Argumento del libro El primer paso para comenzar adecuadamente la estructura del argumento será organizar el libro en las partes en las que se puede dividir. Este libro esta constituido por 40 capítulos organizados en cuatro partes bien diferenciadas. La Primera parte del libro se compone de los 3 primeros capítulos, es decir, del I al III. La Segunda parte se compone de los capítulos IV al XIX. La Tercera parte la podemos situar entre los capítulos XX y XXXI. Y finalmente, la Cuarta y última parte abarca los capítulos XXXII hasta el FINAL. Una vez terminada la estructura podemos pasar de lleno a lo que llamaremos `Argumento' o `Síntesis' del libro. Cabe destacar que inicialmente comenzaremos a hablar del personaje principal de la obra, que en este caso es Benigna de Casia (Benina) que es la criada de doña Paca a la que quiere mucho, y tanto es el afecto que le tiene, que llega incluso a pedir, junto a otros mendigos, al lado de la iglesia para poder alimentar a su señora y a ella misma. Un día, un señor (Carlos Moreno) se encuentra a Benina y le pide que lo visite al día siguiente. La señora Benina, de camino a casa, se encuentra con Almudena, un ciego marroquí, y traban una buena amistad, prestándose ayuda cuando lo necesitaban. Benina pide a Almudena (almudenilla como ella le llamaba) un duro para poder comer. Mientras tanto Benina engaña a su señora haciéndole creer que trabaja de cocinera en la casa de un sacerdote irreal, inventado por ella llamado Don Romualdo para no decirle que mendiga por las calles. La pobre doña Paca era viuda y tenía dos hijos: Antoñito y Obdulia. Antoñito se casó y dejó pronto a Benina y a su madre, Obdulia también se casó pronto pero sufre con su marido Luquitas que se emborracha y trasnocha a menudo. Al día siguiente Benina se dirige a casa de Carlos Moreno, y se lleva una gran decepción al recibir únicamente un duro y una libreta para llevar los gastos mensuales del domicilio. Ya en la calle, Benina se encuentra a Almudena, (este vivía en las mismas condiciones que doña Paca y Benina, él vive con Pedra una pobre borracha huérfana que vive con el ciego por lástima de éste) y en una cafetería le cuenta la historia de un rey muy poderoso que puede dar todo el dinero que se quiera. Benina consigue vender el libro de cuentas mensuales, que el señor Moreno le había dado a Pedra, la compañera de Almudena, por tres pesetas. Benina se dirige posteriormente a casa de Obdulia para darle dinero y realizar las labores de la casa. Benina se entretiene hablando con Frasquito Ponte (este había disfrutado de una buena vida pero se arruinó y ahora se está muriendo de hambre y cómo él también pasaba necesidades, Benina también le ayudaba en lo que podía porque a ella también le faltaba el dinero. Benina es una buena persona y da aunque no tenga para ella.) y preparando el almuerzo a él y a Obdulia. Al día siguiente se encuentra con Almudena que le sigue contando la historia del poderoso rey, después regresa a casa y su señora le cuenta que había recibido la visita de un dependiente de una tienda, que le reclamaba diez duros. Al siguiente día Benina se dirige a casa de una amiga, en busca de los diez duros, en la que pregunta por Frasquito Ponte y le cuentan que estaba enfermo. Benina se dirige después a una taberna en la que estaba el señor Ponte. Ya en la taberna, pregunta por Pitusa, la dueña, que le muestra la habitación del señor. Benina aprovecha para pedirle los diez duros a Pitusa, la cual le presta unas joyas con la condición de devolverlas en unos días. Benina se marcha llevándose a Ponte a su casa, como Frasquito era tan remilgado rechazaban la idea de meterse en un hospital diciendo Benina que esta enfermedad se cura en casa donde tras una conversación con su ama, consigue que ésta le acepte como invitado. Al siguiente día, Benina se encuentra a Almudena que estaba muy enfadado por tener a Frasquito Ponte alojado en su casa. Almudena tenía un ataque de celos ya que este quería profundamente a Benina. Almudena llegó a pegarle con un palo, aunque después se disculpó, y le dijo que quería casarse con ella. Al llegar Benina a casa, Doña Paca se enfada con ella por el trato tan encantador que tenia Ponte con Benina ya que le decía 1 cosas como Eres un Ángel y un sin fin de palabras de aprecio. Al día siguiente, Benina, fue a buscar a Almudena a su casa pero no le encontró allí, ya que se había cambiado de casa, a un barrio gitano. Cuando vuelve a casa, Doña Francisca dice que Don Romualdo ha estado allí; Benina se queda extrañada, ya que ella se había inventado a Don Romualdo, y no podía existir en la realidad. El siguiente día, Benina, marchó a la Costanilla de San Andrés, donde trabajaba Frasquito, para informar de la enfermedad de éste. Tanta era la bondad de Benina, que dio de comer a un