ARQUITECTURA | UN PROYECTO PARA AZKOITIA Monumentos listos para jugar Los Frontones Oteiza, primera fase del proyecto Centro de Pelota de Euskal Herria de Azkoita, se inauguran mañana. Cada frontón representa un territorio vasco. ENRIQUE MINGO SAN SEBASTIÁN . DV. Totalmente blancos. Así se han construido y así desean sus creadores, el arquitecto Carlos López de Ceballos y el escultor Antton Mendizabal, que se mantengan los seis frontones-esculturas homenaje al artista oriotarra Jorge Oteiza, tras su inauguración mañana. De esta manera culmina la primera de las tres fases que conforman el gran proyecto Centro de la Pelota de Euskal Herria, que se desarrolla en Azkoitia, y al que ahora habrá que dar continuidad con un séptimo gran frontón de plaza libre y la Casa de la Pelota, en la que se combinarán instalaciones deportivas de alto rendimiento y otras culturales, también relacionadas con el mundo de la pelota. La intención es aglutinar en un proyecto único todo el mundo de la pelota. Carlos López de Ceballos afirma estar «convencido de que Oteiza estaría contento con el homenaje y con la obra que hemos realizado», ya que en ella «se recogen las pautas, los fundamentos y la estética oteizianas». El arquitecto, que colaboró con el escultor oriotarra en los último años de su vida, considera que para el artista «era fundamental que sus obras, sus espacios creativos, fueran dinámicos. Que pudieran ser tocados, vividos por la gente. Que tuvieran una interrelación directa con las personas». Estos frontones, que también pueden verse como una estructura escultórica de seis espacios concatenados, «es un lugar que invita a la gente a jugar a la pelota. A todo el mundo, ya que los espacios están pensados para ser accesibles a todos, con unas dimensiones que invitan a ser utilizados. Mi sueño y el de Antton es que este espacio se llene de niños, que jueguen, que corran, que salgan de un frontón y vayan a otro. Además, el hecho de que los frontones sean cubiertos es fundamental para que puedan ser utilizados incluso en los días en que la lluvia haga acto de presencia». López de Ceballos destaca la ayuda que han recibido de la asociación Ikas Pilota a la hora de redimensionar los frontones para hacerlos a esta escala humana. «Era fundamental reinterpretar el espacio para que cualquiera que se ponga a jugar, aunque no sea profesional, pueda experimentar el juego en su totalidad». La obra, que ha tenido un presupuesto de 3.400.000 euros y un plazo de 18 meses, se ha ajustado al plan previsto. «Durante su construcción apenas hemos tenido problemas. El gran caballo de batalla ha estado con el hormigón ya que nuestro deseo era que no hubiese demasiadas juntas. Por este motivo los paños tenían que ser muy grandes. Esta es una manera de construir inusual y, por lo tanto, más problemática». Otro de los aspectos al que más esfuerzo y tiempo han dedicado López de Ceballos y Mendizabal ha sido en tratar de que no se altere el color blanco del hormigón. «Deseamos preservar este color y para ello estuvimos tres meses realizando pruebas con diferentes productos. Al final hemos dado con una pintura a base de silicatos que es transparente, no altera en absoluto el color blanco original del hormigón y consigue que sobre él no puedan realizarse pintadas. El blanco de los frontones está muy pensado ya que consigue un contraste especialmente bonito con el paisaje verde de los campos y montes de Azkoitia». López de Ceballos es optimista con la vinculación que la gente de Azkoitia mantiene con esta obra. En esta localidad, cuna de grandes pelotaris, el juego de la pelota y el frontón son un referente continuo en su vida. «Los azkoitiarras están encariñados con esta obra y sé que la respetarán. La han entendido desde el principio y saben que mantener los frontones limpios es importante». Además, el hecho de que la obra sea un homenaje a Jorge Oteiza es otro de los motivos por los que la obra genera simpatía entre la ciudadanía. El creador oriotarra fue nombrado hijo adoptivo de Azkoitia en 1997 y éste obsequió a la localidad con su escultura Betabarri. Fue a partir de esta relación entre Oteiza y Azkoitia cuando surgió la posibilidad de realizar este proyecto de inspiración claramente oteiziana. Un frontón, un territorio Cada frontón representa un territorio de Euskal Herria y un tipo de cancha. Así por ejemplo el de Gipuzkoa está dedicado al arkupe, el típico frontón de pueblo debajo de un ayuntamiento o de la iglesia «como es el caso del mismo Azkoitia». El de Vizcaya es el dedicado a cesta punta, «un frontón largo como el de Markina o Gernika». El de Navarra es un frontón corto, para mano. El