2 Samuel 15-20 - Iglesia San Juan

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2 Samuel 15-20
DAVID EL INDIGNO Y DÉBIL
1. Introducción.
2. Puntos de enseñanza.
Esta es una historia de derrocamiento y de toma del poder. El que quiere el
poder es Absalón y el que es derrocado es David, por lo tanto, esta historia
es también un drama familiar de inmensas proporciones.
Veamos paso a paso el desarrollo de este intenso drama familiar y
nacional.
2.1. El ascenso a de Absalón.
Quiero dirigir su atención a los siguientes versículos:
2 Samuel 14:25-26.
«25 No había en todo Israel nadie tan bien parecido como Absalón. Su
hermosura era perfecta de pies a cabeza. 26 Cada año, cuando se mandaba
cortar el cabello (pues era tan abundante que le molestaba), el cabello
cortado llegaba a pesar más de dos kilos, según el peso oficial.»
Esta es una poderosa imagen. Absalón es, a la vista de todo Israel, el
hombre perfecto: tiene el atractivo físico y tiene el carisma. ¡El hombre
tiene todo el cabello que quiere!
Pero lo que debe llamarnos la atención no es su belleza, sino por qué la
Biblia lo destaca.
El autor del libro dirige nuestra atención a las características externas de
Absalón: él es un príncipe con una fijación en su propia belleza, su larga
cabellera de la que anualmente hacía gala públicamente (lo más probable
es que el recorte de su cabello se haya hecho de manera pública). ¡Él es
todo un «rock Star»!
En el libro ya hemos sido advertidos de tal fijación con lo externo: Dios
reprendió al profeta Samuel por “mirar lo externo” en lugar de lo interno
(«...Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está
delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» - Samuel 16:7).
Esto nos lleva a preguntarnos cómo será el carácter interno de alguien tan
fascinado consigo mismo y con su belleza externa como Absalón. No
debemos esperar mucho para saberlo.
2 Samuel 15:1-6
Una de las primeras cosas que hizo Absalón fue construirse un hermoso
carro para pasearse por toda la ciudad exhibiendo su belleza y larga
cabellera. (V.1).
Luego él hace una excelente demostración de sus conocimientos e la
política. Hace una campaña posicionando su imagen, saliendo al encuentro
de las personas que acudían al rey por un problema:
2 Samuel 15:2-4
«2 Todas las mañanas se levantaba y se ponía a un lado del camino, junto a
la puerta de la ciudad, y a quien acudía al rey para resolver un pleito o para
pedir justicia, lo llamaba y le preguntaba: «¿Tú, de qué ciudad vienes? » Si
el interrogado respondía:«Tu siervo es de una de las tribus de Israel», 3
Absalón le decía: «Tus razones son buenas y justas, pero de parte del rey no
tienes quién te oiga.» 4 Incluso añadía: «¡Cómo quisiera ser el juez de este
país! ¡Así, los que tuvieran algún pleito o negocio vendrían a verme, y yo les
haría justicia!».
¡Él no resolvía ninguno de los problemas de la gente! Pero se encargaba de
que ellos no lleguen a consultar con el rey y se aseguraba de caerles bien:
2 Samuel 15:5-6
«5 Y si alguien se acercaba y se inclinaba ante él, Absalón le tendía los
brazos y lo besaba. 6 Esto lo hacía con todos los israelitas que acudían al
rey para que les hiciera justicia, y así se iba ganando la buena voluntad del
pueblo de Israel.»
Absalón estuvo haciendo eso por cuatro años y su estrategia fue muy
efectiva. Él llevó a cabo la segunda parte de su plan luego de asegurarse el
apoyo de las tribus del norte y fue proclamado rey en Hebrón,
irónicamente él fue allá con la bendición de David (15:7-12).
2.2. David, el débil. El descenso del rey.
En 2 Samuel 15:14-18 se relata cómo llegaron las noticias de la
conspiración de Absalón al rey David. Y a partir de ese momento David
vuelve a ser el hombre perseguido, el débil que escapa de su enemigo.
Irónicamente su enemigo nuevamente es alguien cercano a él, uno a quien
David ama: su propio hijo rebelde.
¡Y todas las cosas van desmoronándose alrededor de David! Vemos que
una tras otra cosa caen sobre él: malas noticias insultos y dolor.
2 Samuel 15:30 retrata poderosa y gráficamente el dolor de David.
2 Samuel 15:30
«30 David, por su parte, subió por la cuesta de los olivos. Iba llorando, con
los pies descalzos y la cabeza cubierta, y todos sus hombres fieles subieron
con él, también llorando y con la cabeza cubierta.»
A pesar de todo David tiene hombres fieles a quines les pide que se queden
en Jerusalén para hacer de sus espías, también quedaron las.mujeres de
David en el palacio para cuidar de la casa y los asuntos domésticos.
