Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Fisioterapia. 2013;35(5):232---237 www.elsevier.es/ft ESTUDIO DE CASOS Fisioterapia del suelo pélvico en un caso de neuromielitis óptica J. Jerez-Roig a,∗ , R. Martín-Gutiérrez a y D.L.B. Souza b a Servicio de Rehabilitación, Hospital Can Misses, Ibiza, España Departamento de Odontologia, Programa de Pós-Graduação em Saúde Coletiva, Universidade Federal do Rio Grande do Norte, Natal, Brasil b Recibido el 5 de agosto de 2012; aceptado el 21 de noviembre de 2012 PALABRAS CLAVE Modalidades de terapia física; Incontinencia fecal; Incontinencia urinaria; Mielitis transversa; Neuromielitis óptica; Rehabilitación; Suelo pélvico KEYWORDS Physical therapy modalities; Fecal incontinence; Urinary incontinence; Transverse myelitis; Neuromyelitis optica; Rehabilitation; Pelvic floor ∗ Resumen La fisioterapia del suelo pélvico en las enfermedades desmielinizantes ha sido poco estudiada. El objetivo del presente estudio es describir los resultados obtenidos con la aplicación de un programa de fisioterapia basado en electroestimulación, biofeedback, gimnasia abdominal hipopresiva y conos vaginales con el fin de mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas de la incontinencia urinaria y fecal de una paciente con denervación parcial del suelo pélvico. Se presenta a una mujer de 63 años que presentó 3 episodios de mielopatía dorsal y que fue diagnosticada de neuromielitis óptica, debido a la presencia de anticuerpos IgG anti-NMO, trastornos visuales tras el primer brote y ausencia de lesiones cerebrales en la resonancia magnética. Presentaba incontinencia urinaria y fecal de origen neurógeno. La fisioterapia del suelo pélvico mejoró la calidad de vida de esta paciente con enfermedad desmielinizante y también la severidad de la incontinencia urinaria y fecal. © 2012 Asociación Española de Fisioterapeutas. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Pelvic floor physiotherapy in a case of neuromyelitis optica Abstract Pelvic floor physiotherapy in myelitis disorders has been little studied. The current study has aimed to describe the results obtained through the application of a physiotherapy program based on electrostimulation, biofeedback, abdominal hypopressive technique and vaginal cones to improve quality of life and to reduce urinary and fecal incontinence symptoms in a patient with partial denervation of the pelvic floor. We present the case of a 63-year-old woman who suffered three episodes of dorsal myelopathy. She was diagnosed with neuromyelitis optica due to the presence of anti-NMO IgG antibodies, visual disorders after the first outbreak and absence of brain lesions in magnetic resonance. She presented urinary and fecal incontinence of neurogenic etiology. Pelvic floor physiotherapy improved the quality of life of this patient with a myelitis disorder and also improved the severity of her urinary and fecal incontinence. © 2012 Asociación Española de Fisioterapeutas. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Autor para correspondencia. Correo electrónico: javijerez81@hotmail.com (J. Jerez-Roig). 0211-5638/$ – see front matter © 2012 Asociación Española de Fisioterapeutas. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.ft.2012.11.003 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Fisioterapia del suelo pélvico en un caso de neuromielitis óptica Introducción La disfunción del tracto urinario inferior es una manifestación frecuente en las enfermedades desmielinizantes, como la neuromielitis óptica (NMO) o la esclerosis múltiple (EM). Sin embargo, los problemas urinarios, incluyendo la incontinencia, son poco estudiados y tienden a no ser tratados en este tipo de pacientes1 . La NMO es una enfermedad inflamatoria autoinmunitaria con prevalencia baja que afecta a los nervios ópticos y la médula. La identificación de los anticuerpos NMO-IgG ha llevado a que se reconozca la NMO como