¿LIBRES? Escuchó un grito desgarrador al que siguieron unas voces "¡mierda, mierda, me han dado!". Se giró rápidamente hacia el lugar de donde salían las voces y vio a K, el muchacho al que ella debía cubrir, tendido en el suelo. Sangraba mucho. "¡Ayuda, rápido! ¡Tenemos que sacarle de ahí!". Una granada explotó a menos de un metro de dónde yacía K. Se despertó sobresaltada, estaba sudando "Joder qué pesadilla" "Para conocerte a ti misma, para eso es para lo que estás aquí" de repente le vinieron a la conciencia aquellas palabras que un día le dijo una amiga suya muy sabida en reencarnaciones budistas. Acababa de ver un documental sobre la vida de Víctor Jara "El derecho de vivir en Paz". En la última imagen, Víctor cuenta que el día que conoció a Violeta Parra fue cuando él supo porqué estaba aquí "¿Qué descubriría Víctor aquel día?" Ella hacia tiempo que había desterrado de su conciencia aquellas palabras que le dijo su amiga. Las desterró por reaccionarias y contrarrevolucionarias. Cada vez que se disponía a conocerse a sí misma acababa tirada en el sillón fumando porros y en un estado depresivo. Finalmente, tras un par de días aciagos, su fuerte convencimiento de que la revolución llegaría de la mano de la acción política se imponía sobre su deseo de conocerse a sí misma. Además, ella ya creía saber para qué estaba aquí y no era precisamente para conocerse a sí misma. Ella hacia algún tiempo que había encontrado a su Violeta Parra. - P trató de comunicarse conmigo. - ¿Y? - Nada, no establecí contacto, hubiera desestabilizado mi puesto. - ¿Será urgente? - No, creo que no, creo que es más importante que no baje la guardia aquí, sin embargo... - Sin embargo, ¿qué? - Espero no estar equivocándome, ¿qué opinas tú? - Pienso que P es demasiado especial para ti. Había descubierto a su Violeta Parra pero no encontraba sus herramientas de trabajo, no sabía cuales eran. Víctor usaba su voz, su música, el teatro... ella pensaba y pensaba y usaba todo lo que tenía a su alcance, pero sentía que no, que no estaba acertando. "¡Joder, joder! me dejé llevar, mierda, y ahora está muerto. Conecté con Base 4, todo parecía tranquilo, tenía ganas de charlar, me distraje y entonces pum le habían dado y casi al instante explotó una granada a su lado. No volverá a ocurrir. A veces necesito escapar de esta guerra, pero ya no intentaré fugarme jamás, ahora entiendo porqué. Voy a estar siempre alerta, siempre, aunque el dolor y el miedo o la necesidad de vivir en paz traten de hacerme bajar la guardia. Siempre alerta, hasta la victoria." Quería comunicar con P, quería decirle que durante un tiempo tendría que cortar la comunicación, así le resultaría menos doloroso y P, ¿estaría sufriendo? - Base 5, Base 5 ¡¡¡responda!!! - Aquí Base 5. - ¿Algún problema? Tardaste mucho en contestar. - No, no, todo bien. Fue la primera llamada que escuché... - ... Tal vez debas descansar un poco más, lo de K fue un golpe duro para ti. - No, tranquilo, estoy bien. - ¿Has cerrado finalmente la comunicación con las bases fuera de zona? - Si, acabo de hacerlo.... - Bueno, tal vez sea lo mejor. - Si eso pienso yo, tal vez.... pero dime ¿que quieres? - Te mando un documento para distribuirlo a las bases del área 33. A ver si en dos semanas pueden devolverlo. - De acuerdo. - Ánimo Base 5 y hasta pronto. - Hasta pronto. "Joder, joder que mierda me pasa, no te olvides -cerraste la comunicación con las bases fuera de zona- mierda, mierda volví a distraerme.... Lo siento P, tengo que restablecerme primero, me tocaron bien" De repente lo vio claro. Podía reconciliar aquella frase que le dijo su amiga "Para conocerte a ti misma, para eso es para lo que estás aquí" con lo que ella quería y tenía que hacer, ella y todas: la Revolución. Era martes