Conductas del uso de alcohol en jóvenes P.A. Sáiz, M.P. González, M. Bousoño y J. Bobes Área de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad de Oviedo. INTRODUCCIÓN El consumo de bebidas alcohólicas forma parte de los usos y costumbres profundamente arraigados en nuestro medio social, hasta el punto de que el hecho de beber, al menos mientras se haga con moderación y en el momento y lugar oportunos, es considerado "normal" y aceptado por todos. No resulta, por tanto, llamativo que España, país vitivinícola, ostente uno de los primeros puestos tanto en la cantidad de alcohol consumido por habitante como en el porcentaje de adictos al alcohol l. En nuestra cultura, resulta casi extraño que no se haya consumido alguna vez alcohol, estando en numerosas ocasiones el inicio del consumo ligado a la infancia e incluso al propio hogar, constituyendo la familia el primer proveedor de esta droga, y el período escolar el tiempo para los primeros abusos2. En este sentido, cabe decir que alcohol y tabaco parecen ser las dos sustancias que primero y con más frecuencia consumen los jóvenes españoles, posiblemente en parte debido al hecho de que son sustancias de consumo legal y, por tanto, fáciles de obtener entre los jóvenes, a pesar de que la legislación vigente prohíbe su dispensación a menores de 16 años3. A pesar de la extensión de su uso y de la gran aceptación del mismo, es necesario señalar los graves peligros que conlleva. En el caso de niños/adolescentes puede implicar la consolidación de un hábito tóxico, así como el riesgo de desarrollar conductas antisociales o tóxicas que, a su vez, provocan marginación4, y no debemos olvidar la gran morbimortalidad debida a accidentabilidad en carretera que el consumo de alcohol lleva asociado en los grupos más jóvenes de edad. cirse a comienzos de los ochenta, momento en el que la irrupción entre los adolescentes de hábitos de consumo alcohólico en progresiva expansión dio ocasión de comprobar que tanto este consumo como el del primer porro habían perdido su carácter de reactivos frente a las normas sociales (tal y como ocurría en los años setenta), para convertirse en conductas naturales 7. Nuestra intención a lo largo de este capítulo es la de presentar al lector, al menos de una forma resumida y a través de una revisión de la bibliografía existente en torno a este fenómeno, cuál es la magnitud y cuáles son las características más relevantes del consumo de alcohol por parte de los jóvenes españoles. Quiénes lo consumen Cuando se trata de delimitar cuál es la prevalencia de consumo de alcohol por parte de los jóvenes es necesario recurrir a estudios epidemiológicos. En el ámbito nacional, cabe mencionar las aproximaciones epidemiológicas realizadas por el INJUVE7 sobre un total de 1.801 entrevistas válidas procedentes de jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 29 años y la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar realizada durante los años 1994 y 1996 bajo los auspicios de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, a jóvenes de edades comprendidas entre 14 y 18 años8,9 (tabla 1). Por otra parte, existen numerosas aproximaciones epidemiológicas que se han realizado en nuestro país a nivellocal, algunas de las cuales tratamos de resumir en la tabla 2, ya que consideramos que pueden resultar orientativas de la problemática existente. TABLA 1. Prevalencia de consumo de alcohol en jóvenes españoles CARACTERÍSTICAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN LOS JÓVENES Es un hecho aceptado que, en nuestro país, el consumo de alcohol por parte de los jóvenes ha experimentado un gran giro5,6 que posiblemente comenzó a produ- Gorrespondencia: Dra. P.A. Sáiz. Area de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad de Oviedo. Julián Clavería, 6, 3.° 33006 Oviedo. 24 DGPNSD (1997)9 N.O Alguna vez (%) Últimos 12 meses (%) Últimos 30 días (%) Edad de inicio (años) * Bebió durante la última semana. 1.801 96,5 50,0* 17.617 83,7 82,4 78,5 13,4 19.191 83,6 81,7 65,7 13,7 a) P.A. SÁIZ ET AL.