Santiago, dieciséis de septiembre de dos mil catorce. Vistos: En estos autos RIT O-15-2013 del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Coronel, don Armando Maldonado Cerda y otros deducen demanda en contra de Servicios Socoin Limitada, representada por don René Henríquez Sanzana y, solidaria o subsidiariamente, en contra de la Municipalidad de Coronel, representada por su Alcalde don Leonidas Romero Sáez, a fin que se declaren nulos por morosidad previsional e injustificados los despidos de que fueron objeto y se condene a las demandadas a pagar las indemnizaciones y prestaciones que señalan, más reajustes, intereses y costas. Evacuando el traslado conferido, la demandada principal señala que procedió al despido de los actores debido a que, a su vez, en forma anticipada, la Municipalidad de Coronel le puso término al contrato de prestación de servicios que las unía y del que dependían los contratos de los demandantes, quienes continuaron, sin solución de continuidad, desempeñando sus funciones para la nueva concesionaria. Sostiene que hizo valer la causal de caducidad establecida en el artículo 159 N° 5 del Código del Trabajo, originada en fuerza mayor por el referido término anticipado. Agrega que los contratos eran por obra o faena y que los actores conocían el carácter temporal de sus servicios, los que dependían de una condición ajena a la voluntad del empleador. En el evento que no se acogiera dicha defensa, alega que resulta improcedente la indemnización por años de servicios porque la gran mayoría de los actores la sustituyeron por una indemnización a todo evento; en subsidio, los anticipos de indemnización deben ser reajustados para evitar un enriquecimiento sin causa, situaciones éstas que constan en un convenio colectivo celebrado con los demandantes. Por último, asevera que las cotizaciones previsionales se encuentran pagadas, de modo que es improcedente la nulidad del despido. La demandada Municipalidad de Coronel, al contestar, sostiene que su responsabilidad sería sólo subsidiaria, ya que hizo valer el derecho de información previsto en el artículo 183 D del Código del Trabajo y limitada al tiempo en que los actores habrían prestado sus servicios en régimen de subcontratación. Alega la improcedencia de aplicarle la sanción por nulidad del despido y su falta de responsabilidad en el despido de los actores. Por último, invoca el beneficio de excusión. En la sentencia definitiva de veintisiete de agosto de dos mil trece, el tribunal acogió la demanda sólo en cuanto declara nulos e injustificados los despidos de los actores condenando a la demandada principal a pagar las sumas que indica para cada actor por concepto de indemnización sustitutiva y años de servicios, con recargo del 50%, además de compensación de feriados y remuneraciones y demás prestaciones desde la fecha del despido (22/1/13) hasta la de convalidación. Condena a la demandada Municipalidad de Coronel a pagar las prestaciones referidas respecto de todos los trabajadores, con excepción de las provenientes de la nulidad de los despidos, previstas en el artículo 162, incisos quinto a séptimo del Código del Trabajo. En todo lo demás se rechaza la demanda. Se desestima el beneficio de excusión opuesto por la Municipalidad demandada, sin perjuicio de hacerse valer en la etapa procesal respectiva. Sin costas por no haber sido totalmente vencidas. En contra del referido fallo, la demandada principal interpuso recurso de nulidad fundándose en la causal establecida en el artículo 477 del Código del Trabajo, esto es, la infracción sustancial de derechos o garantías constitucionales que vicia el procedimiento desde la audiencia preparatoria; en subsidio, lo anula desde la audiencia de juicio. En subsidio de ambas, invoca la infracción de ley con influencia sustancial en lo dispositivo del fallo por vulneración de los artículos 4°, 159 N°5 y 454 N° 1 del Código del Trabajo y artículo 1° transitorio de la Ley N° 17.928. En subsidio, de las anteriores, invocó la misma causal precedente, en conjunto con la causal establecida en el artículo 478 letra e), en relación con el artículo 459 N° 4 y, por último, hizo valer la causal contenida en el artículo 478 letra b) del Código del Trabajo. La Corte de Apelaciones de Concepción, conociendo del recurso de nulidad señalado, por sentencia de veinticuatro de diciembre de dos mil trece, lo rechazó, compartiendo el criterio contenido en el fallo del a quo en orden a calificar los contratos de trabajo de los actores como indefinidos, atendido el contexto normativo en que se sitúa el artículo 159 N° 5 del Código del Trabajo y los hechos establecidos, entre otras argumentaciones. En contra de la decisión que falla el