Reconociendo El Fundamento De Nuestra Sumisión

Reconociendo El Fundamento De Nuestra Sumisión
1Corintios 1.4-9
Contexto:
1Corintios es un libro que habla acerca de la sumisión.
(Cap. 1-6), Problemas con la disciplina / Exigiendo buena conducta.
(Cap. 1), Problemas con el liderazgo
Reconociendo el fundamento de nuestra sumisión.
Debemos ser sumisos porque el fundamento primeramente no es humano sino que es Divino, en
segundo lugar, debemos ser sumisos porque no nos costó nada, es una Dádiva (es un regalo), y
tercero, debemos ser sumisos, porque si en verdad somos cristianos, Dios provoca una Devoción
a Él en cada uno de Sus hijos. La sumisión a Dios no es algo que forzamos, sino que es un
resultado de nuestra Devoción a Él. Vamos al primer punto.
Debemos reconocer que el Fundamento de Nuestra Sumisión a Dios es:
A)
(v4a) Es Divino. Pablo daba gracias a Dios
a. “Gracias doy”: Pablo estaba a punto de exhortar a los hermanos de Corinto y
comienza dando Gracias a Dios. Esta no iba a ser una situación aislada, Pablo
comprendía la prioridad de agradecer a Dios antes de corregir lo deficiente.
Romanos 1.8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con
respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
¿Qué tan prioritario es para nosotros agradecer a Dios antes de exhortar o enseñar a otros?
Usualmente nos enfocamos solamente en la gente y perdemos de vista que trabajamos para Dios
y trabajamos con Sus hijos, que costaron la sangre de Cristo Jesús.
Pablo, primeramente, daba gracias a Dios; y este es el enfoque que como líderes debemos de
tener antes de hacer cualquier cosa aquí en la iglesia. Y no es solamente es el acto de orar; sino
que es una actitud de saber a quién estamos sirviendo. Ya que sino fuera por Él no estuviéramos
aquí. Como iglesia y como nos llama Pablo: “santos y fieles”, debemos de procurar que nuestro
Fundamento sea dar gracias a Dios.
b. “Gracias doy a mi Dios”. Tenemos la tendencia de agradecer a los hombres, y nos
encanta oír nuestro nombre en medio del culto dominical y más si es en medio del
mensaje.
b.i. A todos nos gusta el reconocimiento.
b.ii. Aunque en algunas ocasiones el mismo Pablo da una lista de personas que
habían sido sus colaboradores en el ministerio y esto está bien. Solamente,
que nuestra gratitud debe ser primero al Señor.
b.iii. Cuando solamente andamos aplaudiendo los esfuerzos humanos lo único
que estamos buscando es la aprobación delante de los hombres.
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Pero cuando tenemos el enfoque correcto y damos gracias a Dios primeramente antes de todo,
nuestro agradecimiento a los hermanos será sincero, genuino y desinteresado.
c. “Gracias doy a mi Dios siempre”
Pablo comprendía muy bien que parte de la voluntad de Dios para cada cristiano era dar gracias a
Dios en todo. 1Tesalonicenses 5.18. Nuestra gratitud a Dios no debe ser solamente lo que dure la
oración; debe ser constante, siempre.
Efesios 1.16 no ceso de dar gracias por vosotros,
vosotros en mis oraciones,
haciendo memoria de
Debemos de reconocer que el Fundamento de nuestra sumisión al Señor no es por un hombre,
sino que es por Dios. Y la razón de nuestra gratitud debe ser Dios mismo.
Pero, también es un Fundamento que no nos ha costado nada. Por supuesto, a Dios le costó toda
la sangre de Cristo derramada en la cruz. Por lo tanto, a Él sí le costó. Le costó la vida, le costó
renunciar a Su trono en el cielo, despojándose de todo y a nosotros, no nos costó nada.