- CONDUCTAS TABLA 2. Epidemiología DEL USO DE ALCOHOL EN JÓVENES del consumo de alcohol en los jóvenes Beben aalcohol: diario: 57 diariamente/fin de semana: 88% Consumo de alcohol: 87 88,0 último año: 79,5 82,6 8.° deEl-(Mallorca) secundaria 96,4 Fin de semana: 96 26 (varones) - 19,8 75 (mujeres) 84,4 (81,2 [varones]84,9 El previo: vez: 93,7 61,5 60 Alguna 79,3 94, 71,3 l (95,2 Consumo de alcohol: 77 (varones) -88,5 39 (mujeres) 90,9 94,3 (86,3 95,9 89,6 [mujeres]) (Valladolid) Secundaria 95/96 95/96 96/97 (Oviedo) Universidad 92/93 (Oviedo) (Vitoria) COU Bachillerato (Valencia) (Oviedo) Enseñanza 6.° EGB media -(Barcelona) COU (Mallorca) (Pontevedra) (Granada) Mozos de mes reemplazo 95/97 (Oviedo) BUP COU (BurgosNalladolid) ÁmbitoII estudio Prevalencia de consumo (%) Autor (año) El último año: mes: 75 91,5 fin los 62,8 días: 0,4 60,6 Beben de semana: 28,3 75,9 días señalados: 89,2 39,0 62,6 30,9 1,4 13,6 Habituales (> 291 veces/ semana): 29,3 El último año: mes: 89,8 77,9 75,6 76,1 62,9 (90,5 (73,3 (62,7 (59,2 (85,1 [varones]-76,8 [varones][varones]-73,1 89,6 82,7 67,2 [mujeres]) [mujeres]) Fiestas familiares: 66,6 (varones) - 61,6 (mujeres) atodos diario: 79,4 (varones) 31[varones](varones) - l (mujeres) - 13 (mujeres) 91,0 (76,5 94,0 mes el previo: 73,3 Estos estudios ponen de manifiesto un hecho evidente, la amplia difusión con la que cuenta el alcohol entre nuestros jóvenes, y también parecen coincidir en un punto básico, que sería el hecho de que la intensidad del uso de alcohol no parece estar extendiéndose ni aumen- tand09, ya que con respecto a investigaciones anteriores27, los resultados más llamativos del estudio INJUVE7 serían la baja proporción de bebedores de la última semana y el notable incremento de los que dicen no beber en la actualidad (24,4%). 25 PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA. VOLUMEN 5, SUPLEMENTO 1, 1998 Consumo de alcohol y sexo Un hecho cada vez más evidente es la incorporación de la mujer al consumo de alcohoI5,6,28,29. En este sentido, la DGPNSD9 concluye, a la vista de los resultados obtenidos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar realizada en 1996, que no existen diferencias en lo referente a la proporción de consumidores de bebidas alcohólicas en función del sexo, pero lo que sí ocurre es que los chicos beben de forma más intensa que las chicas. Así, según datos de dicho estudio, la cantidad de alcohol puro consumida diariamente durante los fines de semana en los 30 días previos a la encuesta fue de 71 mI en el caso de los chicos y de 47 mI entre las chicas, lo que, dicho de otro modo, supondría que durante los fines de semana los chicos consumen 4 veces más alcohol que durante los días laborales, mientras que las chicas incrementan 8 veces dicho consumo. Resultados coincidentes con los obtenidos previamente en la encuesta realizada a población similar en el año 19948, que entre otros datos ponía de manifiesto que la proporción de bebedores semanales (al menos un día por semana) es de un 42,1% entre los varones y del 33,1 % entre las mujeres, y la de los que consumen alcohol más de 2 días por semana, el 14,2 y el 6,2%, respectivamente. Datos que, sin embargo, contrastan en cierto modo con los extraídos del estudio INJUVE7, en el que se concluye que se siguen manteniendo importantes diferencias por sexo, ya que entre las mujeres hay casi el mismo número de abstemias (31,0%) que de bebedoras (39,4%), mientras que entre los varones, los bebedores son clara mayoría (el 60,3% frente a un 18,0% que dice no beber en la actualidad). Consumo de alcohol y edad Si bien la edad de inicio del consumo de alcohol varía ligeramente en función de las características de las muestras estudiadas29, parece existir acuerdo en que la edad de inicio es más temprana en el caso de los varones, y se sitúa en tomo a los 13 años, mientras que las mujeres lo harían a partir de los 1430. O, de modo más global, podría decirse que los 13 y 14 años se configuran como la "edad de prueba" y los 14 y 15 años como "edad de inicio". Afirmaciones que se verían reforzadas por los datos