En su lamentable camino, descalzo y llorando le llegan a David noticias
respecto a Mefiboset (¿Recuerdan al nieto de Saúl que era lisiado de
ambos pies a quien David perdonó e invitó a su mesa?): El criado de
Mefiboset salió a recibirle con comida y las siguientes noticias:
«Se ha quedado en Jerusalén, pues pensó que hoy le sería devuelto el reino
que había sido de su padre. » (2 Samuel 16:3b).
¡Una supuesta traición de parte del hombre a quien David había protegido
y alimentado. ¿Qué cosas más podrían salir mal? Leamos:
2 Samuel 16:5-14
«5 David siguió su camino, y llegó a un lugar llamado Bajurín. Allí salió a su
encuentro Simey hijo de Gera, de la familia de Saúl, y al ver a David lo
maldijo 6 y arrojó piedras contra él y sus siervos, pero todo el pueblo y los
soldados más valientes rodearon a David y lo protegieron por todos los
flancos, 7 aunque Simey seguía gritando y maldiciendo: «¡Largo de aquí,
malvado asesino! 8 ¡El Señor te está cobrando la sangre que derramaste de
la familia de Saúl, en cuyo lugar has reinado! ¡Por eso el Señor te ha
quitado el trono y se lo ha dado a tu hijo Absalón! ¡Mírate ahora! ¡Eres un
asesino, y te ha alcanzado tu propia maldad!»
¡Estas acusaciones son mentiras! David no había derramado ni una sola
gota de la sangre de Saúl ni de ninguno de sus familiares para ascender al
trono...pero este hombre siguió con su ofensa por lo que:
«9 Entonces Abisay, el hijo de Seruyá, le dijo al rey: «¿Por qué permite Su
Majestad que este perro muerto le maldiga? Si Su Majestad me lo permite,
¡le arrancaré la cabeza! » 10 Pero David le respondió: «¿Qué les pasa a
ustedes, hijos de Seruyá? Si este hombre me maldice, es porque el Señor se
lo ha ordenado. Y si esto es así, ¿quién puede pedirle cuentas? » 11 Y a
Abisay y a todos sus siervos les hizo notar: «Si mi propio hijo, a quien yo
engendré, busca matarme, ¿quién puede impedirle a un benjaminita que lo
haga? ¡Déjenlo que me maldiga! Seguramente el Señor le ha ordenado que
lo haga. 12 Pero tal vez el Señor vea mi aflicción, y convierta en bendición
las maldiciones que hoy recibo. » 13 Y mientras David y sus seguidores
continuaban su camino, Simey iba delante del rey, por la ladera del monte,
gritando y maldiciendo, y arrojando piedras y lanzando polvo al aire. 14
Finalmente, el rey y sus seguidores llegaron a cierto lugar, y como estaban
fatigados descansaron allí.»
¡Qué respuesta! Esto no es mera resignación sino que una declaración de
confianza en la soberanía de Dios.
Pero las cosas malas para David aún no han terminado. En el versículo 15 el
autor nos relata que Absalón hizo su entrada triunfal en Jerusalén
acompañado del hombre que fue consejero de David: Ajitofel. Este le dio
un consejo malvado:
2 Samuel 16:21-22
«21 Y Ajitofel le aconsejó: «Ve al palacio de tu padre y acuéstate con sus
concubinas, las que se quedaron cuidando el palacio. Cuando el pueblo lo
sepa, pensará que tu padre te aborrecerá, y así la gente se unirá más a ti.»
22 Se levantó entonces en la azotea una tienda de campaña para Absalón,
y éste se acostó con las concubinas de su padre a la vista de todo el
pueblo.»
Así termina el capítulo 16: con una violación a las concubinas de David.
Esto es terrible pero todo está sucediendo en cumplimiento al castigo de
Dios por el pecado de David: Su propio hijo se acuesta con sus concubinas a
la vista de todo Israel ¿Dónde? En el terrado (v.22) ¡El mismo lugar donde
David vio a Betsabé bañándose! El mismo lugar donde la tentación nació en
su corazón y luego se convirtió en violación, mentira, conspiración y
asesinato. El profeta Natán le había dicho de parte de Dios que todas estas
cosas no se apartaron de la casa de David y que uno de los suyos se
acostaría con sus mujeres a la vista de todos (2 Samuel 12:11). Todo esto se
cumplió.
2.3. La Caída de Absalón.
Dejar espías en el Palacio le rindió fruto a David. El espía logró aconsejar a
Absalón que junte todo su ejército en lugar de perseguir apresuradamente
a David. Esto le permitió a David escapar y volver a organizarse. El orgulloso
Ajitofel, cuando vio que Absalón no siguió su consejo se fue, ordenó sus
cosas en su casa y se suicidó (17:23).
Ambos ejércitos se prepararon para la batalla y David tiene una sola orden
a sus hombres:
2 Samuel 18:5
«5 A Joab, Abisay e Itay les ordenó que, por amor a él, trataran con bondad
a su hijo Absalón. Y todos los soldados escucharon lo que el rey ordenó a los
capitanes acerca de Absalón.»
Esta es la orden de un padre.
La batalla terminó rápidamente.