recurso de nulidad, la demandada principal interpone recurso de unificación de jurisprudencia solicitando que esta Corte lo acoja y anule la sentencia de fecha 27 de agosto de 2013 y, dicte la correspondiente sentencia de reemplazo, declarando que el despido de los actores que se individualizan en el cuerpo de esta presentación fue justificado y así rechace, a su respecto, la demanda deducida por dichos actores en contra de su representada, en todas sus partes. Se ordenó traer estos autos en relación. Considerando: Primero: Que de conformidad a lo dispuesto en los artículos 483 y 483 A del Código del Trabajo, el recurso de unificación de jurisprudencia procede cuando respecto de la materia de derecho objeto del juicio existieren distintas interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes emanados de tribunales superiores de justicia. La presentación respectiva debe ser fundada, incluir una relación precisa y circunstanciada de las distintas interpretaciones respecto del asunto de que se trate sostenidas en las mencionadas resoluciones y que haya sido objeto de la sentencia contra la que se recurre y, por último, se debe acompañar la copia fidedigna del o de los fallos que se invocan como fundamento. Segundo: Que la recurrente explica que la concesión del servicio de aseo de la Comuna de Coronel, de la que Servicios Socoin Limitada era titular, concluyó el día 22 de enero de 2013, producto de que la titular de la concesión, Municipalidad de Coronel, le puso término. Señala que los actores fueron despedidos por la causal del artículo 159 N° 5 del Código del Trabajo, esto es, por conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato el mismo día 22 de enero de 2013. Indica que había actores que contaban, a la época de terminación del contrato, con un contrato de trabajo cuya causal de terminación era "hasta que terminara la concesión del servicio de aseo de Coronel". Agrega que se presentan dos situaciones: contrato de plazo fijo y luego al terminar este plazo se suscribió un anexo que dejo constancia que el contrato duraría hasta el término de la concesión de aseo de Coronel (individualiza a los actores en esta situación): y contratos derechamente celebrados hasta la terminación del servicio de aseo de Coronel (también individualiza a los actores en esta situación). Enseguida señala que la sentencia del Segundo Juzgado de Letras de Coronel, estableció que por “el hecho de que los actores indicados prestaron servicios ininterrumpidamente hasta el 22 de enero de 2013, fecha en la que fueron despedidos, los contratos se transformaron en contratos de duración indefinida, por aplicación del principio de continuidad de la relación laboral, pues el hecho de haber prestado servicios los trabajadores por más de 10 años para el mismo empleador, en forma continua, pugna con la naturaleza temporal que el empleador alega en relación al tiempo de vigencia del contrato de trabajo habido entre las partes”. Sigue diciendo que en la sentencia impugnada se concluye: "En lo que respecta al artículo 159 N° 5 del Código del ramo, el recurrente lo estima infringido, pues no obstante que la norma reconoce la posibilidad de contratar a un trabajador condicionado a la duración de una obra o faena y, luego, posibilita que el contrato termine cuando tal evento ocurra, sin derecho a indemnización, el juez a quo rechaza su aplicación al calificar los contratos como indefinidos, por el hecho de haber prestado servicios los trabajadores, en algunos casos, por más de diez años para el mismo empleador, en forma continua”. “Pues bien, esta Corte comparte el criterio del juez a quo, pues del contexto normativo en que se encuentra situado el artículo arriba citado y atendidos los hechos acreditados para cada actor, tal calificación nos parece plausible”. Se agrega que la demandada reconoció pacíficamente que 24 de los actores mantenían una relación laboral de carácter indefinido, dato que fue usado por el juez para calificar los contratos. En lo que respecta al resto de los actores, se considera que sus contratos eran de plazo fijo y que continuaron laborando para el empleador ininterrumpidamente, configurándose la hipótesis del artículo 159 N° 4 del Código del Trabajo, es decir, se transformaron en indefinidos. Además, -se argumenta en la sentencia impugnada- si se lee atentamente la regulación del contrato de plazo se desprende que el legislador sólo permite esta modalidad por un plazo no mayor de 1 año, a lo que se une la transformación por el solo ministerio de la ley del contrato de plazo en indefinido ante la segunda renovación del mismo o, incluso, la presunción legal de contrato indefinido frente a servicios discontinuos prestados conforme