A L A L C -B ID -IN TAL PAGOS Y C R ED ITO S EN LA A LA LC Pagos y créditos en la ALALC ALALC - BID - INTAL Pagos y créditos en la ALALC Instituto para la Integración de América Latina © INTAL, 1966 I n s t it u t o pa ra l a I n t e g r a c ió n de A m é r ic a L a t in a Banco Interamericano de Desarrollo Cerrito 264, Buenos Aires Hecho el depósito de ley JMPRESO EN LA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) han celebrado un convenio con el propósito de estable-' cer un programa de publicaciones acerca de temas fun­ damentales del proceso de integración regional en el cual participan ambos organismos y el Instituto para la Integración de América Latina (INTAL), unidad del BID, uno de cuyos cometidos principales es editar obras de consulta, manuales y textos didácticos sobre tales ma­ terias. En virtud de dicho convenio, corresponde al INTAL la realización de la labor editorial sobre la base df textos preparados por la Secretaría de la ALALC de común acuerdo con el Instituto. El Tratado de Montevideo no contiene previsio­ nes con respecto a los problemas de pagos y créditos que puedan surgir al incrementarse las corrientes de comercio entre los países de la ALALC. Sin embargo, en reuniones realizadas en el ámbito de la Asociación se ha expuesto reiteradamente la necesidad de exa­ minar el tema. Esas preocupaciones se tradujeron en un intenso programa de trabajos, especialmente en el curso del año 1965, que condujeron en fecha reciente a los representantes de los nueve Bancos Centrales a la firma de un Acuerdo de Compensación Multilateral de Saldos. En el presente estudio se detalla en primer lugar la forma en que han evolucionado los sistemas de pa­ gos imperantes en la región en las últimas dos dé­ cadas. Luego se examinan los aspectos más contro­ vertidos de las propuestas ideadas para perfeccionar las técnicas de pagos y transferencias y crear un sis­ tema de créditos en la región, y finalmente se comen­ tan las características del Acuerdo aprobado por el Consejo de Política Financiera y Monetaria de la ALALC. CAPÍTULO I E v o lu c ió n d el s is t e m a d e A m é r ic a L a t in a pag o s e n A los solos fines de ofrecer el marco adecuado a la presentación del llamado problema de los pagos, en el ámbito de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, se detalla a continuación en forma sumaria la evolución de las relaciones de pagos y créditos entre los países que forman actualmente la ALALC en los años anteriores a la firma del Tratado de Mon­ tevideo. Con posterioridad al establecimiento de los con­ troles de cambio en la década de los treinta, la mayor parte de los países meridionales de América del Sur suscribieron convenios bilaterales de comercio y pa­ gos entre ellos mismos. La escasez de dólares y la segunda guerra mundial provocaron un considerable aumento de las transacciones comerciales recíprocas. Sin embargo, excepción hecha de esos países meri­ dionales, casi todos los restantes países de América Latina seguían comerciando en divisas convertibles. Al comenzar los gobiernos de América Latina a considerar la posibilidad de crear fórmulas de in- tegración económica, se entendió que difícilmente se­ ría conciliable una zona de libre comercio o una unión aduanera con sistemas de pagos tan heterogéneos. La multilateralización en los pagos fue considerada una meta deseable y, con tal propósito, en la primera reunión del Comité de Comercio de la CEPAL (San­ tiago, 1956) se estimó conveniente que en las rela­ ciones bilaterales de pagos los países se comprome­ tieran a: a) Cotizar las monedas de cuenta en paridad con las de libre convertibilidad para las mismas operaciones y b) Efectuar su comercio cuidando que el precio de las mercaderías no superara a los del mer­ cado internacional o, de no existir este punto de referencia, a un precio no superior al vi­ gente para terceros países. Fundamentalmente se perseguía con estas reco­ mendaciones eliminar los obstáculos que se oponían a la transferibilidad multilateral de los saldos bila­ terales. En la primera reunión del Grupo de Trabajo de Bancos Centrales sobre régimen de pagos multilate­ rales (Montevideo, 1957), se resolvió aprobar un con­ venio tipo que sirviera de base a los países que se regían por convenios bilaterales para adoptarlo como modelo. De este modo se daría el primer paso nece­ sario para crear un sistema de transferencia multila­ teral de -saldos. El convenio tipo preveía los dos as­ pectos contenidos en la resolución del Comité de Co­ mercio antes mencionada, o sea, paridad y precios no superiores a los del mercado internacional. En esa misma reunión se estimó que un “swing” lo más am­ plio posible permitiría financiar los déficit estacio­ nales, sin necesidad de recurrir a monedas converti­ bles. Posteriormente, en el .séptimo período de sesiones de la CEPAL (La Paz, 1957), además de reconocer los países unánimemente que se ensancharía el co­ mercio si se multilateralizaban los pagos, el grupo de titulares de cuentas de compensación se manifestó dispuesto a adoptar siis convenios bilaterales al con­ venio tipo. Cuando se realizó la primera reunión de expertos sobre mercado regional (Santiago, 1958), se llegó a la conclusión de que, desde el punto de vista de los pagos, debería contarse con un régimen multilateral que propendiera al máximo de reciprocidad y evitara los riesgos cambiarios. Es así como en la segunda reunión del Grupo de Trabajo de Bancos Centrales (Río de Janeiro, 1958) se aprobó un protocolo sobre compensación multilate­ ral de saldos bilaterales. Este sistema apenas llegó a funcionar, pues la mayor parte de los países aban­ donaron el bilateralismo mucho antes de lo previsto. Cuando se discutió el problema en la Conferencia de los Gobiernos para establecer una zona de libre co­ mercio (Montevideo, 1959), se manifestaron dos po­ siciones: I a) La de quienes entendían que sólo debían ju­ gar en la zona las preferencias aduaneras. Pa­ ra este grupo de países, los pagos del comer­ cio interlatinoamericano debían hacerse en di­ visas de libre disponibilidad. Algunos de los países que sostuvieron esta posición entendían que los saldos superavitarios generados den­ tro de la zona debían poder ser utilizados fuera de la misma. b) La del grupo de países que consideraba que, de establecerse la convertibilidad plena, se co­ rría el riesgo de reducir el volumen de comer­ cio intrazonal, pues era posible que si los paí­ ses tenían que efectuar sus pagos dentro del área en divisas de libre disponibilidad, pre­ firieran efectuar sus compras fuera de ella por las mejores condiciones que ofrecían los abastecedores de terceros países. Se resolvió finalmente diferir la discusión del problema separándolo del proyecto de zona de libre comercio. Se solicitó a la CEPAL y al Fondo Mone­ tario Internacional la realización de estudios sobre la cuestión. En momentos de reunirse los representantes de Bancos Centrales (Montevideo, 1960) para discutir el problema de pagos y créditos multilaterales, los en­ cargados de resolver la cuestión tenían presentes dos datos fundamentales, a saber: a) Que era muy probable que como consecuencia del programa de liberación comercial que es­ tablecía el Tratado, se crearan corrientes adi­ cionales de comercio y desequilibrios transito­ rios en la balanza de pagos de los países, que requirieran un financiamiento adicional. b) El problema creado por la coexistencia de dos regímenes de pagos diferentes, ya que era muy probable que los países que operaban en mo­ neda de cuenta discriminaran en contra de los que exigían el pago en divisas de libre dis­ ponibilidad. Como los países, por otra parte, iban tomando medidas que evidenciaban sus deseos de retornar a la convertibilidad de sus monedas, se consideró necesa­ rio reemplazar la financiación que se otorgaban recí­ procamente a través de los convenios bilaterales por una financiación multilateral, y así fueron tratados conjuntamente el problema de pagos y el de los cré­ ditos. La CEPAL presentó en esa oportunidad dos fórmulas alternativas en lo referente a créditos: a) Por la primera —sistema preventivo— no se harían en el área cobros y pagos de ninguna naturaleza. Se registrarían las operaciones y al final del período contable se establecería el saldo neto de cada país. La liquidación de las cuentas se haría al final del período. Se pagaría en divisas convertibles todo aquel sal­ do deudor que excediera del crédito que ya se hubiera acordado anteriormente. Se obtendría de este modo un máximo de economía en el uso de divisas extrazonales. b) Según el sistema de créditos “a posteriori”, todas las operaciones del comercio zonal se financiarían mediante el trámite usual de com­ pra y venta de divisas. Al final de cada pe­ ríodo se establecería el déficit o superávit de cada país con la agencia u organismo regional. El acreedor entregaría fondos, y el deudor los recibiría. Como la idea de un sistema de “créditos preven­ tivos” no gozara de aceptación general, las discusiones se centraron básicamente alrededor de la propuesta alternativa de la CEPAL de “créditos a posteriori”, aunque tampoco la misma logró la adhesión del con­ junto de participantes. Las conclusiones de aquella Reunión de Represen­ tantes de los Bancos Centrales, expresadas de manera sintética, fueron las que siguen: 1) En el plano de los pagos, el objetivo a alcan­ zar era el de la libre convertibilidad. 2) La puesta en marcha de la proyectada zona de libre comercio no estaba condicionada nece­ sariamente a la solución del problema de los pagos y de los créditos. 3) Debían evitarse en la zona las discriminacio­ nes resultantes de sistemas de pagos hetero­ géneos. 4) El establecimiento de un sistema de créditos recíprocos no debía obedecer a consideraciones relacionadas con la balanza regional de pagos, ya que se aceptaba más o menos unánime­ mente que el equilibrio debía buscarse de modo global y no regional. 5) El punto de vista sostenido por la Comisión Económica para América Latina —acompa­ ñada por algunas delegaciones— en virtud del cual los países que como resultado de la polí­ tica de liberación desarrollaran un exceso de exportaciones debían otorgar créditos hasta un margen preestablecido, créditos de los que a su vez dispondrían los países que hubieren in­ currido en déficit, no fue compartido por las Representaciones de algunos países. Enten­ dían estos últimos que, de aceptarse el princi­ pio sostenido por la CEPAL, se vulneraría la convertibilidad y se correría el riesgo de al­ terar corrientes naturales de comercio. Por otra parte, se consideraba que los países po­ dían incurrir en déficit, no como resultado de la política de liberación, sino como efecto de otros factores, tales como una inadecuada con­ ducción de la política monetaria interna. La vuelta a la convertibilidad para los no resi­ dentes de la mayor parte de las divisas europeas y los lañes de estabilización monetaria y reforma cam­ biaria adoptados por varios de los países, condujeron a la liquidación de los convenios bilaterales. Desde entonces, las operaciones de comercio exterior, intra­ zonal, comenzaron a pagarse, casi sin excepciones, en monedas convertibles. CAPÍTULO II F ó r m u l a s pa r a el e s t a b l e c im ie n t o de u n s is t e m a DE PAGOS Y CRÉDITOS EN RELACIÓN CON LA ASOCIACIÓN L a t in o a m e r ic a n a de L ib r e CoMEatcio En algunos círculos se ha sostenido que el pro­ grama de liberación comercial establecido en el Tra­ tado de Montevideo podría verse seriamente limitado si los países no disponen de un volumen de créditos destinado a financiar los saldos deficitarios que tran­ sitoriamente podrían tener. Esta situación sería una consecuencia del financiamiento de la totalidad del comercio intrazonal con monedas convertibles. De este modo se ha elaborado una variedad de fórmulas que debido a la amplia difusión que han te­ nido en el área, se describen aquí muy sucintamente. La mayor de parte de ellas sugieren la creación de un organismo de compensación multilateral de pa­ gos. Sin embargo, mientras que para algunas la sola compensación acarrearía beneficios en materia de li­ quidez por un lado y de costo y mayor celeridad en las transferencias por el otro, para la mayoría de las fórmulas propuestas, los beneficios de la compensación técnica son un elemento subsidiario o complementario de las facilidades crediticias que los países pudieran otorgarse. En muchos casos se contempla la instalación del sistema por etapas. Tal acontece con el proyecto del Profesor Triffin, que parte de una cámara de com­ pensación en la que el elemento crédito desempeña al principio un papel poco decisivo —sólo contempla al principio la posposición de las liquidaciones hasta fin de mes—, pero que después se convierte en elemen. to central del sistema. A — Compensación multilateral de pagos entre los Bancos Centrales. La estructura de una cámara de compensación suele distinguirse habitualmente de una unión de pa­ gos porque esta última contempla simultáneamente el establecimiento de un sistema de créditos recíprocos y aquélla no. Sin embargo, el elemento crédito suele estar presente en alguna medida en todos los meca­ nismos de compensación. Parece más conveniente en­ tonces denominar a ambos sistemas como cámaras compensadoras con créditos o sin ellos, según que el factor crédito sea o no determinante de su estructura. Una cámara de compensación de pagos sin uso de facilidades crediticias, o que dispusiera de ellas en me­ dida muy reducida, cumpliría funciones más o menos similares a las que cumple el clearing bancario coti­ diano en las principales ciudades. En el ámbito de los pagos intrarregionales, cada país establecería diariamente una posición acreedo­ ra o deudora con el conj unto de los demás países que integran el sistema, pues las transferencias se reali­ zarían a través de la Cámara. En el caso en que el elemento crédito fuera reducido al mínimo, los países con saldos deudores netos pagarían inmediatamente a la cámara, y los países con saldos acreedores netos cobrarían del mismo modo. En realidad, no se ha sugerido prácticamente un sistema de cámara de compensación con liquidaciones diarias. En la medida en que estas liquidaciones se pos­ ponen, debe fijarse un swing o crédito que cada país otorga a la cámara y del que a su vez dispone. En tal caso, el mecanismo en cuestión debiera ser considerado dentro de los que otorgan facilidades de crédito. Una cuestión de fundamental importancia que debe especificarse cuando se formula la idea de la com­ pensación se refiere al carácter voluntario u obligato­ rio que revisten sus operaciones. En el primer caso, los Bancos Centrales no obligan a los importadores o bancos comerciales a cursar las operaciones a través del sistema, de tal modo que se les concede la libertad de operar recurriendo a los procedimientos habituales de pago, sea directamente, sea recurriendo a la utili­ zación de centros financieros de fuera de la región. Cuando el sistema exige canalizar obligatoriamente las operaciones, los importadores