de Lapurdi, el trinquete, y lo más antiguo de la pelota, «jugar entre los contrafuertes de las iglesias, el cimitorio», es el de Araba. La plaza libre es el de Zuberoa. El arquitecto de los Frontones Oteiza considera que esta experiencia puede ser muy interesante para poner en práctica en otras localidades. «Podría valer de enseñanza para otros pueblos. Pequeñas localidades en las que realizar un frontón de dimensiones reglamentarias es, además de problemático física y económicamente, estéticamente feo. Pero un tipo de frontón redimensionado consigue acercar el juego de la pelota a cualquier localidad, integrándose perfectamente en su paisaje rural. Es fascinante comprobar como se consigue un espacio lúdico y divertido cuando se consigue darle las dimensiones apropiadas». Una vez concluida la primera fase, López de Ceballos y su equipo ya trabajan en el proyecto de la segunda y tercera fases «que realizaremos a la vez y que esperamos tener preparado para presentar durante el próximo mes de marzo». Para esta segunda y tercera fases, desde el estudio de arquitectura han realizado una revisión mejorada en el programa de actividades y el proyecto consistiría básicamente en la construcción de un séptimo frontón de rebote o plaza libre -que en esta ocasión sí tendrá las medidas reglamentarias profesionales (90 metros)-, junto con un parking subterráneo de dos plantas y capacidad para 200 coches. Además se culminaría con la Casa de la Pelota, que constaría de un centro cultural -una especie de museo con departamentos de biblioteca y secciones de documentación e investigación-, y un centro de alto rendimiento deportivo para jugadores de pelota, con todas las instalaciones que requiere un complejo deportivo de estas características. Sin duda, una vez que se concluya tan magnífico proyecto, Azkoitia será la referencia del País Vasco en lo que al mundo pelotatzale se refiere. ASIER ARANBARRI ALCALDE «Un hito para Azkoitia» E. MINGO/ El alcalde de Azkoitia, Asier Aranbarri, se muestra feliz ante la cercanía de la inauguración de los Frontones Oteiza mañana, sabedor de que la primera fase del gran proyecto Centro de la Pelota de Euskal Herria, que hará de Azkotia el referente de este juego tan genuinamente vasco, ha concluido satisfactoriamente. - ¿Qué suponen estos Frontones Oteiza para Azkoitia? - Sin duda es una obra que transciende. Para un pueblo de gran tradición pelotazale como es Azkoitia supone un gran impulso, ser una referencia tanto deportiva como cultural dentro del mundo de la pelota. De momento se ha construido la primera Asier Aranbarri. fase de lo que sin duda será un centro referencial de la pelota vasca a nivel mundial. Es un hito importante para la ciudad. - ¿Cómo ha recibido la gente del pueblo la obra? - Dentro de la opinión que ha suscitado el proyecto entre la población ha habido diferentes momentos. En un principio, cuando se planteó el proyecto, la gente se mostraba expectante con las lógicas dudas, pero a medida que el proyecto ha ido avanzando y los azkoitiarras han ido viendo en qué consistía, se han ido disipando las dudas y todos se han sentido identificados con él. Ahora, una vez que está acabado y ven que dispondrán de un espacio para jugar, con arkupes que les cobijen de la lluvia, y con la belleza que en sí misma tiene la obra, se sienten encantados. Han comprendido que se trata tanto de un espacio escultórico como de un lugar de encuentro y esparcimiento. - Ahora, el arquitecto Carlos López de Ceballos prepara el proyecto de la segunda y tercera fases ... - Sí, mientras desde su estudio preparan el proyecto, nosotros estamos negociando la financiación. Lo primero que querría es destacar que la financiación de esta primera fase terminada la hemos recibido por parte de la Diputación y Kutxa. Ahora, para la segunda y tercera, la Diputación ya nos ha asegurado que seguirá participando y estamos trabajando en el mismo sentido con Kutxa, con la que creemos no habrá problemas, pero también deseamos que se involucre el Gobierno Vasco. Somos conscientes de que desde el Ejecutivo se ha realizado un gran esfuerzo en la financiación de nuestro Palacio Insausti, pero también pensamos que este proyecto va muy acorde con su plan estratégico de incentivar el mundo de la pelota vasca. - ¿Ve la posibilidad de que Azkoitia organice un mundial de pelota en el futuro? - Creo que en cuanto tengamos el proyecto del Centro de la Pelota, con todas sus instalaciones deportivas terminadas, podríamos optar a organizar un mundial. En lo que quizás pudieramos tener más problemas sería en preparar al pueblo para alojar a toda la gente que este tipo de eventos mueve.