a dos contratos de plazo fijo, durante 12 meses o más en un período de 15 meses, contados desde la primera contratación. Luego se señala: "Todo ello refuerza el razonamiento empleado en el fallo impugnado en el sentido que la continuidad de las funciones por un plazo considerable, aun tratándose de un contrato que literalmente está convenido por obra o servicio, permite a lo menos presumir la existencia de una relación de trabajo de carácter indefinida, asumiendo así la prevalencia o supremacía del principio de la realidad por sobre la voluntad escriturada". A continuación, la recurrente expone que la controversia de derecho dice relación, con la posibilidad de que contratos celebrados por obra o faena, se transformen en contratos de naturaleza indefinidos por el mero transcurso del tiempo. Así lo afirma la sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción. Alega que dicha interpretación no se ajusta a derecho, ya que habiéndose pactado con cada uno de los demandados que el contrato de trabajo se extendería mientras se mantuviera vigente el contrato de concesión del servicio de aseo de Coronel, cualquiera haya sido la duración del servicio, obra o faena que los originó, el primer concierto mantiene su carácter de obra o faena, por lo que la extensión en el tiempo del contrato de trabajo, producto de la duración del servicio pactado con la Municipalidad de Coronel, más de 10 años en la mayoría de los casos, no los transforma en de naturaleza indefinida y no puede ser de otra manera, ya que cuando se suscribe un contrato por servicio, obra o faena, condicionando su duración a la realización de ellos y esto era plenamente conocido por trabajadores, se está en presencia de una convención por obra o faena, cualquiera sea la duración de ésta. Enseguida, la recurrente señala que esta interpretación no ha sido pacífica, ya que se ha sostenido por tribunales superiores de justicia que un periodo prolongado de duración del contrato de trabajo pugnaría con la naturaleza de este tipo de pactos; sin embargo, la sentencia de esta Corte Suprema, que se acompaña como fundamento, concluye como lo ha sostenido su parte. Dicha sentencia, dictada por esta Corte, acoge un recurso de unificación de jurisprudencia en la causa N° 6.024-12, caratulada “Acuña y otros con Morales”, con fecha 17 de enero de 2013 y en ella se sostiene que los contratos de los trabajadores fueron calificados erróneamente como indefinidos, ya que estaban contratados para la realización de una obra o faena específica, aunque se extendiera en el tiempo, conociendo la temporalidad de sus servicios, los que eran concesionados y cuya duración dependía de un hecho ajeno a la voluntad del empleador, cual era, la perduración del contrato de prestación de servicios de mantención de áreas verdes y jardines. Reproduce parte de la sentencia que invoca. Tercero: Que, conforme a la relación contenida en el fundamento que precede, el recurso de que se trata cumple con las exigencias formales que autorizan su examen de fondo, a lo que se agrega que la sentencia impugnada y la invocada por la recurrente se aprecian disímiles en orden a determinar la exégesis de la disposición contenida en el artículo 159 N° 5 del Código del Trabajo, específicamente en lo que concierne a la calificación de la cláusula contenida en algunos de los contratos de trabajo celebrados entre determinados actores y la demandada principal. Dicha discusión deriva de la circunstancia que la recurrente atribuye a los contratos el carácter de convenios por obra o faena, lo que conduce a que la finalización del servicio provoca su terminación sin derecho a indemnización; en cambio, en la sentencia impugnada, considerando el tiempo en que han permanecido vigentes dichos contratos y el principio de continuidad laboral, se les ha calificado de contratos de naturaleza indefinida, por consiguiente, su terminación indebida devino en la condena impuesta a la recurrente a pagar las indemnizaciones correspondientes. Cuarto: Que, en definitiva, la cuestión a dilucidar se reduce a decidir si corresponde otorgar a la cláusula contractual que reza: “hasta el término de la concesión del servicio de aseo en Coronel”, el alcance que le otorgó la entidad empleadora y si los actores pudieron ser despedidos por la causal prevista en el N° 5 del artículo 159 del Código del Trabajo, después de haber prestado servicios por más de diez años a la empresa. Quinto: Que la causal contemplada en el citado N° 5 del artículo 159 del Código del Trabajo, esto es, conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato, supone, implícitamente, una temporalidad en la prestación de tales servicios; en otros términos y considerando el principio