o bancos comerciales entregan y reciben los montos correspondientes en mo­ nedas nacionales y en la cámara de compensación se registran en una unidad de cuenta las operaciones co­ rrespondientes. Los saldos son pagados entonces en monedas convertibles por los Bancos Centrales, a no ser que la existencia de créditos les permita posponer las liquidaciones. Quienes critican la tesis de la canalización obliga­ toria sostienen que dicho sistema obligaría a centrali­ zar las operaciones de comercio exterior en los Bancos Centrales, lo que en algunos casos conduciría a resta­ blecer la estructura burocrática y de controles vigente durante la época del control de cambios. En una pa­ labra, estiman que esa centralización es incompatible con las características de la mayor parte de los merca­ dos cambiarios que ofrecen los países de la región en la actualidad. Por otra parte, se afirma que cualquier sistema a establecerse en la región debiera demostrar su efica­ cia competitivamente frente a los procedimientos de pago vigentes en la actualidad. De tal modo que la obligatoriedad establecida para acudir al sistema que se creara no permitiría advertir las ventajas que ofrece. B — Cámara de Compensación con acuerdo de créditos. Una Cámara de Compensación que incluya, ade­ más, acuerdos de créditos de alguna magnitud signi­ fica en primer lugar que paralelamente al perfecciona­ miento técnico del sistema de pagos vigentes, debe investigarse la importancia de los créditos a otorgarse en relación con los movimientos de comercio y los pro­ blemas de balanza de pagos a corto plazo de cada uno de los países y de la región como un todo. Una Cámara de Compensación con créditos supone también la fijación de un plazo para las liquidaciones. Durante el mismo, los países no realizan cobros ni pagos. Significa, además, el establecimiento de un cré­ dito entre cada país y la cámara. Dentro del límite fi­ jado por este crédito, los países no tienen obligación de hacer pagos por lo menos hasta el final del período. Del mismo modo, dentro del límite de ese crédito, los países no tienen derecho a exigir cobros por lo menos hasta la finalización del período. Quiere decir que dentro del período establecido para las liquidaciones y en la medida en que los saldos se mantengan dentro de los límites de los créditos fi­ jados entre cada país y la cámara, no se realizan co­ bros ni pagos de ninguna naturaleza. Al final del período, la compensación arroja un saldo neto deudor o acreedor para cada país. De no existir un crédito adicional, aquel país cuyo saldo neto es deudor paga de inmediato en divisas de libre dis­ ponibilidad y, viceversa, quienes obtienen saldos acree­ dores netos cobran del mismo modo. Naturalmente, en la medida en que los períodos de liquidación se extien­ den y el volumen de los créditos aumenta, es posible ensanchar el campo de la compensación. Se ha discutido mucho si en una Cámara de Com­ pensación ligada estrechamente a un sistema de cré­ dito, el carácter de las operaciones que se cursan a través de ella debiera ser obligatorio o voluntario. Se sostiene que si se dejara en libertad para ope­ rar a través del sistema a los importadores o bancos comerciales, podría ocurrir que los saldos, elemento de­ terminante del crédito, no guardaran correspondencia con los movimientos reales del intercambio, de tal modo que podría darse la circunstancia de que un país cuyo movimiento comercial fuera deficitario con la región estuviera otorgando créditos y, viceversa, que un país que poseyera superávit, lo estuviera recibien­ do. Esto ocurriría de dejarse en libertad de operar a los importadores, ya que sería posible que los del país deficitario no acudieran al sistema o acudieran en una medida menor y los del país o de los países supe­ ravitarios realizaran la mayor parte de sus operacio­ nes acudiendo a sus respectivos Bancos Centrales para acogerse al sistema implantado. Este desequilibrio de los saldos de compensación a que podría conducir un sistema que no canalizara obligatoriamente todas las obligaciones, no sería ma­ yormente importante si los períodos de liquidación y el volumen de los swing no fueran muy significativo?, esto es, si el crédito que se otorga a los países a tra­ vés del sistema no revistieran gran importancia, pero podría ser grave, a juicio de algunos autores, si am­ bos elementos que constituyen el crédito —el tiempo y el límite— fueran de mayor importancia. A pesar de todo, hay quienes creen que sería preferible correr el riesgo de que se produzcan dichos desajustes en los saldos —desajustes que podrían ser corregidos posteriormente— antes que aceptar la exis­ tencia de un sistema de canalización y centralización obligatoria de todas las operaciones de comercio ex­ terior intrazonal. La idea de una cámara de compensación que, además, financie total o parcialmente los déficit de cada país, presenta gran variedad de matices que de­ penden, sobre todo, de los aspectos que se señalan a continuación. El principio de recÁprocidad y los criterios para el otorgamiento de los créditos. Uno de los aspectos más controvertidos en rela­ ción con el establecimiento de un mecanismo de com­ pensación en el ámbito de la Asociación Latinoame­ ricana de Libre Comercio, es el relacionado con el principio de reciprocidad, sustentado en su oportuni­ dad por la CEPAL. Expresado en forma sucinta significa que un sistema de créditos que asegure a los países que han iniciado un programa de liberación comercial el linanciamiento de los déficit que transitoriamente po­ drían tener, es no sólo deseable, sino imprescindible. A juicio de los que sostienen dicha tesis, tal sistema tendría como objetivo vencer en cierto modo la timidez con que los países encaran el otorgamiento de conce­ siones y obligaría a los acreedores a acelerar sus desgravaciones para restaurar el equilibrio. Se advertirá que dentro de esta concepción, el punto de partida es que cada país debe recibir de la Zona una cuantía de beneficios similares a los que otorga y que estos beneficios deben ser medidos a través de las cifras del intercambio comercial. Como corolario de esta afirmación, se sostiene que los países que soportan un déficit como conse­ cuencia del programa de liberación, deben contar con una masa de créditos durante el tiempo necesario para restaurar el equilibrio, a fin de no hacer uso adicional de las reservas existentes agravando sus dificultades de balanza de pagos. Por otra parte, el crédito otor­ gado por los acreedores los obligaría a acelerar su política de desgravaciones, y de este modo el sistema de créditos estaría desempeñando el papel de elemento impulsor del equilibrio de las corrientes comerciales. En una palabra, en el meollo de estas ideas se advierte el propósito de equilibrar las corrientes del comercio intrazonal más o menos automáticamente. El crédito operaría así como un estímulo que permi­ tiría a los países deficitarios atravesar el período de su desequilibrio sin desembolso de divisas y estimula­ ría a la vez a los países que tienen superávit a impul­ sar sus desgravaciones para restaurar dicho equili­ brio. Son varias y de muy diversos sentidos las críticas que han sido formuladas a esta idea. En primer lu­ gar se sostiene que un sistema que funcione automá­ ticamente en relación con los desequilibrios regionales, estaría contradiciendo los objetivos de convertibilidad y, sobre todo, de multilateralismo sobre los que reposa la estructura del Tratado de Montevideo. Se afirma en este orden de ideas que el proceso de liberación co­ mercial y complementación económica posee caracte­ rísticas dinámicas que hacen difícil prever a corto plazo un equilibrio de las cuentas de cada país con la región. En ese sentido se sostiene que un sistema de tal naturaleza podría conducir a una inmoviliza­ ción de Raidos en divisas que resultan indispensables para realizar compras fuera de la región, o, de lo contrario, a fomentar corrientes artificiales de comer­ cio con el solo propósito de lograr el equilibrio. Quienes así piensan creen que un país debe estar en condiciones de utilizar saldos superavitarios con la Zona para financiar desequilibrios con el resto del mundo. Por otra parte, aunque el propósito sea ten­ der al equilibrio, resultaría muy difícil prever el tiem­ po necesario de duración de los créditos para que los países cuyas cuentas arrojen saldos negativos restau­ ren el equilibrio. Se 'sostiene inclusive que un país puede incurrir en déficit no sólo como resultado del desequilibrio entre las concesiones otorgadas y las concesiones re­ cibidas, sino como consecuencia de una inadecuada conducción de su política monetaria. En muchos casos, por ejemplo, y con posterioridad a las ruedas de ne­ gociaciones que se realizan en la ALALC, se ha ob­ servado que los países han soportado crecimientos sig­ nificativos de sus niveles generales de precios inter­ nos sin ajustar el tipo de cambio. En esas condiciones es natural que dichos países, cuya política cambiaría está orientada sobre todo por consideraciones de ba­ lanza de pagos global, encuentran dificultades para equilibrar su comercio con la Zona. De este modo se considera difícil encontrar una fórmula que concille el objetivo de auxiliar financieramente a los países durante los desequilibrios transitorios en que incurran como consecuencia del programa de liberación, con el hecho de que es posible que dichos desequilibrios duren un tiempo más que prudencial, por un lado, o sean consecuencia de una conducción de la política mo­ netaria y cambiaria en el plano interno que hace difícil su corrección, por el otro. Se han recordado también las distorsiones que se creaban al comercio en la época de vigencia de los convenios bilaterales, cuando los países superavitarios, que tenían sus créditos prácticamente congelados, se veían obligados a forzar compras antieconómicas en los países deudores con el propósito de equilibrar las cuentas. Por otra parte, se sostiene que es dis­ cutible el método de evaluar la equivalencia entre las concesiones otorgadas y las recibidas considerando exclusivamente las cifras del intercambio, ya que es perfectamente posible que la incorporación de produc­ tos no tradicionales en la estructura de las exportacio­ nes de un país a la región, o de un mayor valor agre­ gado, puedan neutralizar un saldo deficitario de sus cuentas. La automaticidad de los créditos. La discusión acerca de si un eventual sistema de compensación debiera otorgar algún tipo de cré­ ditos automáticos se halla directamente vinculada a las ideas que sobre los créditos, en relación con el principio de reciprocidad, se han expuesto brevemente más arriba. Es evidente que cualquier sistema de créditos debe poseer cierto carácter automático, que vincule el otorgamiento de los créditos a los desequilibrios regionales. El caso más claro es el de la cámara de compensación, en la que, dentro de ciertos límites, las liquidaciones se posponen durante determinado pe­ ríodo. Parece difícil pensar que dicho sistema debiera tener en cuenta consideraciones de balanza de pagos global. Sin embargo, excepción hecha de este tipo de cré­ dito automático provisional en un sistema de compen­ saciones, son muchos quienes piensan que un crédito adicional debiera ser negociado, sujeto a ciertas condi­ ciones y relacionado con dificultades globales de ba­ lanza de pagos. De todas las críticas que se han formulado á la idea de un acuerdo de créditos que tenga en cuenta el movimiento del intercambio intrazonal en forma auto­ mática, la más sólida parece ser la que sostiene que la eficacia de dicho sistema dependerá de la medida en que los saldos de comercio de la región se vayan equilibrando progresivamente. Dicho de otro modo, si existen permanentemente países superavitarios y otros cuyos saldos negativos poseen un carácter crónico, parecería que un sistema de créditos automáticos, co­ mo el que arriba se comenta, obligaría permanente­ mente al otorgamiento de créditos por parte de los acreedores, sin posibilidades de cobro, o de lo contra­ rio se transformaría en un crédito que se otorgaría por una sola vez. Si se piensa que los países pueden tener una situación deficitaria en su comercio con la Zona, aunque su balanza de pagos global se encuen­ tre en una posición muy firme, y, viceversa, que es posible que alguno de los países superavitarios en su comercio intrazonal posea déficit con el resto del mundo y una situación difícil de balanza de pagos, parecería que un crédito automático, otorgado a los países deficitarios por los países suüeravitarios, du­ rante el impreciso período en que mantengan el déficit, no sería justificable desde el punto de vista econó­ mico. El tiempo de duración de los créditos. El período durante el cual se considera que los créditos deben ser otorgados varía según Jas distintas proposiciones formuladas. Naturalmente, también esta cuestión se halla estrechamente vinculada al principio de reciprocidad y al carácter automático o no automá­ tico del financiamiento que se otorgue. Parece claro que en un sistema de compensación debiera existir un mínimo de crédito automático que sirva para posponer las liquidaciones de los saldos. Es evidente también que este tipo de crédito no podría vincularse a otra cosa que no fuera a los movimientos del intercambio regional. Por las mismas razones, se piensa que esos períodos no debieran ser muy exten­ sos y que los créditos adicionales que el sistema otor­ gue para evitar o atemperar fluctuaciones a corto plazo de las reservas de cada país, debieran estar con­ dicionados a su situación global de balanza de pagos. Pero para muchos autores, al lado del crédito automático que posponga liquidaciones en razón de los movimientos del intercambio, podrían existir cré­ ditos de mediano y largo plazo que los países utili­ zarían para mantener estabilizado el tipo de cambio y como apoyo de una política de convertibilidad plena. Insisten dichos autores en que esos últimos créditos debieran estar en relación con la posición global de balanza de pagos y que correspondería que fuesen negociados por el conjunto de los países que integran el sistema. El origen de los fondos. De acuerdo con ciertas proposiciones, las carac­ terísticas de los créditos que un sistema otorgue po­ drían variar significativamente según que hubiera aportación extrazonal de fondos o fueran únicamente los propios paises participantes los que otorgaran el financiamiento. Se ha sostenido, por ejemplo, que de contarse con un fondo constituido con recursos ex­ ternos considerables podría estableceíse cierto grado de automaticidad en el otorgamiento de créditos por encima de los créditos de posposición de liquidaciones. Las fórmulas sugeridas poseen una variedad que está en relación directa con los plazos, volúmenes y las ca­ racterísticas de los déficit a financiar. De todos modos es importante especificar que un sistema simple de cámara de compensación con créditos, que permita posponer las liquidaciones du­ rante determinado período, debe contar con un fondo o