B)
(v4b-8) Es una Dadiva (un regalo)
a. “Gracias doy a mi Dios siempre, por vosotros,”
Este regalo fue a vosotros, ¿cuáles vosotros?, a la iglesia de Dios que está en Corinto; a los
santificados, llamados a ser santos; y también es una dádiva a los cristianos de la iglesia del
este, y a los santos y fieles de todo el mundo. Esto es “vosotros”.
Algo importante que podemos aprender de Pablo, es que Él agradecía a la persona correcta, que
es Dios y también agradecía a Dios por los cristianos. ¿Cuántas veces damos gracias a Dios por
los hermanos en Cristo? No hay acto de amor más grande que podamos hacer por un hermano
en Cristo que orar por él. Pablo estaba a punto de regañar a los corintios y primero ¿qué hace?
Da gracias a Dios por ellos.
Pablo pudo haber orado para que Dios le diera a él paciencia con estos hermanos; o que
eliminara a estos corintios carnales. Pero, él comprendía la importancia de los hermanos en
Cristo y por eso daba gracias a Dios por ellos.
¿Había algo fenomenal en estos hermanos? Sí, y es la gracia de Dios derramada en los
hermanos. Pablo no daba gracias a Dios por lo intelectual de ellos, por la sabiduría de ellos,
Pablo daba gracias a Dios por la gracia de Dios en los corintios.
b. “por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús”
Pablo agradecía a Dios por estos hermanos porque en ellos habitaba la gracia, que es el regalo
del Espíritu Santo en cada uno de ellos por medio de Cristo Jesús. El valor de estos hermanos
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para Pablo consistía NO en las habilidades o en los dones que ellos tuvieran; sino porque habían
costado cada gota derramada de la sangre del Señor.
La visión de Pablo no estaba en lo terrenal, sino en lo celestial. Pablo no veía a un grupo de
hombres y mujeres llenos de pecados y faltas. El no solamente veía al hermano que estaba
desordenado con sus finanzas, él no veía solamente al hermano que hablaba en lenguas; éĺ veía a
un grupo de hombres y mujeres que habían cambiando el rumbo de sus vidas y que habían sido
librados de la ira venidera y esto le daba gozo; y por eso daba gracias a Dios por ellos.
También esta gratitud incluía las cosas con las habían sido enriquecidos estos hermanos. Que son
las mismas cosas con las cuales Dios nos ha enriquecido hoy, a cada uno de Sus hijos.
c. (v5) porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él,
Efesios 2.4-7 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que
nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y
asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para
mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su
bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Hemos sido enriquecidos con el perdón de nuestros pecados, con vida juntamente con Cristo y
juntamente con Él nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestes. ¡Ya tenemos esto!, no es
una posibilidad, es una realidad. También Pablo nos dice que fuimos enriquecidos:
c.i. en toda palabra y
¿Qué quiere decir esto?, vamos a 1Corintios 2.11-13;
1Corintios 2.11-13 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas
de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual.
La riqueza del cristiano es el Espíritu Santo que mora en nosotros. Con la intención de que al leer
la Palabra de Dios podamos ser enseñados por Él. Sin el Espíritu Santo es imposible conocer las
cosas de Dios.
1Corintios 2.14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente.
Hemos sido enriquecidos en toda palabra. El Espíritu Santo mora en cada uno de nosotros, si
somos hijos de Dios. Y por supuesto, Él es quien nos enseña las cosas de Dios. Él es como el
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maestro, pero hay que ir a la escuela. Hay que leer, estudiar, meditar la Palabra de Dios y
tenemos la promesa que el Espíritu Santo nos va a enseñar. No quiere decir que en el momento
en que recibimos el Espíritu Santo, él pone un “chip” en nuestro cerebro con toda la Palabra.
NO solamente hemos sido enriquecidos en toda palabra, sino también en toda ciencia.
c.ii. en toda ciencia;
La ciencia es conocimiento, y en 2Pedro somos llamados a crecer en la gracia y en el
conocimiento de nuestro Salvador Jesucristo.
2Pedro 3.18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.
Amén.
