Conservación del quetzal en El Triunfo Gerardo J. Cartas,1 Javier de la Maza 2 El quetzal es un ave de mediano tamaño con plumaje de color verde iridiscente en el dorso, en ambos sexos. Los machos se diferencian de las hembras por tener el pecho de color rojo y dos largas plumas que cubren la cola, que alcanza hasta un metro de longitud. Se trata de una de las aves más bellas y admiradas del mundo. En la época prehispánica fue considerada como la representación de Quetzalcóatl y Kukulkán, la serpiente emplumada, debido a que durante su vuelo las largas plumas cobertoras de la cola ondulan en el aire de manera similar al movimiento reptante de estos reptiles. El primer hombre de ciencia en observar y recolectar esta magnífica ave fue José Mariano Mociño, notable médico, naturalista y botánico novohispano, originario de Temascaltepec, Estado de México, integrante de la Real Expedición Científica a la Nueva España (1787-1803) dirigida por Martín Sessé. Por esta razón, el nombre científico de la especie, cuando fue descrita formalmente para la ciencia en 1809, está dedicado a Mociño. A este respecto, Javier Lozoya (1984) menciona: “En esa ocasión, Pablo de la Llave clasificó el quetzal guatemalteco, hermosa ave colorida de la que Mociño había disecado dos ejemplares. El discípulo decidió honrar a su maestro llamando al quetzal Pharomachrus mocinno”. El quetzal se distribuía ampliamente desde Chiriquí, en Panamá, hasta el Istmo de Tehuantepec, en los bosques nublados húmedos por encima de los 1 200 metros de altitud y con precipitaciones pluviales superiores a los 3 000 mm anuales. Actualmente, por la destrucción de su hábitat y por la cacería de la que fue objeto para la obtención de sus plumas, su distribución en México ha quedado reducida prácticamente a la Sierra Madre de Chiapas y la zona limítrofe de los Chimalapas, en Oaxaca. Como ejemplo de lo anterior podemos mencionar que para obtener las plumas para confeccionar la réplica del penacho de Moctezuma, que se exhibe en el Museo de Antropología de la ciudad de México, se sacrificaron más de 50 quetzales machos cazados solamente en las Lagunas de Montebello (Miguel Álvarez del Toro, com. pers.). El Instituto de Historia Natural (ihn), bajo la dirección visionaria de Miguel Álvarez del Toro, impulsó desde los años setenta diversos esfuerzos para la conservación de áreas representativas de los ecosistemas de Chiapas, incluida la nubliselva de la Sierra Madre. En 1984 dieron comienzo los primeros estudios de esta ave en la región de El Triunfo, con el fin de conocer la biología de la especie y proponer la creación de un área protegida federal, con la que culminaran los esfuerzos iniciados varios años atrás. Algunos de los resultados de sus investigaciones fueron, por ejemplo, descubrir que la temporada de reproducción comienza en el mes de enero, con el cortejo en grupos de 6 a 12 individuos, los cuales, durante marzo y abril, se separan en parejas que buscarán un árbol con el tronco hueco lo suficientemente podrido para adaptarlo como su nido. En el hueco del tronco, tanto la hembra como el macho incuban un par de huevos de color azul verdoso que darán como resultado el nacimiento de los pollos, que a los 25 días abandonan el nido para comenzar su vida fuera de él realizando un viaje en busca de alimento; primero al lado de sus padres y finalmente llegan a ser autónomos en un par de semanas. También se desarrollaron los estudios para conocer la dieta del que­tzal y se encontró que se alimenta principalmente de frutos de árboles de la familia de las lauráceas (aguacatillos) y de animales pequeños como lagartijas, grillos, ratones pequeños y mariposas. Por medio de estudios con tecnología como la radiotelemetría, los investigadores del ihn dieron a conocer los movimientos locales de esta ave, que se desplaza en un radio de hasta 10 kilómetros desde el lugar de anidación, así como sus movimientos altitudinales. Esta información fue fundamental para definir los límites del área protegida, logrando en 1990 la expedición del decreto federal que creó la Reserva de la Biosfera El Triunfo y que, precisamente en el presente año, festeja su vigésimo aniversario de proteger el quetzal y el pavón, entre otras especies importantes. La reserva fue operada por el ihn hasta 1996, cuando el área pasó al manejo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. En la década de los ochenta era toda una odisea poder observar un individuo de quetzal en el área de El Triunfo; las estimaciones de su densidad eran de un individuo por cada 16 hectáreas (Cartas, 1983). En el presente, gracias a la protección que ofrece el anp El Triunfo, se estima una población de tres individuos por cada 16 hectáreas. • 54 • 1 Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Chiapas. Natura y Ecosistemas Mexicanos, A.C. 2 © Fulvio Eccardi Quetzal (Pharomacrus mocinno), en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, Chiapas. • 55 • Págs. 56-57 → Matorral xerófilo. Área de Protección de Flora y Fauna Valle de los Cirios, Baja California. © Javier de la Maza