de la estabilidad relativa en el empleo que ahí recoge nuestra legislación, la citada causal supone una ausencia de continuidad en la labor que desarrolla el trabajador. Sexto: Que todo lo concerniente a la terminación de la relación laboral se encuentra normado en el Título V del Libro I del Código del Trabajo, cuyo epígrafe es: “De la terminación del contrato de trabajo y estabilidad en el empleo”. Ya este texto del Título señala que será el criterio de la legislación la estabilidad en el empleo, la que es consustancial con los contratos de duración indefinida. En la reglamentación legal tal estabilidad supone que el trabajador tiene el derecho de permanecer indefinidamente en el empleo hasta tanto no se configure una justa causal de terminación de contrato y si prospera el despido injustificado, indebido o improcedente, tiene el derecho a las correspondientes indemnizaciones. Séptimo: Que dicho régimen no desconoce, por cierto, algunas causales objetivas de terminación como el vencimiento del plazo o la conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato, a cuyo advenimiento expira el vínculo contractual sin derechos indemnizatorios legales para el trabajador. Pero, el legislador laboral, siempre en aras de la defensa de la estabilidad en el empleo, ha consagrado situaciones específicas que denotan su repudio a la transgresión de tal principio, como son por ejemplo, las establecidas en el N° 4 del artículo 159 del Código del ramo, incisos segundo y cuarto, en cuanto ellas consultan presunciones de transformación de contratos de plazo, incluso discontinuos, en contratos de duración indefinida, las que han sido establecidas por el legislador con el objetivo de evitar que los empleadores puedan eludir sus responsabilidades en materia de indemnizaciones por término indebido de contrato. Octavo: Que el Código, en relación con los contratos por obra o servicio determinado, no contempla, como en los a plazo, normas que regulen su transformación en contratos de duración indefinida. Pero la ausencia de tales normas no obsta para que el intérprete pueda señalar los racionales límites temporales de los contratos por obra o servicio determinado. Compete que se señalen tales límites racionales, pues doctrinariamente y también conforme a nuestro derecho positivo, el principio de la continuidad de la relación laboral muestra, como una de sus manifestaciones, la preferencia por los contratos de duración indefinida, los que otorgan una mayor protección al trabajador, especialmente en el difícil momento del despido e inicio de una situación de desempleo. Tales límites racionales se fundamentan “en la convicción, cada vez más arraigada y generalizada, de que debe ser la duración real del trabajo, y no la voluntad de las partes, la determinante de la extensión en el tiempo del contrato” (A. Plá R., “Los Principios del Derecho del Trabajo”, 3ra. edición, 1998, pag. 225). Noveno: Que, por consiguiente, debe concluirse que las actividades que pueden dar origen a que opere la causal prevista en el N° 5 del artículo 159 del Código del Trabajo, deben ser necesariamente transitorias o de limitada duración, conclusión que es la que se aviene con la protección de la estabilidad a que se ha hecho referencia, lo cual no puede ser eludido por las partes por la vía de la autonomía contractual, ni sobre la base de la temporalidad que pueda afectar al empleador en sus vinculaciones con terceros. Décimo: Que puede ilustrarse la materia en análisis con las siguientes normas del Código del Trabajo: a) El artículo 9 alude a la obligación de escriturar el contrato de trabajo, lo cual, por regla general, debe ser dentro del plazo de 15 días de incorporado el trabajador, “o de cinco días si se trata de contratos por obra, trabajo o servicio determinado o de duración inferior a treinta días”. b) El artículo 305 alude a estos dependientes, prohibiéndoles negociar colectivamente y se refiere a ellos como los “que se contratan exclusivamente para el desempeño de una determinada obra o faena transitoria o de temporada”. Undécimo: Que, cabe advertir que en los contratos por obra o servicio determinado existe también un plazo, sólo que este no es predeterminado, sino que se trata del plazo tácito a que se refiere el artículo 1494 del Código Civil; no es concebible que se pretenda utilizar el estatuto laboral de las obras temporales, para aplicarla a la prestación de servicios permanentes. Duodécimo: Que, para el empleador se produce el efecto de eludir las obligaciones que por término de contrato le corresponden y dejar de asumir el “riesgo de empresa” que lleva aparejado. Pues, en efecto, una situación como la presente, en la que sustantivamente debe verse un