TEMA 4 LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1874) A. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LA ORGANIZACIÓN DEL RÉGIMEN LIBERAL Durante el reinado de Isabel II triunfa de modo definitivo el régimen liberal en España. En los comienzos del reinado, el estallido de la guerra carlista obligará a la Corona a aliarse con los liberales, única fuerza capaz de defender los derechos al trono de Isabel II. Los carlistas se oponen con las armas al liberalismo y al defender los valores tradicionales del absolutismo incorporan como novedad la defensa de los fueros, que tendrá especial predicamento en las provincias vascas y en Navarra. El reinado de Isabel II ocupa dos etapas: 1ª Las regencias (1833-43): de María Cristina y de Espartero. 2ª El reinado (1843-1868): dividido en: - Década Moderada (1843-54) - Bienio Progresista (1854-56) - Vuelta de los moderados y la Unión Liberal (1856-68) 1. LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA (1833-1840) 1.1. La oposición al sistema liberal: la primera guerra carlista (1833-1840) y la cuestión foral - El testamento de Fernando VII instituía a su esposa María Cristina regente y gobernadora durante la minoría de edad de la princesa Isabel. El 1 de octubre de 1833, dos días después de la muerte de Fernando VII, don Carlos proclamó desde Portugal sus derechos dinásticos (Manifiesto de Abrantes). - Primeros levantamientos a favor de don Carlos (Talavera de la Reina, puntos del País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón y Valencia). La lucha no es sólo dinástica sino principalmente un enfrentamiento entre absolutismo y liberalismo. - El carlismo triunfa, sobre todo, en las zonas rurales, y especialmente en el Norte, País Vasco y Navarra, que se consideraban amenazadas por el liberalismo uniformista y centralizador (defensa de los fueros). Tiene escaso arraigo entre las masas urbanas que rechazan el absolutismo. En toda España, el carlismo cuenta con la simpatía de la mayor parte del clero regular y del bajo clero secular. Los apoyos sociales al carlismo y al bando cristino o isabelino. La posición de las potencias europeas ante la guerra civil entre carlistas e isabelinos. Las etapas de la guerra: - La primera fase de la guerra está dominada por la personalidad del militar Zumalacárregui, el cual se encarga de organizar el ejército carlista. Fallece en junio de 1835 durante el asedio de Bilbao. En ambos bandos se emplean brutales métodos represivos. El general Ramón Cabrera dirige las tropas carlistas en la región valenciano-aragonesa. - La segunda fase de la guerra (1836-1837) se caracteriza por las grandes expediciones carlistas para enlazar y estimular las partidas dispersas por el país. Expedición al mando del general carlista Miguel Gómez (1836), que llega hasta Cádiz. El propio don Carlos en otra llega hasta Madrid. En El Maestrazgo la guerra se acentúa bajo la dirección del carlista Ramón Cabrera. Los carlistas se desmoralizan tras el fracaso del nuevo sitio de Bilbao donde salió victorioso el general cristino Espartero (batalla de puente de Luchana, diciembre 1836). 9 Los fracasos militares carlistas escinden a los dirigentes carlistas conscientes de la imposibilidad de una victoria militar. - La tercera fase (1838-1840) pone fin a la guerra al imponerse los deseos de paz entre los cristinos y los carlistas. Éstos aparecían divididos entre un sector ultra y otro más moderado que seguía al general Rafael Maroto. Firma del Convenio de Vergara (1839) entre Espartero (cristino) y Maroto (carlista) El gobierno de María Cristina reconocía los grados y empleos de los vencidos, si no preferían licenciarse; sobre la cuestión foral, Espartero se comprometía a recomendar a las Cortes la confirmación de los fueros del País Vasco y Navarra. El convenio no fue aceptado por don Carlos (se exilia en Francia); en 1840 cae el núcleo de resistencia de Morella, dirigido por Cabrera, que termina cruzando la frontera en julio... 1.2. Los comienzos moderados de la revolución liberal. El Estatuto Real - Al iniciarse la regencia al frente del gobierno sigue Cea Bermúdez. Su programa político consistía en oponerse tanto a los carlistas como a los liberales, pero militares influyentes aconsejan a la regente un cambio de gobierno que iniciara los pasos para acabar con el régimen absolutista: nombramiento de Martínez de la Rosa (enero de 1834) en sustitución de Cea Bermúdez. - En abril de 1834 se aprueba el Estatuto Real, norma constitucional otorgada por la Corona. Sus características y rechazo por carlistas y liberales, que la ven extremadamente conservadora. De acuerdo a la nueva ley electoral (mayo 1834), de sufragio muy restringido, se celebran elecciones (junio).En la cámara recién elegida (Estamento de Procuradores) vuelve a resurgir las diferencias entre moderados