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DISPOSICIONES PRELIMINARES
Artículo 1. Supremacía de la Constitución Política de Nicaragua
Las disposiciones de este Código deberán siempre interpretarse y aplicarse en
consonancia con los derechos y garantías contenidos en la Constitución Política
y en las Convenciones y Tratados de Derechos Humanos ratificados por
Nicaragua. Los jueces y tribunales velarán por el respeto de los derechos
fundamentales consagrados en la Constitución Política.
Artículo 2. Ámbito de la ley
En los procesos civiles, los jueces y tribunales y quienes ante ellos acudan e
intervengan deberán actuar con arreglo a lo dispuesto en este Código.
Artículo 3. Supletoriedad
Este Código constituirá legislación supletoria para aquellas materias que no
cuenten total o parcialmente con normativa procesal.
Artículo 4. Territorialidad de la norma procesal
Los procesos civiles que se sigan en el territorio nacional se regirán únicamente
por las normas procesales nicaragüenses, excepto lo dispuesto en los Tratados
Internacionales, ratificados y publicados en Nicaragua.
Artículo 5. Temporalidad de la norma procesal
Los asuntos que correspondan a los juzgados y tribunales civiles, se tramitarán
con arreglo a las normas procesales vigentes, que nunca serán retroactivas.
PRINCIPIOS
Artículo 6. Debido proceso
Los juzgados y tribunales civiles deben guardar observancia del debido
proceso en todas sus actuaciones, brindando las garantías necesarias a las
partes para la adecuada defensa de sus derechos.
Artículo 7. Acceso a los juzgados y tribunales
Toda persona tiene derecho a acudir y promover la actividad de los juzgados y
tribunales civiles, con el fin de obtener la tutela efectiva de sus derechos e
intereses legítimos.
Artículo 8. Tutela Judicial efectiva
Toda persona tiene derecho a obtener de los juzgados y tribunales civiles,
siempre que concurran todos los presupuestos procesales establecidos en este
Código, una sentencia debidamente razonada, motivada y fundamentada, en la
que se resuelvan las pretensiones que han sido objeto de debate entre las partes
y al efectivo cumplimiento de lo resuelto.
Artículo 9. Juez predeterminado por la ley
Los juzgados y tribunales civiles tendrán competencia en cada caso, cuando el
conocimiento de la causa les esté atribuido por normas con rango de ley y
anteriores a la iniciación de las actuaciones de que se trate. Nadie puede ser
separado de su Juez competente.
Artículo 10. Contradicción, defensa e imparcialidad
1. Los juzgados y tribunales civiles garantizarán la igualdad de derechos,
facultades y condiciones de las partes en el proceso. También se garantizará
la aplicación de los principios de contradicción, defensa e imparcialidad.
2. Considerando la dualidad de posiciones, todas las partes tienen derecho a
ser oídas por el órgano jurisdiccional, antes de adoptar cualquier decisión
que afecte directa o indirectamente a la resolución final, bien en la instancia,
bien en los recursos, en cualquier proceso ordinario o especial; así mismo
se les oirá para la adopción de medidas cautelares y en la fase de
ejecución, salvo que voluntariamente se coloquen en situación de rebeldía,
o que sea contraria la audiencia a la propia finalidad del acto, lo que deberá
estar expresamente previsto.
3. En ningún caso se puede producir indefensión a las partes del proceso, a
quienes se les garantiza el acompañamiento de abogado que les asista o
represente, elegido libremente por las partes o designado por el Estado, en
los términos previstos por este Código.
4. Los juzgados y tribunales civiles dictarán sus resoluciones con absoluta
sujeción al principio de imparcialidad.
Artículo 11. Publicidad
Las comparecencias y las audiencias del proceso serán públicas, salvo que
expresamente la ley disponga lo contrario o el juzgado o tribunal así lo decida,
por razones de seguridad, de moral, o de protección de la personalidad de
alguna de las partes en casos muy especiales y bajo su estricta responsabilidad.
