tierra, sentido y territorio: la ecuacion geosemántica

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TIERRA, SENTIDO Y TERRITORIO:
LA ECUACION GEOSEMÁNTICA
Autor: Diego Cerda Seguel
diego.cerda.s@gmail.com
Enero 2008
RESUMEN
Planteo un análisis utópico del devenir del Kml y los mashup de mapas
virtuales. Pero utópico quiere decir aquí su significado etimológico, como ‘otro
lugar’. La utopía deja de ser filosofía para convertirse en operatividad real y virtual.
La construcción de los territorios que habitamos empieza a ser dislocada por una
nueva manera de entender la tierra, el territorio y el terruño. Los mapas virtuales
de meros instrumentos para ayudarnos a llegar de un punto A al punto B,
devienen contingencia creativa. Los Kml adquieren el poder GeoSemántico, a
pesar de que no alcanzan a ser confeccionados por criterios de la Web Semántica
del W3C, puesto que obligan a una nueva conceptuación de la Geosemántica.
Ahora podemos crear territorios a voluntad y estos podrán alcanzar cotas de
validez en el mundo real dependiendo del comportamiento de las comunidades. La
ecuación GeoSemántica que se propone, quiere abrir el potencial real y virtual de
las tendencias generadas por los mapas virtuales. La construcción de la ecuación
GeoSemántica implica el desarrollo de un marco teórico que aclare y ordene la
complejidad ontológica que plantea la paradoja del espejo ascensional que implica
Google Earth, primus inter pares de los programas geográficos orientado a
usuarios finales.
PALABRAS CLAVE:
GEOSEMÁNTICA – GEOGRAFÍA – NEOGEOGRAFÍA – TERRITORIO – MAPAS
VIRTUALES – SIG – GEOREFERENCIA – SENTIDO – KML
INTRODUCCIÓN
La aparición de la Geomática y los Sistemas de Información Geográfica
(SIG) significó toda una revolución para los analistas del espacio físico: geógrafos
y geocientíficos. De esta revolución el común de los habitantes del planeta no fue
mayormente participante, que no sea como variables a medir por los
requerimientos de comprensión de la geografía humana. Con la aparición de
Google Earth la revolución de los SIG se ha ampliado e integrado a la vida
cotidiana de unos 300 millones de personas alrededor del mundo hoy por hoy.
Google Earth ha impactado a los usuarios que han descargado este
programa y a los que han podido presenciar su interfase. El impacto de Google
Earth tiene cualidades ontológicas (existenciales) que implican una revolución que
no se limita a ser un momento en la evolución de la geografía digital, sino que nos
ha presentado una nueva forma de experienciación cotidiana del mundo, de
manera que sus consecuencias calan hondo en las estructuras de pensamiento
individual y social, Google Earth es un fenómeno geográfico, pero aun más es un
fenómeno filosófico, antropológico y sociológico, es decir, sus consecuencias son
mejor entendidas si se lo toma desde el punto de vista de las ciencias humanas y
las humanidades, aunque desde luego exigiendo la comprensión tecnológica del
fenómeno al que da pie.
Desde un primer momento el autor participa del desafío intelectual que constituye
Google Earth (Google Earth y la serie de mapas virtuales), diseñando para ello un
concepto que presenta la consistencia para direccionar intuiciones y expectativas
de lo que devendría un navegador de internet con una interfase visual planetaria.
El concepto era el de GeoSemántica, conceptuado –sin pensar que ya existía
como proyecto de las Geociencias.
Pero así como los SIG ya existían dentro de las Geociencias; de la
geografía humana con fines científicos y administrativos; de igual forma la
geosemántica ya existía como proyecto para mejorar el manejo e interoperatividad
de los datos provistos e instalados en los SIG. Y, así como Google Earth socializó
los beneficios de los SIG, potenciando su aspecto visual y navegable, la
geosemántica planteada en 2005[1], venía a ser la propuesta de socialización de
esa otra geosemántica de origen científico técnico.
Desde luego que Google Earth no es el único programa de mapas virtuales,
pero no cabe duda que es el más masivo, y por tanto el que tiene un mayor peso
social a escala global. Aun considerando los mapas de fuente abierta, son Google
Earth y Google Maps los referentes que han propiciado la búsqueda y desarrollo
de alternativas de programas geográficos de fuente abierta para usos Web.