masa de maniobra que asegure dentro del período en cuestión el cobro puntual de los acreedores por encima del límite de créditos otorgados a la cámara. Esto es necesario si los créditos que otorgan los acree­ dores han sido fijados con independencia del crédito que reciben los deudores, ya que es posible que no coincidan en tiempo y cantidad los pagos que los deu­ dores deben hacer con los cobros que los acreedores tienen derecho a recibir. Si imaginamos un ejemplo hipotético de cámara de compensación entre cuatro países cada uno de los cuales posee un swing de 100, y en determinado mo­ mento, antes de vencer el período de liquidación, tres países acumulan déficit de 80 con un cuarto país, mientras que su comercio entre sí está equilibrado, resulta claro que el cuarto país debiera recibir 140, que es la cantidad que excede al crédito otorgado a la cámara, mientras que los otros tres países no esta­ rán obligados a realizar ningún pago, pues no han excedido el límite de su crédito. La mecánica de pagos vigente. La débil vinculación financiera existente entre los países de la ALALC tiene su explicación en el hecho de que la mayor parte de ellos se rigieron durante va­ rios años por convenios bilaterales de comercio y pa­ gos. Durante la vigencia de los mismos, la banca comercial cumplía de hecho funciones de intermedia­ ción, ya que los respectivos bancos centrales centrali­ zaban las operaciones y subrogaban a aquellas insti­ tuciones en los débitos y créditos con el exterior. Más adelante, al eliminar los países el bilateralismo y restablecer la convertibilidad de sus monedas, la falta de experiencia en materia de negociación directa, unida a las dificultades de balanza de pagos de los países, que no ofrecía a los banqueros un sufi­ ciente margen de seguridad para sus operaciones, in­ dujeron a la banca comercial a realizar los pagos y las transferencias utilizando centros financieros del exterior. Los bancos de la región poseen saldos en bancos de centros financieros ubicados en el hemis­ ferio norte y principalmente en Estados Unidos. Estos bancos aceptan giros de sus corresponsales latinoamericanos y a pedido de los mismos emiten o confirman cartas de crédito. Tres son los instrumentos que los exportadores e importadores utilizan para realizar sus pagos, y conviene aclarar que en todos ellos se combinan de algún modo las funciones de crédito y las de trans­ ferencia : a) Cartas de crédito irrevocables y confirmadas; b) Letras o giros, librados directamente a cargo del importador; c) Ordenes de pago, que se utilizan cuando exis­ te suficiente confianza entre exportadores e importadores. De estos instrumentos, el crédito documentário es indudablemente el de uso más generalizado y puede afirmarse que importante proporción de las transac­ ciones del comercio intrazonal se realiza con cartas de crédito. Sin embargo, como muchos de los bancos de la Zona que se dedican a operaciones de comercio exte­ rior no han establecido cuentas de corresponsalías con bancos de los otros países de la ALALC, la mayor parte de las cartas de crédito que emiten a favor de exportadores de la Zona requieren confirmación de bancos situados en los centros financieros del exte­ rior. Es precisamente a esta práctica triangular a la que se han orientado principalmente las críticas de los que consideran insatisfactorio el actual mecanismo de pagos de la región. En primer lugar se ha sostenido que si existiera un sistema directo de pagos entre los países de la ALALC, los saldos que la banca comercial tiene de­ positados en bancos del exterior podrían utilizarse pa­ ra financiar transacciones, con el resto del mundo. Se afirma asimismo, sin negar la importancia de los créditos que otorga la banca extranjera, que en la medida en que se pudieran realizar compensaciones en el área, evitando el pago operación por operación, se lograría un uso más racional de las divisas dispo­ nibles y se aumentaría la liquidez disponible actual­ mente. Otro de los argumentos en el que se insiste con mayor frecuencia es el de que no existen razones vá­ lidas para pagar las comisiones que requieren los bancos del exterior por la emisión o confirmación de cartas de crédito. Cuando los créditos documentários son emitidos o confirmados en el exterior, el importa­ dor debe pagar las comisiones correspondientes al banco emisor de su plaza y al banco del exterior que confirma el documento. Si bien no resulta claro en qué medida un sistema de pagos directos podría con­ ducir a menores costos en las operaciones de comer­ cio exterior, parece indiscutible que de todos modos habría un traslado de sumas que se pagan en con­ cepto de comisión e intereses, del exterior hacia la propia región. En muchos casos entre el cobro obte­ nido por el exportador de un país latinoamericano mediante la práctica de la triangulación, y el pago realizado por el importador, transcurre un período que oscila entre los 3 y 10 días, período durante el cual el banco intermediario que aseguró el pago cobra, ade­ más de las comisiones, los intereses correspondientes. Otra de las críticas se vincula con las actividades que debiera desempeñar la banca comercial en el pro­ ceso de integración. Se considera que si existiera un tipo de relaciones más estrechas entre Jas institucio­ nes de la banca comercial de la ALALC, los bancos podrían desempeñar el importante papel de promo­ tores de las operaciones de exportación e importación intrazonal, del mismo modo que lo hacen en los países desarrollados del hemisferio norte. En un principio, algunos pocos hombres en cada banco ejercitados en el manejo del sistema de desgravaciones de la ALALC podrían servir para que sus instituciones se prestaran recíprocamente servicios de información sobre los respectivos mercados y cumplieran paralelamente la tarea de acercamiento de los comerciantes interesados en operaciones con la Zona. Cierto es que existen en algunos casos relaciones directas entre los bancos de la Zona y que algunos banqueros que tienen líneas de créditos entre sí afir­ man que a un aumento posible de los volúmenes de comercio le sucederían relaciones más estrechas entre la banca comercial latinoamericana. Sin embargo, el argumento no parece muy concluyente, ya que el co­ mercio intrazonal ha ido adquiriendo como consecuen­ cia del programa de liberación de la ALALC volúme­ nes cada vez más significativos, y esas relaciones di­ rectas entre bancos a que antes se hacía referencia no poseen mayor relevancia. La mayor parte de dos banqueros sostienen que la no negociación directa y la utilización de centros financieros del exterior no obedece a consideraciones relacionadas con el volumen de las transacciones, sino a la ausencia de un ade­ cuado sistema de garantías. De todos modos se considera que la ampliación de la red bancaria latinoamericana con contactos y negocios regulares entre sus instituciones, propende­ rá a intensificar el comercio exterior intrarregional y será un elemento de inestimable apoyo para los pro­ ductores y comerciantes de la región no experimen­ tados en la mecánica de las ventas y las compras en el exterior. Acuerdos de garantía sobre riesgos de inconvertibüidad e intransferibilidad. En oportunidad de convocar a la Primera Reunión de Banca Comercial de los Países de la Asociación Latinooamericana de Libre Comercio, el Comité Eje­ cutivo Permanente sostenía como fundamentos de di­ cha convocatoria que: a) El contacto entre los representantes de la banca comercial ha de conducirse necesaria­ mente a una mejor identificación de los pro- blemas que hacen al financiamiento del co­ mercio intrazonal; b) La intensa participación de la banca comer­ cial en las operaciones de financiamiento del comercio intrazonal será un elemento de con­ siderable importancia en el avance del pro­ ceso de integración; c) Las posibilidades de los bancos de la Zona de otorgarse líneas recíprocas de crédito deben ser cuidadosamente apreciadas, así como los posibles obstáculos que se opongan al esta­ blecimiento de dichas cuentas. Estas tres consideraciones del Comité definían con suficiente claridad la débil vinculación financiera de los sistemas bancarios de la región y orientaban hacia los objetivos que se consideraba posible alcan­ zar en una primera etapa. Los representantes de la banca comercial de los países de la Asociación se reunieron en Montevideo en e¡l mes de marzo de 1965. Dejando de lado otros aspectos de los trabajos desarrollados y recomenda­ ciones adoptadas que no tienen relación muy directa con el tema que aquí se trata, importa destacar sus pronunciamientos sobre el problema de las garantías de convertibilidad y transferibilidad y sobre complementación bancaria intrazonal. En cuanto al primero de esos aspectos, los ban­ queros comerciales consideraron unánimemente que la ausencia de relaciones directas entre los bancos comerciales de la región y la práctica de recurrir ha­ bitualmente a centros financieros del exterior para realizar las operaciones de comercio exterior intra­ zonal, obedecían a la inseguridad que los mismos tienen en materia de otorgamiento puntual de las co­ berturas por parte de las autoridades monetarias centrales en el momento en el que vencen las obli­ gaciones. A juicio de los banqueros comerciales, el problema se planteaba a menudo porque los países con dificul­ tades de balanza de pagos no estaban en condiciones de otorgar las divisas necesarias para hacer los pagos en el momento en que ellos eran exigibles. Sostuvieron que en muchas oportunidades cuando existían relacio­ nes directas, los bancos comerciales pagaban al expor­ tador las sumas correspondientes, pero a la fecha del vencimiento no recibían la transferencia correspon­ diente del banco emisor. De ahí que se veían impeli­ dos a exigir la confirmación externa en las futuras operaciones, aunque entendían que este tipo de difi­ cultad se obviaría si existiese algún tipo de participa­ ción de los Bancos Centrales. Expresado de otra manera, el problema radica en que si un banco comercial de determinado país emite, a solicitud de un im.portador, una carta de cré­ dito a favor de un exportador de otro país, el banco comercial de este último pagará a su exportador si tiene la seguridad de que al vencer las letras la auto­ ridad monetaria del primer país no impedirá que los pesos que el importador ha pagado a su banco sean convertidos a la moneda de pago establecida en el contrato y permitirá la transferencia al acreedor. En el caso en que los bancos establecieran líneas recípro­ cas de crédito, la garantía debería efectivizarse sobre los saldos. Los banqueros comerciales se pronunciaron en este campo en favor de un acuerdo de garantías entre los Bancos Centrales, en virtud del cual se aseguraran recíprocamente el otorgamiento puntual de las cober­ turas para pagar las importaciones de origen zonal. El otro aspecto sobre el que los banqueros comer­ ciales se pronunciaron está relacionado con la con­ sideración de posibles fórmulas de complementación bancaria intrazonal. En este orden de ideas, en la reunión de referen­ cia se hicieron manifestaciones sobre las ííneas gene­ rales que debiera seguir el proceso de integración fi­ nanciera de la ALALC. En síntesis, las bases generales sobre las que a juicio de los banqueros comerciales debiera construirse un sistema de pagos serían las siguientes: a) Conexión de los bancos entre sí mediante acuerdos de corresponsalía a través de los cua­ les convengan el funcionamiento de sus cuen­ tas recíprocas, sus posibles líneas de crédito y toda otra cláusula que facilite la atención del intercambio, respondiendo también recí­ procamente en forma directa de las obligacio­ nes que se generen en esos acuerdos de corres­ ponsalía y de las operaciones que dentro de ellos se obtengan; b) Propender a la concentración de los saldos derivados de esas cuentas dentro de cada país, en el respectivo Banco Central o en la entidad u organismo que se elija, para que a su vez se entienda con sus similares de los demás países de la Zona; c) Establecimiento de cuentas entre los Bancos Centrales con el objeto de compensar multila­ teralmente los saldos; d) Registrar todos los movimientos entre bancos, en dólares de los Estados Unidos de América y garantizar las liquidaciones de sus cuentas sobre bases de una absoluta convertibilidad. Inmediatamente después de la Reunión de Ban­ ca Comercial se realizó también en la Asociación la Segunda Reunión de la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios, uno de cuyos cometidos fue examinar las conclusiones a que arribaron los banqueros comercia les. La Comisión Asesora de Asuntos Monetarios fue creada por el Comité Ejecutivo Permanente de la ALALC. Se halla integrada por funcionarios técnicos de los Bancos Centrales de las Partes Contratantes y asiste a la Asociación en los sectores de actividad de su competencia. La Comisión recogió sin mayores correcciones el pronunciamiento sobre garantías de convertibilidad y transferibilidad formulado por los banqueros co­ merciales. A juicio de los integrantes de la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios, la posibilidad de ini­ ciar un proceso de mayor vinculación de la red ban­ caria latinoamericana estaba condicionada en gran medida por la decisión de los Bancos Centrales de garantizar el otorgamiento puntual de las coberturas para pagar importaciones de origen zonal. Además, la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios completó y perfeccionó las ideas generales que sobre complemen­ tación bancaria y un sistema de compensaciones su­ giriera la Reunión de la Banca Comercial. El Consejo de Política Finmiciera y Monetaria. El Consejo de Política Financiera y Monetaria de la ALALC fue creado por la Resolución 101 (IV) de la Conferencia y se halla constituido por las máxi­ mas autoridades de los Bancos Centrales de los países de la Asociación. Su propósito es orientar las bases generales de acción del proceso de cooperación e inte­ gración financiera y monetaria y tomar las decisiones que en sus respectivos ámbitos de acción competen a las autoridades monetarias centrales. Durante su Reunión Constitutiva, en mayo del presente año, el Consejo de Política Financiera y Mo­ netaria fijó las líneas generales de lo que debiera ser un programa tendiente al perfeccionamiento del siste­ ma de pagos vigentes en la región y a acentuar la co­ laboración recíproca entre las autoridades 'monetarias. El Consejo consideró apropiadas las bases suge­ ridas por los representantes de la banca comercial y por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios y afirmó como principio general que los objetivos de ampliar la red interlatinoamericana e intensificar la cooperación recíproca entre los Bancos Centrales de­ bían ser objeto de esfuerzos paralelos y armónicos, por cuanto no existían incompatibilidades entre cual­ quier mecanismo de cooperación de los Bancos Cen­ trales y uno que tendiera a una mayor agilidad de la banca comercial para realizar sus operaciones. Al examinar las bases generales