aportados por las Encuestas sobre Drogas a Población Escolar realizadas en 19948 y 19969, que respectivamente obtienen unas edades medias de inicio de consumo, para ambos sexos, de 13,4 y 13,7 años, respectivamente. No obstante, existen autores que señalan edades de inicio más bajas, tal y como es el caso de Auba y Villalbi31, que en su estudio señalan los 9,5 años como la edad media de la primera bebida para el casi 52% de los escolares de sexto y séptimo de EGB. Otro hecho a tener en cuenta es que a medida que aumenta la edad, aumenta el porcentaje de consumidores en detrimento de los abstemios, aumentando también la intensidad del consumo de alcohol. Además, la incorporación al consumo de alcohol no se realiza de manera paulatina, sino que se produce un paso prácticamente directo de ser abstemio a bebedor. excesivo o "sospechoso alcohólico"32. .. Elzo24 obtiene, en el estudio realizado en escolares de la Comunidad Autónoma Vasca durante 1996, que los jóvenes de menos de 14 años consumen menos alcohol que los de 15 y más, situándose entre los abstemios y los poco bebedores; por el contrario, los escolares de más de 15 años se sitúan entre los bebedores moderados y los bebedores excesivos. De igual modo, los datos comunicados por la DGPNSD (1995 Y 1997)8,9 indican cómo en la encuesta realizada en el año 1994 la proporción de bebedores en el último mes pasa del 61,7% a los 14 años a un 89,6% a los 18, y la proporción de bebedores semanales de un 17,3 a un 54,4%; mientras que en la realizada en 1996, la proporción de los estudiantes que habían consumido bebidas alcohólicas en los 30 días previos pasa de un 39,9% a los 14 años a un 84,4% a los 18, y la cantidad media de alcohol puro consumido durante los fines de semana pasa de 39 a 75 mI. El otro estudio realizado a nivel nacional ya mencionado con anterioridad7 pone de manifiesto los resultados expresados en la tabla 3, lo que permite a sus autores concluir que entre 1988 y 1993 se asistió a una drástica reducción del número de bebedores entre los adolescentes españoles y, a la vez, nos permite apreciar lo ya comentado en el párrafo anterior relativo al aumento del consumo de alcohol paralelo a la edad. TABLA 3. Consumo de alcohol por edad (INJUVE, 1993)7 14,7 29,8 8,3 (53,9) 45,7 (11,5) la actualidad no bebe l. Nunca/en 2. Bebe, pero no lo hizo en el último mes 3. Bebió el último mes, pero no la última semana 4. Bebió en la última semana Entre paréntesis se añaden datos procedente de 1988. 26 14,3 5,1 25,3 55,3 15,9 22,2 46,9 18,4 5,3 6,5 55,4 29,1 (10,4) 25/29años años(%) (%) I120/24 117/19 años (%) 115/16 P.A. sÁrz ET AL.- CONDUCTAS El fenómeno del uso masivo de alcohol no parece ser un tema esencial de los adolescentes, sino que son los jóvenes mayores de edad quienes disparan las tasas de consumo, siendo importante señalar que entre los jóvenes de 15-19 años que han bebido la última semana, cerca de un 40% han consumido una media de 127 mI de alcohol puro, mientras que en 1988 estos bebedores, un 57%, habían consumido 58,1 mi 24. En función de la edad y del nivel de recursos económicos, Elzo33 distingue entre los jóvenes diferentes tipos de bebedores, cada uno con sus rutas, sus modos de beber y sus horarios de consumo, y se destacan cuatro modelos: l. Los más jóvenes: comienzan a beber muy pronto (algunos a partir de las 5 o 6 de la tarde), con bebidas fuertes y baratas, con intención de emborracharse cuanto antes. Son aficionados a los juegos asociados al alcohol. 2. Jóvenes de más de 18 años: empiezan a beber más tarde (7 u 8 de la tarde), suelen quedarse hasta la madrugada (algunos toda la noche) y a las 3 o 4 de la mañana, más o menos, están en casa, diversamente "colocados". 3. Jóvenes de mayor edad y con recursos económicos: no salen hasta la 1 o 2 de la madrugada, beben generalmente combinados de alta graduación y suelen permanecer hasta el amanecer. Algunos al final de la noche toman bebidas no alcohólicas. 