¿DE QUÉ FACTORES DEPENDE EL ÉXITO LECTOR DE LAS PERSONAS SORDAS? Virginia González Santamaría. virginia_gonzalez_santamaria@usal.es Ana Belén Domínguez Gutiérrez. abd@usal.es RESUMEN Las teorías actuales sobre lectura distinguen entre dos habilidades básicas que intervienen en la comprensión lectora: los conocimientos lingüísticos del lector, fundamentalmente léxicos y sintácticos, y los mecanismos de identificación de palabras escritas. Para analizar este modelo en personas sordas, evaluamos a 26 sordos adultos considerados buenos lectores, mediante pruebas de lectura y otras pruebas específicas y no específicas destinadas a establecer su contribución a la lectura. Los resultados confirman la aplicabilidad del modelo en personas sordas. Las pruebas explican el 73% de la varianza de la lectura en personas sordas, siendo los conocimientos lingüísticos del lector, los más explicativos. Palabras Clave: Adquisición de la Lectura – Personas Sordas AdultasIdentificación de Palabras- Comprensión Oral- Comprensión Lectora. 1. INTRODUCCIÓN Una de las primeras preguntas que nos viene a la cabeza a la mayor parte de los educadores e investigadores que trabajamos con personas sordas: ¿por qué no leen y escriben bien estas personas? Como consecuencia de esta formulación, la mayor parte de los trabajos comienzan constatando las dificultades que tienen los alumnos sordos para aprender a leer y los bajos niveles que alcanzan en lengua escrita al finalizar la escolaridad obligatoria; y las investigaciones se dedican a señalar dónde se sitúan las dificultades en la lectura y la escritura de estos alumnos. Pero, aunque esta pregunta pueda ser correcta, necesaria y, por supuesto, su respuesta nos ayude a avanzar en el conocimiento de las habilidades que ponen o no en marcha los lectores sordos ante un texto, podríamos plantear la pregunta de otra manera ¿cómo podrían leer y escribir bien los alumnos sordos? Posiblemente, la respuesta a esta pregunta nos lleve a investigaciones similares a las anteriores, pero el punto de partida o, mejor dicho, la concepción que tenemos de las personas sordas es diferente. Con la primera pregunta ponemos el énfasis en la incapacidad que presentan estos alumnos para aprender a leer y escribir, de tal forma que (ingenuamente o para alguien que se aproxime por primera vez a este tema) parece que existe una incapacidad general de las personas sordas para aprender lengua escrita. Pero, dado que existe un grupo (minoritario) de personas sordas que alcanzan una buena competencia lectora, sería mejor plantear de entrada la segunda pregunta o poner el énfasis en la capacidad potencial, e incluso probable, que poseen para lograr el acceso a la lengua escrita. Lo cual nos llevaría a preguntarnos ¿Cómo podemos facilitar el aprendizaje de la lectura de los alumnos sordos? Hay dos factores fundamentales de los que depende el éxito lector de las personas sordas (Alegría, 2003; Alegría, y Domínguez, 2009; Marschark y Spencer, 2010, 2011; Perfetti y Sandak, 2000). El primer factor lo forman los conocimientos lingüísticos del lector, esencialmente lexicales y sintácticos. Para comprender un texto es indispensable conocer la mayoría de las palabras que lo componen así como la sintaxis que las organiza, los elementos pragmáticos que contiene y los conocimientos del tema de que trata. En el caso del oyente esto se puede verificar fácilmente haciéndole oír el texto. Si no lo comprende en presentación oral, se puede concluir que no tiene los recursos lingüísticos y generales para comprenderlo por rescrito. En el caso de los niños oyentes, el estar inmerso en un ambiente social que comunica oralmente suele ser suficiente para que tengan una base lingüística suficiente para comenzar el aprendizaje de la lectura; hecho que, con frecuencia, no ocurre en el caso de los niños sordos. La pérdida auditiva suele ocasionar dificultades en la competencia lingüística, sobre todo a nivel léxico y morfosintáctico. El segundo factor a considerar concierne a los aspectos específicos de la lectura. El más importante de todos es la identificación de las palabras escritas. Ser capaz de reconocer una palabra escrita, es decir conectar la serie de letras que la componen con su significado previamente establecido es una actividad específica de la lectura en la medida en que no sirve sino para leer. Los