que consideraba apropiadas para iniciar la complementación bancaria intrazonal, el Consejo consideró que el sistema debiera contemplar la posibilidad de avanzar por etapas para una futura coordinación y colaboración más estrechas en materia de política financiera y monetaria. Las bases a que se hace referencia, expuestas muy sintéti­ camente, son las que siguen: a) El sistema no debiera ser discriminatorio res­ pecto de países de fuera de la ALALC, reco­ nociendo las dificultades de pago de algunos de los países miembros de la Asociación. Esta consideración apuntaba al hecho de que la concertación de un acuerdo de garantías entre los Bancos Centrales, tendiente a ase­ gurar la convertibilidad y transferibilidad b) c) d) e) puntual de las divisas destinadas a cancelar todos los pagos por importaciones de origen zonal, en ausencia de un acuerdo similar con países de fuera de la región, implicaba la crea­ ción de un sistema preferencial de cobertu­ ras, que los países en dificultad de pagos se verían en condiciones difíciles de cumplir. En esta idea del Consejo se hallaba implícita la situación de dificultad de balanza de pagos que soportan algunos países en la Asociación, que los obliga a requerir un creciente apoyo financiero del exterior, de tal modo que el compromiso recíproco de destinar prioritaria­ mente las divisas disponibles para los pagos de operaciones intrazonales, aparecía como de problemático cumplimiento. Los Bancos Centrales iniciarían contactos ten­ dientes al otorgamiento de facilidades credi­ ticias recíprocas; Esos créditos recíprocos regirían durante el período de compensación con límites máximos que se determinarían, aunque a juicio del Con­ sejo no deberían existir obstáculos para que los Bancos Centrales, cuando así lo negocia­ ran bilateralmente, se otorgaran créditos adi­ cionales de carácter extraordinario; En principio, los períodos de liquidación no debieran ser muy extensos y las liquidaciones se realizarían en todos los casos en divisas de libre disponibilidad; El sistema debiera tender a la canalización de la mayor parte de los pagos derivados de transacciones de comercio intrazonal, aunque paralelamente se estudiaría la posibilidad de canalizar a través del mismo pagos por otros conceptos como, por ejemplo, los correspon­ dientes a fletes, pasajes y eventualmente pri­ mas de seguros y reaseguros; f) Se estudiaría la posibilidad de establecer un fondo en divisas que sirviera como garantía de los créditos que se otorgaran los países. El Consejo consideró además que, una vez obteni­ da la participación de todos los países de la ALALC, se podría examinar la incorporación de otros países latinoamericanos que no pertenecían a la Asociación. Con el objeto de acelerar los pasos tendientes a iniciar el proceso de colaboración y coordinación fi­ nanciera intrazonal, el Consejo resolvió constituir un Grupo de Expertos de Bancos Centrales a fin de que elaborara, sobre la base de las ideas generales esta­ blecidas por el propio Consejo, un proyecto concreto de complementación bancaria en la región. Posterior­ mente, la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios examinaría dicho proyecto y lo elevaría a la conside­ ración de las autoridades naturales de la Asociación. CAPÍTULO III El s is t e m a aprobado por e l C o n s e j o d e F in a n c ie r a y M o n e t a r ia P o lític a El día 23 de setiembre de 1965, el Consejo de Política Financiera y Monetaria de la ALALC, reu­ nido en la ciudad de México, aprobó el Acuerdo entre Bancos Centrales de los países de la ALALC y el Reglamento del Sistema del Compensación Multilate­ ral de Saldos que contiene aquel Acuerdo. Dichos documentos son el resultado de las correc­ ciones realizadas por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios a los proyectos preparados por el Grupo de Expertos. En síntesis, se trata de un sistema de compensa­ ción multilateral de saldos que se apoya sobre líneas de crédito que se otorgan los Bancos Centrales entre sí. Quiere decir que existe una compensación de pagos entre pares de Bancos Centrales y que los saldos re­ sultantes de las cuentas que registran esas operaciones se compensan multilateralmente. Los fundamentos del establecimiento de un siste­ ma de tal naturaleza se hallan contenidos en el propio informe del Grupo de Expertos y de la Comisión Ase- sora de Asuntos Monetarios. Se dice allí que aunque se considera positivo el establecimiento de una cáma­ ra de compensación con créditos multilaterales, la puesta en marcha de dicha fórmula presenta algunos inconvenientes para su establecimiento en forma in­ mediata, y como se considera perentorio iniciar de to­ dos modos la colaboración entre los Bancos Centrales, se estima que el mecanismo más apropiado parecería ser el propuesto a través de un esquema de compensa­ ción multilateral de saldos. A juicio del Grupo de Expertos, el establecimiento de una cámara de com­ pensación con créditos multilaterales y recíprocos exigiría un proceso de adaptación del ordenamiento legal y prácticas vigentes en cada uno de los países. Asimismo, la cámara requeriría eventualmente la crea­ ción de algún mecanismo de respaldo financiero. Fi­ nalmente, se afirma que el proceso de cooperación en­ tre los Bancos Centrales de la Asociación debería de­ sarrollarse mediante etapas sucesivas que permitirían avanzar progresivamente sobre bases más firmes recogiendo la experiencia adquirida. Es opinión unánime que el sistema adoptado otor­ gará suficiente flexibilidad a los Bancos Centrales para que, en la suscripción de los convenios recípro­ cos, aunque guarden ciertas normas generales armó­ nicas convengan estipulaciones especiales que contem­ plen la singular situación de cada mercado cambiario. En un principio se había pensado en elaborar un modelo de convenio tipo que incluyera las normas co­ munes que debieran contener los acuerdos de crédito entre pares de Bancos Centrales. Sin embargo, debido al hecho de que las características fundamentales de esos convenios están precisadas en el Acuerdo de Com­ pensación Multilateral y también a las razones antes expuestas sobre la necesidad de contemplar cada si­ tuación en particular, se consideró que el propósito perseguido al elaborar un modelo de convenio había sido suficientemente satisfecho. Antes de suscribir el Acuerdo y el Reglamento, los titulares del Consejo de Política Financiera y Monetaria resolvieron constituir un Grupo de Tra­ bajo cuya misión fue realizar las correcciones finales de los docum.entos remitidos por el Comité Ejecutivo Permanente y que resultaban de la revisión y perfec­ cionamiento realizado por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios a los proyectos del Grupo de Ex­ pertos. Características de los convenios de créditos recíprocos. En primer lugar debe aclararse que la firma del Acuerdo de Compensación Multilateral de Saldos no obliga coactivamente a todos los Bancos Centrales a firmar convenios entre sí. Se ha considerado que en algunos casos el reducido volumen de comercio entre pares de países quizás no otorgue suficiente estímulo a dichos Bancos Centrales para el establecimiento de un crédito recíproco y que, por otra parte, la exigen­ cia de que cada Banco Central firmara convenios con cada uno de los otros Bancos Centrales, podría pos­ tergar la puesta en marcha del mecanismo de com­ pensación multilateral. Se establece en el Acuerdo que preferentemente por los créditos que se otorguen cada par de Bancos Centrales no se cobrarán intereses. Se piensa del mis­ mo modo que se podría otorgar estímulos a los impor­ tadores y bancos comerciales para acudir al sistema abaratando los costos de comisiones en concepto de confirmación de créditos documentários y otros con­ ceptos. A fin de hacer posible la compensación multilate­ ral, los saldos que arrojen dichos acuerdos de crédito recíproco serán liquidados por bimestres vencidos. De tal modo que cualquiera que sea el período de suscrip­ ción de los convenios entre Bancos Centrales, el tiempo de duración de los mismos será de sesenta días y el vencimiento será coincidente para todos los acuerdos. Por supuesto, a los sesenta días la renovación de esos créditos recíprocos es automática. Si durante el período de liquidación se produce un exceso sobre el límite que recíprocamente han con­ venido los Bancos Centrales, el deudor debe pagar de inmediato en monedas convertibles. El Acuerdo contempla también la posibilidad de que los Bancos Centrales se otorguen entre sí créditos adicionales, paralelos a las líneas ordinarias de cré­ ditos. Estos créditos adicionales pueden consistir en un pequeño sobreswing que permita evitar liquidacio­ nes durante el período de sesenta días, o en créditos a mayor plazo que trasciendan dicho período de liqui­ dación. Se ha considerado que el establecimiento y negociación de esos créditos adicionales debe ser con­ venido entre los Bancos Centrales respectivos. En relación con las ideas antes comentadas acer­ ca de la compatibilidad de un Acuerdo como el suscrito con una maj^or flexibilidad para operar por parte de los bancos comerciales, el Acuerdo estipula textual­ mente que “los Bancos Centrales signatarios propi­ ciarán en lo posible el incremento de las relaciones fi­ nancieras entre los bancos comerciales de la región, A tal efecto podrán utilizar los créditos que se otor­ garen para estimular la apertura de líneas de crédito entre los bancos comerciales. Las transferencias de los saldos resultantes de los acuerdos de crédito recí­ procos que celebraren los bancos comerciales podrán ser cursadas a través del sistema.” En realidad, mediante el sistema adoptado, las autoridades monetarias están creando dispositivos que satisfacen los sucesivos requerimientos de la banca comercial. La Compensación Multilateral de los Saldos. En el mecanismo elaborado por el Grupo de Ex­ pertos, la compensación multilateral de los saldos se realizaba a través de transferencias finales que se hacían directamente los Bancos Centrales luego de recibida la información del Agente. Este tipo de me­ canismo operativo fue perfeccionado por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios cuyas proposiciones finales fueron aceptadas por el Consejo. En el mecanismo ideado por el Grupo de Exper­ tos, el Agente recibía la información de los saldos por parte de cada Banco Central. Una vez concentrada esa información, realizaba la compensación multilate­ ral e informaba a los Bancos Centrales con saldos deu­ dores netos la cuantía de sus débitos y a qué Bancos Centrales debían destinarse sus pagos. Como de acuer­ do con este procedimiento era posible que un Banco Central se convirtiera en deudor de otro u otros Ban­ cos Centrales por un monto mayor al crédito que re­ cíprocamente hubiera convenido con cada uno de ellos, se distinguía entre compensaciones automáticas y compensaciones voluntarias. Las primeras las hacía de oficio el Agente y eran aquellas en virtud de las cuales ningún Banco Central se convertía en acreedor de otro u otros Bancos Centrales por una suma ma­ yor que el crédito que hubiera otorgado a cada uno de ellos. Para las segundas, que consistían en la com­ pensación multilateral total, el Agente debía requerir el consentimiento de los Bancos Centrales acreedores cuando adquirieran derechos sobre otro Banco Cen­ tral por encima del crédito convenido. Otro inconveniente que presentaba el proyecto del Grupo de Expertos en este aspecto era el derivado de las complicaciones que creaba una eventual mora en los pagos por parte de uno de los Bancos Centrales deudores. Se comprenderá que como las transferencias se hacían directamente entre Bancos Centrales, al no pagar o al demorar un pago uno de los participantes, mientras los demás hubieren realizado las transferen­ cias correspondientes, la restitución de obligaciones y derechos entre los Bancos Centrales, luego de eli­ minar de la compensación al Banco Central moroso, concluía en un complicado mecanismo de nuevas trans­ ferencias entre los Bancos Centrales. Con el propósito de superar este tipo de eventuales dificultades, la Comisión Asesora de Asuntos Mone­ tarios consideró que sería más práctico que los Ban­ cos Centrales, cuyas cuentas con el conjunto arroja­ ran saldos deudores netos, transfirieran las sumas co­ rrespondientes al Agente, para que éste, una vez ob­ tenidas las transferencias totales de los débitos del bimestre, procediera a acreditarlas en favor de los acreedores. Se evitaba de este modo el procedimiento de la consulta previa y la distinción entre compensa­ ciones automáticas y compensaciones voluntarias. En el ejemplo hipotético del Cuadro A se ha volcado una matriz que contiene los saldos entre pares de Bancos Centrales al final de un período y los sal­ dos netos totales de cada Banco Central luego de reali­ zada la compensación multilateral. A A B C D E B 4-2.5 h0,7 -0.5 hO.5 __ — 2.5 — 1.8 — 1.2 -1-0.5 — CUADRO C + 1.8 — 0.7 + 0.8 + 2.0 — A D + 1.2 — 0.5 — 0.8 + 1.0 ____ E — 0.5 — 0.5 — 2.0 — 1.0 — NETO + 5.0 — 4.2 — 3.9 — 0.9 + 4,0 Como los saldos netos totales deben igualarse, se comprenderá que el Agente, al recibir aviso del Ban­ co Corresponsal de que han sido realizadas todas las transferencias, sólo tendrá que ordenar a dicho Banco la acreditación correspondiente en favor de los Ban­ cos Centrales acreedores. En la eventualidad de que algún deudor neto no pague, el Agente realiza de oficio una nueva compen­ sación excluyendo de la misma los saldos del Banco Central moroso. La ventaja mayor de este procedi­ miento consiste en que en el caso de que alguno o al­ gunos Bancos Centrales no hayan pagado, el Agente no ordenará la acreditación en favor de los Bancos Centrales acreedores, evitándose de este modo el meca­ nismo de ajuste que resultaría si las transferencias se hicieran directamente entre los propios Bancos Centrales. En el Cuadro B se aprecia el resultado de la nue­ va compensación en una situación en que el Banco Central C no hubiere transferido puntualmente al Banco Corresponsal su saldo deudor neto. A A B D E _ _ — 2.5 — 1.2 + 0.5 CUADRO B B D + 2.5 + 1.2 — 0.5 + 0.5 + 0.5 + 1.0 — E — 0.5 — 0.5 — 1.0 — NETO + 3.2 — 3.5 — 1.7 + 2.0 Por supuesto que en esta hipótesis o en cualquie­ ra en que un Banco Central deudor neto no pagara sus saldos globales en el plazo estipulado, los saldos que arrojen las cuentas de dicho Banco con los otros Bancos Centrales se pagarán o se cobrarán, según sea el caso, entre ellos mismos. Banco Agente y Banco Corresponsal Comiin. Se desprende de lo anterior que las funciones del Banco Agente han sido ampliadas respecto de las que le asignaba el proyecto del Grupo de Expertos. En el mismo, el Banco Agente recibía la información co­ rrespondiente a los débitos de cada Banco Central, establecía el saldo neto del bimestre para cada parti­ cipante, requería de los mismos el asentimiento para realizar las compensaciones voluntarias y posterior­ mente comunicaba a cada participante su saldo neto bimestral, ordenando a aquellos que tuvieran un saldo neto negativo las transferencias correspondientes. Co­ mo ya se dijo, dichas transferencias se hacían direc­ tamente entre los Bancos Centrales. En cambio, ahora, según el procedimiento que contempla el sistema apro­ bado, el Banco Agente recibe en el Banco correspon­ sal Común, a su orden, las transferencias realizadas por los Bancos Centrales con saldos deudores netos. Una vez que recibe aviso del Banco Corresponsal Co­ mún que le han sido acreditadas las sumas correspon­ dientes al total de saldos deudores netos, sólo tendrá que ordenarle a dicho Banco que acredite esa suma a los Bancos Centrales con saldos acreedores netos, según la cuantía de su crédito. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York ha sido designado Banco Corresponsal Común y se le ha encomendado al Banco Central de la Reserva del Perú —^designado Banco Agente— que convenga con aquél los arreglos correspondientes. Consideraciones finales. El sistema aprobado merece destacarse como una formulación prudente, que permitirá iniciar el pro­ ceso de integración financiera de la región sobre ba­ ses firmes. Durante muchos años se han elaborado y discutido en la región fórmulas tendientes a aliviar o resolver el llamado problema de los pagos. Varias causas, entre ellas las características disímiles de las estructuras de cambio y de comercio exterior de cada uno de los países y cierta renuencia por parte de los Bancos Centrales a iniciar un programa de coopera­ ción financiera en la medida en que les exigía el ajuste o corrección de dichas estructuras, no permitieron que los intensos esfuerzos realizados en este campo se plasmaran en la realidad. El Acuerdo entre Bancos Centrales de los países de la ALALC no exige la creación de ningún nuevo organismo ni de una burocrácia adicional para su co­ rrecto funcionamiento. En la medida en que el mismo demuestre su eficacia, podrán irse realizando los ajustes o perfeccionamientos necesarios para lograr su mayor utilidad sin grandes perturbaciones. Esta idea se ha expuesto en los considerandos del Acuerdo aprobado, cuando sostiene que se entiende este meca­ nismo como un tránsito hacia formas más estrechas de cooperación. Este Acuerdo de Bancos Centrales proporcionará indudablemente a la región una liquidez adicional a la que se dispone en la actualidad para financiar las transacciones de comercio exterior. Se ha dicho, y con razón, que en la medida en que los países del área co­ miencen a realizar compensaciones, se reducirán cier­ tas dispersiones de saldos que con el sistema actual es imposible evitar. Quiere decir que con el mismo volu­ men de reservas y créditos externos disponibles actual­ mente, los países, en la medida en que realicen com­ pensaciones de pagos y de saldos, podrán financiar un volumen mayor de operaciones de comercio exterior Del mismo modo es claro que se producirá un traslado de divisas del exterior —que se pagan actual­ mente en concepto de comisiones e intereses— hacia él interior de la región. Merece también destacarse la posibilidad abierta a los banqueros comerciales de participar de una ma­ nera más activa en las tareas de promoción de las operaciones de comercio intrazonal. El sistema apro­ bado otorga las garantías, reiteradamente demanda­ das por la banca comercial, para las operaciones que se cursen a través del mismo y permite la apertura de líneas de crédito entre los propios bancos comer­ ciales garantizando la convertibilidad y transferibili­ dad de los saldos de dichas cuentas, que en este caso se transferirán a través del sistema. Algunas de las críticas que ya se han formulado al Acuerdo aprobado por el Consejo de Política Finan­ ciera y Monetaria, apuntan al hecho de que es posible que los Bancos Centrales se concedan entre sí créditos extraordinarios de volumen significativamente mayor que las líneas de crédito ordinario. Se dice que en esta circunstancia podría darse la eventualidad de que fueran a la compensación multilateral los saldos 1 Esta idea ha sido ya expresada por Fierre Uri, ‘‘Los pro­ blemas de una unión de pagos para América Latina’^ Suple­ mento del Boletín Quincenal del CEMLA, n9 10; y demostra­ da por Emilio lannella en ‘‘La Complementación Bancaria en América Latina^', documento presentada a la Reunión de Banca Comercial de los países de la ALALC. menores, ya que el volumen mayor se pagaría directa­ mente entre los Bancos Centrales. Evidentemente, considerada esta cuestión desde un punto de vista pragmático, no parece revestir ma­ yor importancia. En efecto, cuesta mucho suponer que los Bancos Centrales que crean un mecanismo de compensación multilateral de saldos porque lo consi­ deran técnicamente viable y económicamente eficaz vulneren ellos mismos sus propósitos, al alterar la com­ posición relativa de sus créditos ordinarios y sus cré­ ditos adicionales de carácter extraordinario. Por otra parte, no se advierte con claridad cuál sería el pro­ pósito de los Bancos Centrales para proceder de este modo. Otra de las críticas considera que el volumen de los créditos recíprocos debiera haberse fijado sobre bases homogéneas, por ejemplo, como un porcentaje de las importaciones en un período determinado. Se­ gún esta tesis, se evitaría el peligra que la fijación arbitraria de los swing trae aparejada de estimular importaciones de países con los cuales se disponga de un crédito mayor. Cabe afirmar, en primer lugar, que no existen fórmulas técnicas perfectas para determinar el volu­ men de los sv^ing. En primer lugar existe en casi todos los países un desajuste entre las cifras de co­ mercio de un período determinado y el movimiento comercial efectivamente realizado en dicho período. Luego, no todo el comercio se financia a los. mismos plazos ni posee las mismas características. Existen mercaderías que se financian a la vista y existen mer­ caderías que se financian habitualmente a plazo. Ade­ más, existe un comercio estacional en la Zona, que posee bastante relevancia y que podría alterar, jun­ tamente con la cuestión antes mencionada de los plazos de pago de las distintas mercaderías, cualquier base que se tome como pauta para fijar colectivamente el volumen de los créditos recíprocos. Una tercera crítica se relaciona con el ámbito de validez territorial del sistema. Hay quienes sostienen que la circunstancia de que algunos países no se en­ cuentran todavía en condiciones de incorporarse al Tratado de Montevideo, no debiera ser obstáculo para que participen de esta iniciación del proceso de coo­ peración entre los Bancos Centrales de la ALALC. Se argumenta que no existen razones técnicas ni econó­ micas que impidan que países no adheridos al Tratado de Montevideo firmen acuerdos de crédito recíprocos con los países de la ALALC y participen del mecanis­ mo de la compensación multilateral. La idea ha sido recogida por los Representantes de los Bancos Centra­ les que integran el Consejo de Política Financiera y Monetaria, que han solicitado del Comité Ejecutivo Permanente —según consta en el Informe Final— ‘‘el examen de los procedimientos para que Bancos Centrales de países latinoamericanos que no forman parte del Tratado de Montevideo puedan adherir al Acuerdo suscrito’’. No parece de más insistir que la característica fundamental del Acuerdo aprobado consiste en su gran flexibilidad, sin la cual probablemente no hu­ biera sido posible firmar otro compromiso. A medida que se vayan concertando acuerdos entre Bancos Cen­ trales y que se tenga una experiencia sobre el funcio­ namiento del mecanismo de compensación de saldos, se podrá ir advirtiendo sobre la marcha la necesidad de realizar ajustes y de corregir deficiencias. Del mis­ mo modo, resultará mucho más fácil incorporar nue­ vos elementos que permitirán avanzar hacia una coo­ peración más intensa. ACUERDO ENTRE LOS BANCOS CENTRALES DE LOS PAÍSES MIEMBROS DE LA ALALC El Banco Central dela República Argentina El Banco Central dela República de Brasil El Banco de la República de Colombia El Banco Central de Chile El Banco Central del Ecuador El Banco de México, S. A. El Banco Central del Paraguay El Banco Central de Reserva del Perú y El Banco de la República Oriental del Uruguay CONSIDERANDO Que la estabilidad monetaria y el mecanismo mul­ tilateral de pagos en monedas convertibles y libremen­ te transferibles constituyen eficaz medio para incre­ mentar el comercio y las transacciones ; Que deben hacer los mayores esfuerzos para con­ trarrestar las presiones inflacionarias y corregir los desequilibrios de sus balanzas de pagos; Que deben también procurar dentro de lo posible eliminar las restricciones, prohibiciones y recargos de índole monetaria y financiera que entorpecen el inter­ cambio dentro del área; Que estos esfuerzos permitirán acentuar las rela­ ciones entre las instituciones financieras privadas de la Zona y facilitar el otorgamiento de líneas de crédito recíprocas entre ellas; Que es imprescindible iniciar de inmediato una formal cooperación multilateral entre los bancos de la región para llegar en etapas sucesivas a la integra­ ción financiera y monetaria mediante la formación de organismos financieros que establezcan una coope­ ración más avanzada, tales como una cámara de com­ pensación y un fondo de garantía; Que mientras se adoptan las medidas correspon­ dientes y se dictan por los organismos competentes las disposiciones legales que permitan organizar formas más elaboradas de cooperación financiera y monetaria es indispensable establecer condiciones o bases inicia­ les que, al mismo tiempo que preparen el camino para lograr tales avances, signifiquen un progreso impor­ tante en este campo, y Que como resultado de todo lo expuesto anterior­ mente es necesario iniciar la cooperación en el orden monetario y financiero mediante el establecimiento de un mecanismo de compensación multilateral y de créditos recíprocos entre los Bancos Centrales de los países miembros de la ALALC que estimule las rela­ ciones financieras, incremente la expansión de su co­ mercio recíproco y sistematice las consultas mutuas en materias monetarias, cambiarias y de pagos: ACUERDAN: Crear entre los Bancos Centrales de la ALALC un mecanismo de compensación multilateral y créditos recíprocos, en monedas convertibles, conforme a las siguientes bases operativas: A r tíc u lo 1. — Cada par de Bancos Centrales con­ vendrá el establecimiento de líneas ordinarias de cré­ dito recíproco en dólares de los Estados Unidos de América, con lím ites m áximos que se consignarán en los acuerdos respectivos. Preferentemente, por dichos créditos no se cobrarán intereses. A r tíc u lo 2. — Los saldos correspondientes a las líneas ordinarias de crédito, en todo el sistema, serán liquidados por bimestres vencidos en la forma y plazos que establece el Reglamento. A rtículo 3. — Los saldos que arrojen las cuentas al final de cada período de liquidación se compensa­ rán multilateralmente según el procedimiento que se establece en el Reglamento. A r tíc u lo 4. — Sin perjuicio de lo estipulado en el artículo 2, cualquier exceso sobre el límite del cré­ dito ordinario en el monto de las obligaciones que hu­ biere asumido el Banco Central deudor será pagado por éste, de inmediato, mediante transferencia cablegráfica. A r tíc u lo 5. — Como complemento de las líneas ordinarias de crédito a que se hace referencia en el artículo 1, los Bancos Centrales podrán negociar mu­ tuamente créditos recíprocos adicionales extraordina­ rios, en dólares de los Estados Unidos de América. A rtículo 6. — Los créditos adicionales extraor­ dinarios se liquidarán conforme lo estipulen mutua­ mente los Bancos Centrales que los hayan negociado. A r tíc u lo 7. — Los Bancos Centrales se compro­ meten a garantizar la convertibilidad de las divisas destinadas a cancelar pagos que se canalicen a través del sistema, cuando sean ya exigibles y se hallen cu­ biertos por el obligado en moneda local. A r tíc u lo 8. — Para los pagos que resulten de las liquidaciones a que se refieren los artículos 2, 4, 5 y 6, se utilizarán dólares de los Estados Unidos de América. A r tíc u lo 9. — La canalización de los pagos a través de este sistema es voluntaria. Por tanto, este acuerdo no interferirá con las prácticas de pagos y transferencias que existen en cada país de la zona. A r tíc u lo 10. — Los Bancos Centrales signatarios propiciarán en lo posible el incremento de las relacio­ nes financieras entre los bancos comerciales de la región. A tal efecto, podrán utilizar los créditos que se otorguen para estimular la apertura de líneas de crédito entre los bancos comerciales. Las transferencias de los saldos resultantes de los acuerdos de crédito recíproco que celebraren los bancos comerciales podrán ser cursadas a través del sistema. A r tíc u lo 11. — Los Bancos Centrales signatarios procederán a designar de entre ellos a aquel que ofi­ ciará de Agente del sistema. El Banco Agente se en­ cargará de concentrar la información que le suminis­ tren los Bancos Centrales y establecerá y comunicará las posiciones a compensar. A r tíc u lo 12. — La mecánica operativa entre los bancos comerciales y su respectivo Banco Central se^ regirá por las disposiciones internas de cada país y deberá ser comunicada a cada Banco Central signa­ tario a través del Agente. A r tíc u lo 1 3 . Los Representantes de los Ban­ cos Centrales signatarios de este Acuerdo se reunirán periódicamente con el objeto de examinar el desarrollo del mismo, realizar los ajustes que correspondan y establecer bases que permitan crear lo antes posible una Cámara de Compensación y un Fondo de Ga­ rantía. A r tíc u lo 14. — El presente acuerdo tendrá vi­ gencia efectiva para cada Banco Central a partir de la fecha en que comunique al Banco Agente haber com­ pletado los trámites requeridos por su ordenamiento legal y administrativo. En virtud de lo cual, los representantes de los Ban­ cos Centrales proceden a suscribir el presente Acuer­ do en ocasión de la Segunda Reunión del Consejo de Política Financiera y Monetaria realizada en la ciu­ dad de México a los veintidós días del mes de setiem­ bre de mil novecientos sesenta y cinco. REGLAMENTO DEL SISTEMA DE COMPENSACIÓN MULTILATERAL DE SALDOS ENTRE BANCOS CENTRALES DE LOS PAÍSES DE LA ALALC El presente Reglamento tiene por objeto esta­ blecer las normas que aseguren el funcionamiento del sistema de compensación multilateral de saldos establecido en el Acuerdo entre Bancos Centrales de los países miembros de la ALALC, en adelante el Acuerdo. I. — DISPOSICIONES GENERALES A partado 1. — El propósito de la compensación es reducir a un mínimo las transferencias de saildos entre los Bancos Centrales participantes en el Acuer­ do, consolidando periódicamente débitos y créditos y estableciendo un saldo neto para cada Banco Cen­ tral. A partado 2. — Los saldos a que se hace referen­ cia en primer término en el apartado anterior son aquellos que resulten, al final de los períodos de liqui­ dación, de las líneas ordinarias de crédito convenidas entre pares de Bancos Centrales. A partado 3. — Los Bancos Centrales que suscri­ ban acuerdos