4. Jóvenes de medio social bajo, generalmente de 14- 16 años: beben fuera de los bares lo que previamente han comprado en establecimientos ("litrona") y lo consumen en determinados lugares, al no disponer de medios para consumir en bares, pub, etc. Por último, puede ser interesante recordar la siguiente tabla, confeccionada por Elzo24 , en la que se enfrentan las características básicas de los grupos de jóvenes, donde se produce el menor y mayor consumo de alcohol (tabla 4). Cuánto alcohol consumen El comportamiento de los jóvenes en relación al alcohol ha seguido dos líneas divergentes: por una parte, se ha incrementado de forma notoria el número de abstemios, pero por otra, se ha ampliado el número de grandes consumidores, habiendo aumentado además el consumo medio. Es decir, los jóvenes de esta década beben más alcohol que sus congéneres de la década pasada, aunque este consumo se ha restringido a un grupo de grandes bebedores7. Comas 7 basa su apreciación en el hecho de que entre 1988 y 1993 observa una reducción del 47% en el número de bebedores españoles adolescentes, aunque la cantidad de alcohol consumido por los que siguen be- DEL USO DE ALCOHOL TABLA 4. Análisis comparativo frente a "bebedores excesivos" Grupo "prácticamente abstemios" Jóvenes de 12 y 13 años Tiene gran interés por los estudios Aprobó todo en junio o tuvo un suspenso Sentimiento nacionalista a caballo entre español y vasco I EN JÓVENES "abstemios" Grupo "bebedores excesivos" Tiene más de 15 años Regular o escaso interés por los estudios Se considera importante en su grupo de amigos Se sienten sólo vascos Varones Modificada de EDEX (1994)'. biendo se ha incrementado de forma importante: un 118,4%. Es decir, en 1993 se bebe un 48,5% más de alcohol que en 1988. Se ha restringido elJenómeno, pero se ha hecho mucho más peligroso. . -. Este fenómeno de radicalización en el consumo de alcohol por parte de los jóvenes también ha sido apreciado por otros autores; así, Díez Manrique et al34 refieren que la mayoría de los jóvenes varones y, prácticamente, la totalidad de las mujeres consumen cantidades inferiores a 6 bebidas/día. A pesar de esto, en torno a un 12% de los varones y un mínimo porcentaje de mujeres serían heavy drinkers (bebedores importantes), con consumos superiores a 60 g/día para los varones y a 40 g/día para las mujeres35. De igual modo, Elzo y Laespada32 refieren que el porcentaje de bebedores moderados ha sufrido un importante descenso, posiblemente debido al hecho de que una pequeña parte se ha desplazado hacia la zona de abstemios y otros hacia el grupo de consumos más elevados (sospechosos alcohólicos), cuyo porcentaje pasa del 2,2% en 1981 al 14,6% en 1996. Arévalo et at25 encuentran que el porcentaje más elevado de jóvenes se sitúa dentro de la categoría de bebedores moderados (20-60 g/día), que constituyen el 40%, siendo un hecho destacable que el porcentaje de bebedores exagerados (60-80 g/día) se sitúa en torno al 20% y el de grandes bebedores (> 80 g/día) en torno al 11,5%, cifra coincidente con la de abstemios (el 12% del total de la muestra). Datos completamente acordes con los hallados en la encuesta "Los andaluces ante las drogas"36, que también pone de manifiesto el cambio en el patrón de consumo de alcohol por parte de nuestros jóvenes, de modo que aproximadamente un 13,3% de los adolescentes lo consumen en cantidades excesivas (consumos superiores a 75 mI de alcohol), y se observa, además, un incremento de la cantidad que consumen a medida que aumenta la edad, de tal forma que los consumos más elevados se observan en los adultos jóvenes, en torno a los 25 años, siendo los consumos inferiores en los individuos de mayor edad. 27 PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA. VOLUMEN 5, SUPLEMENTO 1,1998 La Encuesta Domiciliaria sobre Uso de Drogas37 halla que el 3,2% de la población realiza un consumo superior a la cantidad de 50 mI de alcohol puro (cantidad de riesgo), en días laborales, mientras que un 6,4% lo hace los fines de semana (con un promedio general diario del 4,8%). Los que en mayor medida se encuentran dentro de ese grupo de bebedores son, para los días laborales, los varones de edades comprendidas entre 