En el ensayo de 2005 se desarrolló el argumento de que “..Google Earth es
una pieza maestra de una nueva Era Tecnosocial”, planteando la idea de un
geobrowser, un navegador integral geográfico de internet, donde toda información
buscada y encontrada estuviese relacionada con un lugar físico del planeta,
incluso aquellos datos más virtuales serían encontrados vinculados al menos con
las coordenadas de aquellas bases de datos donde se alojan. Esta visión se
complementaba con la idea de que la Web semántica es el modelo de
organización de los datos expresados en lenguaje natural, con el fin de crear un
continuo de comprensión humano-máquina, es decir un continuo hacia una
inteligencia artificial construida socialmente. El concepto de Geosemántica
planteado entonces tenía una base sociológica, y buscaba esbozar las posibles
consecuencias del uso intensivo de la anotación del planeta con datos sociales.
Considerando la definición de Geosemántica dado por el proyecto de Jean
Brodeur, del Canadá Earth Resourses, y por el W3C de Berners Lee, podemos
decir que estas definiciones corresponden a la figura de una ‘Geosemántica con
guardapolvo’, aludiendo al aspecto técnico de esta acepción. Asimismo la
definición presentada por el autor en 2005 sería asociada a la imagen de una
‘Geosemántica con camisa’, aludiendo a los sociólogos como los encargados de
estudiar y potenciar la apropiación societal de los mapas virtuales y el poder de
anotar el planeta.
Actualmente, si bien seguimos esperando que la Web 3.0 (Web Semántica)
irrumpa en nuestra cotidianidad, los avances de la Web 2.0 nos han impresionado
por la multiplicidad de recursos que se están desplegando a partir de la
estructuración social de los datos. Siguiendo la misma lógica evolutiva, así como
la Web 2.0 ha democratizado el acceso a la publicación Web, con múltiples
recursos de acceso libre, de la misma manera los mapas virtuales se han
acoplado al movimiento socializante, dando origen a una explosión de geógrafos
legos realizando anotaciones y componiendo Kml. Esta explosión de datos
vinculados a mapas (noticias, fotos, sitios, negocios, etc.) ha generado un nuevo
concepto epocal para la geografía: La Neo-geografía[2]. En este sentido, a partir
de una mejor comprensión del fenómeno de la Web 2.0, y su devenir abierto en
contenidos y recursos, he llegado a plantear una ‘Geosemántica con remera’,
aludiendo a una construcción de sentido sobre el planeta a partir de usuarios
comunes, cuya orientación es libre, no limitada por ninguna seriedad o
compromiso de verdad necesario. Esta ‘Geosemántica con remera’ se identifica a
la nueva geografía o Neogeografía.
LA NEO-GEOGRAFÍA
La Neogeografía define una nueva etapa de la geografía, en la cual esta
deja de ser especialidad de geógrafos y usuarios de SIG, para dar paso a una
disponibilidad abierta de tecnología de construcción de mapas y cartografías
basadas en el ciudadano internauta común y corriente. El archivo Kml (Keyhole
Markup Language, y su versión comprimida Kmz)[3] permite representaciones de
los espacios físicos en múltiples recursos para representar las cuatro dimensiones,
y generar otras dimensiones utópicas, tales como, ficciones interdimensionales[4],
interactividad, tiempo real, etc. Las que son visibles para los geonavegadores
Google-Earth y Nasa World-Wind. Pero para el caso de este tipo de aplicaciones
en Google-Maps y Yahoo Maps, el recurso se denomina API (Application
Programming Interfase), que permite realizar aplicaciones múltiples combinando y
retrotrayendo mapas a diferentes sitios Web, aunque desde luego API tiene
aplicaciones más amplias. La forma en que se mezclan estos recursos se
denomina mashup, pero no se refiere exclusivamente a Kml, sino a combinaciones
de aplicaciones Web en general.
Los mashup que integran mapas en distintas cofiguraciones de aplicación
Web y los Kml están orientados a potenciar al usuario común con nuevas
habilidades geográficas de carácter creativo. Y decimos creativo en un sentido
fuerte: puesto que se abre la posibilidad de mezclar recursos y generar una nueva
comprensión geográfica que amplifica propiamente las posibilidades de diseño del
territorio (diseño territorial), de manos de usuarios comunes.