una enfermedad diferente de la EM2 . La incontinencia urinaria (IU) es la pérdida involuntaria de orina objetivamente demostrable que origina un problema social o higiénico3 . La IU por urgencia (IUU) es un tipo de IU acompañada o inmediatamente precedida de urgencia (deseo imperioso de orinar difícil de demorar). La incontinencia urinaria mixta (IUM) está asociada a urgencia y también a los esfuerzos, al ejercicio, estornudos o tos4 . Se define la incontinencia fecal (IF) como la pérdida involuntaria de gases, heces líquidas o sólidas, que constituye un problema social o higiénico. Entre las causas de esta se encuentra la neuropatía5 . La fisioterapia constituye una de las herramientas terapéuticas empleadas en la IU e IF. Existe evidencia científica sobre el uso de entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP), biofeedback (BF) y electroestimulación (EE) en pacientes no neurológicos. Sin embargo, la producción científica sobre la aplicación de estas técnicas en pacientes con denervación parcial del suelo pélvico es escasa y los estudios se realizaron en poblaciones con EM6 . El objetivo de este estudio es describir los resultados obtenidos con un programa de fisioterapia del suelo pélvico llevado a cabo para mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas de la IU e IF en una paciente con NMO que presenta una denervación parcial del suelo pélvico. Caso clínico Mujer de 63 años que fue derivada al Servicio de Rehabilitación del Hospital Can Misses (Ibiza) tras el segundo brote de mielopatía dorsal, en octubre del 2010. Anteriormente, en enero del 2008, había presentado una lesión medular inflamatoria desmielinizante a nivel D3-D4 y síndrome de Brown-Sequard. Presentaba alteración sensitiva en dermatomas D6 a D12, debilidad y acorchamiento en la pierna, signo de Babinski izquierdo, trastornos visuales que se resolvieron espontáneamente y pérdidas leves ocasionales de orina y más raramente de heces. La resonancia magnética craneal fue normal. En el líquido cefalorraquídeo se encontraron niveles de proteínas elevados. En los siguientes meses, la evolución fue favorable y la recuperación completa. Tras descartarse mielitis transversa recurrente, se establece el diagnóstico de NMO por la presencia de anticuerpos IgG-NMO. En la primera valoración del médico rehabilitador presentaba una exploración sensitiva irregular con zonas de hipoestesia de D8 a L2 derecha, disestesias cambiantes y ausencia de afectación sacra profunda. El balance muscular en el miembro inferior derecho fue deficitario, con evaluaciones musculares entre 2 y 4 según la escala de Oxford. Refería episodios de urgencia miccional, 233 control de tronco en sedestación deficitario con caída hacia la derecha y deambulación precaria con andador. Se pautó tratamiento fisioterápico del aparato locomotor con el objetivo de promover la recuperación motora. La evolución posterior fue muy satisfactoria y consiguió marcha estable sin ayudas, aunque aún persistía una discreta hipoalgesia residual en el hemiabdomen derecho, disestesias parcheadas en los miembros inferiores y urgencia miccional. El tercer brote ocurrió en enero del 2011. En la nueva valoración la paciente refirió sintomatología sensitiva y motora leve en el miembro inferior derecho, y se detectó una ligera disminución de la capa en las fibras del nervio óptico. El tratamiento farmacológico, que obtuvo una respuesta satisfactoria, consistió en metilprednisolona por vía intravenosa en las fases agudas, tras los brotes, y 50 mg de azatioprina cada 12 h como terapia inmunosupresora de mantenimiento. La paciente presentaba urgencia miccional y cierta dificultad para defecar, por lo que se decidió iniciar el tratamiento ambulatorio del suelo pélvico. Tras la valoración del médico rehabilitador, la valoración y el tratamiento del suelo pélvico fueron realizados por un fisioterapeuta, entre octubre del 2011 y enero del 2012. Se empleó