secció de dret matrimonial i de família de l`il·lustre col·legi d

Anuncio
SECCIÓ DE DRET MATRIMONIAL I DE FAMÍLIA DE L’IL·LUSTRE
COL·LEGI D’ADVOCATS DE BARCELONA
NOTES DE JURISPRUDÈNCIA.
1. CAPÍTOLS MATRIMONIALS. PACTES ANTICIPATS EN PREVISIÓ DE LA
RUPTURA ATORGATS EN VIGÈNCIA DEL CODI DE FAMÍLIA. Estudi jurisprudencial
sobre la matèria. Admet la validesa dels acords d’exclusió o limitació de la compensació
patrimonial acordats quan era en vigor el Codi de Família en tant s’haguessin atorgat
en capítols o escriptura pública i no en document privat (TSJ). ......................................... 2
2. ALIMENTS DELS FILLS MAJORS D’EDAT: EXTINCIÓ PER ABSÈNCIA DE
RELACIÓ AMB ELS PROGENITORS. La Sala declara l'extinció el dret a percebre
aliments del fill major d’edat en no tenir relació amb el seu progenitor i incórrer en causa
de desheretació, que n´és d’aplicació analògica a aquests supòsits (APB). ....................... 7
3. ATRIBUCIÓ DE L'ÚS DE L'HABITATGE. UNIÓ ESTABLE DE PARELLA.
ARRIBADA DEL FILL A LA MAJORIA D'EDAT. EXTINCIÓ. Extinció de l'ús de
l'habitatge en finalitzar l'exercici de la guarda sobre fill, en ser ja major d'edat (APB). ... 9
4. ATRIBUCIÓ DE L'ÚS DE L'HABITATGE: EXTINCIÓ DEL DRET. ACCÉS A
L’HABITATGE. Es requereix a l’excònjuge perquè faci lliurament a l'altre d'un joc de
claus de l'habitatge conjugal i li permeti el lliure accés, atès que sent un habitatge en
copropietat i esgotat el període d'ús, ha d'entendre's que existeix el dret a l'ús compartit
per a ambdós copropietaris (APB). ................................................................................... 10
5. RÈGIM SEPARACIÓ DE BÉNS: PRESUMPCIÓ DE DONACIÓ ENTRE CÒNJUGES I
PAGAMENT DEL PREU. Objectius d’aquest principi al règim econòmic matrimonial
(APB). .................................................................................................................................12
6. GUARDA COMPARTIDA: MODIFICACIÓ A GUARDA INDIVIDUAL. N’atribueix la
guarda només a un progenitor deixant-se sense efecte la guarda compartida, en quedar
acreditat la situació de fet de que ha estat només un d’ells qui s'ha ocupat del menor amb
col·laboració de la seva parella (APB). ...............................................................................13
7. EXECUCIÓ DE SENTÈNCIA. DESPESES EXTRAESCOLARS. CLASSES DE REFORÇ.
La necessitat de les despeses extraordinàries s’ha de fer per l’òrgan judicial abans de ferles i no després, de forma que no poden ser objecte d’execució (APB). .............................13
8. EXECUCIÓ DE SENTÈNCIA: OPOSICIÓ PER RECONCILIACIÓ NO JUDICIAL. No
és possible executar aquelles quantitats degudes durant el temps esdevingut durant la
reconciliació tàcita (APB). .................................................................................................13
1
1. CAPÍTOLS MATRIMONIALS. PACTES ANTICIPATS EN PREVISIÓ DE
LA RUPTURA ATORGATS EN VIGÈNCIA DEL CODI DE FAMÍLIA.
Estudi jurisprudencial sobre la matèria. Admet la validesa dels
acords d’exclusió o limitació de la compensació patrimonial
acordats quan era en vigor el Codi de Família en tant s’haguessin
atorgat en capítols o escriptura pública i no en document privat
(TSJ).
S.T.S.J. de Catalunya, Sec. 1ª, 46/2012, de 12/07/2012, Recurs 159/2011. Ponent:
Carlos Ramos Rubio.
Fundamentos de derecho II 1. El recurso de casación, como hemos
adelantado, se estructura en tres motivos diferentes, si bien el último de ellos
contiene una precisión necesitada de análisis autónomo.
En el primero, con cita del art. 41 CF en relación con el art. 1328 CC, se alega que
la cláusula que contiene la renuncia "expresa e irrevocable" de la recurrente "a
cualquier derecho que pudiese llegar a corresponderle respecto a los bienes
inmuebles (incluida la vivienda habitual) o muebles (maquinara, equipo, cuentas
bancarias, acciones, etcétera), en cualquier país", en la medida en que solo afecta
a la recurrente y no al actor, es nula por falta de reciprocidad y por ser limitativa
de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge, tal y como ahora
exige expresamente en la nueva legislación catal (art. 231-20.3 CCCat).
En el segundo, con cita también del art. 41 CF pero en este caso en relación con
los arts. 15 y 17 CF, se aduce que, atendido que la Audiencia Provincial considera
que la renuncia en cuestión se enmarca en unos pactos otorgados en previsión de
una futura crisis matrimonial, los mismos hubieran debido elevarse a escritura
pública, como corresponde a los capítulos matrimoniales (art. 17.1 CF), teniendo
en cuenta que en la situación normativa que afecta al presente supuesto la única
referencia expresa a dichos pactos se encuentra en el art. 15 CF, lo que, además,
concuerda con lo que resulta de la actual legislación catal (art. 231-20.1 CCCat).
En el tercero, con cita nuevamente del art. 41 CF en relación con los arts. 1283 y
1288 CC y con el art. 111-7 CCCat, se arguye que la interpretación que de la
cláusula en cuestión ha realizado la Audiencia Provincial es ilógica, al tener por
formulada válidamente la renuncia a la compensación económica prevista en el
art. 41 CF pese a la generalidad de los términos con que la misma fue expresada y
en contra del criterio que resulta de la jurisprudencia del TS y de este propio TSJC
—que se cita— de la que se desprende que "la renuncia debe ser clara,
terminante e inequívoca", lo que, por lo demás, también concuerda con lo que se
exige ahora en CCCat (art. 231-20.4 CCCat).