mecanismos cognitivos que permiten la identificación de palabras escritas hacen intervenir masivamente la fonología. Los trabajos experimentales sobre la lectura en los oyentes muestran que cuando se controlan los factores lingüísticos (vocabulario y sintaxis) la fonología aparece como el determinante más importante de las habilidades de lectura. En el caso de las personas sordas este factor es aún más determinante que en el caso de los oyentes puesto que la pérdida auditiva puede ocasionar dificultades de acceso a la dimensión fonológica de las palabras. El objetivo de este trabajo fue analizar cuáles son los factores de los que depende el éxito lector de las personas sordas (habilidades lingüísticas -vocabulario y sintaxis-, habilidades ortográficas y habilidades metafonológicas); y determinar si son los mismos que en las personas oyentes. El análisis de esta cuestión tiene unas consecuencias pedagógicas evidentes: si conocemos cuáles son los factores de los que depende la lectura de las personas sordas podremos diseñar estrategias educativas que ayuden a los niños sordos a desarrollar o mejorar esas habilidades. 2. MÉTODO Participantes En este estudio participaron 26 sordos adultos con edades comprendidas entre los 18 y 55 años (M=35) que presentaban una sordera profunda y prelocutiva. Se seleccionaron personas sordas consideradas buenos lectores, es decir, que hubiesen alcanzado buen nivel académico y que usaran la lectura en su vida diaria. Todos habían acudido a centros de educación especial usando métodos de comunicación puramente orales sin ayuda de sistemas aumentativos de comunicación, excepto uno, que cursó la ESO en un centro bilingüe. Todos eran usuarios de la Lengua de Signos Española en su vida diaria. Como grupo de comparación se evaluaron 521 oyentes con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, escolarizados en el curso escolar correspondiente a su edad cronológica. De los 521, 388 pertenecían a la educación primaria y 133 a la ESO. Diseño, Instrumentos y Procedimiento Se realizó un análisis de regresión múltiple por pasos sucesivos, con el fin de establecer qué variables contribuyen a explicar los resultados alcanzados en lectura. Por ello, se tomó como variable dependiente la Lectura y como variables independientes fueron introducidas las habilidades lingüísticas (vocabulario y sintaxis), ortográficas y metafonológicas Para evaluar la Lectura se emplearon dos pruebas: el Test de Eficiencia Lectora (TECLE, Carrillo y Marín, 1997). Se compone de 64 frases incompletas (p.e.: “El coche está en… mobimiento, movimienlo, mortadela, movimiento”) que deben ser completadas eligiendo entre varias opciones (dos palabras: mortadela y movimiento; y dos pseudopalabras: mobimiento y movimienlo), y con tiempo limitado (5 minutos). Y, la Prueba de Evaluación de Estrategias Semánticas (PEES, Soriano, Pérez y Domínguez, 2006), con un estructura similar a la anterior, pero en esta prueba el lector tenía que elegir la respuesta entre 4 palabras semánticamente aceptables en el contexto de la frase, por ejemplo: “Su pelo estaba cubierto de… sombrero, blancos, canas, sucios”. Así, el lector que se limita a identificar la o las palabras clave, por ejemplo pelo, tendrá dificultades para elegir entre las 4 alternativas que se le proponen porque todas presentan asociaciones semánticas fuertes con las dos palabras clave. Por lo tanto, para no cometer errores en esta prueba es más necesario que en TECLE, leer con todo detalle la frase completa, por lo que PEES resulta más potente que TECLE para evaluar la comprensión lectora. La alta correlación que existe entre TECLE y PEES (r = .909, p<.01 y r = .852, p<.01, en el grupo de oyentes y sordos respectivamente), indica que ambas pruebas implican habilidades similares, por lo pueden reunirse sus puntuaciones para obtener una evaluación unificada de la comprensión lectora de cada participante (lectura). Para evaluar la sintaxis se empleó la Prueba habilidad sintáctica (STX) (Soriano, Carrillo, Pérez y Domínguez, 2012), de similar estructura a las anteriores, pero este caso los distractores son preposiciones o adverbios (p.e. “Habla… como ella” menos, tanto, más, mucho”). En lugar de la puntuación directa en STX fue empleado el índice sintáctico (ISTX), con el fin de obtener una medida lingüística más pura, independiente del nivel