el aparato Myomed 932 de Enraf-nonius para la evaluación objetiva de la fuerza y la aplicación del tratamiento. Tras firmar el consentimiento informado para participar en el estudio, se realizaron la anamnesis y el examen físico. En la anamnesis destacaron cirugía de ligadura de trompas y 3 partos vaginales. La actividad sexual era normal, no dolorosa, aunque refería «sensación eléctrica hacia la pierna» ocasional. La paciente presentaba IUM, con predominio de urgencia e IF moderada, con escape de gases, heces líquidas y sólidas ocasional. Además, refería dolor lumbar y dorsal, que se irradiaba en cinturón hacia el esternón. En la exploración física, presentaba prolapso vaginal de grado i de la pared anterior (cistocele) y posterior (rectocele), aunque sin síntomas ni sensación de bulto. El reflejo anal estaba disminuido y no presentaba contracción voluntaria del esfínter externo. El programa de fisioterapia ambulatoria tuvo una duración de 3 meses y consistió en la aplicación de EE vaginal y anal, BF vaginal y anal, gimnasia abdominal hipopresiva y conos vaginales (CV). Durante todo el período, la gimnasia abdominal hipopresiva se realizó grupalmente, una vez por semana, durante aproximadamente 40 min, y fueron realizadas 25 repeticiones en bipedestación, 12 de rodillas y 8 en cuadrupedia. Se inició el tratamiento con 6 semanas de EE vaginal y anal, con el objetivo de aumentar la fuerza muscular. La EE anal y vaginal consistió en una corriente bifásica simétrica, que se aplicó 2 días por semana durante 20 min. Los parámetros de la EE anal fueron: amplitud de impulso de 200 s, frecuencia de 50 Hz, tiempo de trabajo de 5 s y 8 s de descanso5 . La intensidad se elevó según tolerancia de la paciente. Ocasionalmente, la paciente experimentó espasmos musculares repentinos. En las primeras sesiones, la intensidad fue de 20 mA y esta descendió hasta 12-15 mA, debido a la mayor sensibilidad percibida. Los parámetros de la EE vaginal fueron: amplitud de impulso de 260 s, frecuencia de 37 Hz, tiempo de trabajo (on) de 20 s y tiempo de descanso de 2 s, con rampa de subida y bajada de 1 s. El electrodo vaginal se insertó en el ángulo inferior lateral izquierdo y derecho, en dirección a la espina isquiática Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 234 izquierda y derecha, para conseguir la neuroestimulación del nervio pudendo izquierdo y derecho, respectivamente. Se elevó la intensidad hasta conseguir una contracción efectiva y según la tolerancia de la paciente. La intensidad durante la primera sesión fue de 40 mA y la paciente no sentía la contracción muscular. La intensidad fue progresivamente descendiendo en cada sesión, ya que la paciente tuvo mayor sensibilidad. A partir de la quinta semana y hasta final del tratamiento ambulatorio, se optó por la neuromodulación del nervio pudendo con el objetivo de mejorar la urgencia. Los parámetros fueron: amplitud de impulso de 400 s, frecuencia de 10 Hz, tiempo de trabajo (on) de 10 s y tiempo de descanso de 5 s7 . A partir de la sexta semana, se sustituyó un día a la semana de EE vaginal por ejercicios activos del suelo pélvico con BF vaginal (50 contracciones de 4 s y descansos de 12 s) y un día a la semana de EE anal por ejercicios con BF anal (50 contracciones de 3 s con descansos de 9 segundos). A partir de la séptima semana, la paciente comenzó a emplear CV los días que el tratamiento ambulatorio no fue pautado (fines de semana y festivos), siguiendo el método pasivo, que consiste en mantener el cono introducido en la vagina. Este tiene tendencia a caer por efecto de la gravedad, de manera que se produce un efecto propioceptivo que estimula la contracción del suelo pélvico. Comenzó utilizando el cono de menor peso durante 20 min el primer día y aumentando hasta 30 min en días sucesivos. La progresión de peso al segundo cono se realizó cuando la paciente mantuvo 30 min sin caídas durante 2 semanas. El número