La geografía deja de ser una especialidad para convertirse en una
generalidad. Esto tiene consecuencias de peso para nuestras sociedades puesto
que la geografía establece los límites de nuestros estados nacionales, y esa es
una de sus funciones formales de mayor peso desde el punto de vista geopolítico,
que requieren de especialización y cuentan con un poder autoritativo frente a los
organismos internacionales, frente a otros estados y frente a los ciudadanos
comunes.
Pues bien, la neo-geografía marca el punto en que la geografía es
construida por todo aquel que quiera designar y crear territorios. Esto altera
muchos conceptos que conocimos hasta ahora.
Considerando la importancia de aclarar y desenredar la madeja de
consecuencias transformadoras este ensayo se plantea, en primer lugar, la
generación de un marco teórico general de este proceso filo-geonáutico, que nos
lleve a una comprensión conjunta de la pregunta por la nueva geografía basada en
la apertura y la libertad de publicación y anotación de mapas; especialmente
involucrando las transformaciones de los parámetros sociales respecto del poder
de manipulación libre de la geografía. Para ello es necesario apelar a nuevas
ideas, con neologismos que permitan captar el proceso humano en el planeta
virtual, así como plantear una ecuación mínima sobre la construcción social de
contenidos geográficos. Ese es el objeto de este trabajo.
MARCO TEÓRICO
Se plantea un entramado comprensivo basado en conceptos que requieren
una definición explícita, que redunda en una búsqueda filosófica de sus
significados potenciales. Para ello seguiremos la senda de la Geofilosofía de Gilles
Deleuze y Felix Guattari (adjudicada a Nietzsche)[5].
En primer lugar realizaremos un relato de las tendencias presentadas en
estos últimos 3 años, que se limitan a seis hechos generadores que, se considera,
producen sus propias paradojas, las cuales escalan en grado y consecuencia,
desde un plano abstracto-virtual hacia un plano político-jurídico. Luego de
presentar la escalada paradójica nos avocaremos a realizar las definiciones
conceptuales requeridas para desplegar las ecuaciones geosemánticas que son el
objeto de este trabajo.
Dados los hechos:
1.- Paradoja del espejo ascensional: El planeta real, registrado por la fotografía
satelital y aérea en distintos momentos –relativamente recientes; se encuentra
disponible visualmente para millones de usuarios a escala global con los mapas
satelitales virtuales. Al visualizar el planeta en nuestro monitor ascendemos de
nuestra posición hacia un estrato satelital, que nos lleva a su vez a otro estrato
superior, el nivel de la manipulación sobre ese planeta digital. A la vez somos
observadores, observados y este círculo nos asciende hasta las esferas del
pensamiento y la imaginación, al nivel tanto individual como planetario (noósfera).
Esto plantea un primer nivel de paradoja: observamos, manipulamos y poseemos
un mundo que es una representación real de la tierra en la que habitamos.
(Observador hiper-reflexivo y creativo).
2.- Paradoja de la autoridad geográfica: Tenemos la herramienta Kml, con la cual
podemos anotar nuestros datos sobre este planeta, estos datos no responden a
ningún criterio establecido, sino que son sindicaciones geográficas libres. (Puntos,
líneas, rutas, polígonos, capas de imágenes, rastreos de GPS, maquetas 3D, etc.).
Si es posible anotar polígonos e imágenes sobre dicho planeta virtual, esto plantea
un siguiente nivel de paradoja: se pueden establecer mapas ficticios, mapas
contendientes o mapas históricos sobre las imágenes del planeta virtual,
generando representaciones alternativas a las hegemonías geográficas
establecidas (geógrafos de oficio y oficiales).
3.- Paradoja de los territorios alternativos: Cada usuario de mapas virtuales
tiene una subjetividad que debe entenderse como agencialidad cartográfica,
considerando los millones de usuarios, cada cual genera y lee los mapas a partir
de su singularidad, y, aun más importante; cada cual puede juzgar los mapas de
los otros en base a filiaciones diferenciales más o menos azarosas o previsibles.
Por ello manejan un poder hasta ahora desconocido, que puede derivar en
realidad sin mucha dificultad, y que plantea el siguiente nivel de paradoja: que el
territorio creado por el agente cartográfico, independientemente de su nivel de
realidad o ficción (de precisión, de interpretación, de historicidad, etc.), puede ser
juzgado, es decir, votado, de manera sincrónica por millones de afiliados a esa
percepción geográfica (territorio), la que, a partir de cierto número crítico de
afiliaciones comienza a comportarse como real (pensemos en Borges o Carroll).