montón de pobres que rondaban por allí. Después salió Benina nuevamente en busca de Almudena a quien encontró y le preparó algo de comida. A la mañana siguiente, Benina volvió a encontrarse con más pobres que le pedían comida, y al negársela, se disgustaron mucho. Benina siguió su camino hasta donde se alojaba Almudena, y juntos, se pusieron a comer. Mientras comían, fueron victimas de un ataque a manos de unos vándalos y Almudena recibió un fuerte impacto con una piedra. Un hombre ayudó a Benina y al ciego apedreado. A los dos días, se repuso el moro Almudena de sus heridas, y se volvió a la calle para pedir limosna junto a Benina. Cogieron los guardias secretos a los dos mendigos y se los llevaron a una casa de pobres llamada Misericordia. Aquella noche, lógicamente, Benina no durmió en casa, cosa que preocupó muchísimo a Doña Paca. Más tarde, Don Romualdo dijo que a los hijos de doña Francisca, Obdulia y Antonio, les correspondía una finca y a Doña Francisca y Frasquito Ponte 50 duros mensuales. El sacerdote le comenta a Doña Francisca que ha visto a una señora llamada Benina pidiendo limosna con un ciego en la iglesia de San Andrés. Doña Paca se queda perpleja al enterarse de la verdad sobre su criada. Doña Paca ante la necesidad y la desesperación contrata a una criada llamada Hilaria, recomendada por su nuera Juliana que también le ayuda en la casa, y también Obdulia contrata una doncella llamada Daniela que también era muy trabajadora. Al ser Frasquito Ponte más rico que nunca, se compró un caballo y buenas ropas. Un día fue a sacar a Benina de Misericordia (ya que ésta le había ayudado mucho en el pasado) y la trajo a casa. En el viaje de vuelta, sufrió una caída, supuestamente sin importancia. Benina no fue admitida en casa ya que estaban de mudanzas, pero esta no era la razón de que no la acogieran. Benina no fue admitida porque Doña Paca estaba presionada por Juliana, la mujer de Antonio, que era el hijo de Paca. Juliana había tomado las riendas de la casa y tenía a doña Paca hundida. Juliana engañaba a Benina con falsas esperanzas de poder volver cuando su hubiesen mudado. Frasquito Ponte llegó un día a la nueva casa a defender a Benina de la injusticia de Juliana, y al salir, cayó muerto por causa del traumatismo que le había causado la caída que tuvo con el caballo. Tiempo después Juliana fue a visitar a Benina, que estaba viviendo con Almudena, para contarle que tenía presentimientos de que sus hijos se iban a morir. Juliana, como todo el mundo, creía que Benina era una mujer santa, y si le decía que no se preocupara por sus hijos, ese mal pensamiento se alejaría para siempre. Le dijo Benina lo que Juliana quería que le dijera y los malos pensamientos desaparecieron y dejaron a Juliana tranquila. Personajes • Benigna de Casia (Benina) Es el personaje principal de la obra. Respondía al nombre de Seña Nina, era callada y humilde; buena criada obediente y con mucha voluntad. Tenía Benina hasta ciertos puntos finos y de buena educación. Galdós la 2 compara con la Santa Rita de Casia. Siempre se preocupa de los pobres y es una mujer trabajadora que siempre cumple con sus obligaciones. Sueña con poder dejar de ser pobre y ayudar a los que lo sean. Este Personaje es el pilar base de la obra ya que sobre ella se narran los acontecimientos de su vida en un periodo de tiempo definido. Lo más característico de esta persona es como se desenvuelve para salir de los desafíos que la misma vida le pone. Y como primero piensa por los demás antes que de si misma, repartiendo dinero entre los pobres antes que quedárselo para ella. • José María de la Almudena (Almudenilla) Es un ciego Marroquí que vino a España después de recorrer bastante mundo. Venía de familia rica pero su ceguera le impidió poder ganar más dinero, y calló en la pobreza. No habla muy bien el castellano. Se puede decir de él que ayuda a Benina cuando ésta se ve en aprietos económicos. Es un personaje que va evolucionando a medida que avanza la obra ya que de un ciego pedigüeño en una iglesia pasa a ser una persona enamorada, celosa, pensativa, gruñona, mal humorado va cambiando su mentalidad según los acontecimientos. La vida le juega malas pasadas y de rico se sume en la pobreza no sin antes haber perdido la vista hasta que al final puede encontrar un poco de felicidad al lado de Benina. • Francisca Juárez de Zapata (Doña Paca) Es la señora de Benina, de unos sesenta años de edad. Anteriormente vivía con su marido y sin falta de dinero, pero por culpa de no administrarse bien el dinero, se fue a la ruina. Es una mujer que no puede vivir sin la ayuda de Benina porque nunca sale de casa por temor a las deudas. Se preocupa de sus hijos y de su criada. A menudo echa broncas a Benina, pero después se calla, y no lo hace con mala intención. Todos los rasgos