Hemos sido enriquecidos en toda palabra y en toda ciencia; y ya tenemos toda bendición
espiritual en Cristo Jesús. Pablo menciona una cosa más que tenemos, y es:
c.iii. (v6) así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en
vosotros,
El “testimonio” de Cristo que se ha confirmado en los cristianos, no es algo humano, no viene de
la sabiduría del mundo. Sino que viene a través del Espíritu Santo.
1Corintios 2.1-2 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el
testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.
Cristo había sido confirmado entre los corintios. Pablo tenía un cuidado especial en enseñar con
temor y temblor el testimonio de Dios. Pablo no usaba palabras con sabiduría humana, sino que
era diligente en enseñar a Jesucristo y a este crucificado.
Y ese es el testimonio que habían recibido estos hermanos. ¿NO es el mismo testimonio que ha
sido confirmado en nosotros? El Fundamento de nuestra sumisión al señorío de Cristo, debe ser
porque tenemos tanta riqueza en Él, tanto de palabra como de ciencia, como el testimonio acerca
de Cristo, de tal manera que nada nos falta, ya estamos completos en Él.
c.iii.1.
(v7a) de tal manera que nada os falta en ningún don,
Nosotros estamos completos en Cristo. Esto significa que hemos recibido todo lo que se nos ha
prometido en Él. La palabra “don” quiere decir: “regalo”. En este versículo no estamos viendo
los “dones espirituales” que habla 1Corintios capítulo 12; mas bien se refiere a los versículos 4, 5
y 6 que acabamos de ver anteriormente.
Hemos recibido la gracia de Dios, hemos recibido Su Palabra y el reconocimiento de ella; así
como el testimonio del Señor Jesucristo; no nos falta ningún don. Como hijos de Dios, estamos
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completos en Él. Y esta condición debe provocar que esperemos la manifestación de nuestro
Señor que será cuando Él venga por nosotros.
c.iii.2.
(v7b) esperando la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo;
Los corintios esperaban la manifestación del Señor Jesucristo, lo cual también es una riqueza.
Tito 2.11-13 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a
todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los
deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro
gran Dios y Salvador Jesucristo,
Ya hemos recibido la gracia de Dios, ya hemos recibido la enseñanza de parte de Dios, y ya
hemos recibido la esperanza de que Cristo se manifestará primeramente para reunirnos con Él y
después para reinar en el milenio.
Esto es todo un proyecto de vida eterna del cual la gracia de Dios es nuestra garantía. ¡Que
clase de motivación tenemos aquí para someternos a nuestro Señor y Salvador!
c.iii.3.
(v8a) el cual también os confirmará hasta el fin,
Dios es quien nos confirma en Cristo hasta el Fin. El fin, bajo el contexto de este pasaje es el
Día de nuestro Señor Jesucristo.
Filipenses 1.6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Dios nos perfeccionará hasta el día de Jesucristo; vamos a ser perfectos, limpios, sin mancha, sin
pecado, y vamos a recibir un cuerpo glorificado, todo esto para la gloria de nuestro Señor Jesús y
nuestra confirmación es que vamos a ser puros y sin mancha delante de Dios. Esta será nuestra
confirmación.
c.iii.4.
(v8b) para que seáis irreprensibles en el día de nuestro
Señor Jesucristo.
Efesios 5.27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Pablo daba gracias a Dios porque los hermanos de Corinto habían recibido la gracia de Dios, la
Palabra de Dios, el Testimonio de Cristo Jesús afirmando que no les hacía falta nada. Pablo les
dice que ya no les hace falta sino esperar el día del Señor. Esta era la condición de los
hermanos de la iglesia de los corintios y también es la condición de la iglesia actual. Ya no nos
hace falta nada, Dios nos ha entregado Su gracia, Su Palabra, Su Testimonio, ya tenemos abiertos
todos los regalos; ahora tenemos que esperar el día del Señor.
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Los hermanos, los verdaderos cristianos, esperan el día del Señor; porque no debemos de ignorar
que en una congregación como esta hay personas que son buenos religiosos pero aún no se han
sometido al señorío de Cristo.