total de sesiones fue de 49, incluyendo las 2 primeras dedicadas a la anamnesis y la evaluación, y la última a la evaluación final y la explicación del programa domiciliario tras el alta hospitalaria. Este consistió en emplear los CV durante 30 min diariamente, teniendo en cuenta la progresión en tiempo y peso, con el objetivo de mantener los efectos conseguidos con el tratamiento ambulatorio. Se utilizó como medida de resultado principal el Cuestionario de King (CK) de calidad de vida, específico para pacientes con IU, y el Cuestionario de calidad de vida de incontinencia anal (CCVIA). El CK es la versión validada del King’s Health Questionnaire y contiene 9 dimensiones con una puntuación de 0 (mejor situación) a 100 (peor situación). Una dimensión adicional evalúa la severidad de los síntomas urinarios de 0 (mejor) a 33 (peor)8 . El CCVIA es la versión adaptada y validada al español de la Fecal Incontinence Quality of Life Scale. Consta de 4 dominios de salud, con un rango de 1 a 4, siendo 1 el mínimo valor de calidad de vida y 4 el máximo9 . Las medidas de resultados secundarias fueron: el International Consultation on Incontinence Questionnaire-Short Form (ICIQ-SF), el Incontinence Severity Index (ISI), la escala de incontinencia fecal de Wexner-Cleveland (EW), así como la evaluación objetiva y subjetiva de la fuerza muscular del suelo pélvico. El cuestionario ICIQ-SF, traducido y adaptado al español, consta de 3 ítems: frecuencia, cantidad y afectación. La puntuación total va de 0 (continencia) a 213 . El ISI evalúa la severidad de la IU y ha demostrado ser altamente sensible a los cambios observados con el tratamiento10 . Consta de 2 ítems: frecuencia y cantidad de las pérdidas urinarias. La puntuación puede variar entre 1 y 12 (IU severa). La EW gradúa la incontinencia para heces sólidas, líquidas, escape de gases, J. Jerez-Roig et al 4 4 4 4 4 4,2 4,2 4 3,66 3,66 2,66 2,55 Estilo de vida Conducta Basal Depresión 3 meses Vergüenza 8 meses Figura 1 Dominios del Cuestionario de calidad de vida de incontinencia anal (CCVIA). uso de medidas de contención e impacto en la calidad de vida, obteniéndose una puntuación entre 0 (continencia) y 20 (incontinencia fecal total)11 . La fuerza muscular del suelo pélvico se evaluó mediante palpación, empleando la escala de Ortiz, que gradúa la función perineal de 0 (sin función perineal) a 4 (función perineal objetiva y resistencia opositora mantenida más de 5 s)12 . Además, se realizó la evaluación objetiva mediante perineometría, con captor vaginal que registra la presión en cmH2 O. La prueba consiste en 5 contracciones máximas de 6 s con descansos intercalados de 12 s. Tras la explicación de la manera correcta de realizar la prueba, se observó que la paciente realizara una contracción efectiva del suelo pélvico y no del diafragma, aductores o glúteos. El aparato realiza una media de los picos de presión registrados en las 5 contracciones. Tras el cese del programa ambulatorio y en la revisión, realizada después de 5 meses, se registraron los efectos adversos, la tolerancia al tratamiento y la mejoría subjetiva mediante el Patient Global Impression of Improvement (PGI-I). Este evalúa el grado de satisfacción del paciente con el tratamiento del 1 (mucho mejor) al 7 (mucho peor). Los resultados muestran una reducción de la puntuación total y de la mayor parte de los dominios del CK. Los dominios relacionados al aspecto psicosocial (limitaciones sociales, relaciones personales y emociones) estaban inicialmente intactos y no variaron a los 3 y 8 meses del inicio de tratamiento (tabla 1). Respecto a los resultados del CCVIA, los dominios «conducta» y «vergüenza» fueron los que experimentaron un mayor aumento en su puntuación. Los dominios «estilo de vida» y «depresión» no mostraron afectación en la valoración basal (fig. 1). Las medidas de resultados secundarias se pueden ver en la tabla 2. La puntuación del ICIQ-SF se redujo, así como la puntuación de las medidas de severidad de los síntomas provocados por la IU y la IF. Hubo un aumento de la fuerza muscular evaluada mediante palpación y perineometría, y una reducción de esta en la valoración a los 8 meses respecto al final del tratamiento ambulatorio. La primera evaluación objetiva de la fuerza muscular no se tuvo en cuenta debido a que la paciente no consiguió una contracción efectiva del suelo pélvico y realizó empuje abdominal. La puntuación obtenida en el PGI-I muestra la mejoría subjetiva referida por la paciente respecto al inicio de tratamiento. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Fisioterapia del suelo pélvico en un caso de neuromielitis óptica Tabla 1 235 Puntuaciones de los dominios del Cuestionario de King preintervención, postintervención y en la revisión Dominios Basal 3 meses 8 meses Percepción del estado de salud general Impacto de la IU Limitaciones en las actividades diarias Limitaciones físicas Limitaciones sociales Relaciones personales Emociones Sueño/energía Medidas de severidad Severidad de los síntomas urinarios Puntuación total 50 66,66 33,33 33,33 0 0 0 16,66 40 11 26 25 33,33 0 0 0 0 0 16,66 26,66 7 14 25 33,33 0 0 0 0 0 0 13,33 5 9 Tras 4 semanas de empleo domiciliario de los CV, la paciente utilizaba el segundo cono, ya que el tercero caía. En la revisión, relató que realizaba los ejercicios 2 días a la semana con el tercer cono, que ocasionalmente caía. La paciente refirió sensación de «agujetas» las primeras 2 semanas de tratamiento y espasmos musculares en los miembros inferiores durante las primeras 6 semanas de aplicación de la EE anal, que cedían cuando se disminuía la intensidad de la corriente. La EE vaginal fue mejor tolerada que la anal. No hubo efectos adversos por el EMSP con BF, CV ni con la gimnasia abdominal hipopresiva. La paciente refirió mejoría del dolor torácico y lumbar. Discusión Los resultados del estudio muestran una mejoría de la calidad de vida de esta paciente con NMO, que se ha mantenido o incluso ha mejorado en algunos dominios de los cuestionarios después de 5 meses del cese del programa de fisioterapia ambulatorio. Sin embargo, el tratamiento domiciliario, realizado por la paciente, no ha resultado suficiente para mantener el aumento de la fuerza muscular del suelo pélvico. El estudio de McClurg et al. también reportó una disminución de la fuerza muscular en pacientes con EM tras 15 semanas del cese del programa de fisioterapia13 . Otro estudio observó que la recaída ocurrió a los 2 meses del abandono del tratamiento basado en EE y concluyó que los pacientes con EM necesitan tratamiento diario14 . Sin embargo, en este caso, la paciente no realizó los ejercicios diariamente, como fue recomendado. En pacientes con todo tipo de IU, la adherencia al tratamiento ha demostrado tener una importante relación con los resultados de obtenidos15 . Se plantea la pregunta de cuál es el programa de fisioterapia necesario para mantener los efectos en el tiempo y la hipótesis de si un programa de ejercicios más intensos o una mayor frecuencia de estos pudiera haber logrado mejores resultados. En cuanto a los síntomas urinarios, hubo una mejoría significativa de la severidad de la IU, evaluada en el ISI, ya que disminuyó la frecuencia de pérdidas. Estas ya no sucedían al toser, estornudar, realizar esfuerzos físicos o ejercicios o sin motivo evidente. Respecto a la IF, la paciente no presentaba salida accidental de heces, aunque persistió la fuga accidental de gases. En la revisión, tras 5 meses del cese del tratamiento ambulatorio, se mantuvo la mejoría de los síntomas. La efectividad de la fisioterapia en pacientes neurológicos depende del estado funcional del suelo pélvico, que frecuentemente presenta una afectación de la sensibilidad, la fuerza muscular y la control motor, así como de la efectividad de la neuromodulación en pacientes con denervación parcial a nivel medular