y progresistas. Se exige al gobierno la realización de reformas profundas. - En 1834 se propaga el cólera, un rumor absurdo responsabiliza del mismo al envenenamiento de las aguas por religiosos (quema de conventos y asesinatos de frailes por la plebe madrileña: julio 1834); indignación por el respaldo de los frailes al carlismo... El gobierno parecía incapaz de vencer a los carlistas, mientras los liberales más extremistas promovían revueltas populares contra el gobierno: en el verano de 1835 los nuevos disturbios ocurridos en Barcelona (quema de conventos, incendio de la fábrica Bonaplata...) llevaron a la formación de Juntas Revolucionarias de signo progresista en varias capitales. La regente, desbordada, llama al poder al progresista Mendizábal, nombrado jefe de gobierno en septiembre de 1835. 1.3. La fase progresista de la revolución liberal. Mendizábal y la desamortización de los bienes del clero regular. El motín de La Granja. La Constitución de 1837 - Mendizábal (septiembre 1835-mayo 1836) y su programa político: -Terminar con la guerra carlista sin necesidad de contar con ayudas exteriores. Se amplía el alistamiento de hombres para el ejército, se refuerza la Milicia Nacional. - Supresión de monasterios y conventos y puesta en venta de los bienes de las congregaciones religiosas (desamortización de bienes eclesiásticos aprobada el 19 de febrero de 1836) con objeto de contar con recursos para la Hacienda, hacer frente al carlismo y buscar una solución el problema de la Deuda Pública. - Enfrentamiento de Mendizábal con la regente al no aceptar ésta su política: Mendizábal dimite (mayo 1836). El nuevo gobierno, moderado, no cuenta con el apoyo de las Cortes (Estamento de Procuradores). En julio-agosto se multiplican los levantamientos populares contra el Gobierno. En las capitales de provincia se constituyen juntas progresistas que terminan triunfando cuando el 12 de agosto (1836) el motín de los sargentos de La Granja 10 obliga a la regente a firmar la Constitución de 1812. El 14 de agosto la regente nombra nuevo gobierno progresista con José María Calatrava al frente (agosto 36-agosto37) y Mendizábal en Hacienda. El programa del gobierno es el de acabar con las instituciones del Antiguo Régimen e implantar un régimen liberal, con una monarquía constitucional: - Disolución del régimen señorial, supresión de mayorazgos, etc., se restablece la ley de ayuntamientos y diputaciones de 1822... - Se reanuda la desamortización con la venta de bienes de las órdenes religiosas. Se pretende conseguir recursos para luchar contra el carlismo, reducir la Deuda Pública y crear una base social de compradores que se impliquen en el triunfo del liberalismo. - Elaboración de una nueva constitución. Tras casi un año de discusiones, las Cortes aprobaron la Constitución de 1837. Sus características. - A partir de 1837, al ganar las elecciones los moderados, se suceden gobiernos de ese signo político. - El enfrentamiento entre moderados y progresistas por la ley de Ayuntamientos. La regente firma la polémica ley pese a la recomendación en sentido contrario de Espartero (ya ganado para la causa progresista). - Insurrección contra el Gobierno: se forman Juntas en las principales ciudades del país. La regente para frenar la insurrección nombra a Espartero jefe de gobierno pero al no aceptar el programa del nuevo gobierno la regente presentó su renuncia, marchando a Francia (octubre 1840). 2. LA REGENCIA DE ESPARTERO (1840-1843) - Las Cortes eligieron como regente al general Espartero, que contaba con el apoyo de los liberales progresistas. Pero su actitud desde el gobierno resultó ser autoritaria, sin cooperar con las Cortes y aislándose entre sus propios correligionarios. - Su política arancelaria que abría el mercado español a los tejidos de algodón inglés: insurrección en Barcelona. La represión le desacredita y le da ventajas a los moderados. - Buena parte del partido progresista se pone en su contra y organiza un movimiento conspirativo con levantamientos armados en provincias al que se unen los moderados, dirigidos por su líder militar Ramón María Narváez. Éste regresa de Francia y se suma al pronunciamiento en Valencia... En julio (1843) Narváez triunfa en Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid. En agosto Espartero abandona el país rumbo a Londres. No regresó a España hasta 1849. - Para evitar disputas por la regencia, en noviembre las Cortes adelantan la mayoría de edad de Isabel (tan sólo tenía 13 años). Al frente del gobierno están los progresistas con Salustiano Olózaga, pero quienes controlan la situación son los moderados de Narváez, al que, en 1844, tras el corto gobierno moderado de González Bravo, la reina le nombra jefe de Gobierno. Con él daba comienzo la década moderada. 