El mismo Pablo advierte y exhorta a estos mismos hermanos a revisar su fe, porque no puede ser
que con la boca profesamos creer y con las obras negamos todo lo que Dios tiene para nosotros y
por lo tanto le menospreciamos.
1Corintios 15.2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Esto nos lleva a nuestro último punto. Hemos visto que el Fundamento de nuestra Sumisión a
Dios, es Divino, porque todo proviene de Dios; es una Dádiva porque ya hemos recibido TODO
en Él y también es un fundamento Devoto.
C)
(v9) Devoto.
Devoto es una palabra que implica dedicación y es precisamente lo que nos habla el versículo 9.
(v9) “Fiel es Dios...” - La fidelidad de Dios no es como la fidelidad de los hombres, los hombres
fallamos. Si la Palabra de Dios nos dice que Él es fiel, es que nunca nos va a fallar. Dios siempre
ha guardado el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan Sus mandamientos. Él es la
Roca cuya obra es perfecta y todos Sus caminos son rectos. Dios ha prometido no falsear Su
verdad, ni olvidar Su Pacto y Su misericordia es para siempre y Su verdad es por todas las
generaciones.
La fidelidad de Dios es nueva cada mañana. Y ese es el Dios que nos ha llamado. Y el versículo
termina explicando a qué nos llamó Dios. (1Tesalonicenses 5.24) La fidelidad de Dios viene a
ser como la firma del fundamento de nuestra sumisión a Él. Y por esta fidelidad debemos
responder a ese llamado que como hijos de Dios hemos recibido.
a. Fiel es Dios por el cual fuisteis llamados.
En este caso no es un llamado a ser salvos. Pablo está escribiendo a “hermanos” y este llamado
tiene que ver a la comunión con Cristo. Como hijos de Dios hemos sido predestinados a ser
igual a Cristo, hemos sido llamados, hemos sido justificados y hemos sido glorificados.
A esto le agregamos que hemos sido llamados a la comunión con Dios.
b. Fiel es Dios por el cual fuistes llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor.
Nuestra comunión debe ser con Él y no con el mundo. Si nuestra comunión es con el mundo; si
estamos amando más lo terrenal que cumplir la Palabra de Dios, no somos de Él. Según la
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Palabra de Dios, sabiendo que Cristo es nuestro Fundamento; nuestra comunión debe ser con Su
Palabra y también con los hermanos.
Para que como un edificio bien coordinado vayamos creciendo para ser un Templo Santo en el
Señor. Ya que en nosotros los que juntamente nos edificamos somos para morada de Dios en el
Espíritu.
CONCLUSIÓN
Estamos estudiando el libro de 1Corintios con el único objetivo de que como una iglesia
establecida; primeramente por el Señor como nuestra Cabeza que nos ha dado la sabiduría para
justificarnos, para santificarnos y para redimirnos; estemos edificándonos en amor los unos a los
otros por medio de la Palabra de Dios y de esta manera ser una iglesia sumisa al señorío de
Cristo.
Pablo no pasó por alto decirle a los hermanos que quizá no son hermanos que deben examinar su
fe. Si el fundamento que hemos visto hoy no es suficiente para animarnos a someternos a Dios es
porque quizá hemos creído en vano.
Creer el evangelio intelectualmente no es ser cristiano. El verdadero cristiano hace la voluntad de
su Padre celestial y el falso convertido hace la voluntad del padre de este mundo. El primer paso
que debe dar es someterse a Dios como Único redentor de su vida; reconociendo su pecado
delante de Dios y poniendo su fe en Cristo.
Pero, Cristo murió para pagar esa deuda y debemos de confiar en Su sacrificio como el Único
Camino que nos lleva a Dios. ¡Arrepiéntase! Si no hay sumisión en esto que acabamos de ver, lo
que vamos a aprender en el libro de 1Corintios es a hacer obras. Pero no estaría sometiéndose al
señorío de Cristo.
Si ya nos hemos sometido a Dios para redención de nuestros pecados; debemos de someternos a
Dios para santificación.
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