recíprocos de créditos enviarán un ejem- piar de cada uno de esos acuerdos al Agente, quien los pondrá en conocimiento de los restantes Bancos Cen­ trales. A partado 4. — A más tardar, dentro de las 48 horas siguientes el último día hábil de los meses de febrero, abril, junio, agosto, octubre y diciembre de cada año, cada Banco Central informará cablegráficamente al Agente el total de los débitos que corres­ pondan a pagos efectivamente realizados y registra­ dos. Los Bancos Centrales deberán enviar dicha información hayan o no registrado movimiento du­ rante el período respectivo. A partado 5. — El Agente determinará los saldos entre pares de Bancos Centrales tomando en cuenta el monto total de los débitos a que se refiere el apar­ tado anterior. A partado 6. — Durante el segundo mes de cada período de liquidación, cada Banco Central enviará al Agente y a los demás Bancos Centrales una infor­ mación semanal sobre el estado de sus débitos. A partado 7. — Para los efectos de la compensa­ ción multilateral que establece el artículo 3 del acuer­ do, el Agente determinará los saldos netos de cada Banco Central frente al conjunto de los demás, to­ mando como base los saldos que resulten conforme al apartado 5 de este Reglamento. A partado 8. — El Agente, el día hábil siguiente al vencimiento del plazo establecido en el apartado 4 de este Reglamento informará a cada uno de los Bancos Centrales los saldos netos a que hace referen­ cia el apartado anterior. El Banco o Bancos Centra­ les que resulten con saldo deudor neto deberán situar, a la orden del Agente, en el Banco Corresponsal Co­ mún que se designe por mutuo acuerdo, el importe to- tal de este saldo deudor, mediante transferencia cablegráfica. A partado 9. — Una vez que el Agente haya re­ cibido aviso del Banco Corresponsal Común sobre las transferencias de fondos efectuada por el Banco o Bancos Centrales deudores, procederá de inmediato a ordenar a aquél la transferencia de los importes correspondientes a los saldos favorables netos del Banco o Bancos Centrales acredores. A partado 10. — Todos los pagos derivados de las compensaciones finales a que se refiere el presente Reglamento se realizarán en dólares de los Estados Unidos de América. A partado 11. — Los gastos en que incurra el Agente en el cumplimiento de sus funciones se dis­ tribuirán por partes iguales entre los Bancos Centra­ les que participen de la compensación. II. — DISPOSICIONES ESPECIALES A partado 12. — En la eventualidad de que el Agente no reciba la información correspondiente de alguno o algunos Bancos Centrales durante las pri­ meras 24 horas del plazo estipulado en el apartado 4 de este Reglamento, realizará los reclamos respecti­ vos. Si de todos modos no recibiera dicha información durante las segundas 24 horas siguientes, procederá a excluir de la compensación multilateral del período respectivo al Banco o Bancos Centrales de cuya infor­ mación no se disponga. Estos Bancos Centrales exclui­ dos de la compensación pagarán o cobrarán sus saldos, según corresponda, a cada uno de los demás Bancos Centrales y darán aviso al Agente. A partado 13. — En la eventualidad de que algu­ nos Bancos Centrales no transfirieran al Agente dentro de las 24 horas siguientes a la fecha de la comunica­ ción de que trata el apartado 9, sus saldos deudores ne­ tos, el Agente procederá a reintegrar al o a los Bancos Centrales que le hubieren hecho las transferencias, las sumas que recibió de ellos. Simultáneamente, infor­ mará a los Bancos Centrales la anulación de la com­ pensación y del cálculo de saldos netos resultantes. Comunicará además cuál o cuáles Bancos Centrales no han realizado la transferencia de sus saldos deudo­ res netos, a los efectos de que los saldos bilaterales entre estos últimos Bancos Centrales y los restantes se paguen o se cobren directamente entre ellos. A partado 14.— El Agente después de ejecutar lo estipulado en el apartado anterior, procederá de inmediato a realizar la nueva compensación, eliminan­ do de la misma al o a los Bancos Centrales que no hubieren efectuado las transferencias correspondien­ tes. Establecidos los nuevos saldos deudores netos, se seguirá el procedimiento previsto en los apartados 9 y 10 de este Reglamento. Por el Banco Central de la República Argentina: Félix G. Elizalde. Por el Banco Central de la República de Brasil; Denio Ch. Nogueira. Por el Banco de la República de Colombia: Eduar­ do Arias Robledo. Por el Banco Central de Chile; Carlos Massad. Por el Banco Central del Ecuador: Guillermo Pé­ rez Chiriboga. Por el Banco de México, S.A.: Rodrigo Gómez. Por el Banco Central del Paraguay: César Romeo Acosta. Por el Banco Central de Reserva del Perú: A l­ fredo C. Ferreyros. Por el Banco de la República Oriental del Uru­ guay : Jorge Puchet. APÉNDICE REUNIONES REALIZADAS EN EL ÁMBITO DE LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE LIBRE COMER­ CIO QUE SE VINCULAN CON LA CUESTIÓN DE LOS PAGOS Y CRÉDITOS CONFERENCIA DE LAS PARTES CONTRATANTES Segundo Período de Sesiones, México, noviembre de 1962. R e so lu c ió n 57. — A través de la misma se en­ comienda al Comité Ejecutivo Permanente la convoca­ toria de una Reunión de Representantes de los Bancos Centrales y de expertos en asuntos monetarios con el objeto de encarar la solución de los problemas finan­ cieros dentro de la Zona. Se sugiere, además, que en dicha reunión los trabajos se realicen en dos etapas: primero, examinando el proyecto del programa para el financiamiento a plazo medio de las exportaciones elaborado por el BID; y segundo, considerando pro­ blemas operacionales y de política cambiaría. Se re­ comienda, además, al Comité Ejecutivo Permanente que adopte las medidas necesarias para reunir a los representantes de la banca comercial de la región. Documentación de esta reunión: Publicación ALALC, Serie Instrumentos, tomo 1. p r im e r a r e u n ió n po l ít ic a co m er c ia l y DE BANCOS CENTRALES O SIMILARES Bogotá, abril de 1963. Acuerdo 3, — Se recomienda al Comité Eje­ cutivo Permanente la preparación y convocatoria a la brevedad de una reunión de representantes de Ban­ cos Centrales y de la banca comercial de los países de la ALALC, a fin de que estudien y aconsejen el uso de fórmulas de complementación bancaria regional. Sugiere algunos temas que debieran ser incluidos en dicha convocatoria y finalmente recomienda la creación de una Comisión Asesora de Asuntos Mone­ tarios. Acuerdo i, — Expresa su satisfacción por la calidad técnica del proyecto elaborado por el BID so­ bre financiamiento de las exportaciones y recomienda al Comité Ejecutivo Permanente que haga presente a dicha institución que considera indispensable el esta­ blecimiento en forma perentoria de un sistema de fi­ nanciamiento de las exportaciones. Documentación de dicha reunión: Publicación de la ALALC, Serie Documentos, tomo 1. PRIMERA REUNIÓN DE LA COMISIÓN ASESORA DE ASUNTOS MONETARIOS Montevideo, mayo de 1964. Documento ALALC/ CAM/I/Informe/Rev. 1. En esta reunión se examinó el tema de las re­ laciones de la banca comercial y al respecto se insis­ tió en la necesidad de realizar perentoriamente una reunión de banqueros de la región. Se examinaron los beneficios que ejercería sobre el proceso de integra­ ción una participación más intensa de la banca comer­ cial. Documentación de dicha reunión: ALALC/CAM/I/di 2 - Armonización de los tratamien­ tos aplicados a las inversiones privadas extranje­ ras en los países de la Asociación Latinoamerica­ na de Libre Comercio. ALALC/CAM/I/di 3 - El financiamiento del comercio entre los países de la ALALC. ALALC/CAM/I/di 4 - Mecanismos de consulta entre los Bancos Centrales de los países de la ALALC. ALALC/CAM/I/di 5 - Influencia de los tipos de cam­ bio en las corrientes comerciales entre los países de la ALALC. REUNIÓN DE LA COMISIÓN ESPECIAL CREADA POR LA RESOLUCIÓN 75 (III) DE LA CONFERENCIA Informe a la Conferencia de las Partes Contra­ tantes en su Cuarto Período de Sesiones Ordinarias. Luego de examinar el tema del financiamiento del comercio intrazonal, estima urgente la necesidad de crear un sistema de créditos. Se afirma, además, que si los Bancos Centrales de los países de la ALALC logran entendimientos directos a través de relaciones de corresponsalía y líneas de créditos, se habrá dado un paso importante a favor de una mayor eficacia del sistema de pagos vigente. Finalmente, se acepta la conveniencia de crear un organismo de colaboración y consulta de los Bancos Centrales al más alto nivel posible. Documentación de esta reunión: ALALC/CE/I/Informe. CONFERENCIA DE LAS PARTES CONTRATANTES Cuarto Período Ordinario de Sesiones. Bogotá, diciem bre 1964. Resolución 101, — Se crea con carácter perma­ nente el Consejo de Política Financiera y Monetaria integrado por los presidentes, gerentes o directores generales, según corresponda, de los Bancos Centrales de las Partes Contratantes. Establece los cometidos del Consejo y faculta al Comité Ejecutivo Permanente a reglamentar las acti­ vidades de la Comisión Asesora de Asuntos Moneta­ rios, de tal manera que pueda prestar asistencia al Consejo realizando los estudios técnicos y elaborando la documentación básica necesaria para sus reuniones. Documentación de esta reunión': Publicación de la ALALC, RESOLUCIONES Conferencia III, II-E y IV. Comité Ejecutivo Perma­ nente. Anexo. PRIMERA REUNIÓN DE LA BANCA COMERCIAL Montevideo, marzo de 1965. Documento: ALALC/ BC/I/Informe Final. En esta reunión se acuerda sugerir a las autori­ dades monetarias de las Partes Contratantes la concertación de un convenio de garantías sobre riesgos de inconvertibilidad e intransferibilidad. Además, se manifiesta acuerdo acerca de las ba­ ses generales que debieran servir de base para un programa de complementación bancaria intrazonal. Dichas bases parten de acuerdos entre bancos comer­ ciales con establecimiento de líneas recíprocas de cré­ ditos y culminan en la compensación multilateral de saldos entre los Bancos Centrales. Documentación de dicha reunión: CEP/di 81 - La complementación bancaria en Amé­ rica Latina, por Egiclio lannella, Subgerente Gral. del Banco Argentino de Comercio. CEP/di 87 - Primera Reunión de la Banca Comercial de los países de la ALALC. Por Mario Baratella, Gerente del Banco de Italia y Río de la Plata, Buenos Aires. CEP/di 89 - Régimen preferencial para los reembolsos de las transacciones intrazonales y creación del Banco Central de los países de la ALALC. Por Nilo Berchesi, Asesor Económico de la Asociación de Bancos del Uruguay. CEP/di 90 - Encuesta relativa a las dificultades, obs­ táculos y atrasos que se producen en el cobro de las exportaciones realizadas desde el Uruguay a los demás países miembros de la ALALC. Reali­ zada por la Asociación de Bancos del Uruguay. CEP/di 93 - Proyecto de Acuerdo de la banca comer­ cial de los países miembros de la ALALC, sobre cooperación bancaria interregional, para presen­ tarse a la Reunión de Montevideo entre el 9' y el 13 de marzo de 1965, por los delegados del Banco de América Latina de Bogotá, Colombia, Fernan­ do Gaviri y Aníbal Fernández de Soto, Director y Director-Gerente de Comercio Exterior de dicho Banco, respectivamente. CEP/di 94 - Sistema de corresponsalías en convenios bilaterales. Por José María Cascales, Subgerente General Adscripto del Banco de la Provincia de Buenos Aires. SEGUNDA REUNIÓN DE LA COMISIÓN ASESORA DE ASUNTOS MONETARIOS Montevideo, marzo de 1965. Documento: ALALC/ CAM/II/Informe Final. Esta reunión examinó las proposiciones de los banqueros comerciales y aceptó las ideas referentes a la necesidad de acordar garantías de convertibilidad y transferibilidad para los pagos del comercio intra­ zonal. Sobre la base de tal acuerdo de garantías se ex­ ponen los lineamientos generales de un sistema de compensación de pagos y se exponen los beneficios de un sistema de tal naturaleza. Documentación de esta reunión: ALALC/CAM/II/di 2 - Influencia de los tipos de cam­ bio sobre las corrientes de comercio exterior entre los países de la ALALC. ALALC/CAM/II/di 3 - Temario anotado de la Comi­ sión Asesora de Asuntos Monetarios. ALALC/CAM/II/di 4 - El financiamiento del comer­ cio entre los países de la ALALC. PRIMERA REUNIÓN DEL CONSEJO DE POLÍTICA FINANCIERA Y MONETARIA Montevideo, mayo de 1965. Documento: ALALC/ CPFM/I/Acta de Constitución. El Consejo toma conocimiento de las conclusiones de la Primera Reunión de Banca Comercial y' de la Segunda Reunión de la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios, y examina las bases expuestas en ambas reuniones destinadas a perfeccionar el sistema de pa­ gos vigente en la región, así como a intensificar las relaciones entre la banca comercial de los países del área. Sienta las ideas generales de un mecanismo de compensación, que parte del establecimiento de líneas de créditos entre los Bancos Centrales. En materia de procedimientos resuelve crear un Grupo de Expertos con el cometido de elaborar una fórmula concreta so bre el tema en cuestión que será posteriormente revi­ sada por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios. GRUPO DE EXPERTOS DE BANCOS CENTRALES CREADO POR EL CONSEJO DE POLÍTICA FINANCIERA Y MONETARIA Documento: ALALC/GE.CPFM/I/Informe. Tomando como base las orientaciones fundamen­ tales del Consejo de Política Financiera y Monetaria, el Grupo elaboró un proyecto de Acuerdo entre los Bancos Centrales de los países miembros de la ALALC y un proyecto de Reglamento. El Acuerdo consiste en la creación de un meca­ nismo de compensación multilateral de saldos, que reposa sobre líneas de créditos entre pares de Bancos Centrales. TERCERA REUNIÓN DE LA COMISIÓN ASESORA DE ASUNTOS MONETARIOS Montevideo, junio de 1965. Documento ALALC/ CAM/III/Informe Final. Se revisan los proyectos de Acuerdo y Regla­ mento elaborados por el Grupo de Expertos, corrigién­ dose fundamentalmente el dispositivo de transferen­ cias finales de los saldos de la compensación. Se examina previamente un proyecto de convenio para establecer una cámara de compensación presen­ tado por el Banco Central de Chile. SEGUNDA REUNIÓN DE POLÍTICA FINANCIERA Y MONETARIA México, setiembre de 1965. Documento: ALALC/CPFM/II/Informe Final. El Consejo examinó los proyectos de Acuerdo y Reglamento tal cual surgen de los exámenes y perfec­ cionamientos realizados por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios. Dichos documentos, con algunas pequeñas modificaciones, son suscriptos por los Re­ presentantes de los Bancos Centrales. A cuerdo sobre compensación multilateral de saldos (en ALALC), véase Pagos y créditos —en la ALALC— Acuerdo. A g e n t e , véase Banco agente. A la lc . la — Comisión Asesora de Asuntos Monetarios. -------reuniones. •----------- 1, Montevideo, 1964: 68. ------------2, Montevideo, 1965, 38,71. ------------3, Montevideo, 1965, 41, 43, 45, 73. — Consejo de Política Financiera y Monetaria. — — creación, constitución y objetivos, 38. ------- reuniones. ------------1, Montevideo, 1965: 38, 72. ------------2, México, 1965, 43: 45, 59, 73. B a la n za de p ag o s. — corrección de desequilibrios, 55. B anco. — Agente (Ac., art. 11), 50, 58. ------- Banco Central de la Reserva del Perú, 50. ------- gastos (Regí, ap. 11), 63. — Corresponsal común, 50. ------- Banco de la Reserva Federal de Nueva York, 50. B ancos. — centrales. ------- acuerdo sobre compensación multilateral de saldos, véase Pagos y créditos —en la ALALC—. Acuerdo. ------- reuniones periódicas de sus representantes para exa­ minar el desarrolla del Acuerdo, realizar ajustes y establecer las bases para crear una Cámara de Com­ pensación y un Fondo de Garantía (Ac., art. 13), 58. B an co s (c o n t.) — comerciales. ------- mecánica operativa con sus respectivos Bancos centra­ les (Ac. art. 12), 58. C á m a ra de compensación, 56. — con créditos, 22. ------- elementos adicionales al perfeccionamiento técnico del sistema de pagos, 22. ------------crédito adicional, 23. ------------créditos entre cada país y la cámara, 22. ------------ensanche del campo y la compensación, 23. ------------fijación de un plazo para liquidación, 22. ------------importancia de los créditos en relación con el co­ mercio y la balanza de pagos a corto plazo, 22. ------------saldos netos deudores y acreedores, 23. ------- obligatoria, 23. ------- que financie total o parcialmente los déficit de cada país, 24. ------- voluntaria, 23, 24. ------------desajustes de saldos, 24. — diferencia con una Unión de pagos, 20. — establecimiento de bases para su creación (Ac., art. 13), 58. — inconvenientes para su establecimiento inmediato en la ALALC, 19, 44. — sin créditos, 20. ------- obligatoria, 21. ------------críticas, 21, 22. ------- voluntaria, 21. CÁMARAS de co m p en sació n con créd ito s o sin ellos, 20. Cepa l. — Comité de Comercio. ------- Reunión 1, Santiago, 1956. ------------conveniencia que en los convenios bilaterales de pagos los países se comprometieran a cotizar en paridad las monedas de cuenta con las de libre convertibilidad y que en su comercio los precios no superaran los del mercado internacional, 12. — período de sesiones. 