Prevención y Detección de Fraudes Por: Fernando Gámiz, Director de Risk Consulting, Advisory, KPMG en Perú Junio 2013 La industria minera está particularmente expuesta a riesgos de fraudes y conductas irregulares. El árbol del fraude contiene tres grandes ramas: Corrupción, Malversación de Activos y Declaraciones Financieras Falsas, en las cuales se agrupan esquemas de fraude asociados a la industria minera, como: conflictos de intereses, corrupción en la cadena de abastecimiento, incumpliendo de precios y calidades pactadas, subfacturación, robos, sobrecargo de materiales y mano de obra, activación y diferimiento indebido de gastos, sobrevaluación de inventarios, cálculo indebido de regalías, sobrevaluación de reservas, entre otros. Una fuente frecuente de fraudes está vinculada a la administración de contratos con terceros, en lo que se llama la economía auto-informada. Esta se basa en relaciones comerciales que intercambian información, que se fundan en la confianza y formalizadas a través de contratos. En estos contratos, la facturación de un proveedor se funda en sus propios registros. En nuestra experiencia, un 70% de estos registros son inexactos, erróneos y en algunos casos fraudulentos. El riesgo de fraude, como cualquier otro riesgo empresarial, necesita ser administrado; es decir conocido, evaluado y mitigado. Es responsabilidad de la alta gerencia y de los comités de auditoría asegurar la implementación de efectivos sistemas de prevención, detección y respuesta. Un plan para administración de riesgo de fraude comprende cinco principios claves: 1. Establecer un programa asociado como parte de la estructura de gobierno corporativo de la organización, incluyendo políticas y procedimientos orientados a satisfacer las expectativas de accionistas y otros afectados por las actividades de la organización. 2. Evaluación periódica de la exposición de la organización con el fin de identificar esquemas y situaciones potenciales que necesitan ser mitigadas. 3. Implementar medidas de prevención para evitar incidentes. 4. Cuando las medidas de prevención no resulten suficientes, se deben adoptar técnicas de investigación a través de las cuales se descubran y/o resuelvan. 5. Establecer un sistema de reporte para recibir información sobre actividades sospechosas y coordinar las investigaciones y medidas correctivas para que la sospecha sea atendida en forma apropiada y oportuna. Mejores Prácticas Las principales empresas mineras han pasado de un enfoque reactivo a uno proactivo. El primer paso es realizar un análisis de brechas con las mejores prácticas, basados en los principios anteriormente mencionados y reflejados en los pilares del programa: Prevención: controles diseñados para mitigar el riesgo de ocurrencia, implementación de un código de ética, implementación de evaluaciones de antecedentes éticos de empleados, proveedores y clientes, existencia de política de comunicación y entrenamiento en materia de ética y fraude y los procesos específicos de control de riesgos. Detección: procedimientos orientados a la identificación de fraudes una vez que ocurrieron, por ejemplo: auditoría interna, monitoreo de actividades, líneas éticas y auditoría forense proactiva. Respuesta: establecer protocolos bajo los cuales se realizarán las investigaciones, medidas correctivas, remediación de los daños, planes de acción y comunicación Sistema de Administración de Riesgo de Fraude Principales Componentes 7