40 y 54 años y, durante los fines de semana, también los varones pero de edades más jóvenes, de 19-24 y de 25-39 años, y también un segmento algo menor de 15-18 años. Este sector de jóvenes es el que requeriría una acción preventiva especial, dado que es un grupo muy vulnerable ante estos consumos abusivos. El consumo abusivo de alcohol que se realiza durante los fines de semana se acompaña de modo casi inmediato de otra consecuencia: las borracheras, de modo que más de la mitad de los escolares se ha emborrachado al menos una vez en su vida, el 43% al menos una vez durante el último año y casi el 26% durante el último mes. De igual modo, se constata que a medida que aumenta la edad también aumenta la frecuencia de las borracheras, siendo especialmente sorprendente lo que ocurre entre los jóvenes de 16 y 18 años, rango de edad en el que sólo una cuarta parte refiere no haber experimentado nunca una borrachera a pesar de que, al menos en algunas comunidades como es el caso del País Vasco, a la mayoría de ellos el acceso al consumo de alcohol no les está legalmente permitid032. Estos datos son refrendados por los obtenidos en las Encuestas sobre Drogas en la Población Escolar realizadas en 1994 y 1996, en una muestra representativa de todo el Estado españoI8,9, en las que llama la atención el elevado número de estudiantes de 14-18 años que se emborracha ocasionalmente; asÍ, en torno al 40,0% se ha emborrachado alguna vez en la vida y, aproximadamente, un 22% lo ha hecho durante el último mes. Qué tipos de bebida consumen En nuestra cultura mediterránea, el vino ocupa el lugar más popular entre las bebidas alcohólicas, aunque poco a poco se va introduciendo el consumo de otras bebidas, entre las que destaca la cerveza. Y, si bien el estudio de la OMS sobre conductas escolares relacionadas con la salud38 pone de manifiesto que el vino es la bebida que una mayor proporción del alumnado ha consumido alguna vez, en líneas generales la mayoría de los autores están de acuerdo en señalar que la cerveza es la bebida preferida de los jóvenes españoles, en el momento actual, sin olvidamos de las bebidas destiladas y combinados, que también gozan de gran aceptación entre los jóvenes25,32,34,39,40. 28 El auge que están adquiriendo las bebidas de más alta graduación (combinados y destilados) posiblemente sea debido a la búsqueda de un mayor efecto psicoactivo por parte de los jóvenes32. Cuándo lo consumen Otro hecho evidente es que cada vez existe una mayor conjunción entre consumo de alcohol y fin de semana/tiempo de ocio, por lo que nuestros jóvenes, a diferencia de sus ancestros, adoptan cada vez un más claro patrón de consumo anglosajón7-9,25,32,36,4o-42. En este sentido, un válido ejemplo serían los datos obtenidos en el País Vasco durante 199632, que ponen de manifiesto que el 89% de los jóvenes son abstemios durante la semana, y esta cifra se reduce al 38% en el período de fin de semana, sien49. además destacable que estos escolares que son abstemios durante la semana pasan a consumir importantes cantidades de alcohol durante los fines de semana, de modo que serían "sospechosos alcohólicos" el 21; 1% de los escolares. Además, dentro del espacio de fin de semana el consumo de alcohol no se distribuye de manera uniforme, ya que tiende a concentrarse en una determinada franja horaria; así, en las noches del viernes y del sábado se concentra casi la mitad del alcohol ingerido durante la semana (47%), apareciendo a mucha diferencia la noche del domingo (5,8%) y las tardes del sábado (4,7%), viernes (3,8%) y domingo (3,3%)7. Vemos, pues, cómo se acentúa la dualización de pautas entre días laborales y fin de semana, de tal modo que, en las 54 h que transcurren entre la tarde del viernes y la noche del domingo, los jóvenes ingieren el 76,5% del alcohol semanal, consumiendo tan sólo un 23,5% en las 114 h restantes7. En cuanto a la edad, los adolescentes beben básicamente por las tardes del fin de semana, los jóvenes entre 17 y 25 años las noches del viernes y sábado. (los de 20-24 también los domingos por la