por los que se caracteriza este personaje son contrarios a los de Benina: Doña Paca es vanidosa, incapaz de enfrentarse a la realidad, y de débil carácter. La máxima preocupación cuando llega Don Romualdo a su casa es no poder recibirle como lo haría su teórica posición social sin saber que vive gracias a la calderilla que su criada recauda pidiendo limosna. • Frasquito Ponte Delgado Es natural de Algeciras, de la misma familia que doña Paca, es inofensivo, inútil e infeliz. Proviene de la nobleza, encontrándose actualmente en la miseria. Aunque se encuentra en la más absoluta pobreza, es un personaje con muy buena educación, debido a su origen noble. Al final del libro sufre trastornos mentales, que le alejan de su inicial educación y buenas maneras. Es un personaje que oculta su verdadera carencia, y aunque no tiene nada lo disimula. Frasquito no hubiera sobrevivido si no hubiera sido por la grandiosa bondad de Benina el cual estaba eternamente agradecido. Luego al final de la obra Frasquito ayuda a Benina a salir del asilo y la defiende ante los problemas iniciados por Juliana y Doña Paca. Tuvo una trágica muerte. • Obdulia Es la hija de doña Paca. Se casó con Luquitas, un trabajador de la funeraria. Luquitas resultó ser un hombre borracho y mujeriego, y su matrimonio con Obdulia finalizó, al irse la hija de doña Paca, a vivir con ésta cuando le dieron la herencia. Su carácter cambió por completo cuando se casó y se convirtió en una mujer normal. • Antoñito También es hijo de doña Paca y es joven. Antes de casarse, Antonio era un chico, que robaba a su madre para poder ganar dinero con el que divertirse. Después de volver de la mili y casarse, se convirtió en un chico educado y decente. Este personaje no tiene mucha importancia en la obra nada más que porque se casó con Juliana. 3 • Juliana Al final del libro se vuelve mandona y se adueña de los vienes de Doña Paca. Es la mujer de Antonio. Mujer joven, que cuando se casó trabajaba en la Singer. Es una mujer entendida en el tema del gobierno. No sabía leer ni escribir, pero sabía mandar y engañar a la gente. Pronto se hace con el control de la casa de doña Paca. Este personaje hace un cambio drástico y radical al final de la obra según Galdós, era una persona tranquila, de buena familia, humilde y parecía imposible que al final, en cuanto vio un poco de dinero se volvería tan mandona. • Don Rumualdo Es un sacerdote que aparece al final de la historia. Benina se lo inventó para ocultar que pedía limosna. Romualdo resultó ser un personaje verdadero y es el que trae una herencia a doña Paca. Este personaje existe por casualidad ya que de una mentira piadosa inventada por Benina para ocultar su trabajo en la iglesia aparece al final de la obra como la persona que trae el regalo del cielo que tanto había soñado Doña Paca. Estilo La narración se desarrolla en tercera persona y se observa, sobre todo, a través del recurso del estilo indirecto, que, al utilizar las palabras del narrador con las de sus personajes, hace que parezcan ser éstos mismos los que van contando la novela. Técnicamente, nos encontramos, sin duda, ante una novela realista. La acción se desarrolla en un espacio y un tiempo próximos a los del lector: el Madrid de su época. El tiempo interno también está convenientemente señalizado: la novela comienza un 24 de marzo y pasan dos días hasta el capítulo XX, el tercer día transcurre a partir de este capítulo, el cuarto desde el XXIII, el quinto y sexto coinciden con el XXVII, el séptimo con el XXIX; y, a partir de ahí, la fecha es imprecisa, con referencias del tipo `una noche', `días antes', `a los quince días', `al mes más o menos'... Otro procedimiento, muy habitual en las novelas de Galdós, es el uso de símbolos. Simbólico es Almudena ya desde su nombre (nombre árabe, de mujer y, además, el de la patrona de Madrid), procede de Arabia, es judío, ha sido bautizado como cristiano e incluso recita «oraciones hebraicas en castellano del siglo XV, que en la memoria desde la infancia conservaba» (Capitulo XXVIII) Utiliza un estilo sencillo y vulgar con muchas palabras de aquel tiempo que ahora parecen que no tienen sentido y hace una descripción minuciosa de los personajes ya que los describe de pies a cabezas, como el caso de Almudena, Benina Opinión Personal Me ha parecido una obra entretenida que cuenta la situación real por la que pasaba España, sumida en la pobreza, y como la pobre Benina sale a mendiguear para que su dueña tenga algo para echarse a la boca. También me ha gustado la representación que hace Galdós en el libro y sus técnicas narrativas, utilizando personajes y lenguaje adecuados para el momento. Bibliografía Autor: Benito Pérez Galdós Titulo de la obra: Misericordia Ciudad de edición: Madrid Editorial: Cátedra, 4 Año de edición: 1998 5