Finalmente, dentro del tercer motivo, la recurrente expone también que, a la
vista de cierta documental aportada en la primera instancia y de la evidencia de
que la indicada renuncia es gravemente perjudicial para los derechos de la
recurrente, se advierte que en el otorgamiento del documento en cuestión se
infringieron por parte del actor las reglas de la buena fe (art. 111-7 CCCat) al
abusar la confianza de aquélla, teniendo en cuenta que por entonces aquél "no
era propietario de prácticamente ningún inmueble ni terreno de [los] que ha
resultado ser titular en el momento del divorcio" (en aquel momento solo lo era
de 2 plazas de aparcamiento), de manera que el incremento patrimonial que
2
posteriormente experimentó no era en absoluto previsible, todo lo cual se
configura también en la vigente legislación como requisito de eficacia del pacto
en cuestión (art. 231-20.4 y 5 CCCat).
2. Aunque en el Derecho civil común los pactos en previsión de la ruptura
matrimonial carecen de reconocimiento normativo explícito, respecto a la
posibilidad y validez de su otorgamiento la doctrina se ha mostrado
mayoritariamente favorable a su eficacia al amparo del principio de autonomía
negocial de que gozan los cónyuges (art. 1255 y 1323 C.C.), y ello aunque hubieren
sido estipulados, incluso privadamente, fuera de la escritura de capitulaciones
matrimoniales (vid, art. 1325 C.C.), teniendo en cuenta que dentro del ámbito
contractual rige el principio de la libertad de forma (ex art. 1278 C.C), de modo
que los acuerdos recogidos en un documento privado se consideran, presupuesta
la concurrencia de los requisitos esenciales en todo negocio jurídico (art. 1261
C.C.), tan vinculantes para quienes los otorgaron (art. 1091 C.C.) como los
contenidos en una escritura pública, sin perjuicio de la limitación de efectos
frente a terceros y de que, por exigencia legal, algunos de ellos puedan requerir
una forma pública ad substantiam (art. 1325 C.C. en relación con el art. 1327 C.C.;
art. 1341.1 en relación con los arts. 1327 y 633 C.C; art. 1341.2 en relación con los
arts. 1327 y 633 C.C.; art. 826 en relación con el art. 1327 C.C).
En este sentido, la STS 1ª 61/2006 de 3 feb. (FD5), que analiza la eficacia de un
documento privado otorgado por los cónyuges —eso sí—al tiempo de plantearse
su separación matrimonial para pactar la liquidación del régimen económico,
señala con carácter general que:
"La autonomía privada de los cónyuges les permite pactar lo crean más
conveniente para sus intereses y para ello pueden utilizar los documentos
privados, siempre que las leyes no exijan para la validez del acto que están
realizando, el otorgamiento de escritura pública. Por ello las sentencias de esta
Sala han remarcado que en los contratos entre cónyuges, que podemos calificar
como atípicos, deben concurrir los elementos del artículo 1261 del Código civil, es
decir, consentimiento, objeto y causa y no deben traspasar los límites que el
artículo 1255 del Código civil impone a la autonomía de la voluntad, es decir que
no deben ser contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público."
Y la reciente STS 1ª 217/2011, de 31 de marzo (FFDD 3-4), en relación con "un
pacto atípico [en este caso, contenido en una escritura pública] en el que los
cónyuges, previendo otra posible crisis de convivencia, acuerdan que el marido
asuma una serie de obligaciones respecto a la esposa para el caso de que se
produzca una nueva separación", declara la validez de los contratos celebrados
entre los cónyuges "con previsión de posibles rupturas", aunque no obtengan
finalmente la aprobación judicial, siempre que se trate de una materia disponible,
que concurran los requisitos propios de los contratos (consentimiento, objeto y
causa) y que se cumplan "las formalidades especiales exigidas por la ley con
carácter 'ad solemnitatem' para determinados actos de disposición", y ello aunque
únicamente genere obligaciones para uno de los cónyuges, "lo cual no es indicio
de ninguna anomalía contractual". De todas formas, ello no significa que todos
los pactos en previsión de ruptura matrimonial, cualquiera que fuera su
contenido sean válidos y no puedan ser nulos, anulables o rescindibles, puesto
que, como negocios dispositivos que son, se hallan sometidos a las reglas
3
generales de ineficacia jurídica de los negocios patrimoniales y, además, a algunas
específicas de los negocios de familia, singularmente a la que decreta la nulidad
de las estipulaciones limitativas de la igualdad de derechos que corresponde a
cada cónyuge (art. 1328 C.C.) y a la que pretende preservar a los hijos de cualquier
daño y a los cónyuges del perjuicio grave que pudiera derivarse para unos y otros
de tales pactos (art. 90 C.C.).
Así, por lo que se refiere a los pactos de exclusión anticipada de derechos
establecidos legalmente en favor de los cónyuges para el caso de concurrir
determinadas circunstancias en el momento de la ruptura matrimonial, nada
obsta a su validez y eficacia (art. 6.2 C.C.), a la vista de que, si bien, en principio,
la renuncia solo puede abarcar derechos que hayan ingresado en el patrimonio
(STS 1ª 939/2001 de 11 oct. FD1), nada obsta para que, cuando no exista una
prohibición legal ni impedimento de orden público, pueda hacerse dejación de la
expectativa del derecho reconocido legalmente (SSTS 1ª 292/1999 de 9 abr. FD3,
983/2001 de 30 oct. FD1) o, si se prefiere, renuncia anticipada de los derechos
derivados de una relación jurídica ya nacida o en trance de nacer (STS 1ª 335/2011
de 9 may. FD5).
De todas formas, debe tenerse en cuenta que la renuncia —expresa o tácita—,
para ser válida, habrá de hacerse de forma clara, terminante y concluyente, sin
que sea susceptible de interpretación extensiva (STS 1ª 644/2012 de 15 oct. FD2,
con cita de las SSTS 1ª 83/2000 de 8 feb. y 43/2008 de 25 ene.).