noche), mientras que los mayores de 25 años y los que viven de forma autónoma ofrecen una pauta de dualidad más atenuada, ya que beben los días laborales y durante las comidas y las cenas7. Dónde beben los jóvenes El lugar de consumo también ha variado, y se ha pasado de consumir dentro de casa o en el ámbito familiar a los bares o lugares públicos. De este modo, la mayor parte de los jóvenes que beben lo hacen fuera de casa, y dependiendo de la edad va disminuyendo el número de los que lo hacen en calles o parques públicos (los más jóvenes) y aumentando el número de los que lo hacen en establecimientos hosteleros, siendo un hecho claramente P.A. sÁrz ET AL.- CONDUCTAS TABLA 5. ¿Por qué beben nuestros jóvenes? Nuestros jóvenes beben porque: Les da confianza en sí mismos Les gusta el sabor Les hace sentirse bien Para celebrar algo Para olvidar las preocupaciones Les empujan a hacerlo sus compañeros/amigos La gente con la que salen bebe Para calmarse Cuando están enfadados Existen ocasiones en las que sería de mala educación no hacerlo Les "reanima" Les ayuda a sentirse a gusto con la gente No hay otra cosa que hacer Les ayuda a relajarse Modificada de EDEX (1994) '. preocupante la facilidad con que los menores de 16 años tienen acceso al alcohol tanto en establecimientos hosteleros como en otro tipo de comercios, a pesar de estar prohibida su venta a esas edades32. El consumo se realiza principalmente con el grupo de iguales y, en lugar de un consumo solitario e individual privado, más propio de la edad adulta, se realiza un consumo público, lúdico y juvenil. Consumo de alcohol y lugar de residencia La proporción de bebedores aumenta ligeramente en ámbitos rurales (54,5%) Y en las grandes ciudades de más de 500.000 habitantes (52,0%), lo que viene a demostrar que estamos ante un fenómeno muy estandarizado y arraigado. Por otra parte, en el hábitat rural se ingiere un 153,7% más de alcohol que la media nacional, mientras que en las grandes ciudades sólo se alcanza el 83,4% de este dato de referencia7. De igual modo, cabe decir que los varones que viven en el medio rural suelen beber más que los que viven en el medio urbano, y se observa en las mujeres un fenómeno inverso, puesto que beben más aquellas que viven en la ciudad29. Este hecho podría estar motivado, al menos en parte, por el diferente estilo de vida existente entre ambos ámbitos, así como por la distinta repercusión social que la bebida supone en función del hábitat43. Alcohol y consumo de otras sustancias En lo que a poli consumo se refiere, podemos decir que el alcohol es una droga muy frecuentemente asociada al consumo de otras drogas ilegales, aunque si observamos el fenómeno de forma inversa podemos decir que el consumo de alcohol se asocia a una media de policonsumo de 1,84 drogas, siendo las más frecuentes el tabaco y, a más distancia, el cannabis25,37. DEL USO DE ALCOHOL EN JÓVENES Por qué beben nuestros jóvenes El alcohol tiene casi tantas utilidades como usuarios, sirviendo para distintos propósitos según las horas del día. En la tabla 5 se muestra una breve reseña de por qué beben los jóvenes 1• En definitiva, podríamos decir que nuestros jóvenes normalmente beben en grupo para divertirse y ser aceptados, y en alguna medida para mantener una relación grupa!. Es decir, el consumo de alcohol parece actuar como expresión y refuerzo del vínculo social, así como manifestación y lazo de sociabilidad24,42. CONSUMO DE ALCOHOL Y ACCIDENTABILIDAD EN CARRETERA Uno de los mayores problemas asociados al consumo de alcohol es el de la accidentabilidad en carretera. Esto es importante porque el hecho de beber fuera de casa conlleva la posibilidad de desplazamientos, en coche o motocicleta, siendo una de las consecuencias más negativas y representando la primera causa de muerte entre los jóvenes. Datos publicados por el INE en 198944 ponen de manifiesto que los accidentes de tráfico produjeron en el grupo de edad de 15-24 años el 38% de los muertos y, dado que la mortalidad por todas las causas en este grupo de edad es sólo del 1,36%, respecto al