SUELOS Los suelos reconocidos en la provincia de Buenos Aires corresponden a cinco Órdenes del sistema de clasificación “Soil Taxonomy”: Molisoles, Alfisoles, Entisoles, Aridisoles y Vertisoles. A continuación se realizará una descripción general de los suelos, destacando sus características principales y señalando su distribución y relación con el paisaje. Asimismo, en el cuadro que figura a posteriori pueden observarse los Subórdenes, Grupos y Subgrupos que se reconocen dentro de los Órdenes mencionados, como también la superficie medida en hectáreas que ocupa cada uno de ellos en el territorio provincial. MOLISOLES Los Molisoles son básicamente suelos negros o pardos que se han desarrollado a partir de sedimentos minerales en climas templado húmedo a semiárido, aunque también se presentan en regímenes fríos y cálidos con una cobertura vegetal integrada fundamentalmente por gramíneas. La incorporación sistemática de los residuos vegetales y su mezcla con la parte mineral ha generado en el transcurso del tiempo un proceso de oscurecimiento del suelo por la incorporación de materia orgánica, que se refleja más profundamente en la parte superficial, la que se denomina epipedón mólico. Este orden es el que abarca la mayor superficie dentro de la provincia y se encuentra asociado con una gran diversidad de paisajes. El material original predominante (loess) y los regímenes de humedad údico, ústico y ácuico y el de temperatura térmico, son factores que han favorecido la formación de un epipedón mólico en una vasta extensión, excepto en un sector austral (régimen arídico) y en algunos otros afectados por salinidad y agua superficial, que son comunes en el centro-este de la provincia. CITAB Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses ALFISOLES Los Alfisoles se caracterizan por presentar un horizonte subsuperficial de enriquecimiento secundario de arcillas, desarrollado en condiciones de acidez o de alcalinidad sódica, y asociado con un horizonte superficial claro, generalmente pobre en materia orgánica o de poco espesor. Los suelos que pertenecen al Órden presentan una alta saturación con bases en todo el perfil. El Órden de los Alfisoles en la Provincia de Buenos Aires está vinculado con regiones o pequeñas zonas que presentan un escurrimiento superficial dificultoso y que están sometidas a inundaciones periódicas. Estos fenómenos producen una acumulación de sales de sodio en superficie, las cuales impiden el desarrollo de un epipedón mólico. Figura 1: Hapludol Típico Figura 2: Argiudol Típico Figura 3: Argiustol Típico En términos regionales, estas condiciones se dan principalmente en la Pampa Deprimida y en algunos sectores del noroeste de la provincia. En términos locales, esas condiciones se registran en pequeñas áreas deprimidas o en microrrelieves cóncavos existentes en diversos sitios del territorio provincial. Figura 4: Natracualf Típico ENTISOLES Los Entisoles incluyen los suelos que no evidencian o tienen escaso desarrollo de horizontes pedogéneticos. La mayoría de ellos solamente tiene un horizonte superficial claro, de poco espesor y generalmente pobre en materia orgánica (epipedón ócrico). Normalmente no se presentan otros horizontes diagnósticos, lo que se debe en gran parte al escaso tiempo CITAB Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses transcurrido desde la acumulación de los materiales parentelas. También pueden incluir horizontes enterrados siempre que se encuentren a más de 50 cm de profundidad. Generalmente se han desarrollado en distintos regímenes de humedad, temperatura, vegetación, materiales parentales y edad. Los únicos rasgos comunes a todos los suelos de éste Órden son la ausencia virtual de horizontes y su naturaleza mineral. Este Órden de suelos muy escasamente desarrollados se halla en diversas regiones de la provincia y está vinculado con una gran variedad de paisajes. Se lo encuentra en médanos “vivos” continentales, comunes en el oeste de la provincia, como en dunas costeras y planicies anegables del litoral marino. Se caracteriza por la textura del material originario que, en la mayoría de los casos, es areno-franca. Figura 5: Torripsament Ústico ARIDISOLES Los Aridisoles son suelos de climas áridos, ya sean fríos o cálidos, que no disponen durante largos períodos de agua suficiente para el crecimiento de cultivos o pasturas prolíficas. La mayor parte del tiempo el agua presente es retenida a gran