3. EL REINADO DE ISABEL II - El periodo que transcurre entre 1844 y 1868, a pesar del paréntesis progresista de 1854-1856 y del intento de consolidar un nuevo partido llamado Unión Liberal, presenta una gran homogeneidad política caracterizada por el predominio del moderantismo o liberalismo moderado. Sus principios fundamentales: - Rechaza la soberanía nacional y defiende la soberanía compartida entre las Cortes y el Rey, otorgando a éste amplios poderes de intervención política. Defienden unas Cortes bicamerales con un Senado de nombramiento regio. - Monarquía con amplios poderes, como ha quedado apuntado, con la consiguiente merma de atribuciones a las Cortes. 11 - La centralización y organización administrativa uniforme para toda España, apoyada en la división provincial de España adoptada por Javier de Burgos en 1833. Los gobernadores civiles representan al gobierno y concentran toda la autoridad, alcaldes nombrados por el gobierno... - Sufragio censitario, restringido a las clases propietarias y a las capacidades (individuos a los que por su profesión o cargo se les reconoce el derecho a votar), con lo que se impide el acceso de las clases populares a la política. - Constituye la opción más clerical del liberalismo al defender el peso y la influencia de la Iglesia católica. - El liberalismo moderado viene a ser la expresión política de los antiguos señores y la vieja nobleza, que no ha perdido sus tierras, y la nueva burguesía liberal, (grandes comerciantes, industriales y financieros), que también se hará terrateniente. Los progresistas, la otra opción política, defienden la soberanía nacional, el establecimiento de limitaciones al poder de la Corona, la Milicia Nacional, ayuntamientos electivos, un sufragio más amplio pero sin universalizarlo... El partido progresista se apoyaba en las clases medias y artesanos en las ciudades, parte de la oficialidad del ejército y de los profesionales liberales. Dada la imposibilidad de acceder al poder por la vía legal, los progresistas y demócratas, que nacen en 1849 como partido político a la izquierda de los progresistas, practicarán el retraimiento y promoverán el acceso al poder a través del pronunciamiento y la formación de juntas revolucionarias. 3.1. La Década Moderada (1844-1854) La Década Moderada va unida a la persona del general Narváez, el político más influyente de la época y líder de los moderados. El primer gobierno, sin embargo, estuvo presidido por González Bravo (diciembre 1843-mayo1844), al que se deben las primeras medidas de corte moderado (vuelta a la ley de Ayuntamientos de 1840, supresión de la Milicia Nacional, fundación de la Guardia Civil). Le sucede Narváez que completa con nuevas medidas legislativas el ideario de nuevo Estado moderado: - La Constitución de 1845. Sus características. - Estructura del Estado basada en los principios de la centralización y la uniformización. Ley de Ayuntamientos de 1845: designación de los alcaldes de los municipios de más de 2.000 habitantes y de las capitales de provincia por la Corona y los de los demás por los gobernadores civiles de la provincia. - Medidas de reconciliación con la Iglesia: suspende la venta de los bienes eclesiásticos; se establece a cargo del Estado una dotación para cubrir los gastos de culto y clero. Más adelante se firma el Concordato de 1851. Sus características. - Reforma de la Hacienda de 1845 debida al ministro Alejandro Mon: las nuevas contribuciones directas (sobre la gran propiedad agraria, los bienes inmuebles y las actividades industriales y mercantiles) e indirectas (los consumos). - Ley electoral de 1846: reduce el número de electores. - Otra cuestión que hubo que resolver fue la del matrimonio de la reina: Francia e Inglaterra procuran evitar que el candidato elegido fuera contrario a sus intereses. Con ello terminaron por limitar los candidatos a la propia familia Borbón. Se casa con su primo Francisco de Asís (1846). A la vez su hermana Luisa Fernanda casó con el duque de Montpensier, hijo del rey de Francia, Luis Felipe de Orleans. Curiosamente, el matrimonio de Isabel con Francisco de Asís reavivó el enfrentamiento con los carlistas, que confiaban en casar a Isabel II con el heredero de Carlos V, el conde de Montemolín (Carlos VI): es la segunda guerra carlista (1846-1849) con centro en Cataluña, dirigida por partidas de guerrilleros (los matiners). 