total de población, mientras que la mortalidad por accidente de tráfico en ese mismo grupo de edad constituye el 25,69%, está clara la gravedad del problema. Recientemente, la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar9 ratifica esos datos, ya que pone de manifiesto que un 7,3% de los estudiantes que habían consumido alcohol en los 12 meses previos a la encuesta habían sido durante ese período conductores de un vehículo estando bajo los efectos de la sustancia y un 24% pasajeros de vehículos conducidos por alguien que estaba bajo dichos efectos. CONCLUSIONES De todo lo expuesto se pueden extraer una serie de hechos que trataremos de resumir a continuación: l. El consumo de alcohol constituye una práctica ampliamente extendida entre los jóvenes de ambos sexos. 2. Se ha asistido a una importante incorporación de la mujer al consumo de alcohol. 3. Se está asistiendo a un paulatino descenso de la edad de inicio del consumo de alcohol por parte de los jóvenes. 4. Los jóvenes españoles han incorporado nuevas pautas de consumo de alcohol, más próximas al patrón de consumo anglosajón. 29 PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA. VOLUMEN 5, SUPLEMENTO 1, 1998 5. En muchos casos el consumo de alcohol por parte de los jóvenes lleva asociado el consumo concomitante de otras sustancias legales e ilegales. 6. La accidentabilidad en carretera asociada al consumo de alcohol constituye una de las primeras causas de mortalidad entre los conductores jóvenes (18-30 años). 7. Los cambios observados en las formas de consumir alcohol por parte de los jóvenes, así como el aumento de los problemas derivados de su consumo, han puesto de manifiesto la necesidad de intensificar las estrategias de intervención para la prevención del consumo de alcohol. BIBLIOGRAFÍA l. EDEX. Si bebes en exceso te la juegas. Bilbao: EDEX, 1994. 2. Vega A. La población escolar inmersa en la cultura del alcohol. Actas de las XXIII Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol. Oviedo: Socidrogalcohol, 28-30 de marzo de 1996. 3. Bobes J, Sáiz PA, Bascarán MT, Fernández n, López JL. Aproximación epidemiológica y tendencias de consumo de MDMA. En: Bobes J, Lorenzo P, Sáiz PA, editores. Éxtasis (MDMA): un abordaje comprehensivo. Barcelona: Masson, 1998. 4. Rodríguez-Martos A. Manual de alcoholismo para el médico de cabecera. Barcelona: Salvat Editores S.A., 1989. 5. Díez-Manrique JE Nuevos patrones de consumo de alcohol en Cantabria. Santander: VI Congreso de la Sociedad Española de Toxicomanías, 9-11 de octubre de 1997. 6. Giner J, Franco D. Nuevos patrones de consumo de alcohol. Santander: VI Congreso de la Sociedad Española de Toxicomanías, 9-11 de octubre de 1997. 7. Comas D. Los jóvenes y el uso de drogas en los años 90. Madrid: INJUVE, 1993. 8. DGPNSD. Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar, 1994. Madrid: Ministerio de Justicia e Interior, 1995. 9. DGPNSD. Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar, 1996. Madrid: Ministerio de Interior, 1997. 10. Bobes J, Bousoño M, Hernández R, Millán J. Epidemiología del consumo de alcohol y tabaco en estudiantes de la Universidad de Oviedo. Rev San Hig Pub 1985; 59: 381-394. 11. Calafat A, Amengual M, Farres C. Estilo de vida y hábitos de consumo de drogas entre estudiantes de enseñanza media. Boletín de Estupefacientes 1985; 37: 121-131. 12. Queipo D, Álvarez FJ, Velasco A. Alcohol consumption among university students in Spain. Drug AIc Depend 1986; 18: 41-49. 13. Torres MA. Las drogas entre estudiantes de bachillerato de la provincia de Valencia. Valencia: Institució Valenciana d'Estudis i Investigació, 1986. 14. López Álvarez MJ. Estudio epidemiológico sobre el inicio y consumo de drogas en estudiantes del distrito universitario de Oviedo [tesina de licenciatura]. Oviedo: Universidad de Oviedo, 1987. 15. Calafat A, Amangual M, Mejías G, Borrás M. Consumo de drogas en enseñanza media. Comparación entre 1981 y 1988. Rev Esp Drogodep 1989; 14: 9-28. 16. Comín E, Nebot M, Villalbí JR. Exercici i consum de tabac i alcohol deIs escolars de Barcelona. Gac Sanitaria 1989; 3: 355-365. 17. Del Río C, Álvarez FJ, Queipo D. Patterns of alcohol use among university students in Spain. Alcohol, Alcoholism 1989; 24: 465-471. 18. López Campos JM. Consumo de drogas entre los estudiantes no universitarios de la provincia de Pontevedra [tesis doctoral]. La Coruña: Universidad de Santiago de Compostela, 1990. 30 19. Cervera G, Bolinches F, Martínez J, Valderrama JC, Bolinches MD, Llovet F. Estudio sobre las opiniones y uso de sustancias psicoactivas en estudiantes de medicina. Rev Esp Drogodep 1991; 16: 125-133. 20. García JL, Rubio A. Criterios de clasificación de los adolescentes que consumen alcohol. Rev Esp Drogodep 1991; 16: 135-149. 21. Soler P, Carretero MD, Martín C, Soler M, Gázquez JA, Pérez E et al. Consumo de alcohol y drogas en estudiantes de medicina. Folia Neuropsiquiátrica 1992; 27: 99-108. 22. De la Cruz MA, De la Cruz M. Prevalencia del consumo de alcohol y tabaco en una población adolescente. Rev Esp Drogodep 1993; 18: 71-84. 23. SalcedoF, Palacios ML, Rubio M, Del Olmo E, Gadea S. Consumo .de alcohol en escolares: motivaciones y actitudes. Aten Primaria 1995; 15: 8,10,12-14. 24. Elzo J. 'Drogas y escuela. Proyecto 1996; 20: dossier 21. 25. Arévalo JM, Masip GP, Abecia Le. Consumo de alcohol en una muestra de estudiantes universitarios. Rev Esp Drogodep 1997; 22: 13-23. 26. Herreros O, González MP, Pérez de Albéniz CE, Sáiz PA, Bobes J. Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas en estudiantes de ciencias de la salud de la Universidad de Oviedo. Adicciones 1997; 9 (3): 363-373. 27. Comas D. El síndrome Haddock: alcohol y drogas en enseñanzas medias. Madrid: Centro de investigación, documentación y evaluación, 1990. 28. Rubio E, Egea MV, Sánchez E, Rubio E. Hábitos y consumo de alcohol en población estudiantil de Zaragoza. Rev San Hig Pub 1991; 65: 45-52. 29. Casas N, Franco D. Alcohol y juventud. Monogr Psiquiatr 1996; 5: 58-62. 30. Duque G, Terrón 1, López MA, Sánchez JG, Romero MP. Consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales entre alumnos de BUP. Salud Rural 1995; 6: 49-58. 31. Auba J, Villalbí JR. Consumo de bebidas alcohólicas en la adolescencia. Aten Primaria 1993; 11: 26-29, 31. 32. Elzo J, Laespada MT. El alcohol y la noche. Rev Est Juventud 1996; 37: 45-54. 33. Elzo J. Alcoholismo juvenil. Bilbao: Universidad de Deusto, 1994. 34. Díez Manrique JF, Peña C, García E, Vázquez JL, Lequerica J, Alonso M. Prevalencia y patrones psicosociales de consumo de alcohol en Cantabria. Acta Luso-Esp Neurol Psiquiatr 1991; 19: 279-289. 35. Vila A, Espinosa E, Pardo C, Martín H, Castillón A, Llor C. Estudio epidemiológico sobre los hábitos de consumo de alcohol en una población de carácter urbano. Aten Primaria 1993; 11: 412-415. 36. Comisionado para la Droga. Los andaluces ante las drogas, IV. Sevilla: Junta de Andalucía, 1995. 37. DGPNSD. Encuesta domiciliaria sobre uso de drogas. Madrid: Ministerio de Justicia e Interior, 1996. 38. Mendoza R. Alcohol y tabaco en los adolescentes españoles escolarizados (1986- 1994). CDD 1995; 31: 7-8. 39. Álvarez FJ, Queipo D, Del Río MC, García MC. Alcohol consumption in young adults in the rural comunities of Spain. Alcohol Alcoholism 1991; 26: 93-101. 40. Generalitat Valenciana. El consumo de drogas y factores asociados en la Comunidad Valenciana. Valencia: Generalitat Valenciana, 1997. 41. Sánchez Beiza L, Martín-Carrillo P, Gil MP. Detección y características del consumo de drogas legales en jóvenes de 15 a 25 años. Aten Primaria 1993; 11: 350-352. 42. Parra J. Los adolescentes y su cultura del alcohol y de la noche. Alcohol y adolescencia. Hacia una educación preventiva. Madrid: FERE, 1994. 43. Gili M, Giner J, Lacalle J, Franco D, Perea E, Diéguez J. Patterns of consumption of alcohol in Seville, Spain. Results of a general population survey. Br J Addiction 1989; 84: 277-285. 44. Coordinadora de ONG que Intervienen en Drogodependencias. Documento de información y reflexión sobre el alcohol y la juventud. Madrid: Coordinadora de ONG que Intervienen en Drogodependencias, 1995.