¿Qué dicen los informes de la Comisión Histórica sobre el Congreso y los partidos políticos? “… si bien inicialmente los grupos paramilitares tuvieron una dimensión militar orientada a la contención de la expansión guerrillera, con el tiempo fueron mezclando esta orientación con objetivos económicos (en particular la acumulación de bienes y tierras) y objetivos políticos (el control del poder local y el acceso al Congreso de la República). Ambas acciones los convirtieron en los principales responsables del despojo de tierras en el país.” Eduardo Pizarro. Una lectura múltiple y pluralista de la historia. p.77. “En palabras de Tirado ‘los gremios de industriales, comerciantes, terratenientes y en general los que representan el capital, se fortalecieron e incluso invadieron los primeros papeles de la escena política […], su poder quedó patentizado en el hecho de que el escenario escogido por los gobiernos para presentar sus políticas al país, dejó de ser el Parlamento y se trasladó a los congresos gremiales, a los que debían acudir los ministros para sufrir pasivamente críticas y reprimendas’. Las consecuencias de esta pérdida de representatividad del interés general o colectivo del Estado colombiano, para este historiador, son evidentes. En primer lugar, la abstención electoral se fue elevando a guarismos superiores al 50%, privando de legitimidad al sistema político y agregando un nuevo factor al ascenso de la conflictividad social.” Sergio de Zubiría. Dimensiones políticas y culturales en el conflicto colombiano. p.30 “Los partidos y organizaciones políticas de las clases dominantes han sido responsables [del conflicto armado] en la medida en que a lo largo de la historia en mayor o menor medida, según el caso, han tomado decisiones y promovido políticas y actuaciones que han propiciado el ejercicio de la violencia y han estimulado la prolongación del conflicto. Sus influencias al respecto, desde posiciones de gobierno y desde el Congreso han sido indiscutibles.” Jairo Estrada Álvarez. Acumulación capitalista, dominación de clase y rebelión armada. Elementos para una interpretación histórica del conflicto social y armado. p. 62 "Los grupos paramilitares, secundados por miembros de las fuerzas del orden y por políticos de todos los niveles, emprenden el exterminio sistemático de los cuadros y los militantes de la UP. Los estimativos con respecto al número de víctimas oscilan alrededor de 2.500, entre los cuales figuran la mayor parte de los elegidos, incluyendo los elegidos al Congreso, los presidentes de la organización, innumerables dirigentes sindicales y líderes campesinos, toda una generación de jóvenes militantes." Daniel Pécaut. Una lucha armada al servicio del statu quo social y político. p.34. "En términos de su diseño institucional, el Frente Nacional (FN) fue efectivamente rígido y excluyente. Aplicó una paridad milimétrica entre liberales y conservadores en todos los órganos electivos, es decir para Congreso, Concejos y Asambleas; utilizó la misma regla para la función pública y las altas cortes; estipuló que sólo serían aprobados proyectos de ley con 2/3 de las votaciones, exigencia que hacía en la práctica imposible una aprobación; y definió que las presidencias se alternarían entre liberales y conservadores cada cuatro años, primero hasta 1970 pero luego extendió este arreglo hasta las elecciones presidenciales de 1974. Aunque no declaró ilegales las expresiones de izquierda, sí las excluyó formalmente de la competencia electoral al limitar la contienda exclusivamente a candidatos de filiación liberal o conservadora." María Emma Wills Obregón. Los tres nudos de la guerra colombiana: Un campesinado sin representación política, una polarización social en el marco de una institucionalidad fracturada, y unas articulaciones perversas entre regiones y centro. p.12. “A pesar de estas posturas radicalmente opuestas al Estatuto [de Seguridad de Turbay], el Congreso no se transformó en el escenario de deliberación y construcción de una política de seguridad alternativa más acorde con los principios de debido proceso y separación de poderes que fundamentan el estado democrático de derecho”. María Emma Wills Obregón. Los tres nudos de la guerra colombiana: Un campesinado sin representación política, una polarización social en el marco de una institucionalidad fracturada, y unas articulaciones perversas entre regiones y centro. p.29.