Desde luego que la masa crítica no es un número determinado, sino que está en
relación con la amplitud del territorio, al peso de sentido, a elementos
contingentes, a factores de ficción, de emotividad, etc.
4.- Paradoja del juicio surreal del Kml: El tipo de filiaciones que mueve ‘el juicio del
Kml’ –o sea la votación y afiliación a un Kml; está basado en un diferencial de
motivaciones que convergen en una sincronía de criterios (aprobativos o
desaprovativos) respecto de la calidad y cualidad de la composición geográfica. Es
posible entonces plantear que en la sociedad actual ese criterio es principalmente
derivado de una filiación emotiva, especialmente considerando que la sociedad
massmediática ha incrementado las dosis de manipulación emocional subjetiva de
los públicos y consumidores. El cuarto nivel de paradoja es que el juicio del Kml
deviene surrealista, no se ancla, no busca anclarse en las definiciones geográficas
consensuadas ni en lógicas espaciales consensuadas, sino que precisamente
busca ir más allá, en términos de construcción cultural de la virtualidad y del
espacio físico real, alimentando un utopismo con peso terrestre (propiamente
temática de la posmodernidad).
5.- Paradoja de la geopolítica generalizada: La posibilidad de validar un territorio
creado a partir del Kml equivale a la creación de un mundo virtual (como Second
Life), pero que tiene la capacidad de confrontar intereses geopolíticos y
geoestratégicos en el planeta real. Esto implica una nueva acepción para el
concepto de realidad aumentada: si la comunidad de geonavegadores acepta
territorios en los que existen conflictos territoriales reales (y no sólo al nivel de las
relaciones entre estados, sino también hacia todos sus subconjuntos), o
simplemente decide aceptar definiciones más o menos ficticias o partidarias de los
territorios a partir del juicio aprobatorio del Kml y de la consecuente afiliación al
punto de vista del territorio planteado en el Kml; así se nos abre la siguiente
paradoja. La quinta paradoja concierne a la Teoría de la Dominación, la teoría del
estado y a la teoría de la soberanía: el Estado nación no puede controlar un
territorio virtual que es la representación de su ‘territorio soberano’, el Estado
nación no puede manipular el juicio del Kml, de manera que el conjunto de
agentes cartográficos diferenciales y de geonavegadores pueden operar y realizar
tautologías sobre el territorio libremente, teniendo como base sus propios
consensos. El poder geopolítico se abre a los autores de Kml, y no solo en
oposición a una soberanía real, sino también ficticia. (Véase el caso de la Isla
Sizigia).
6.- Paradoja de la Realidad Kml: Los geonavegadores que respaldan un territorio
votado, operan y operarán de acuerdo a las coordenadas de referencia del Kml en
cuestión. Es decir, como seres pedestres desarrollarán todas las consecuencias
del lugar, tal como se plantean en el territorio dibujado en el Kml. La última
paradoja que planteamos resulta de la posibilidad de vivenciar el espacio físico
terrestre de acuerdo a un Kml, y así eventualmente omitir, invalidar, anular, y
suprimir la soberanía territorial establecida. Aquí la paradoja implica el conflicto
real sobre el espacio físico local, entre los afiliados al Kml y el dominio político y
jurídico de la tierra. Consideremos también que este poder del Kml de ser real
puede derivar, no necesariamente de manera conflictiva, en obras arquitectónicas,
en propuestas urbanísticas y paisajísticas sobre un territorio que en primera
instancia existe como utopía, es decir, en el concepto territorial planteado por el
Kml (especialmente considerando la integración de maquetas 3D con el programa
Sketchup).
Vistos y presentados los hechos paradójicos, ahora cabe considerar las
definiciones que configuran la propuesta.
A partir de la apertura y libertad con la cual se puede construir geografía
hoy, cobra más validez la definición (no intensiva) dada por Deleuze y Guattari a la
geografía[6]:
“La geografía no se limita a proporcionar a la historia una materia y unos lugares
variables. No sólo es física y humana, sino mental, como el paisaje.