7, La Paz, 1957. ------- manifestación de adopción del convenio tipo lara los convenios bilaterales, 13. ------- reconocimiento que la multilateralización depagos en­ sancharía al comercio, 13. — presentación de dos fórmulas alternativas de créditos, 15. créditos a 'p o sterio r15. ------- créditos preventivos, 15. C e pa l (co n t.) — principio de reciprocidad de créditos, 24. — solicitu d p a ra e s tu d ia r p ro b lem as de p ag o s, 14. C obertu ra s . — siste m a p re fe re n c ia l, 40. C o m er cio . — en la a la lc . ---------alte ra c ió n de c o rrie n te s n a tu ra le s , 16. ---------b en eficios sim ila re s que se o to rg a n y recib en , 24. ---------eq u ilib rio ca si a u to m átic o , 25. ---------m e d ia n te p re fe re n c ia s a d u a n e ra s , 13. ---------redu cció n del v olum en p o r esta b lec im ie n to de co n v e r­ tib ilid a d p len a, 14. C om ercio la tin o am e ric an o . — au m en to p o r escasez de d ó lare s y S e g u n d a G u e rra M u n ­ d ial, 11. — en d iv isas co n v ertib les, 11. — in crem en to , 55. ---------p ro b lem as de p ag os, 9. — m e d ia n te p re fe re n c ia s a d u a n e ra s , 13. C o m p e n sa c ió n m u ltila te ra l • saldos. — acu erd o s e n tre b an co s c e n tra le s de la ALALC, v éa se P ag o s y créd ito s — en la ala lc — . A cu erd o . . . — b en eficios, 19. ---------en ce le rid ad de tra n s fe re n c ia s , 19. ---------en costos, 19. ---------en fa cilid ad es cre d itic ia s, 20. ---------en liquidez, 19. — exclusión de b an co s c e n tra le s q ue no e n v ía n in fo rm a ció n tr im e s tra l (R egí., ap . 1 2 ), 63. — n u e v a co m pensación (R eg í., ap . 1 4 ), 49, 64. C o m p l e m e n t a c ió n . — b a n c a ria in tra z o n a l, 35, 37. ---------av a n c e p o r e ta p a s (seg ú n C o n se jo ), 39. C o n c e s io n e s . — tim id ez en su o to rg am ie n to , 24. C o n fe r e n c ia de los g o b iern o s p a ra e s ta b le c e r u n a zona de lib re com ercio. M ontevideo, 1959. — p ag o s en d iv isas de lib re d isp o n ib ilid ad , 13. — riesg o de redu cció n d e v olum en in tra z o n a l, p o r sistem a de co n v e rtib ilid ad p len a, 14. — u tilizació n de saldos s u p e ra v ita rio s f u e r a de la zona, 13. C o n so l id a c ió n . — p erió d ic a de d ébitos y créd ito s esta b lec ien d o u n saldo n eto p a r a cad a b an co c e n tra l (R egí., ap . 1 ), 61. C o n su l t a s . — sistematización entre bancos centrales en materias mone­ tarias, cambiarias y de pagos, 56. — bilaterales. ------- convenio tipo, 12. ------- de comercio, 11. ------- de pagos, 11, 12. ------------abandono del sistema, 13, 15, 17. ------------primer paso hacia un sistema de transferibilidad multilateral de saldos, 12. C réd ito s , 24, 30, 40. — a posteriori^ 15. — automaticidad, 27. ------- críticas, 28. — como elemento impulsor del equilibrio de las corrientes comerciales, 25. — como estímulo a países deficitarios y superavitarios, 25. — criterios para su otorgamiento, 24. — críticas, 25. ------- contradicción con convertibilidad y multilateralismo, 25. ------- déficit por inadecuada conducción política, 26. ---------d ific u lta d p a r a e v a lu a r la e q u iv ale n cia e n tre concesio­ n es o to rg a d a s y re cib id a s, 27. ------- distorsiones del comercio y compras antieconómicas for­ zosas, 27. ------- fomento de corrientes artificiales de comercio, 26. ------- inmovilización de saldos en divisas, 26. — duración, 29. — origen de los fondos para créditos, 29. ^ — - aportación extrazonal, 30. ------- aportación zonal, 30. — p rev en tiv o s, 15. — reciprocidad, 24. — recíprocos adicionales extraordinarios (Ac., art. 5), 46, 57. liquidación de estos créditos (Ac., Art. 6), 57. — recíprocos ordinarios. ------- acuerdos (Regí., ap. 3), 61. ------------comunicación del Agente a los restantes bancoá cen­ trales (Regí., ap. 3), 61. ------------envío de un ejemplar al Agente (Regí., ap. 3), 61. ------- compensación multilateral de saldos (Ac., art. 3), 57. ------- establecimiento (Ac., art. 1), 57. ------- exceso sobre el límite de estos créditos (Ac., Art. 4), 46, 57. ------- facilidad en el otorgamiento de líneas de, 56. ---------in te re se s (A c., a r t. 1 ), 45, 57. ------- liquidación trimestral de saldos (Ac., art. 2), 46,57. D esgr a v a cio nes . — aceleración, 25. D iv isa s de lib re d isp o n ib ilid ad , 14. D ó la res , escasez de. — provoca aumento de transacciones comerciales recíprocas entre países latinoamericanos, 11. E stab ilid a d monetaria, 55. F in a n c ia c ió n . — — — del comercio intrazonal con monedas convertibles, 19. multilateral mediante el tratamiento conjunto del problema de p ag o s y créd ito s, 15. recíproca a través de convenios bilaterales, 15. F ondo de garantía, véase Garantía, fondo de. F ondo M o n eta rio I n t e r n a c io n a l , — solicitud para estudiar problemas de pagos, 14. G a r a n t ía . — acuerdo asegurando otorgamiento puntual de coberturas, 36, 39. — de convertibilidad y transferibilidad (Ac., art. 7), 35, 38, 52, 57. ------- de inseguridad en el otorgamiento puntual de las cober­ turas, 36, 39. — fondo de, 41, 56. ------- establecimiento de bases para su creación (Ac., art. 13, 58. G a sto s . — del Agente (Regí., ap. 11), 63. G ru po de tra b a jo de b an co s c e n tra le s. — Reunión. 1, Montevideo, 1957. ------- convenio tipo para convenios bilaterales, 12. — Reunión. 2, Río de Janeiro, 1958. ------- protocolo sobre compensación multilateral de saldos bilaterales, 13. G uerra Mundial, Segunda. — provoca aumento de transacciones comerciales recíprocas entre países latinoamericanos, 11. I n f l a c ió n . — oposición a p resio n es de, 55. I n f o r m a c ió n . — bimestral de cada banco central al Agente sobre el total de los débitos que corresponden a pagos efectivamente realizados y registrados (Regí. ap. 4), 62. ------- si no se envía (R egí., ap. 1 2 ), 63. I n fo r m a c Sió n (co n t.) — bimestral (cont.) -------si no se envía (cont.) ------------exclusión de la compensación multilateral de los bancos centrales que no responden al reclamo (Regí., ap. 12), 63. ------------reclamo del Agente a cada banco central (Regí., ap. 12), 63. — del Agente a los bancos centrales. -------comunicando cuáles bancos centrales no realizaron la transferencia de sus saldos deudores netos con el ob­ jeto de que los saldos bilaterales se paguen o cobren directamente (Regí., ap. 13), 64. ------- comunicando la anulación de la compensación y del cálculo de saldos netos resultantes (Regí., ap. 13), 64. — por el Agente a los bancos centrales de los saldos netos (Regí., ap. 8), 62. — por el Banco Corresponsal Común al Agente sobre trans­ ferencia de bancos centrales deudores (Regí., ap. 9), 63. — semanal sobre débitos de cada banco central al Agente y a los demás bancos centrales (Regí., ap. 6), 62. I n t e g r a c ió n . — económica. — — irreconciliabilidad de una zona de libre comercio o una unión aduanera con el sistema de pagos heterogé­ neo, 12. ------- multilateralización de pagos: meta deseable, 12. — financiera, 37, 44, 51, 55, 56. — monetaria, 51, 55, 56. — véase además Relaciones financieras. L iq u id a c io n e s , 40. — de créditos recíprocos extraordinarios (Ac., art. 6), 57. — de créditos recíprocos ordinarios (Ac., art. 2), 47, 56. — en dólares (Ac., art. 8), 58 (Regí., art. 10), 63. M o ned a de cuenta, 14. P a gos . — balanza de, véase Balanza de pagos. — canalización voluntaria a través del sistema del Acuerdo (Ac., art. 9), 58. — en la a la lc . ------- condiciones de un sistema (según el Consejo de Polí­ tica Financiera y Monetaria), véase Pagos y créditos —en la a la lc — condiciones ... — -— condiciones para crear un sistema, 37. ------------acuerdos de corresponsalía, 37. ------------compensación multilateral de saldos, 37. P agos (co n t.) — en la a lalc (co n t.) ------- condiciones para crear un sistema (cont.) ------------concentración de saldos, 37. ------------garantía de liquidaciones sobre bases de absoluta convertibilidad, 37. ------------registro de movimiento en dólares norteamerica­ nos, 37. ------- críticas al sistema vigente, 32. ------------ausencia de un adecuado sistema de garantías, 34. ------------de existir un sistema directo de pagos, los saldos de­ positados en el exterior podrían financiar rtansacciones con el resto del mundo, 32. ------------ de realizar compensaciones en el área, se racionali­ zarían las divisas y se aumentaría la liquidez dis­ ponible, 32. ------------no existen razones para pagar comisiones en el ex­ terior, 32. ------------papel de la banca comercial en el proceso de la integración, 33. ------------práctica triangular por falta de corresponsalías, 32. ------- instrumentos, 31. ------------cartas de crédito, 31. ------------letras o giros, 31. ------------órdenes de pago, 32. ------- mecánica, 31. ------------eliminación del bilateralismo, 31. ---------------- por intermedio de centros financieros del exte­ rior, 31. ------------por convenios bilaterales, 31. ---------------- por intermedio de bancos centrales, 31. — véase además Pagos y créditos. P agos y créd ito s. — en América Latina (en ámbito actual dela a l a l c ) , 11. ------- antes del Tratado de Montevideo, 11. ------------al comenzar la integración económica, 12. ------------después del establecimiento de los controles de cam­ bio, 11. — en la a la lc . ------- Acuerdo de Compensación Multilateral deSaldos, 9, 43, 55-59. ------------Agente del sistema: Banco Agente (Art. 11), 50, 58. ------------ajustes para su perfeccionamiento, 51, 54. ------------Banco. ---------------- Agente (Art. 11), 50, 58. ---------------------Banco Central de la Reserva del Perú, 50. ---------------- Corresponsal Común, 50. P agos y créd ito s (co n t.) — en la a la lc (co n t.) ------- Acuerdo (cont.) ------------Banco (cont.) ---------------- Corresponsal Común (cont.) ---------------------Banco de la Reserva Federal de Nueva York, 50. ------------Cámara de compensación, 56. ------------canalización voluntaria de los pagos a través de este sistema (Art. 9), 58. ------------cooperación financiera y monetaria, 51, 56. ------------correscción de desequilibrios en lasbalanzas de pa­ gos, 56. ------------créditos recíprocos. ---------------- ordinarios (Art. 1), 57. — -----------compensación multilateral de saldos (Art. 3), 57. --------------------- exceso sobre el límite (Art. 4), 46, 57. ---------------------intereses (Art. 1), 45, 57. ---------------------liquidación bimestral de los saldos (Art. 2), 46, 57. ---------------- adicionales extraordinarios (Art. 5), 46, 57. ---------------------liquidación (Art. 6), 57. ------------críticas al Acuerdo, 52-54. ---------------- ámbito de validez territorial del sistema: debe­ ría extenderse a los bancos centrales de países latinamericanos no adheridos al Tratado de Montevideo, 54. ---------------- posibilidad que los bancos centrales se concedan entre sí créditos extraordinarios de volumen sig­ nificativamente mayor que las líneas de crédito ordinario, 52. ---------------- volumen de los créditos recíprocos no fijados sobre bases homogéneas, 53. ------------eliminación de restricciones, prohibiciones y recargos de índole monetaria y financiera (que entorpecen el intercambio dentro del área), 55. ------------estabilidad monetaria, 55. ------------facilidad en el otorgamiento de líneas de crédito recíproca, 56. ------------flexibilidad del Acuerdo, 54. ------------fomento de los bancos centrales en el incremento de las relaciones financieras entre los bancos co­ merciales de la región (Art. 10), 46, 58. ---------------- utilización de los créditos otorgados para esti­ mular la apertura de líneas de crédito entre los bancos comerciales (Art. 10), 46, 52, 58. P agos y créd ito s (co n t.) — en la ALALC (co n t.) ------- Acuerdo (cont.) ------------fomento... (cont.) ---------------------transferencias de saldos de créditos recípro­ cos entre bancos comerciales cursados a tra­ vés del sistema (Art. 10), 46, 58. ------------fondo de garantía, 56. ------------garantía de convertibilidad de las divisas destinadas a cancelar pagos que se canalicen a través del sis­ tema (Art. 7), 52, 57. ------------incremento. ---------------- del comercio, 55. ---------------- de las relaciones entre instituciones financieras privadas de la zona, 56. ---------------- de las transacciones, 55. ------------integración financiera y monetaria, 51, 56. — -liquidaciones en dólares norteamericanos (Art. 8), 58. ------------mecánica operativa entre los bancos comerciales y su respectivo banco central (Art. 12), 58. -------------- no ex ig en cia de la creació n de u n o rg an ism o n uevo ni de una burocracia adicional, 51. ------------oposición a presiones inflacionarias, 55. ---------- reuniones periódicas de los representantes de los bancos centrales para examinar el desarrollo del Acuerdo, realizar ajustes y establecer bases para crear una Cámara de Compensación y un Fondo de Garantía (Art. 13), 58. ------------sistema multilateral de pagos (en monedas con­ vertibles y libremente transferibles), 55, 56. ---------- sistematización de consultas entre bancos centrales en materias monetaria, cambiaría y de pagos, 56. ------------vigencia del Acuerdo (Art. 14), 59. ------- Cámara de Compensación con créditos multilaterales. ------------inconvenientes para su establecimiento inmediato, 19, 44. ------- coexistencia de dos sistemas, 14. ..