3. Por lo que se refiere a nuestra regulación, antes de que la Llei 25/2010, de 29 de
julio, del Llibre 2n del CCCat, relativo a la Persona y a la Familia, los regulara (art.
231-20 y 233-5.1 CCCat), los pactos en previsión de una ruptura matrimonial solo
aparecían mencionados en el art. 15.1 CF como uno de los eventuales contenidos
de los capítulos matrimoniales (vid. SSAP Barcelona 18ª de 23 mar. 2010 y de 5
ene. 2011; SSAP Barcelona 12ª 27 sep. y 26 oct. 2011; RDGRN 4/2003 de 19 jun.;
RDGDEJC 3874/2007 de 9 nov.).
Ante la ausencia de desarrollo normativo de dicha previsión, la doctrina catalana
se dividió entre quienes entendieron que dichos pactos solo podían otorgarse en
capitulaciones matrimoniales y, por tanto, en escritura pública (art. 17 CF), y
quienes admitieron otras formas de otorgamiento, públicas o incluso privadas, al
amparo del principio de libertad de forma (art. 1278 CC.). Más aún, en relación
con la exclusión o reducción de la compensación por razón de trabajo no han
faltado quienes, por considerar que atenta contra el orden público o que es
contraria al principio general —irrenunciable ex ante— de prohibición de
enriquecimiento injusto, la han venido considerando nula —antes de que el
actual art. 232-7 CCCat la haya venido a permitir—, aunque no estuviera
amparada por una prohibición legal similar a la contenida en el art. 3.1 LUEP para
las uniones estables de pareja.
Por nuestra parte, hasta el presente nosotros no habíamos tenido ocasión de
pronunciarnos sobre los requisitos de validez de los pactos otorgados por los
cónyuges, antes o durante el matrimonio, en previsión de una ruptura
matrimonial todavía no producida, al amparo de la legislación anterior al Libre
Segon del CCCat. Por lo tanto, tiene razón la recurrente cuando advierte que toda
nuestra doctrina sobre la posibilidad de excluir la compensación por razón del
trabajo (art. 41 CF y art. 232-5 CCCat) y, en su caso, la pensión compensatoria (art.
4
84 CF y art. 233-14 CCCat), por pacto de los cónyuges otorgado fuera del convenio
regulador de la separación o del divorcio homologado judicialmente, se
encuentra referida concretamente a acuerdos alcanzados después de que se
hubiere manifestado la crisis matrimonial, es decir, producida ya o siendo
inminente la ruptura de la convivencia.
A este respecto, sobre la posibilidad de que dichos acuerdos sean válidamente
alcanzados al margen del convenio regulador de la separación o del divorcio
definitivamente homologado —lo que ahora viene a aceptar el art. 233-5 CCCat,
tanto si es antes como después del cese de la convivencia—, en nuestra STSJC
32/2008, de 18 de septiembre (FD2) —reproducida en la STSJC 34/2010 de 10
sep.—, con cita de otras anteriores, dejamos dicho que:
"...hemos admitido la validez y eficacia de la renuncia a la pensión
compensatoria, aun contenida en pacto privado entre los cónyuges no ratificado
judicialmente, entre otras, en nuestras Sentencias núm. 2612001 -de 4 de octubre-,
núm. 2012003 -de 2 de junio- y núm. 2912006 -de 10 julio-, en la última de las
cuales dijimos que "al margen de su fuerza ejecutiva, nada se opone a la validez
de los acuerdos a que hubieren llegado privadamente los cónyuges en orden a
regular los efectos de la ruptura matrimonial en el ejercicio de su libertad
negocial, siempre que se trate de materias, como es el caso de la presente, sobre
las que no existan limitaciones legales, morales o de orden público (art. 1255 C.
C), siempre que se den los requisitos mínimos imprescindibles (art. 1261 C.C.)...
entre los cuales no se encuentra ninguno específico relativo a la forma (art. 1278
C.C. en relación con el art. 1280 C.C.), llegándose a admitir incluso que la
renuncia de los derechos pueda ser tácita -entre otras, STS la 30 oct. 2001". Todo
ello sin perjuicio del derecho de alimentos cuando proceda (SSTSJC núm. 2112002
de 4 jul., 2012003 de 2 jun. y 2912006 de 10 jul.)."
Ahora bien, en la situación normativa precedente al Llibre Segon del CCCat, sí
tuvimos ocasión, al menos, de remarcar que unos y otros supuestos —los pactos
otorgados antes de surgida la crisis y en previsión de la misma y los alcanzados
tras ella— no eran equiparables, como puede verse en nuestra STS]C 25/2011, de 3
de junio (FD4), en la que, en relación con un supuesto de modificación del
derecho previsto en el art. 41 CF —que declaramos "disponible" por voluntad de
los cónyuges— acordada después de declarada judicialmente la separación y con
vistas a la adopción de las medidas provisionales del divorcio, por lo que se
refiere a las diferencias frente a la renuncia anticipada, declaramos que: "En I'únic
aspecte que autoritzada doctrina sembla incidir en algunes divergències es pel
que fa a la renuncia anticipada, ¡ a la forma que ha de revestir I'expressió de
voluntat que la contingui.
Però, en canvi l'opinió doctrinal majoritària considera que el dret és
indiscutiblement renunciable quan ha sorgit i pot ésser exercitat, com a
conseqüència de la separació, el divorci o la nul·litat del matrimoni".
La misma conclusión viene abonada ahora por lo que se apunta en la DT 2ª 2 de
la Llei 25/2010, cuya alusión a la legislación precedente solo puede referirse al art.
15.1 CF, en la medida en que advierte que:
"Conserven la validesa els pactes en previsió duna ruptura matrimonial adoptats
abans de l'entrada en vigor d'aquesta llei, sempre que compleixin els requisits que
establia la legislació vigent en el moment d'adoptar-los. Si aquesta legislació no
5
emparava el contingut d'algun pacte, aquest és igualment eficaç si és vàlid
d'acord amb les disposicions del Codi civil."
Por tanto, en el punto de decidir si tales pactos eran posibles en la legislación
precedente al Llibre Segon del CCCat y si los mismos podían abarcar la exclusión
o reducción de la compensación prevista en el art. 41 CF, hemos de concluir
afirmativamente, teniendo en cuenta que constituyen una concreción del
principio de libertad de contratación entre los cónyuges (art. 11 CF) y que, a
diferencia de otros supuestos (arts. 3.1 LUEP), no existe ninguna prohibición legal
expresa o implícita que impida su renuncia anticipada (art. 111-6 CCCat).
Ahora bien, tocante a los requisitos de la misma y en atención a tos intereses en
juego —que en la actual legislación han sido objeto de consideración muy precisa
(art. 231-20 CCCat)— , consideramos que en el contexto normativo considerado
solo era posible su otorgamiento válido y eficaz en capítulos matrimoniales (art.
15.1 CF) y, por tanto, en escritura pública con virtualidad constitutiva (art. 17.1
CF), porque, al margen de su eventual acceso a los registros oficiales (RDGRN
4/2003 de 19 jun.), dicha forma era la más apropiada para garantizar la libre
formación de la voluntad de los cónyuges otorgantes, especialmente en una
materia (art. 41 CF) que afecta al régimen económico matrimonial primario.
Las anteriores consideraciones conducen inevitablemente a la estimación del
segundo motivo del recurso de casación, sin que sea necesario resolver los
restantes.
4. A la vista de la estimación parcial del recurso y en el punto de decidir si
concurren los requisitos previstos en el art. 41 CF para reconocer a la recurrente el
derecho económico solicitado, constatamos que la convivencia matrimonial entre
la recurrente y el actor duró diecisiete años, durante los cuales aquélla se dedicó
primero exclusivamente y luego prioritaria mente al cuidado de la familia,
integrada por ellos dos y dos hijos, y al cese de la cual, mientras éste había
logrado acumular un importante patrimonio, que no consta que procediera de
herencia o donación, ella devino patrimonialmente insolvente.
En estas circunstancias, tal y como hemos dicho en otros supuestos similares
(STSJC 19/2012 de 27 may. FD2, con cita de las SSTSJC 7/2003 de 26 mar., 17/2005
de 21 mar. y 8/2006 de 27 feb.), se dan las condiciones para que reconocer el
derecho demandado, esto es:
Que exista una separación judicial, divorcio o nulidad del matrimonio; que uno
de los cónyuges haya realizado durante el matrimonio un trabajo para el hogar o
para el otro cónyuge no retribuido o retribuido de forma insuficiente; que la
disolución del régimen matrimonial haya generado una desigualdad patrimonial
comparando las dos masas de cada uno de los cónyuges, y que la citada
desigualdad patrimonial implique un enriquecimiento injusto.
Por último, respecto a la cuantía, como hemos dicho reiteradamente la
compensación del art. 41 CF no tiene como objetivo igualar los patrimonios de
ambos cónyuges, ya que ello supondría no sólo ir contra la letra y espíritu de la
norma, sino, además, destruir el régimen de separación de bienes cuya esencia
está en la división de patrimonios dentro del matrimonio, ni tampoco introducir
el régimen de participación en los bienes y ganancias del otro cónyuge, al haberse
rechazado expresamente dicho sistema por el legislador catalán. Por ello y
atendidas las circunstancias concurrentes en el presente caso, puestas de
6
manifiesto en la relación de hechos probados contenida en el FD primero de esta
resolución, consideramos razonable la cuantía fijada en la primera instancia
(300.000 euros), por ser más adecuada que la solicitada por la recurrente para
compensar el desequilibrio patrimonial que, a la postre, ha podido ser acreditado.
2. ALIMENTS DELS FILLS MAJORS D’EDAT: EXTINCIÓ PER ABSÈNCIA
DE RELACIÓ AMB ELS PROGENITORS. La Sala declara l'extinció el
dret a percebre aliments del fill major d’edat en no tenir relació amb
el seu progenitor i incórrer en causa de desheretació, que n´és
d’aplicació analògica a aquests supòsits (APB).
S.A.P. Barcelona Sec. 18ª, 192/2012, de 15/03/2012, Recurs 20/2011, Ponent: Mª
Dolors Viñas Maestre.
Fundamentos de Derecho I.-En la demanda se interesa la extinción de la
pensión de alimentos del hijo mayor de edad fijada por sentencia de 13 de
diciembre de 2002. Subsidiariamente se interesa la reducción de la pensión. Se
alega como causa de extinción la recogida en el artículo 451-17 del CCC por
analogía "la ausencia manifiesta y continuada de relación familiar entre el
causante y el legitimario, si es por causa exclusivamente imputable al
legitimario". La parte demandada se opone a la aplicación del artículo 451-17.2)
del CCC e invoca la aplicación del artículo 271 del CF en su apartado 1, d) que
recoge como causa de extinción de la pensión de alimentos el hecho que el
alimentado incurra en alguna de las causas de desheredamiento especificadas en
el artículo 370,1, 2 y 3 del Codi de sucesiones, concluyendo que en dicho precepto
no se recogía como causa de desheredamiento la ausencia de relaciones
familiares, causa que fue incluida posteriormente en el Libro IV del CCC y a la
que no puede hacerse extensiva la remisión del artículo 271 del CF . La sentencia
apelada desestima la petición de extinción acogiendo plenamente la tesis de la
parte demandada.Contra el pronunciamiento desestimatorio se alza la parte
actora alegando que el Codi de Sucesiones al que se remite el artículo 271 del CF
fue derogado por Ley 10/08 de 10 de julio que aprobó el Libro IV del CCC,
normativa que sustituye al referido Código, entendiendo que la remisión que el
artículo 271 del CF hace a las causas de desheredamiento debe entenderse referida
a las recogidas en el Libro IV, concretamente a la contemplada en el referido
artículo 451-17, la ausencia de relaciones familiares, y que estaba vigente en el
momento de presentarse la demanda de modificación. La parte apelada se opone
a tales argumentos.Planteados de esta manera los términos del debate, procede
examinar si la remisión que el artículo 271 1 d) del CF hace al Codi de Sucesiones
puede entenderse efectuada al artículo 451-17 del CCC al haber quedado derogado
el Codi de Sucesiones. El artículo 271 1 d) del CF como se ha señalado contempla
como causa de extinción el hecho de que el alimentado, aunque no tenga la
condición de legitimario, incurra en alguna de las causas de desheredamiento
especificadas por el artículo 370, 1,2, y 3 del Codi de Sucesiones. La remisión se
hace a determinadas causas de desheredamiento, no a todas las causas
contempladas en el artículo 370. Siendo la remisión a causas concretas no puede
sostenerse que una vez derogado el Codi de Sucesiones por la Ley que aprueba el
Libro IV del CCC, la remisión que se hace deba entenderse en bloque a todas las
7
causas de desheredamiento que contemple ahora la nueva normativa, sino solo a
aquellas que resulten análogas. Comparando ambos preceptos la remisión debe
entenderse efectuada a las causas contempladas ahora en el artículo 451-17 2, a),b)
y c) - causas de indignidad, denegación de alimentos y maltrato grave -. Desde
esta perspectiva no procede aplicar la causa de desheredamiento que se invoca
como causa de extinción de la pensión de alimentos.
II.-Dicho lo anterior cabe examinar si resulta aplicable en esta alzada la
normativa contenida en el Libro II del CCC que entró en vigor en enero del 2011 y
cuyo artículo 237-13 recoge como causa de extinción de la obligación de prestar
alimentos el hecho que el alimentado, aunque no tenga la condición de
legitimario, incurra en alguna de las causas de desheredamiento que establece el
artículo 451-17.
En la normativa vigente la remisión a las causas de desheredamiento es total y
por tanto constituirá causa de extinción de la pensión de alimentos la ausencia
manifiesta y continuada de la relación familiar por causa imputable al legitimario.
Dicha normativa no resultaba aplicable en el momento de presentación de la
demanda y en virtud de la Disposición Transitoria III, en principio no cabría
aplicarla ahora en esta alzada. Pero en este concreto supuesto en el que la causa
de extinción que se invoca no constituye un acontecimiento o hecho puntual
concretado en el tiempo, sino un hecho continuado, que no solo podía concurrir
en el momento de alegarse en primera instancia, sino que, de existir, perdura y se
reitera en el tiempo, procede aplicar la normativa actualmente vigente y ello mas
teniendo en consideración que los efectos de un pronunciamiento extintivo de la
pensión de alimentos no serían retroactivos, sino que se producirían desde la
fecha de la resolución que acuerde la extinción, a saber, desde la fecha de la
presente resolución, de tal manera que en ningún caso estaríamos aplicando las
causas de extinción de la pensión contempladas ahora en el artículo 237-13 a
hechos anteriores a la entrada en vigor del Libro II del CCC sino a hechos
producidos con posterioridad a su entrada en vigor.
Procede en consecuencia valorar si efectivamente no ha habido relación entre
padre e hijo y si la ausencia de relación es realmente imputable al hijo
actualmente mayor de edad.
De todos los documentos aportados se desprende claramente que la negativa del
hijo cuando era menor de edad a ver a su padre ha sido reiterada y contundente.
Se han dictado diversas resoluciones judiciales tendentes a restablecer las
relaciones, todas ellas a instancia del padre, desde medidas de requerimiento de
cumplimiento a la progenitora custodia, a medidas de progresividad ante el
incumplimiento de la resolución e intervención de servicios auxiliares como el
punto de encuentro. Ninguna de las medidas adoptadas ha servido para
restablecer la relación entre padre e hijo, siendo este último el que en los años
recientes, ya próximo a la mayoría de edad, se negaba de forma rotunda a ver a su
padre, sin que ninguna de las resoluciones dictadas por el Juzgado de Primera
Instancia y también por esta Audiencia haya considerado justificada dicha
negativa, y hasta lograr un pronunciamiento judicial de suspensión ante el
fracaso de todas las medidas de coerción y de apoyo establecidas por el desprecio
que la parte ha procurado a dichos servicios, negándose de forma reiterada a
entrar a ver a su padre en el punto de encuentro.
8
Esta negativa del hijo a relacionarse con su padre ha continuado una vez
alcanzada la mayoría de edad, mostrando como se desprende de los documentos
aportados un total desapego e incluso desprecio hacia la figura paterna,
manteniendo interrumpida la relación por decisión propia y que siendo mayor de
edad le es exclusivamente imputable. Como se pone de manifiesto en la prueba
testifical del hijo, el padre tiene conocimiento de la evolución del mismo a través
de terceros y la comunicación del hijo con su padre es nula. El hijo no pone en
conocimiento de su padre ningún hecho de importancia en su vida, como son los
estudios que realiza o su domicilio, ni siquiera el cambio de apellidos que ha
llevado a cabo, indicando que no le parece importante.
En definitiva, estamos ante un caso claro de ausencia total de relación familiar
continuada y reiterada que es imputable al hijo una vez ha alcanzado éste la
mayoría de edad, lo que constituye en este momento una causa de extinción de la
pensión alimenticia establecida en la sentencia de 13 de diciembre de 2002 y que
conduce a extinguir la referida pensión con efectos desde la fecha de la presente
resolución por los motivos antes esgrimidos, debiéndose estimar el recurso.
3. ATRIBUCIÓ DE L'ÚS DE L'HABITATGE. UNIÓ ESTABLE DE PARELLA.
ARRIBADA DEL FILL A LA MAJORIA D'EDAT. EXTINCIÓ. Extinció de
l'ús de l'habitatge en finalitzar l'exercici de la guarda sobre fill, en ser
ja major d'edat (APB).
S.A.P. Barcelona Sec. 12ª, 487/2012, de 11/07/2012, Recurs 828/2011, Ponent:
Juan Miguel Jiménez de Parga Gastón.
Fundamento de Derecho III.- La sentencia dictada en la segunda
instancia del proceso declarativo verbal, sobre guarda y custodia, régimen de
visitas y pensión de alimentos de menor de edad nacido en el seno de una unión
estable de pareja de hecho, por esta misma Sección 12 de la Audiencia Provincial
de Barcelona, el 7 de mayo de 2010 , examinó la cuestión de la atribución del uso
del domicilio familiar, de propiedad compartida entre las partes, y decidió la
aplicación en forma análogica de las prescripciones del artículo 83.2.a) del Código
de Familia de Cataluña, en el sentido de conceder la utilización del inmueble a la
progenitora del menor ZZ, por ostentar la guarda y custodia del mismo, hasta el
cese de tales funciones.
En el proceso de modificación de medidas de la sentencia referenciadas, se ha
constatado el acceso a la mayoría de edad del hijo común de las partes, nacido el
FF de 1992, y contando en la actualidad 20 años de edad. La mayoría de edad
supone la extinción del ejercicio de la patria potestad, y consecuentemente de la
guarda y custodia concedida en el proceso meritado, siendo también causa del
cese de la utilización del domicilio familiar, por parte de la progenitora, por así
disponerlo la sentencia dictada en apelación por este Tribunal.
En el momento de la presentación de la demanda rectora de la relación jurídico
procesal de modificación de medidas, ya estaba en vigor el Libro Segundo del
Código Civil de Cataluña, al hacerlo el 1 de enero de 2011. La regulación de la
cuestión del uso del domicilio en los supuesto de pareja de hecho del Libro
Segundo del Código Civil de Cataluña, y en concreto del artículo 234.1 a ) de tal
Texto legal, permite aplicar como causa de la extinción del uso de la vivienda
9
familiar, el cese del ejercicio de la guarda y custodia de los menores por razón de
los cuales se atribuyó el mismo.
Los titulares del dominio de la vivienda familiar, es decir las partes del presente
proceso, podrán deducir en pleito a parte, la acción de división del bien común,
en defecto del proceder a su liquidación fuera del proceso judicial, y por la vía del
artículo 552.11 del Código Civil de Cataluña.
4. ATRIBUCIÓ DE L'ÚS DE L'HABITATGE: EXTINCIÓ DEL DRET. ACCÉS
A L’HABITATGE. Es requereix a l’excònjuge perquè faci lliurament a
l'altre d'un joc de claus de l'habitatge conjugal i li permeti el lliure
accés, atès que sent un habitatge en copropietat i esgotat el període
d'ús, ha d'entendre's que existeix el dret a l'ús compartit per a
ambdós copropietaris (APB).
A.A.P. Barcelona Sec. 18ª, 46/2012, de 5/03/2012, Recurs 302/2011, Ponent:
Ana Mª Garcia Esquius.
Fundamentos de Derecho I.- El debate se centra en la procedencia de la
ejecución instada por el Sr. Geronimo para que se requiera a la Sra. Sara a fin de
que "haga entrega a esta parte de un juego de llaves de la vivienda conyugal y
permita a mi mandante el libre acceso a la misma, toda vez que siendo una
vivienda en copropiedad y agotado el período de uso exclusivo, debe entenderse
que existe el derecho al uso compartido para ambas partes". La sentencia cuya
ejecución se instaba, dictada en fecha 30 de marzo de 2006, decía literalmente
"procede modificar los efectos de la sentencia dictada el 1 de abril de 1999 por el
Juzgado de Primera Instancia nº 19 autos de divorcio 248/98 en el sentido de
limitar al plazo de 12 meses a contar desde la firmeza de esta resolución la
atribución del uso sobre la vivienda conyugal sita en Barcelona, XX a favor de la
sra. YY." Esta sentencia fué confirmada en grado de apelación por sentencia de
esta Sala de 3 de julio de 2007.
Con anterioridad y en fecha 15 de diciembre de 1997, se había dictado sentencia
por el Juzgado de Primera Instancia nº 27 de los de Barcelona, en procedimiento
Declarativo de Menor cuantía, que desestimó la solicitud de división del bien
inmueble de que se trata. Dicha sentencia fue revocada parcialmente por la de la
sección 1ª de esta APB de fecha 16 de marzo de 1999 que acordó cesar en la
indivisión de los inmuebles y entre ellos la vivienda que nos ocupa,
pronunciamiento confirmado a su vez por la sentencia del TS de fecha 8 de mayo
de 2006, es decir, anterior a la del Juzgado de Primera Instancia nº 19.
Ante el Juzgado de Primera Instancia nº 27 se siguen autos de Ejecución de titulo
judicial 268/2007 en los que en fecha 4 de febrero de 2009 se dictó providencia
por la que se acordaba aprobar la valoración del Sr. XX de la vivienda XX, con
minusvaloración del derecho del uso, encomendar la realización de los bienes
objeto de esta ejecución a la entidad DD, no haber lugar a la solicitud de
adjudicación de la ejecutada, y además "requerir a ambas partes para que faciliten
el acceso a los inmuebles que ocupan, a la entidad encargada de la realización
con los eventuales compradores que quisieran visitar los inmuebles".
10
La demanda de ejecución que ha dado lugar al presente incidente se presenta el
15 de octubre de 2009.
Aun partiendo de que es doctrina comúnmente admitida (Sentencia de la
Sección 13ª de la Audiencia Provincial de Barcelona de 26 de octubre de 1999, y
Sentencias de la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Barcelona de 3 de
diciembre de 2001 y 27 de febrero de 2002) la que viene entendiendo que la
atribución del uso de la vivienda familiar a uno de los cónyuges, tanto a través del
convenio regulador aprobado judicialmente, como de la decisión judicial en un
proceso matrimonial contencioso, no es sino la mera atribución del uso exclusivo
de la vivienda, esto es de la facultad de usarla y disfrutarla, en la relación interna
de los cónyuges, y no, en principio, frente a terceros, de modo que la facultad de
uso no modifica la titularidad anterior de la vivienda, la posición de la ejecutada
en este proceso no es sostenible en la medida en que hay consta acreditado
anterior requerimiento del Juzgado de Primera Instancia nº 17 para que facilitara
el acceso al inmueble a la entidad encargada de la realización con los eventuales
compradores.
La atribución del uso, no supone la creación de ningún título, sino la mera
atribución a uno de los cónyuges de una facultad, la de uso, como posesión
material de la vivienda, en base al mismo título que, antes de la separación o el
divorcio, ostentaran los cónyuges para la ocupación del domicilio familiar. En
igual sentido añade la Sentencia de la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de
Barcelona de 3 de noviembre de 2003 que la medida judicial de atribución del uso
de la vivienda familiar a uno de los cónyuges con exclusión del otro, no altera, ni
modifica, ni transforma el título en virtud del cual se venía usando de la misma,
permaneciendo inalterable la relación jurídica previa, de propiedad, usufructo,
arrendamiento, o precario, en la que no se otorgan al cónyuge al que se atribuye
el uso más derechos de los que ya tenía antes, pero tampoco menos.
De esta manera, mientras no se modifique esta titularidad a través de la
oportuna acción, cualquiera de sus copropietarios tiene derecho a continuar en el
uso del bien lo que supone que una vez se haya extinguido el término por el que
se le atribuyó este uso, continua ostentando el derecho en su calidad de
copropietaria de la finca. Ahora bien, en este caso no se interesaba el desalojo en
un proceso de ejecución, sino que existe resolución judicial firme acordando la
división y resolución dictada en proceso de ejecución acordando la efectividad de
esta división.
Podía discutirse si esta concreta medida podía haberse interesado en el incidente
e ejecución del que conocía el Juzgado de Primera Instancia nº 27, que de hecho
practico el requerimiento cuya procedencia ahora discute la ejecutada, pero vista
la sucesión de escritos en uno y otro proceso, el resultado de la vista y la
interminable sucesión de procedimientos en que se encuentran inmersas las
partes contendientes, resolviéndose en ocasiones las mismas cuestiones de forma
reiterada y sin conseguir flexibilizar las posturas de ambos contendientes, pero lo
que no es discutible es que debía permitirse a la entidad encargada de la
valoración y venta del bien el acceso a los inmuebles de los que ambos son
copropietarios y en este sentido la resolución de instancia resulta ajustada a
derecho.
11
5. RÈGIM SEPARACIÓ DE BÉNS: PRESUMPCIÓ DE DONACIÓ ENTRE
CÒNJUGES I PAGAMENT DEL PREU. Objectius d’aquest principi al
règim econòmic matrimonial (APB).
S.A.P. Barcelona Sec. 16ª, 297/2012, de 24/04/2012, Recurs 178/2011, Ponent:
Agustín Ferrer Barriendos.
Fundamentos de derecho III.- Reiterando lo expuesto en sentencias de
este tribunal de 27 de abril de 2007, 22 de febrero de 2008 y 20 de octubre de
2010, se hace preciso indicar que el artículo 39 del Codi de Família (hoy art. 232-3
del Código Civil Catalán) determina que, en las adquisiciones hechas a título
oneroso por uno de los cónyuges durante el matrimonio, si consta la titularidad
de los bienes, la contraprestación para la adquisición se entiende (se presume,
quiere decir la ley) pagada con dinero del adquirente. Hasta ahí es la enunciación
del principio llamado nominalista, propio del sistema de separación de bienes;
pero sigue diciendo el indicado precepto que, si se demuestra que procede del
otro cónyuge, distinto de quien adquirió, se presume la donación. Donación del
dinero con que se realizó la compra, evidentemente. Se trata de un precepto que
parte de la vigencia del régimen de separación de bienes pero mitiga el rigor del
principio nominalista en dicho régimen económico, estableciendo la presunción
contraria a la que rige como general en materia de donaciones porque ésta, a
diferencia del criterio general, se presume. De esa manera se impide que el
cónyuge de quien proceden los fondos con los que se compró intente, a
posteriori, entrar a discutir la titularidad o a pretender una compensación por
razón del origen del dinero con el que se compró. Por esa vía, evidentemente, se
hace común una parte de las ganancias y se acentúa el principio de solidaridad
económica familiar. Esto responde al convencimiento del legislador catalán de
que el principio nominalista en la adquisición de bienes durante el matrimonio
en el sistema de separación de bienes, tiene que corregirse desde la experiencia
de que, constante matrimonio, ambos componentes de la pareja colaboran en
común desarrollo de la vida, redistribuyendo ordinariamente los distintos tipos
de gastos con cargo a unas cuentas u otras, por lo que el hecho de que los fondos
de determinada adquisición provengan mayormente de determinada cuenta y no
de otra, pierde gran parte de sus significación; al mismo tiempo, esta rectificación
del principio nominalista impide poner patas arriba la economía de las familias,
lo que ocurriría si, a posteriori de las adquisiciones hechas, hubiese que entrar en
averiguaciones sobre el origen del dinero, para acordar compensaciones o
subrogaciones reales, que sembrarían la inseguridad entre quienes no sabrían si
lo que adquieren hoy a su nombre, mañana tendrán que devolverlo o
compartirlo, con la secuela inevitable de los pleitos y conflictos que se generarían
en caso de no existir la presunción, que es precisamente a lo que se ha llegado
absurdamente en el presente caso.
Esto es lo que en esencia resuelve el Juzgado de Primera Instancia y creemos que
acertadamente, cuando habla de que se trata de adquisición constante
matrimonio y alude a la cuenta conjunta donde confluían ingresos y gastos, sin
necesidad de profundizar más ya que nada inclina a pensar que esos pagos, de
proceder exclusivamente del apelante, no lo fueran en concepto de donación.
12
6. GUARDA COMPARTIDA: MODIFICACIÓ A GUARDA INDIVIDUAL.
N’atribueix la guarda només a un progenitor deixant-se sense efecte
la guarda compartida, en quedar acreditat la situació de fet de que
ha estat només un d’ells qui s'ha ocupat del menor amb col·laboració
de la seva parella (APB).
S.A.P. Barcelona Sec. 12ª, 237/2012, de 26/03/2012, Recurs 153/2011, Ponent:
Joaquim Bayo Delgado.
Fundamentos de Derecho V.- La atribución de la custodia al padre,
modificando así la custodia compartida de la sentencia de divorcio, debe
confirmarse porque ha quedado acreditado, como señala la sentencia apelada,
que la realidad ha sido ésa, esto es, que el padre se ha ocupado del menor, hoy de
10 años, desde el divorcio, con colaboración se su propia pareja actual. La madre,
pese a que el padre cambió el domicilio del menor desde xx a zz, no ha
reaccionado y ha consentido esa situación. Vista la propia ausencia de petición
contraria de la madre en esta alzada y la propia declaración de ésta, la testifical, la
documental de la escuela y la pericial, todas ellas analizadas en la sentencia
impugnada, el interés del menor es continuar en la situación actual, sin
problemas acreditados, y el artículo 82 CF impone mantener la custodia según la
sentencia de primera instancia.
7. EXECUCIÓ DE SENTÈNCIA. DESPESES EXTRAESCOLARS. CLASSES
DE REFORÇ. La necessitat de les despeses extraordinàries s’ha de fer
per l’òrgan judicial abans de fer-les i no després, de forma que no
poden ser objecte d’execució (APB).
AAP de Barcelona Sec. 12ª, 121/2012, de 03/05/2012, Recurs 680/2011, Ponent:
Joaquin Bayo Delgado.
Razonamientos Jurídicos III.- Los gastos extraescolares, que vienen
sujetos al juicio previo de adecuación y conveniencia por parte de ambos
progenitores, según el pacto señalado, incluyen sin duda las clases de refuerzo.
No es correcto el razonamiento del auto apelado según el cual la necesidad puede
decidirse por el órgano judicial a posteriori. Esa ponderación la debe hacer el
juzgado a priori si los progenitores no están de acuerdo y uno de ellos pide esa
decisión con motivo del desacuerdo en el ejercicio de la potestad parental
(artículo 138.1 del Codi de família de Catalunya , para el caso; actualmente
artículo 236-13.1 del Codi Civil de Catalunya). A falta de ese acuerdo parental o
judicial previo, las clases de refuerzo no pueden ser reclamadas al ejecutado.
8. EXECUCIÓ DE SENTÈNCIA: OPOSICIÓ PER RECONCILIACIÓ NO
JUDICIAL. No és possible executar aquelles quantitats degudes
durant el temps esdevingut durant la reconciliació tàcita (APB).
A.A.P. Barcelona Sec. 18ª, 108/2012, de 14/05/2012, Recurs 424/2012, Ponent:
Mª Dolors Viñas Maestre.
13
Fundamentos de Derecho I.- ... Declarada probada la reconciliación, no
notificada al Juzgado, hasta finales de 2006, cabe determinar qué efectos puede
tener dicha reconciliación en la presente ejecución en la que se reclaman las
mensualidades desde octubre de 2005 hasta octubre de 2008.
El artículo 84 del CC dispone que "la reconciliación pone término al
procedimiento de separación y deja sin efecto ulterior lo resuelto en él, pero
ambos cónyuges separadamente deberán ponerlo en conocimiento del Juez que
entienda o haya entendido en el litigio". Se requiere por tanto una formalidad, la
comunicación al Juzgado, para que puede dejarse sin efecto lo resuelto en el
procedimiento de separación.
Como ya se señalo en la referida sentencia de fecha 17-2-2010 los efectos de la
reconciliación que no ha sido puesta en conocimiento del Juez para dejar sin
efecto la separación acordada han sido determinados por dos sentencias del
Tribunal Superior de Justicia de fecha 30 de julio y 7 de septiembre de 2009
señalando que "sólo la reconciliación comunicada al órgano judicial que entendió
del procedimiento de separación produce efectos jurídicos erga omnes" y en
cuanto a los efectos de la reconciliación que no ha sido comunicada al órgano
judicial, se señala en las referidas sentencias que "la reconciliación tácita o de
hecho, que reúna los requisitos antes expuestos puede y debe producir efectos
ínter partes, toda vez que se trata de un negocio jurídico que surge a la vida del
derecho por la existencia del consentimiento de las partes con una causa lícita y
verdadera ( STS 22-4-1997 ). El derecho no puede desconocer una situación
querida por los que todavía se hallan ligados por el vínculo matrimonial que
deciden libremente suspender el cese de la vida en común que supone la
separación. En consecuencia la convivencia que surge a partir de dicha
reconciliación producirá también efectos jurídicos en caso de nueva crisis
familiar."
Debe concluirse por tanto que la reconciliación no comunicada al Juzgado si
produce efectos entre los cónyuges y ello afecta sin duda a la exigibilidad de la
pensión alimenticia fijada en la sentencia de separación. La pensión de alimentos
es de carácter periódico; la convivencia en común de los progenitores implica la
asunción en común de la obligación de prestar alimentos a los hijos; debe
entenderse que con la convivencia en común ambos cónyuges consienten en
dejar sin efecto durante la convivencia las medidas económicas recogidas en la
sentencia de separación acordadas sobre premisas fácticas que han dejado de
existir aunque sea temporalmente; se ha acreditado que hasta diciembre de 2006
ambos cónyuges tenían una cuenta conjunta en la que ingresaban ambas
nóminas y se cagaban gastos familiares de diversa naturaleza -consumo de
supermercados, peluquería, formación, vestido entre otros - de tal manera que
puede afirmarse que la reconciliación tácita no solo se hizo extensiva a la
convivencia, sino a la economía familiar que volvió a ser conjunta, poniendo
ambas partes en común sus recursos para afrontar todos los gastos, lo que se
evidencia también por el hecho de no haberse planteado la demanda ejecutiva
hasta el mes de octubre de 2008, con posterioridad a la segunda ruptura de la
pareja.
Debe entenderse en consecuencia que la pensión de alimentos devengada
durante el periodo de convivencia en común no es exigible o queda en suspenso
14
en tanto no concurren los presupuestos de la sentencia que la estableció,
entendiendo que la estimación de la reclamación efectuada en la presente
ejecución en relación a dicho periodo es claramente abusiva y que no puede
prosperar pues ello implicaría una infracción clara de lo dispuesto en el articulo 7
del CC que exige que los derechos deban ejercitarse conforme a las exigencias de
la buena fe y que impide el amparo del abuso de derecho.
15
Descargar