Desvincula la historia del culto de la necesidad para hacer valer la
irreductibilidad de la contingencia... Finalmente desvincula la historia de sí
misma, para descubrir los devenires.”
Esta definición es hoy aun más válida y penetrante, pero hay que
considerar el aumento tecnológico del poder de la mente para dar cuenta de las
contingencias espaciales, para ampliar los horizontes en los cuales fundar los
devenires que despliegan las propuestas geográficas inscritas principalmente en la
potencia del territorio Kml.
LA ECUACIÓN GEOSEMÁNTICA
Hasta el momento hemos dado por sentado el concepto de Territorio,
volvamos un poco atrás y problematicemos este concepto, siempre en el contexto
de los mapas virtuales y sus consecuencias societales.
El Territorio surge de una intención sobre la tierra, de una voluntad de
apropiarse una tierra, la forma de apropiarse una TIERRA es, en primer lugar,
darle un SENTIDO a esta, el territorio es aquello que otorgamos mentalmente a un
lugar. Nos centraremos en la definición de los términos TIERRA y SENTIDO:
1) Por Tierra entendemos dos significados:
a. La Tierra es Gea, unidad de significado, como la Madre Tierra, como
Hogar Vivo, Globo Global, etc. Considerando su espacio orbital y su
campo electromagnético. Este es su significado general.
b. Dentro de la Tierra como lugar existen los espacios físicos
determinados, los lugares; la tierra, las tierras. En términos
operativos, y teniendo en cuenta el acto de dar coordenadas
geográficas a un Kml, podemos objetuarla en tanto:
i. Punto: coordenada mínima (Lat, Lon)
ii. Trazo: secuencia continua de puntos.
iii. Área: superficie de un espacio físico
dado, delimitada por una
trama de puntos.
iv. Volumen: espacio tridimensional con
o sin referencia en el
espacio superficial de la
Tierra, pero con referencia
al espacio aéreo y orbital
de la tierra.
v. Flujo:
Movimiento de variables
espaciales referidas a
objetos.
2) El Sentido:
o En términos lógicos reconocemos que el sentido se define
como una de las máximas complejidades, puesto que todo
sentido implica su propio sin sentido, creándose campos
caóticos intermedios (Carroll, Borges, Deleuze). El sentido
es percepción, y somos lo que percibimos (Parménides). El
sentido es actividad mental, crea conceptos para darse a
entender, y los coloca en línea con una voluntad de
significación identificada con un lugar (físico o discursivo).
o En términos de grado el sentido puede ser
i. Teleológico, pragmático, utilitario, funcional:
propiamente sentido.
ii. Sustantivo, existencial, ontológico. En este
caso existe un campo filiar con el sentido, se
trata del AMOR, Filia en general, capacidad de
compromiso anímico, corporal, hasta vital con el
sentido otorgado a ese lugar del pensamiento:
lugar-objeto o lugar físico.
o Con fines heurísticos planteamos una definición operativa del
Sentido que nos permita un planteamiento algebraico
mínimo: El sentido está determinado por el acto humano de
otorgar significado a algo, de significarlo de manera
determinada, en este caso, el medio de significación es la
composición de Kml, el acto de darle contenido, sin
considerar aún sus coordenadas.
– De esta definición deriva nuestra principal ecuación:
1) TIERRA + SENTIDO = TERRITORIO
Que describe el proceso de territorialización relativa, es decir, el acto de dar un
sentido a un lugar; simplemente otorgar contenido y coordenadas a un Kml.
Este sentido puede ser mínimo (un punto del espacio marcado con un título y
una breve descripción) o intensivo (un territorio volumétrico, con maquetas
virtuales, noticias en tiempo real, palabras claves intensivas, etc.).
– Y sus alternativas algebraicas:
2) TIERRA = TERRITORIO – SENTIDO
Que describe una desterritorilización relativa virtual, es decir cuando una tierra
pierde significación, desaparece lo humano del lugar que vuelve a ser
simplemente una deriva geológica. Para el Mapa virtual es simplemente
espacio sin anotaciones, sin Kml.
3) SENTIDO = TERRITORIO – TIERRA
Que describe una desterritorialización virtual, queda solamente la navegación
internet sin georeferenciación, queda solo la Web anterior a los mapas
virtuales. Es el momento en que pensamos que la internet era pura
desterritorialización. Un Kml que no llega a ser Kml, dado que carece de
coordenadas y tierra donde posarse.