despido sin causa o por necesidades de la empresa, con derechos indemnizatorios para el trabajador, se torna en una terminación de contrato, conforme al N° 5 del artículo 159 del Código, sin tales derechos. El empleador no puede dejar de asumir esta responsabilidad que le impone la normativa, interpretada conforme a los principios del Derecho del Trabajo y con arreglo al espíritu general de las normas laborales. Decimotercero: Que en el contexto referido resulta, entonces, que los contratos de trabajo de los actores no pudieron sino estimarse de carácter indefinido y al decidirse así en la sentencia impugnada, si bien se constata la disconformidad denunciada respecto de la interpretación y aplicación dada en relación con la norma del artículo 159 N° 5 del Código del Trabajo, ello no constituye la hipótesis prevista por el legislador para que esta Corte, por la vía de la unificación invalide el fallo de nulidad y altere lo decidido en relación con el fondo del debate, por cuanto la línea de razonamientos seguida y conclusión alcanzada por la Corte de Apelaciones de Concepción, se ha ajustado a derecho, razón por la que el recurso interpuesto deberá ser desestimado. Por estas consideraciones y en conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 483 y siguientes del Código del ramo, se rechaza el recurso de unificación de jurisprudencia interpuesto por la demandada principal, contra la sentencia de veinticuatro de diciembre de dos mil trece, dictada por la Corte de Apelaciones de Concepción en estos autos RIT O-15-2013, caratulados “Maldonado y otros con Servicios Socoin Limitada y Municipalidad de Coronel”, seguidos ante el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Coronel. Se previene que la ministro señora Andrea Muñoz Sánchez concurre a la decisión teniendo además presente: 1°) Que el hecho que la recurrente - empresa demandada principal en la causa que da origen a estos autos - haya sido contratada para proveer los servicios de aseo de la Municipalidad de Coronel, por un período determinado, no convierte, por ese sólo hecho, el contrato de trabajo de quienes contrata para desempeñar esa función, en uno por obra o faena. El contrato por obra o faena se caracteriza porque su objeto es la ejecución de una obra material o un servicio determinado que, por su naturaleza propia o intrínseca, tiene el carácter de transitorio o temporal, en tanto que, en la especie, lo transitorio o temporal no es el tipo de servicio prestado por los trabajadores, sino el contrato que el empleador celebró con el dueño de la obra a quien provee los servicios. 2°) Que, la naturaleza de las tareas encomendadas a los trabajadores contratados por la recurrente no dicen relación, efectivamente, con una obra o faena específica, que tenga un principio y un fin, sino, cosa distinta, con una función que éstos se obligan a desempeñar mientras esté vigente el contrato que el empleador celebró con la Municipalidad, lo que llevaría a considerarlos, en definitiva, como “contratos dependientes” o sujetos a la existencia de un contrato principal, categoría que no tiene cabida dentro de nuestro ordenamiento jurídico laboral. 3°) Que, en lo relativo al tiempo, nuestro ordenamiento jurídico reconoce sólo dos clases de contrato de trabajo, aquellos de duración determinada o de plazo fijo y los de duración indeterminada o indefinidos. Los primeros son de carácter excepcional. Así fluye de la regulación restrictiva que se contiene en el artículo 159 N°4 del Código del Trabajo que, por lo mismo, privilegia el imperio de la regla general en la materia, que no es otra que la naturaleza indefinida de los contratos. Por lo tanto, las convenciones que no precisen en forma previa y determinada su duración, serán siempre de naturaleza indefinida, lo cual no es sino reflejo del principio de continuidad inherente en las relaciones laborales, sustentada en las razones de cautela y protección de los derechos de los trabajadores, que de otra forma, se verían conculcados. Redacción a cargo del abogado integrante señor Ricardo Peralta Valenzuela y la prevención, su autora. Regístrese y devuélvanse, con sus agregados. Nº 3.196-2014. Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señor Carlos Aránguiz Z. señora Andrea Muñoz S., señor Carlos Cerda F., y los Abogados Integrantes señores Ricardo Peralta V. y Raúl Lecaros Z. No firman los Abogados Integrantes señores Peralta y Lecaros, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ambos ausentes. Santiago, dieciséis de septiembre de dos mil catorce. Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a dieciséis de septiembre de dos mil catorce, notifiqué en Secretaria por el Estado Diario la resolución precedente.