de 2002 y el 1 de enero de 2003. 2/5 Antolin Granados Martínez – El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española El número de artículos aparecidos no es, para el caso que nos ocupa, relevante. Los artículos publicados tratan de forma resumida, según el periódico y la actualidad del momento, de hechos que, entre otros muchos, a continuación se relacionan. (a) De figuras del deporte marroquí en competiciones internacionales (tenis, atletismo, etc.). [ABC: 19/01/2003: «El Aynaoui, "el topo" que acabó con el sueño de Feliciano López»]. (b) De la asociación simple entre árabe (esencializado racialmente por determinados rasgos físicos) y terrorista (el guión impuesto establece que todos los árabes son terroristas), [El Mundo: 22/11/2002: «Tenista en vez de terrorista. La policía italiana detiene e interroga a un jugador marroquí al confundirle con un miembro de Al Quaeda. Finalmente fue liberado»]. (c) De la confirmación efectiva de la participación de marroquíes en actos terroristas [El Mundo: 24/01/2003: «Detenidos cinco marroquíes que planeaban un atentado en Italia»]. (d) De actos delictivos y violentos protagonizados por individuos identificados como marroquíes. En general, los tres periódicos analizados se diferencian poco en la manera – léxico, estilo y retórica- de cubrir las informaciones relacionadas con minorías étnicas o extranjeras. Sin embargo, cuando se trata de acontecimientos de naturaleza delictiva, la diferencia es notable entre unos y otros periódicos. En El País, en ninguno de los titulares que refieren ese tipo de acciones aparece citada la nacionalidad de quienes los provocan, ni en el titular de la noticia ni en el subtítulo o la entradilla [El País: 8/11/2002 «Un joven, condenado a 22 años por asesinar a un hombre (…)». En El Mundo, una de cada tres de las noticias que refieren actos de esa naturaleza cita la nacionalidad marroquí del autor en el título o en el subtítulo: [El Mundo: 26/10/2002: «Detenido un marroquí por intentar vender a su hija de 13 años»]. En el periódico ABC, la proporción aumenta a dos de cada tres de los titulares 3/5 Antolin Granados Martínez – El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española en los que aparece el término marroquí: [ABC: 09/01/2003: «Un marroquí con una orden de alejamiento acuchilla a su mujer»]. Se da la curiosa circunstancia -no por curiosa, poco común entre los guiones que algunos periódicos diseñan para criminalizar la inmigración-, incluso cuando el ciudadano marroquí es víctima de un asesinato, que la propia víctima lo es de su propia acción criminal: [ABC: 08/01/2003: «El joven asesinado la víspera de Reyes era marroquí y estaba fichado»]. El refranero español proporciona una lectura obvia de esta noticia: «Dime con quien andas y te diré quién eres». En ninguna de las noticias comentadas hasta aquí aparece claramente la figura del inmigrante marroquí. Sólo se apuntan contextos y situaciones en las que ciudadanos marroquíes son actores de situaciones cotidianas cuyos protagonistas podrían ser de cualquier otra nacionalidad. No obstante, de los cuatro ejemplos sólo el que refiere el ámbito del deporte tiene connotaciones que podrían ser calificadas de positivas desde el punto de vista estrictamente deportivo aunque, como se ve en uno de los ejemplos, el homenaje a los iraquíes puede ser interpretado de maneras muy distintas. El resto de los espacios sociales en los que el ciudadano marroquí, no necesariamente inmigrante, se desenvuelve en el contexto español y europeo está estrechamente ligado a representaciones marginales o delictivas y, desde el 11 de septiembre de 2001, terroristas. 3.2 El inmigrante marroquí en la prensa de distribución nacional Las informaciones –noticias con titulares y artículos de opinión- que en los tres periódicos refieren la situación de ciudadanos marroquíes que buscan la manera de establecerse y de trabajar en España para asegurarse un futuro que no encuentran en su país –los inmigrantes marroquíes- son, con diferencia las más numerosas. Varios son los escenarios que describen: (a) El escenario más habitual sobre el que se escriben dichas informaciones suele ser el propio proceso migratorio dificultado por las leyes comunitarias y españolas que lo controlan: la llegada de pateras a las distintas playas del 4/5 Antolin Granados Martínez – El tratamiento de la inmigración marroquí en la prensa española litoral peninsular y canario con toda la carga de dramatismo por el número de accidentes mortales que de forma constante y permanente se producen. Otros escenarios, como los camiones españoles en cuyos bajos o contenedores se esconden los inmigrantes, se disputan la actualidad informativa relativa a la llegada «masiva» de africanos y, especialmente, marroquíes. (b) Las mafias que proliferan alrededor de la inmigración ilegal: las de las pateras, las de los papeles, las de la prostitución o las de las drogas. (c) La contratación ilegal y abusiva por parte de empresarios sin escrúpulos. (d) Las iniciativas tomadas por las instituciones o la sociedad civil de carácter social, laboral, educativo o sanitario para acoger e integrar a la población inmigrante, en general. Estas informaciones, junto con las que refieren las condiciones de vida en las que se desenvuelve la población inmigrante y las que anuncian sintomáticamente el lento mestizaje de la sociedad española (matrimonios mixtos, etc.) se mezclan, no obstante, con las que, no menos sintomáticamente, tratan de su exclusión y de actos racistas y xenófobos. GRANADOS A. 1998. La imagen del inmigrante extranjero en la prensa española. ABC, Diario 16, El Mundo, El País: (1985-1992). Tesis Doctoral. Universidad de Granada. GRANADOS A. 2001: La construcción de la realidad de la inmigración: el inmigrante extranjero en la prensa de Andalucía. I Jornades per a la integració, la convivencia i la ciutadania. Ed. Ajuntament de Terrassa, Terrassa. 5/5