lector. Este índice expresa la diferencia entre ambos grupos tomando en consideración la lectura (ver figura 1). Se calculó para cada participante el “nivel de lectura esperado” en la prueba STX a partir de su “nivel de lectura observado” en TECLE, utilizando para todos los participantes la recta de regresión obtenida por los oyentes. Al “nivel de lectura esperado” se sustrajo el “nivel de lectura observado” en STX. Esta diferencia será en media igual a cero en oyentes (por construcción) y tendrá un valor medio negativo en sordos puesto que la puntuación de lectura en STX se sitúa por debajo de la recta de regresión obtenida por los oyentes. Para evaluar el vocabulario et al, 2012), que evalúa amplitud elegir, sin límite de tiempo, entre (p.e. dada la palabra “Valiente” “atrevido”). se utilizó la Prueba vocabulario (VOC) (Soriano, y profundidad léxica. Dada una palabra se debe tres la que mantenga mayor relación semántica se ha de elegir entre “cansado”, “guapo” y Las habilidades ortográficas fueron evaluadas mediante la Prueba de Decisión Ortográfica (ORT) (Soriano et al, 2012), que consta de 50 ítems con dos opciones (p.e. genio (con correcta ortografía) y jenio (un pseudo-homófono). Para elegir la correcta es necesaria la activación de las representaciones ortográficas de la palabra. Finalmente, las habilidades metafonológicas se evaluaron con la Prueba de Evaluación metafonología (Soriano, et al, 2012), que consta de tres subpruebas que evalúan la presencia de representación fonológicas de las palabras y la habilidad para acceder a ellas y manipularas. Cada subprueba tiene 90 dibujos representando el nombre de objetos comunes. Dos subpruebas consisten en contar unidades, una, sílabas (SIL) dadas en palabras de entre 2 y 4 sílabas (p.e. la palabra “globo” tiene dos sílabas, por lo tanto tendrán que hacer un círculo en el número 2), y otra, fonemas (FON) con el mismo procedimiento (p.e. la palabra gato tiene cuatro fonemas, por lo tanto, habrán de hacer un círculo en el número 4). En la tercera subprueba deben indicar el lugar del acento tónico (TON) en palabras bisílabas (p.e.“ casa” lo lleva en la primera sílaba, y “avión” en la última). 3. RESULTADOS Variables que explican la Lectura Con el fin de establecer qué variables de las evaluadas contribuyen a explicar los resultados alcanzados en lectura se aplicó un análisis de regresión por pasos en cada grupo. Se tomó la lectura como variable dependiente (VD). Como variables independientes (VI) fueron introducidas las habilidades lingüísticas (VOC e ISTX), ortográficas (ORT) y metafonológicas (SIL, FON y TON). El ISTX fue empleado en lugar de la puntuación directa en STX con el fin de obtener una medida lingüística más pura, independiente del nivel lector. Las pruebas metafonológicas, SIL, FON y TON, se introdujeron de forma separada, puesto que si bien en el grupo de oyentes las tres variables se encuentran altamente correlacionadas entre sí (r = .554 para sílabas-fonemas, r = .679, para sílabas-acento tónico y r = .505 para fonemas-acento tónico, todas con un nivel de significación p < .01.), no ocurre lo mismo en el grupo de sordos, donde la correlación entre FON y TON no es significativa (r =. 166). Tabla 1: Análisis de regresión por pasos considerando la Lectura como Variable Dependiente y las 6 pruebas experimentales (Voc, Ort, Fon, Ton, ISTX y Sil) como predictores, para oyentes y sordos Lectura Variables R2 ΔR2 ΔF Predictoras Oyentes VOC .556 .557 478.611** .327** ORT .661 .106 119.666** .277** FON .714 .054 71.941** .181** TON .744 .030 44.492** .190** ISTX .765 .022 35.576** .155** SIL .773 .008 13.504** .128** Sordos VOC .497 .518 24.694** .632** ISTX .700 .208 16.620** .394** TON .748 .055 5.204** .253* ** p 0,001; * p 0,05 Los resultados de los análisis de regresión de los dos grupos se presentan en la tabla 1. En el grupo de los Oyentes, el modelo incluye todas las variables independientes introducidas explicando un 78% de la varianza en lectura [F (6;387)= 208,81; p < .001)]. Por orden jerárquico la variable que entra en el primer paso en la ecuación de regresión es el VOC explicando un 55% del total de la varianza. A continuación la variable ORT añade un 11%, seguido de FON (5,4%), ISTX (2,2%), TON (3%), y SIL (0,8%), todas ellas altamente significativas (p .001). Sin embargo, en el grupo de los Sordos, solo