12 En 1851 dimite Narváez y le sucede Bravo Murillo, partidario de reforzar el poder del ejecutivo a costa de reducir el papel de las Cortes. Ello implicaba una reforma de la Constitución de 1845, pero este proyecto de corte autoritario acaba con el propio Gobierno ante la firme oposición de los mismos moderados. Fin de la Década Moderada: el pronunciamiento de 1854. A Bravo Murillo le suceden dos gobiernos cortos hasta la constitución del último de la Década, el presidido por Sartorius (conde de San Luis) (septiembre 1853). El gobierno es acusado de escándalos administrativos en la construcción del ferrocarril, de facilitar negocios sucios... Este gobierno cae en 1854 como consecuencia de la “Vicalvarada”. Militares moderados descontentos se pronuncian dirigidos por el general O´Donnell. En Vicálvaro (Madrid) se enfrentan a las tropas del gobierno. Encuentro indeciso: los pronunciados se retiran hacia el sur en dirección a Andalucía. A mitad de camino, en Manzanares, se redacta un manifiesto al país (el Manifiesto de Manzanares, 7 de julio, en el que se defiende la reforma de la ley electoral, la reducción de los impuestos y la restauración de la Milicia Nacional), que unió a los progresistas a la sublevación. Constitución de Juntas Revolucionarias... El 26 de julio la reina encarga la formación de un gobierno a Espartero. Los progresistas ocupaban el poder. 3.2. El Bienio Progresista (1854-56) El gobierno está presidido por Espartero con O´Donnell como ministro de la Guerra. Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes (septiembre de 1854) que dan el triunfo al nuevo partido de la Unión Liberal y a los progresistas. Las Cortes fueron muy importantes por el impulso dado a las leyes de contenido económico. La legislación del Bienio: - La Constitución non nata de 1856. Elaborada pero no promulgada. Sus características. - Ley de desamortización general de Madoz de 1 de mayo de 1855 (civil y eclesiástica). - Ley General de Ferrocarriles de junio de 1855. - Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias de enero de 1856. Fin del Bienio: La crisis que acabará con el gobierno es una consecuencia del clima de conflictividad social: el malestar obrero en Barcelona en 1855 donde los trabajadores piden mejoras sociales y los alborotos campesinos en el campo castellano, con asaltos e incendios de fincas. La represión posterior divide al gobierno y Espartero decide dimitir, que era lo que buscaban los moderados y la Corona: la reina encarga la formación de gobierno a O´Donnell (14 julio 1856). 3.3. La vuelta al moderantismo. La era O´Donnell (1856-1868) Antes de finalizar el año O´Donnell es sustituido por Narváez, el cual pone en vigor la Constitución de 1845. O´Donnell, al frente de la Unión Liberal, vuelve a presidir el gobierno en 1858, el de mayor duración de todos los formados en el reinado de Isabel II: el “gobierno largo” de la Unión Liberal (1858-1863). Coincide con un ciclo de crecimiento económico sin que falten problemas de orden interno como la sublevación campesina con centro en Loja en 1861. Lo más destacable del periodo es la política exterior, de signo intervencionista, que exalta la conciencia patriótica española. Las campañas: 13 - La guerra contra Marruecos (1859-60) con el objetivo de proteger Ceuta y Melilla de los ataques marroquíes. Victoria en las batallas de Los Castillejos y de Wad-Ras. España amplía la plaza de Ceuta y se incorpora Sidi Ifni. - La expedición hispano-francesa a Indochina (1858-1863) para castigar el martirio de misioneros en la Cochinchina (1860). - La expedición de Méjico (1862) junto con Francia e Inglaterra y la retirada del ejército español al mando de Prim. - Otras dos intervenciones fueron en la isla de Santo Domingo (reincorporada a España –en 1861- para nuevamente volver a la independencia –en1865-) y la guerra contra Perú y Chile, en 1866, durante el último gobierno de O´Donnell, con el bombardeo de Valparaíso y Callao sin ningún resultado positivo. La crisis final del reinado: En 1863 dimite O´Donnell cediendo el poder a los moderados. Los progresistas se retraen de la vida parlamentaria, se abstienen de acudir a las elecciones alegando que el gobierno y la corte no permitirán su triunfo... Con Narváez al frente del gobierno tiene lugar el incidente universitario con la destitución del catedrático Castelar y los sucesos de la noche de San Daniel (abril 1865).Tras esta agitación vuelve O´Donnell (junio 1865). Los progresistas, por medio de Prim, confían en el pronunciamiento como única salida: la insurrección de los sargentos del cuartel de San Gil en Madrid (junio 1866) y la dura represión. O´Donnell dimite sucediéndole Narváez (julio 1866) que aplica medidas dictatoriales... En agosto de 1866 la oposición de progresistas y demócratas, en el exilio, firmaba el pacto de Ostende (Bélgica). Tras la muerte de O´Donnell (1867) los unionistas de O´Donnell se suman al pacto. En medio de una grave crisis económica (problemas para la industria textil por falta de algodón, en los transportes, en la agricultura...) y social (por falta de trabajo, alza de los precios agrícolas...) la Corona únicamente contaba con apoyo moderado. En 1868 fallece Narváez sucediéndole González Bravo. Isabel II estaba completamente aislada, mientras la revolución se ponía en marcha. 14