tensión, lo que la hace prácticamente inutilizable para las plantas o bien es agua salada. No hay períodos superiores a los tres meses en los cuales los suelos presentan humedad disponible, lo que limita extremadamente su posibilidad de utilización. En general este tipo de suelos se caracteriza por un horizonte superficial claro y pobre en materia orgánica (epipedón ócrico) por debajo del cual pueden aparecer una gran variedad de caracteres morfológicos de acuerdo a las condiciones y a los materiales a partir de los cuales se han desarrollado. Estos caracteres pueden ser el resultado de las actuales CITAB Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses condiciones de aridez o heredadas de condiciones anteriores y los procesos involucrados en su génesis incluyen la migración y acumulación de sales solubles, carbonatos y arcillas silicatadas o materiales originales sin evidencias de ninguna acumulación significativa. Cuando no se encuentran bajo riego, los Aridisoles se asocian con una vegetación xerófila, la que habitualmente es escasa y no cubre completamente la superficie del suelo. El Órden de los Aridisoles se encuentra en la porción austral de la provincia, aproximadamente al sur del paralelo 39º S, donde impera el régimen arídico. VERTISOLES Los Vertisoles comprenden suelos muy ricos en arcillas expandibles, consecuencia de lo cual se agrietan fuertemente durante la estación seca, la mayoría de los años. Además, poseen una alta densidad, agregados cuneiformes y otros caracteres estructurales que resultan de los desplazamientos (contracción y expansión interna). Existe un conjunto de rasgos que si bien no son taxonómicamente definitorios, se presentan con frecuencia en los Vertisoles tales como una fuerte estructura granular en la porción superior del suelo; microrrelieve ondulado (gilgai); pocas evidencias de meteorización o de eluviación-iluviación; ser extremadamente plásticos cuando están húmedos; complejo de intercambio dominado por calcio o calcio y magnesio y coloraciones neutras u oscuras. El uso y manejo de los Vertisoles está altamente condicionado por la riqueza y naturaleza de las arcillas y la consecuente baja permeabilidad cuando están húmedos. Sin embargo, las primeras lluvias después de la estación seca llegan a infiltrar en el suelo a través de las grietas que se forman en suelos secos. Este Órden fue reconocido en el sector costero de la provincia entre Magdalena y el sur de la Bahía de Samborombón. Los materiales originarios fueron depositados en su casi totalidad por las ingresiones marinas Querandinense y Platense. Tienen granulometría fina, superando en cantidad porcentual de arcilla a los materiales en que se originaron los Vertisoles de la provincia de Entre Ríos. Figura 6: Pelludert Típico CITAB Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses Los Vertisoles de la provincia, en general, tienen limitaciones ocasionadas por la impermeabilidad, la adhesividad y el cambio alternante del volumen de sus materiales. Estos problemas se agudizan en los suelos situados en las partes deprimidas que sufren saturación por un nivel freático alto y que tienen, en algunos casos, sales en cantidades nocivas. Ilustraciones-Referencias Figura 1: Perfil de un Hapludol Típico desarrollado sobre sedimentos limo-arenosos del centrooeste de la provincia. Figura 2: Paisaje y perfil de un Argiudol Típico, muy somero, desarrollado en planos altos suavemente ondulados. Obsérvese en la base, a menos de 50 cms. de profundidad, la tosca parcialmente disgregada (Partido de Coronel Dorrego). Figura 3: Perfil de un Argiustol Típico, muy somero, desarrollado en planicies suavemente onduladas del sudoeste de la provincia. Figura 4: Perfil de un Natracualf Típico, desarrollado sobre sedimentos limosos ubicados en el noroeste de la provincia. Figura 5: Paisaje medanoso donde se desarrollan Torripsamentes Ústicos. El material originario es una potente capa de textura arenosa de más de tres metros de espesor (Partido de Villarino). Figura 6: Perfil de un Pelludert Típico, desarrollado en las llanuras marinas sobre sedimentos finos con alto contenido de arcillas expansibles. Nota: La información precedente y las ilustraciones han sido extraídas de las siguientes publicaciones: SAGYP-INTA. Mapa de Suelos de la Provincia de Buenos Aires. 1989 ; INTA. Atlas de Suelos de la República Argentina. 1995_ CITAB Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses