Discurso del Prof. Dr. Enrique Etchevarren Facultad de Comunicación Es muy emocionante la ceremonia y en primer lugar quiero felicitar a los graduados y agradecer por haber estado compartiendo estos años con ustedes y también felicitar a las familias. Ahora, en este primer día como profesionales titulados, algunos pensamientos sueltos sobre lo que significa. La semana pasada estuve en una reunión de grandes medios de comunicación en Miami, grandes periódicos, y el tema dominante en esta reunión ha sido el de la convergencia editorial, es el tema de moda, significa la transformación de las tradicionales redacciones de periódicos en usinas de información que alimentan al mismo tiempo a grandes periódicos de televisión, estaciones de radio e información por celulares. Más allá de que esta tendencia sea lo mejor que le pueda pasar a nuestra profesión lo cierto es que cuando mucha gente piensa que allí está el futuro eso se vuelve casi inexorable porque allí se empiezan a tomar decisiones en ese sentido. Entre esas decisiones está el perfil de los profesionales que van a contratar y eso los va a afectar en el futuro inmediato a ustedes como profesionales. Traigo a cuento esto además porque cuando uno ve esas realidades que ya no son futuro, son presente, uno piensa en qué debería hacer la Facultad, si está haciendo lo correcto para capacitarlos para ese mundo que cambia tan rápido y me hace pensar en las destrezas que enseñamos en la Universidad de Montevideo. De esa reflexión tengo una conclusión que no es que sea la correcta pero en mi visión tiene una buena y una mala noticia. La buena es que ustedes recibieron una formación profesional todavía útil, que están para responder de una manera eficaz ante la realidad de las empresas, de las industrias de comunicación que están requiriendo. Lo que recibieron además es también una sólida formación humanística para sustentar comunicadores competentes de verdad. La mala noticia es que entran en una etapa en que la velocidad de los cambios en el mundo profesional y las exigencias puede hacer que perdamos rápidamente de vista donde está lo fundamental de los comunicadores. En estos años hemos tratado de transmitirle, con nuestras propias imperfecciones, que ser comunicador es una actitud y una forma profesional de entender y hacer la información, la publicidad, la ficción y que esa forma profesional requiere de una receta que un entrañable amigo y profesor Francisco Sánchez da a un grupo de estudiantes que iniciaban recién su carrera hace muchos años, pero que sigue siendo vigente, ustedes seguro que la conocen pero es de esas cosas que hay que repetir y mucho porque vale la pena y mucho. Él decía que para ser buen comunicador hay que saber mirar, no es solo ver sino hacerse cargo de nuestro entorno para poder transmitirlo, dice además , saber escuchar que no es solo oír, que sino comprender lo que los otros sienten y quieren transmitir, dice también que se necesita saber pensar y que pensar no es fácil porque para pensar hay que pararse a pensar, primero hay que pararse y cuando paró, luego pensar y en el mundo de a comunicación a veces es difícil. Y por último como condición para un comunicador y conocer del hombre y de la vida, es decir conocer al hombre como protagonista del fenómeno de la comunicación y conocer sus sentimientos, sus ideas, su historia, sus ideales y sus miserias porque si no nos ocupamos de comprender a las personas como vamos a ocuparnos por comunicar bien. Y por último el último requisito era conocer la vida que esa algo así como ser capaces de abrirnos sin prejuicios al mundo real, tratando de comprender los procesos cada vez más complejos y apuntando siempre a ser fieles a la realidad y a la búsqueda de la verdad, porque pese a lo que digan si no buscamos la verdad iremos al fracaso. En estos años en la UM hemos tratado de enseñarles del hombre, como les decía , la vida , sus sueños, sus emociones, han aprendido de sus esperanzas, del amor que lo mueve y también del dolor y la muerte que explican tantas cosas y que sin ellas el hombre se vuelve un sin sentido. Sé que tiene la sensibilidad y el talento para ser muy buenos en su profesión, los conozco a todos, sus trabajos han demostrado creatividad, rigor intelectual , capacidad para trabajar en equipo y amplitud de horizontes. Repasando trabajos finales que han realizado para graduarse, se que han roto esquemas ya antes de finalizar la carrera. Sé también que tienen amor por lo que hacen y los animo a que nunca lo pierdan pase lo que pase, no tengan miedo jamás, salvo a perder el compromiso con la verdad tanto como periodistas o como personas, aun como encuentren como compañero de camino el dolor de la incomprensión o del fracaso en alguna empresa. San José María, que es el hombre santo que inspira a la Universidad de Montevideo amaba mucho el mundo real y no le tenía miedo a ninguna realidad noble del hombre y él solía utilizar letras de canciones que hablaban del amor humano y que él refería a Dios, una de esas estrofas decía “ yo solo vivo de amor y si en amor estoy ducho es por fuerza del dolor porque no hay amante mejor que aquél que sufrido mucho”. Entonces sean capaces de sufrir por ser buenos. Una discusión que tengo cada tanto con mis colegas de profesiones es si se puede ser profesional aunque no se sea buena persona en sentido de sus virtudes, yo creo que no, se podrá ser famoso, tener éxito laboral, avanzar , pero a la larga no es posible ser buen profesional si no se es buena persona, entonces no tengan miedo a sufrir por hacer lo que se debe de hacer, no renuncien a lo que es justo hacer por no ser comprendidos, a la larga ese es el quid de realizarse como profesionales, mientras mantengan ese espíritu no habrá cambios ni tecnológicos ni desafío que en el futuro no puedan superar. A todos buena suerte y hasta siempre.