las variables VOC (51,8%), ISTX (20,8%) y TON (0,5%) contribuyen de manera significativa a explicar la varianza. Por tanto, el modelo explica un total del 73% de la varianza [F(3;25)= 29,328; p < .001)]. En la tabla 1 también aparecen los coeficientes (regresión parcial estandarizados), que indican la cantidad de cambio en unidades típicas que se producirá en la variable dependiente por cada cambio de una unidad en la variable independiente correspondiente. De acuerdo con este coeficiente, en el grupo de oyentes la importancia de las variables es mayor en VOC ( = .327 y ORT ( = .277), mientras que es más baja y similar en I-STX, TON y FON; mientras que en el grupo de los sordos, es el VOC ( =.632), el ISTX ( = .394) y TON ( = .253). 4. DISCUSIÓN El objetivo de este trabajo fue analizar cuáles son los factores de los que depende el éxito lector de las personas sordas (habilidades lingüísticas -vocabulario y sintaxis-, habilidades ortográficas y habilidades metafonológicas); determinando si son las mismas variables las que determinan la habilidad lectora de las personas sordas y oyentes. Los resultados muestran que la estructura de las relaciones entre las variables predictoras y la habilidad lectora difieren entre el grupo de oyentes y sordos. En el grupo de oyentes cada variable contribuye significativamente a la lectura, mientras que en grupo de sordos solo tres variables juegan un papel significativo. Por lo que podríamos concluir que, en el grupo de sordos, las habilidades lingüísticas, vocabulario y sintaxis, son las variables más determinantes de la habilidad lectora. Atendiendo a la tercera habilidad que contribuye (en menor medida) al éxito lector de este colectivo, los resultados obtenidos en nuestra investigación son similares a los presentes en trabajos como el de Leybaert y Alegría en el 2003, donde confirman que los sordos, como grupo, son capaces de manipular palabras a nivel fonológico, hecho que depende de la presencia de representaciones fonológicas exactas y completas en el léxico interno de los alumnos, creados a partir de información de origen audio-visual. Por lo tanto, se puede concluir que es la usencia de una percepción completa de los controles fonéticos de la lengua oral y no tanto la ausencia de experiencia lingüística la que causa que, de manera general, los sordos posean habilidades metafonológicas muy pobres. (Leybaert, 1993; Leybaert y Alegría, 2003). Los resultados aportan evidencias de la aplicabilidad del modelo de lectura en personas sordas, indicando que las habilidades lingüísticas, vocabulario y sintaxis, son determinantes en el éxito lector de estas personas. Por ello, las implicaciones educativas pueden resumirse en las siguientes recomendaciones: I. Incorporar la enseñanza explícita de estrategias sintácticas durante el aprendizaje de la lectura y la escritura de los alumnos sordos. Se deben incluir actividades para la enseñanza de estrategias de procesamiento sintáctico, relacionadas con el orden de las palabras, palabras funcionales, significado de palabras y signos de puntuación. II. Incorporar tareas metafonológicas dentro del currículum de los alumnos sordos para desarrollar explícitamente sus habilidades fonológicas con el fin de automatizar los procesos de reconocimiento de la palabra escrita y así, alcanzar mejores niveles lectores. Estas actividades metafonológicas son un sistema de facilitación que posibilita mejorar las habilidades de procesamiento fonológico (es decir, el uso de la información fonológica para procesar el lengua oral y escrito), y la creación de representaciones fonológicas completas y exactas que les garanticen el acceso al código alfabético. III. Como la comprensión lectora depende tanto de habilidades de decodificación, como de comprensión del lenguaje oral, la enseñanza de la lectura debe atender al desarrollo de ambos componentes y los profesores deben disponer de pruebas que detecten los posibles problemas. En este sentido, las aportadas en este trabajo cumplen esta función. 5. AGRADECIMIENTOS Este trabajo forma parte de un proyecto de investigación I+D+i (EDU20101704) subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España. 6. BIBLIOGRAFÍA Alegría, J. (2003). Deafness and Reading. En Nunes T. & Bryant P. (Eds.). Handbook of Children´s Literacy. 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