En ningún caso se impedirá a las partes el acceso al expediente, ni a las
actuaciones orales del proceso.
Artículo 12. Dispositivo
Las partes pueden iniciar y poner fin al proceso antes de que se dicte sentencia
en cualquiera de las instancias o en casación, en las formas previstas en este
Código, sin perjuicio de lo que éste disponga para aquellos procesos especiales
en los que se tutelen derechos o intereses públicos.
Artículo 13. Aportación de parte
1. Los hechos que conforman las pretensiones y en los que se debe fundar la
resolución judicial de fondo, han de ser alegados por las partes en los
momentos fijados por este Código.
2. Las pruebas que deban practicarse para la acreditación de los hechos
controvertidos, han de ser aportadas por las partes en el momento procesal
dispuesto por este Código.
3. Al Juez o Magistrado le queda prohibida la aportación al proceso de hechos o
medios de prueba.
Artículo 14. Buena fe y lealtad procesal
1. Las partes, sus representantes y todos los partícipes del proceso, ajustarán
su conducta a la dignidad de la justicia, al respeto que se deben los litigantes
y a la lealtad y buena fe. El juzgado o tribunal deberá tomar, a petición de
parte o de oficio, todas las medidas necesarias que resulten de la ley o de
sus poderes de dirección, para prevenir o sancionar cualquier acción u
omisión contraria al orden o a los principios del proceso, impidiendo el fraude
procesal, la colusión o el abuso del derecho y cualquier otra conducta ilícita o
dilatoria.
2. Se entiende por fraude procesal todo comportamiento de las partes, sus
representantes y demás partícipes del proceso, en virtud del cual el juzgador
ha sido víctima de engaño debido a la presentación falaz de los hechos, a
probanzas irregulares, documentos alterados, e incluso por efecto de una
argumentación falsa.
Artículo 15. Dirección del proceso
Los Jueces y Magistrados tienen el deber de dirigir y controlar formalmente el
proceso e impulsar las actuaciones procesales de mero trámite hasta su
conclusión, de acuerdo a las disposiciones generales de este Código, a menos
que la causa esté en suspenso por algún motivo legal, y sin perjuicio de la
facultades que este Código otorga a las partes respecto al poder de disposición
sobre la pretensión o el procedimiento.
Artículo 16. Oralidad
1. La expresión oral es el medio fundamental de las actuaciones procesales.
El proceso debe ajustarse al principio de oralidad, bajo sanción de nulidad
absoluta. Las diferentes comparecencias, audiencias y los procesos
regulados en este Código serán orales y públicos.
2. Sólo deben constar por escrito aquellas actuaciones autorizadas
expresamente por este Código y las que por su naturaleza así lo exijan. En
caso de duda entre la aplicación de la oralidad y la escritura, el Juez o
Magistrado escogerá siempre la oralidad.
Artículo 17. Inmediación
Los Jueces y Magistrados que conocen del proceso presidirán las audiencias, la
práctica de la prueba y demás actuaciones procesales orales, no pudiendo
delegarlas bajo sanción de nulidad absoluta, salvo cuando la diligencia deba
celebrarse en territorio distinto al de su competencia.
Artículo 18. Concentración Procesal
El procedimiento se desarrollará en una o en la menor cantidad de audiencias
posibles, procurando concentrar en un solo acto todas las diligencias que sean
necesarias.
Artículo 19. Celeridad
Los actos procesales deben realizarse sin demora, evitando toda dilación y
prolongación indebida en el desarrollo de la actividad procesal, abreviando los
plazos cuando este Código faculte para ello.
Artículo 20. Convalidación procesal
Las nulidades procesales relativas, no protestadas oportunamente por las partes,
se convalidan por las actuaciones posteriores. Se prohíbe a los juzgados o
tribunales declarar de oficio la nulidad procesal relativa. Por el contrario, las
nulidades procesales absolutas que afectan el orden público o el derecho de
defensa de las partes, no se convalidan por la falta de protesta, debiendo ser
declaradas de oficio en cualquier tiempo.
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