El autor describe que el bosque “devoró más gente que la espada” (18:8),
los ejércitos del hijo rebelde no pudieron escapar en la espesura de la
maleza, es como si la naturaleza misma estuviera en contra de Absalón.
Especialmente un árbol: una encina casi tan grande como el orgullo de
Absalón le atrapa como si fuera su presa:
2 Samuel 18:9
«9 En cierto momento Absalón, que montaba un mulo, se enfrentó con los
hombres de David, pero el mulo se metió por debajo de las espesas ramas
de una encina, y el cabello de Absalón se enredó en la encina, y Absalón
quedó suspendido en el aire, mientras que el mulo siguió adelante.»
A pesar de que David había dado órdenes específicas de no matarle, Joab
ve una oportunidad de deshacerse del hombre que había puesto a todo el
Reino en peligro y decide hacer justicia con sus propias manos. Absalón fue
asesinado mientras colgaba de ese árbol.
2 Samuel 18:14-15
«...al ver que Absalón pendía de la encina y aún estaba con vida, tomó tres
dardos y se los clavó a Absalón en el corazón. 15 Diez jóvenes escuderos
que acompañaban a Joab, cuando vieron herido a Absalón, lo rodearon y lo
remataron.»
Esta fue la decisión de un soldado.
Y así vino la caída del corto reinado de Absalón.
La historia de Absalón había comenzado resaltando su hermosura y su
preciado cabello, que el cuidaba delicadamente, y termina con su derrota,
humillación y muerte a causa de su cabello.
3. Conclusión.
Esta es una historia digna de un guión para una película de drama y acción.
Pero es la Biblia y es palabra de Dios, por lo tanto es mucho más que una
simple historia.
En toda esta sección vemos en Absalón retratado con mucha realidad la
condición del ser humano.
Absalón es el típico hombre exitoso, de noble cuna, exitoso, carismático,
tiene el «look», es hermoso a la vista y distingue dondequiera que va, tiene
dinero y la admiración de todos.
Absalón es el típico modelo de hombre exitoso que la mayoría quiere
imitar... o seguir.
Al igual que muchos hoy, Absalón utilizó su belleza y atractivo para lograr
sus objetivos. También el demostró ser manipulador y pragmático. En
pocas palabras, Absalón es el típico hombre exitoso que asciende como un
cohete al estrellato ¡Y la gente está feliz de seguirle!
Pero todo es falso. Dios ve el corazón de este hombre y ve que en el no hay
temor de Dios ¡Para que necesita Absalón la ayuda de Dios sí ya lo tiene
para ser exitoso!
Pero Absalón necesitaba a Dios y temerle, porque es Dios quién finalmente
frustra todos los planes de Absalón. Tal como había cantado Ana:
1 Samuel 2:3-8
«3 Que nadie se jacte ni sea altanero; que aparte la insolencia de sus labios,
porque sólo el Señor es quien lo sabe todo; es el Dios que pondera toda
acción. 4 El Señor quiebra los arcos de los poderosos, y reviste de poder a
los débiles. 5 Los que eran ricos, ahora mendigan trabajo; los que sufrían de
hambre han sido saciados. Aun la estéril ha dado a luz siete hijos, y la mujer
fecunda ahora desfallece. 6 El Señor da la vida, y la quita; nos lleva al
sepulcro, y nos rescata de él. 7 El Señor da pobreza y riqueza; el Señor nos
humilla y nos enaltece. 8 Al pobre lo levanta de la nada, y saca de la
inmundicia al mendigo para sentarlo entre los príncipes. Del Señor son las
bases de la tierra; sobre ellas ha afirmado el mundo.»
Paralelamente al ascenso humano de Absalón, hay otra cosa que resalta
sobre todo: la humillación y humildad de David.
A pesar de que David aún demuestra muchos errores y faltas, aquí en la
más oscura hora de su reinado, volvemos a ver al David al que amamos en
1 Samuel.
Este es David en su mejor momento en el sentido de su dependencia de
Dios.
En la debilidad él busca a Dios y en su retirada le vemos nuevamente como
el chiquillo que marchó contra el gigante con nada más que su fe y cinco
piedrecillas años atrás.
Él es como Ana otra vez, en su retirada de Jerusalén él perdona al que se
burla de él y lo acepta como de parte de Dios, sin queja, sabiendo que Dios
es justo en todas sus decisiones y misericordioso.
Por su parte Dios muestra que no es por fuerza que uno prevalece sino que
él fortalece a su ungido y le libra de sus enemigos (aún si estos enemigos
son de su propia familia). En cada uno de los eventos que le suceden a
David podemos ver la majestuosa mano de frustrando los planes en contra
suya.
Este es un gran tema en toda la Biblia. Vez tras vez Dios reduce a Israel a su
punto más débil para mostrar que es Él y no el pueblo el responsable de la
victoria.
¿Cómo reaccionamos cuando sobreviene todo tipo de males sobre
nosotros?
La característica de un verdadero creyente es que conoce el alcance de la
soberanía de su Dios.
Oremos.
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