------ _ en divisas de libre disponibilidad, 14 ------------en moneda de cuenta, 14. — - condiciones de un sistema (según el Consejo de Políti­ ca Financiera y Monetaria), 39. ------------canalización de pagos de comercio intrazonal y po­ sibilidad futura por otros conceptos (fletes, pasa­ jes, primas de seguro y reaseguros), 41. ------------créditos recíprocos y créditos adicionales extraor­ dinarios, 40. ------------liquidaciones, 40. P agos y créditos (co n t. — en la a la lc (co n t.) ------- condiciones de un sistema (cont.) ------------no debe ser discriminatorio respecto de países fuera de la ALALC, 39, 41. ------------otorgamiento de facilidades crediticias recípro­ cas, 40. ------ - — posibilidad de establecer un fondo dedivisas para garantía de los créditos, 41. ------- cooperación financiera y monetaria, 51. ------------mediante etapas sccesivas hacia la integración, 44, 51, 54. ------- en divisas de libre disponibilidad, 13. ------------preferencia de comerciar fuera de la zona, 14. ------- problemas al incrementarse el comercio, 9. ------- Reglamento del Sistema de CompensaciónMultilate­ ral de Saldos y de Créditos Recíprocos, 43, 61-65. ------------aviso del Banco Corresponsal Común al Agente so­ bre transferencias de bancos centrales deudores (Ap. 9), 63. ------------consolidación periódica de débitos y créditos esta­ bleciendo un saldo neto para cada banco central (Ap. 1), 61. ------------créditos recíprocos ordinarios (Ap. 3), 61. ---------------- comunicación del Agente a los restantes bancos centrales (Ap. 3), 62. ---------------- envío de un ejemplar al Agente (Ap. 3), 61. ------------determinación. —---- ----de los saldos entre pares de bancos centrales, por el Agente (Ap. 5), 62. ---------------- de los saldos netos de cada banco central frente al conjunto, por el Agente, para los efectos de la compensación multilateral (Ap. 7), 48, 62. ------------disposiciones. ---------------- especiales (eventualidades), 63. ---------------- generales, 61. ------------eventualidades del sistema (disposiciones especia­ les), 63. ---------------- no envío de información bimestral sobre débitos, de cada banco central al Agente (Ap. 12), 63. ---------------------1) reclamo del Agente a cada banco central (Ap. 12), 63. ---------------------2) exclusión de la compensación multilateral de los bancos centrales que no responden al reclamo (Ap. 12), 63. --------------------- 3 ) bancos centrales excluidos delacompen­ sación pagan o cobran saldosa cada uno P agos y créd ito s (c o n t.) — en la alalc (co n t.) -------Acuerdo (cont.) ------------eventualidades del sistema (cont.) ---------------- no envío de información bimestral (cont.) de los demás bancos centrales y dan aviso al Agente (Ap. 12), 63. ---------------- no transferencia de los saldos deudores netos, de los bancos centrales al Agente (Ap. 13), 63. ---------------------1) reintegro del Agente a los bancos cen­ trales que hicieron transferencias, de las sumas recibidas de ellos (Ap. 13), 64. ---------------------2) información del Agente a los bancos cen­ trales de la anulación de la compensación y del cálculo de saldos netos resultantes (Ap. 13), 64. ---------------------3 ) información del Agente a los bancos cen­ trales comunicando cuáles de ellos no realizaron la transferencia de sus saldos deudores netos, con el objeto de que los saldos bilaterales se paguen o cobren di­ rectamente (Ap. 13), 64. ---------------------4) el Agente realiza la nueva compensación, eliminando los bancos centrales que no efectuaron transferencias (Ap. 14), 49, 64. ---------------------5 ) establecimiento de los nuevos saldos deu­ dores netos (Ap. 14), 64. ------------gastos del Agente, distribuidos entre los bancos centrales que participen de la compensación (Ap. 11), 63. ------------información. ---------------- bimestral de cada banco central al Agente so­ bre el total de los débitos que correspondan a pagos efectivamente realizados y registrados (Ap. 4), 62. ---------------- por el Agente a los bancos centrales de los sal­ dos netos (Ap. 8), 62. ---------------- semanal sobre sus débitos, de cada banco cen­ tral al Agente y a los demás bancos centrales (Ap. 6), 62. ------------objetivos del Reglamento (Ap. 1), 61. ------------orden del Agente al Banco Corresponsal Común para que transfiera a los bancos centrales acree­ dores los saldos favorables netos (Ap. 9), 63. ------------pagos de las compensaciones finales en dólares nor­ teamericanos (Ap. 10), 63. P agos y créd ito s (co n t.) — en la a la lc (co n t.) ------- Acuerdo (cont.) entre bancos centrales (Ap. 1), 61. ------------saldos que resultan, al final de los períodos de liqui­ dación, de las líneas ordinarias de crédito conve­ nidas entre pares de bancos centrales (Ap. 2), 61. ---------------tra n s f e re n c ia de los ban co s c e n tra le s con sald o deudor neto a la orden del Agente en el Banco Co­ rresponsal Común (Ap. 8), 62. -------reuniones realizadas, 67-7^ ------------ 1962. ALALC. Conferencia. 2, México: 67. ------------ 1963. Reunión sobre política comercial y de ban­ cos centrales o similares. 1, Bogotá: 68. ------------ 1964. 1) Reunión de la Comisión Asesora de Asun­ tos Monetarios. 1, Montevideo: 68. ---------------- 2) Reunión de la Comisión Especial creada por la Resolución 75 (III) de la Conferen­ cia. Informe de la Conferencia (IV), 69. ---------------- 3) ALALC. Conferencia. 4, Bogotá: 69. ------------ 1965. 1) Reunión de la Banca Comercial. 1, Mon­ tevideo: 34-37, 70. ---------------- 2) Reunión de la Comisión Asesora de Asun­ tos Monetarios, 2, Montevideo: 38, 71. ---------------- 3) Reunión del Consejo de Política Finan­ ciera y Monetaria, 1, Montevideo: 38, 72. ---------------- 4) Reunión del Grupo de Expertos de Bancos Centrales creado por el Consejo de Polí­ tica Financiera y Monetaria, 41, 43, 45, 73. ---------------- 5) Reuniónde la Comisión Asesora de Asun­ tos Monetarios. 3, Montevideo: 41, 43, 45, 73. ---------------- 6) Reunión del Consejo de Política Financie­ ra y Monetaria. 2, México: 43, 45, 59, 73. — — separación de la discusión con el proyecto de la zona de libre comercio, 14. ------- sistema de compensación multilateral de saldos, 47. ------------consecuencias de su aplicación, 51-52. ---------------- liquidez adicional a la región para financiar transacciones de comercio exterior, 51. ---------------- rnayor volumen de financiación de operaciones de comercio exterior, con el mismo volumen de reservas y créditos externos, 52. ---------------red u cció n a l m ín im o de tra n s fe re n c ia s de sald o s P a g o s y créditos (cont.) — en la alalc (co n t.) -------sistema de compensación multilateral de saldos (cont.) ------------consecuencia de su aplicación (cont.) ---------------- participación más activa de los bancos comer­ ciales en la promoción de las operaciones de comercio intrazonal, 52. ---------------- reducción de dispersiones de saldos, 52. ---------------- traslado de divisas del exterior al interior de la región, 52. ------------créditos recíprocos ordinarios, 45, 61. ---------------- no obligación de firmar convenios entre sí a los bancos centrales, al firmar el Acuerdo de Com­ pensación Multilateral de Saldos, 45. ------------estímulos para acudir al sistema, 45. ---------------- abaratamiento de los costos de comisiones, 45. ------------flexibilidad que da a los bancos centrales para con­ venios recíprocos, 44. ------------mecanismo elaborado por el Grupo de Expertos, 47. ---------------- compensaciones automáticas y voluntarias, 47. ------------mecanismo perfeccionado por la Comisión Asesora de Asuntos Monetarios (que rige en el Acuerdo y Reglamento), 48. ---------------- ejemplo de compensación, 48. — ------ejemplo de nueva compensación, 49. ------------ventajas para su establecimiento inmediato, 44. — véase además Créditos y además Pagos. P rograma de lib eració n com ercial. — consecuencias. ------- creación de corrientes adicionales de comercio, 14. ------- desequilibrios transitorios en la balanza de pagos, 14. — limitaciones. ------- por falta de créditos para financiar saldos deficitarios, 19, 24. R eg la m en to — del sistema de compensación multilateral de saldos y de créditos recíprocos, véase Pagos y créditos —en la ALALC— . Reglamento . .. R e l a c io n e s fin a n c ie ra s . — incremento entre los bancos comerciales, fomentadas por los bancos centrales (Ac., art. 10), 46, 58. -----— utilizando los créditos otorgados para estimular la aper­ tura de líneas de créditos entre los bancos comer­ ciales (Ac., art. 10), 46, 52, 58. ------------transferencias de saldos de créditos recíprocos en­ tre bancos comerciales, cursados a través del sis­ tema (Ac., art. 10), 46, 58. — véase además Integración. R e s t r ic c io n e s , p ro h ib ic io n es y re c a rg o s de índole m o n e ta ria y fin a n c ie ra . — elim in ació n , 55. R e u n ió n . — de expertos sobre mercado regional. 1, Santiago: 1958. existencia de nn régimen multilateral de pagos que propenda al máximo de reciprocidad y evite riesgos cambiarios, 13. — de representantes de bancos centrales para discutir el pro­ blema de pagos y créditos multilaterales. Montevideo, 1960. ------- conlusiones, 16. ------------eliminación de discriminaciones resultantes de sistetemas de pagos heterogéneos, 16. ------------independencia del sistema de créditos recíprocos de la balanza regional de pagos, 16. ------------pagos en divisas de libre convertibilidad, 16. -------------- rech azo del p u n to de v ista de c e pa l , de que p a íse s con exceso de exportaciones debían otorgar créditos de lo que a su vez dispondrían los países en déficit, 16. ---------------- alteración de corrientes naturales de comercio, 16. ---------------- déficit de países pueden no ser por política de liberación, sino por inadecuada política mone­ taria interna, 17. ---------------- vulneración de la convertibilidad, 16. ------------separación de proyecto de zona de libre comercio con el de pagos y créditos, 14. S aldos . — entre pares de bancos centrales. ------- determinación por el Agente (Regí., ap. 5), 62. — netos de cada banco central frente al conjunto. ------- determnación por el Agente, para los efectos de la compensación multilateral (Regí., ap. 7), 48, 62. ------- nuevos (Regí., ap. 14), 64. — netos resultantes de la consolidación periódica de débitos y créditos (Regí., ap. 1), 61. — resultantes, al final de los períodos de liqcidación, de las líneas ordinarias de créditos convenidas entre pares de bancos centrales (Regí., p. 2), 61). — sistema de compensación multilateral de, véase Pagos y créditos —en la a la lc — , Acuerdo ... y Reglamento . .. — superavitarios. ------- utilización fuera de la zona, 13. S is t e m a de compensación multilateral de saldos (en la alalc) . — acuerdo, véase Pagos y créditos —en la a lalc —. Acuer­ do ... S is t e m a de co m p en sació n m u ltila te ra l de sald o s (c o n t.) — reglamento, véase Pagos y créditos —en la a la lc —. Re­ glamento ... “Swing"’ o crédito, 21, 24. — lo más amplio posible para permitir financiar los déficit estacio n ales, sin n ecesidad de r e c u r r ir a m o nedas co n v e r­ tib les, 12. T r a n sa c c io n e s . — in crem e n to , 55. T r a n s fe r e n c ia de saldos. — de los bancos centrales con saldo deudor neto a la orden del Agente en el Banco Corresponsal Común (Regí., ap. 8), 62. ------- aviso del Banco Corresponsal Común al Agente sobre transferencias de bancos centrales deudores (Regí., ap. 9), 63. ------- no transferencia de estos saldos (Regí., ap. 13), 63. — del Banco Corresponsal Común a los bancos centrales acreedores, los saldos favorables netos (Regí., ap. 9), 63. — reducción al mínimo (Regí., ap. 1), 61. T ra n sfe r ib il id a d m u ltila te ra l de sald o s b ila te ra le s . — elim in ació n de o b stácu lo s q ue se o p o n ían a su ap lica b ilid ad , 12. T r a ta d o de Montevideo. — p ag o s y créd ito s. ------- falta de previsiones, 9. S is te m a de compensación multilateral de saldos (cont.) T r i f f i n , proyecto de, 20. — cámara de compensación con elemento crédito como cen­ tro del sistem a, 20. — cámara de compensación con pequeño papel del elemento créd ito , 20. — creación de un sistema de compensación por etapas, 20. U n ió n de p ag o s. — d ife re n c ia con u n a Cámara de compensación, Z o n a de lib re com ercio. — p ro yecto . ---------sep ara ció n con el p ro b lem a de p ag o s, 14. 20. ' Introducción ................................................................................ Capítulo I. — Evolución del sistema de pagos en Amé­ rica L a tin a ...................................................... Capítulo II. — Fórmulas para el establecimiento de un sistema de pagos y créditos en relación C071 la ALALC ............................................. A) Compensación multilateral de pagos entre Bancos Centrales ............................................................................ B) Cámara de Compensación con acuerdo de créditos El principio de reciprocidad y los criterios para el otorgamiento de los créditos ................................... La automaticidad de los créditos ............................... El tiempo de duración de los créditos ..................... El origen de los fondos ............................................... La mecánica de pagos vigente ................................... Acuerdos de garantía sobre riesgos de inconvertibilidad e intransferibilidad ..................................... El Consejo de Política Financiera y Monetaria ... Capítulo III. — El sistema aprobado por el Consejo de Política Financiera y Monetaria .......... Características de los convenios de créditos recíprocos La compensación multilateral de saldos ......................... Banco Agente y Banco Corresponsal Común .............. Consideraciones finales ........................................................ Acuerdo entre los Bancos Centrales de los países miem­ bros de la ALALC ................................................................ Reglamento del sistema de compensación multilateral de saldos entre bancos centrales de los países de la ALALC Apéndice. — Reuniones realizadas en el ámbito de la ALALC, que se vinculan con la cuestión de los pagos y créditos ................................................................................ Indice analítico .......................................................................... 9 11 19 20 22 24 27 29 29 31 34 38 43 45 47 50 51 55 61 67 75 Se terminó de imprimir en febrero de 1966, en T a l l e r e s G rá fic o s C a d e l, S. C. A. Sarandí 1157, Buenos Aires