Cada territorio, entendido como Kml, es en sí un concepto, el cual, en cada
caso singular –los Kml publicados–, plantea una dimensión sui generis del espacio
físico que describe, un plano dimensional regido por el creador o creadores del
territorio.
El mashup permite la expansión continua de la estructura de recursos
embebidos en un Kml. Aumentando así la capacidad de animar los territorios y
atraer, convencer y comprometer los sentidos de los geonavegantes.
El sentido, en su grado de Filia o Amor, plantea un nuevo tipo de relación
con una tierra, según la mecánica de paradojas que se ha planteado, la filiación, el
voto favorable y la masa crítica de afiliaciones a los Kml genera un horizonte en el
cual el territorio creado por un Kml puede llegar a derivar en más que un simple
territorio de mapas virtuales, puede derivar –tal vez en un momento límite– en una
‘Patria’, Patria en un muy nuevo sentido. Que desde luego se intercepta con el
espacio físico real en donde se ha creado el concepto territorial.
El concepto que otorga la calidad de territorio filiar a un Kml es el concepto
de terruño, tierra arraigada en las costumbres, en las costumbres de
geonavegación por internet, y a su expansión y consecuencias sobre el espacio
físico. El terruño tiene la propiedad tónica; se enraíza en la tierra a partir de la
mente, asume el lugar, el espacio físico como propiedad ontológica de un ser, de
una comunidad; lo sitúa en la balanza existencial y constituye su peso
determinante.
– Así se forma la siguiente ecuación:
4) TERRITORIO + AMOR = TERRUÑO
El territorio votado favorablemente, territorio que llena la masa crítica de
bajadas del Kml, crea un ambiente virtual de efectos potencialmente reales.
Puede llegarse a la paradoja n°6 de la Realidad KML, surgiendo una
filiación fuerte con un territorio Kml, una eventual Patria Kml, un avatar
territorial, una utopía.
En este momento algebraico el poder del usuario de geonavegadores
alcanza su grado geopolítico, conformándose un espacio físico variable cuyas
escalas son propiamente fractales, puesto que están determinadas por las escalas
ópticas de observación de la tierra virtual, en el continuo óptico del zoom a la tierra
existen infinitos grados de acercamiento, cada uno de los cuales integra un
espacio semántico que integra los niveles ópticos inferiores.
Pero no sólo en las escalas ópticas es posible afirmar la fractalidad,
también puede hablarse de fractalidad de acuerdo a las escalas de extensión de
un territorio, desde lo más local, lo geográficamente íntimo, hasta lo más general,
es decir, las pretensiones de significación a un espacio mayor: un continente, un
océano. Por ejemplo, los movimientos autonómicos en el mundo pueden plantear
su propia versión de su patria Kml, con expectativas de validación sobre el espacio
físico, es decir, se escala desde lo más local hasta el nivel geopolítico y
geoestratégico, y aún más allá, en la geografía ficción, es decir: en la creación
territorial basada en la imaginación.
Por otro lado, cuando hablamos de masa crítica de afiliaciones al Kml
debemos comprender el poder de las redes sociales para desenvolver fenómenos
de masividad inusitados. Las comunidades de internet son observadas como
fenómenos caóticos, puesto que pueden crecer y desarrollarse de manera
difícilmente previsible. Así nos lo ha demostrado la Web 2.0, potenciando el caos
de contenidos y el sentido de organización azarosa que testimoniamos en los
blogs.
GEOSEMÁNTICA: MÁS ALLÁ DE LA HEURÍSTICA DE LA UBICUIDAD
Finalmente planteamos una ecuación que representa la Geosemántica en
una dimensión distinta de la conceptuada en la ecuación n°1:
a) TIERRA = GEA
b) SENTIDO = SEMANTICA
Por lo tanto:
TIERRA + SENTIDO = GEOSEMÁNTICA
Pero esta GeoSemántica se libera de las limitaciones derivadas de su
significado dentro del proyecto de Web Semántica del W3C. Aun esperamos que
este proyecto adquiera su masa crítica y empiece a generar consecuencias
societales. Pero de momento entenderemos la Semántica en tanto simple sentido,
sin pretender articularse persiguiendo los objetivos de composición de una
Inteligencia Artificial social. Esto dado que la creación de territorio a partir de los
Kml no pretende articularse como un proyecto unificado, que los usuarios de Kml
se planteen seguir, sino que cada cual crea su propio criterio territorial, el que será
juzgado por las comunidades.