o supramedular6 . En el caso presentado, la denervación no era total y la evolución clínica tras los brotes fue excelente. En la primera etapa de la fisioterapia ambulatoria, la EE posiblemente aumentó la sensibilidad y la fuerza muscular, Tabla 2 Resultados del cuestionario ICIQ-SF, severidad de la incontinencia urinaria y fecal, fuerza muscular mediante palpación vaginal, perineometría y mejoría subjetiva en el inicio, a las 6 semanas, tras el tratamiento ambulatorio (3 meses) y en la revisión (8 meses) Variable Basal 6 semanas 3 meses 8 meses ICIQ-SF ISI EW Fuerza muscular (escala de Ortiz) Fuerza muscular (perineometría) PGI-I 10 3 8 1 - --------8 --- 5 2 4 2 12 2 6 2 4 1 6 3 EW: escala de incontinencia fecal de Wexner-Cleveland; ICIQ-SF: International Consultation on Incontinence Questionnaire-Short Form; ISI: Incontinence Severity Index; PGI-I: Patient Global Impression of Improvement. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 236 así como la propiocepción del suelo pélvico, que inicialmente estaba muy afectada. Otros autores han empleado la EE cuando la fuerza muscular del suelo pélvico es leve, hasta poder aumentarla para iniciar los ejercicios activos5 . Otros estudios también obtuvieron resultados favorables con la combinación de EE y EMSP en pacientes con denervación parcial del suelo pélvico6,13 . Sin embargo, no hay estudios precedentes de este tipo de tratamiento en pacientes con NMO. Se podría discutir el diagnóstico de este caso clínico. En determinados casos de enfermedades desmielinizantes, la caracterización diagnóstica no es sencilla pese a los criterios vigentes. Actualmente, se concibe la NMO como un espectro clínico con criterios diagnósticos bien definidos, aunque heterogéneo en cuanto a las características clínicas, la edad de aparición o la respuesta al tratamiento. Se han observado casos de NMO con mielitis aguda sin neuritis óptica o con lesiones subclínicas del nervio óptico. Esta paciente solo tuvo trastornos visuales en el primer brote y estos se resolvieron espontáneamente. Sin embargo, la presencia de anticuerpos NMO-IgG son un marcador muy sensible y específico2 . Este hallazgo junto con la resonancia magnética cerebral normal y la edad avanzada llevan a descartar otras enfermedades desmielinizantes, como la EM. Todos los efectos adversos del tratamiento han sido atribuidos a la EE. Sin embargo, estos no han sido graves y han remitido tras el cese de la corriente y, en el caso de los espasmos musculares, tras las 6 semanas de aplicación. Actualmente, se desconoce si los efectos del tratamiento se mantendrán a largo plazo. Probablemente, dependerá de la evolución de la enfermedad neurológica y la eficacia del tratamiento farmacológico para controlar los brotes, así como de la adherencia a los ejercicios domiciliarios. Se puede concluir que el programa de fisioterapia ha logrado mejorar la calidad de vida de esta paciente con denervación del suelo pélvico, así como reducir la severidad de la IU y la IF. Además, la terapia fue mínimamente invasiva y con escasos efectos adversos. No obstante, debido al amplio espectro clínico de las enfermedades desmielinizantes, son necesarios más estudios para conocer cuál es el programa de fisioterapia idóneo en este tipo de pacientes con IU e IF, así como también cuáles son los factores predictores del éxito. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio. J. Jerez-Roig et al Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia. Conflicto de intereses Todos los autores declaran que no existe conflicto de intereses. Agradecimientos Agradecemos a Miguel Mínguez Pérez las aclaraciones respecto al Cuestionario de calidad de vida de incontinencia anal. Bibliografía 1. Skeil D, Thorpe AC. Transcutaneous electrical nerve stimulation in the treatment of neurological patients with urinary symptoms. BJU Int. 2001;88:899---908. 2. 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