Semántica está vez quiere decir sentido libre. La Web Geosemántica Global
planteada por el autor en septiembre de 2005 sigue en pié, pero en otro orden del
fenómeno internet geográfico. Su lugar corresponde a la senda para desarrollar
una IA social con conocimiento de lugar, con conciencia de lugar. Sin embargo no
debe obviarse el hecho de que los Kml en la medida que consiguen afiliaciones y
con ello realizan territorios, se transformarán en parte del conocimiento que
deberá incluir la Web GeoSemántica Global en tanto que IA espacial.
La GeoSemántica tal como ha sido planteada en este trabajo se orienta a
explotar la heurística de la utopía espacial, es decir, trata de abarcar el fenómeno
de los mapas virtuales tal como la sociedad global ha ido apropiándosela.
Poniendo énfasis en la capacidad de generación de sentido sobre la tierra, es
decir, el poder de territorializar el espacio abierto de los mapas virtuales.
Si:
TIERRA + SENTIDO = TERRITORIO
Y:
TIERRA + SENTIDO = GEOSEMÁNTICA
Entonces:
GEOSEMÁNTICA = TERRITORIO
La GeoSemántica entonces se identifica al territorio, pero más
precisamente a la práctica de crear y desarrollar territorios sobre mapas virtuales,
especialmente bajo la expectativa de generar consecuencias sobre los espacios
físicos; o sea, de validar los territorios como Realidad Real frente a las distintas
comunidades de internautas.
La Geosemántica identificada como la práctica de generar territorios, tal
como se ha presentado, ha derivado en una potencia de artificialidad, de utopía, a
cuya realidad ya no se le puede dar la espalda. La expresión libre, propia de la
Web 2.0 se acopla al poder de la neogeografía, a la anotación libre de la tierra, a
la potenciación del sentido geográfico y de la conciencia de lugar.
El demiurgo que desarrolla territorios a partir de una visión artística, una
posición política, un compromiso social o ecológico podrá tal vez representarse a
sí mismo a partir de un avatar que habite virtualmente su territorio y que faculte a
otros para entrar como avatares que habiten un Kml extenso, o llanamente que
habiten el metaverso que Google podría implementar. Las tendencias señalan que
esto es más que posible, aunque no sepamos si tan cercano como desearíamos.
[1] Cerda Seguel, Diego. El mundo según Google. Google Earth y la creación del Dispositivo
Geosemántico Global. http://Geosemantica.gearth.googlepages.com
[2] Este término ha sido acuñado por Di-Ann Eisnor de Platial Inc. Sin embargo, considero que este
es un término genérico de tal amplitud, que difícilmente puede limitarse a ser considerado obra de
un solo autor.
[3] Debemos considerar que el Kml es un formato que incluye muchos aspectos del archivo Gml
(Geography Markup Language), propio de la operación de los sistemas de información geográfica,
SIG, pero el Gml a diferencia del Kml, no incorpora en su gramática la capacidad de presentación
de los datos (la interfase gráfica visual del Kml), sino que está orientado al “modelaje, transporte y
almacenamiento de la información geográfica” (artículo GML, en: Wikipedia en español).
[4] Ficciones interdimensionales son por ejemplo los espacios inmersivos a partir de monitores. Las
principales dimensiones que considero son tres: la realidad, la ficción y la realidad ficción. Dentro
de la ficción cabe considerar los territorios de la literatura (Tolkien, Borges, el Quijote). Cuando a
partir de la imaginación se crea realidad (operaciones encubiertas, juegos macabros), hablamos de
realidad ficción. Cuando el espacio monitor de los mapas virtuales permite yuxtaponer estas tres
dimensiones hablamos de ficcionmes interdimensionales. Véase mi trabajo en filosofía política: La
inteligencia y los guionistas de la realidad: La creación artificiosa del mundo. Aainteligencia.cl,
enero, 2008.
[5] Deleuze, Gilles, y Guattari, Felix: ¿Qué es la filosofía?. Anagrama, 1993, Barcelona.
[6] Deleuze, Gilles y Guattari, Felix. ¿Qué es... Op. Cit., Pp. 96-97.
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