acababa de llegar de una reunión de colectivos de barrio, estaba hojeando unos papeles y organizando la tareas del día siguiente cuando de repente le vino la imagen y el sonido de M "Bueno, tampoco hay que darle tantas vueltas a esto" Sintió algo que no identificó "Bueno, alguna vuelta hay que darle que luego nos pasa lo de siempre, todo con prisas y chapucero" Se quedó con la media sensación de que su respuesta había salido de su tripa, no de su cabeza -realmente no había que darle muchas vueltas a esto- M llevaba razón, y si M llevaba razón ¿por qué había sentido ella ese vuelco en la tripa?. ¡Claro! se sintió ofendida, cómo si la estuvieran dando órdenes y alguien cortara bruscamente lo que estaba hablando el resto del grupo y de repente ¡zas! como en una película se le aparecían imágenes sin sonido, ella misma haciendo lo mismo en muchas ocasiones y de repente retazos de una idea de un libro del Subcomandante I. Marcos Relatos del Viejo Antonio "Mirarse en los otros, conocerse en los otros, aprender en los otros" y claro, lo descubrí, me sentí ofendida porque yo que siempre corto en las reuniones cuando creo que el debate se va por los cerros de Ubeda. ¡Me habían jodido el ego! ¿Cuántos egos habría jodido yo? Pero por otra parte, prefiero que me jodan el ego "si llevan razón" pero como eso no puedo saberlo hasta que no lo digan, lleven o no razón, pues la gente tiene que decir lo que quiera, cuando quiera, incluida yo. ¡Claro! A veces me sentía mal, sobre todo aquellas veces que hasta me enfadaba porque la gente estuviera "dándole vueltas a cosas que, para mí, no tenían tantas vueltas" y nos hacían enrollarnos y perder tiempo mientras que todo el mundo estaba Patas Arriba (gracias Galeano), como en "La Vida de Brian". ¡Claro! No me tenía que enfadar con las otras pero sí decirles lo que pensaba. Y sobre todo escuchar, mirar a las otras personas."Solidaridad en la lucha", aquella frase se cruzó por mi mente ¡ufff! todo eso había aprendido de mi misma, de cómo en el fondo me jodía que me tocaran el ego, de cómo el pensamiento dominante todavía estaba instalado en mí ¿si esto no es conocerme a mí misma que venga dios y lo vea? Cuánto había aprendido para la Revolución. Gracias M. Gracias Iñaki. "¡Si yo pudiera contactar contigo P! Pero no, será mejor así. Tenemos que tener paciencia!" A veces pensaba que la resultaría más fácil si les odiaba. Quería odiar a las bases enemigas pero, la guerra duraba ya muchos años y el "enemigo" estaba tan cerca que podías verle, sentirle, escucharle y finalmente hasta entenderle. Y no, ya nos les odiaba. Pensó que por eso, en ocasiones, bajaba la guardia. Si, el enemigo seguía estando ahí pero.... ¿qué? Daba igual, aunque no les odiara y probablemente muchos a los que se enfrentaba tampoco la odiaran a ella, no podía bajar la guardia. Ya no estaba en el frente armado, su trabajo tenía que ver con las cuestiones de estrategia de su área y de relación con las bases enemigas y neutrales con el objeto de ganar nodos para el frente. Se había relajado mucho últimamente y había descuidado sus funciones, también los problemas de financiación del frente la habían obligado a emplear mucho tiempo en buscar recursos pero, eso no era excusa, todo el frente estaba en igual situación. Definitivamente, sí, tenía que cortar la comunicación con las bases fuera de zona hasta que volviera a tener su trabajo controlado. En su frente todas las bases eran imprescindibles para lograr la victoria, por esa cada baja eran tan grave en su lucha. Abrió su cuaderno de notas y escribió "Gracias Iñaki por estar siempre ahí en forma de texto para recordarme que lo más importante que aprendí el día del incidente con M fue que no pienso bien. Poco a poco fue desapareciendo la necesidad de contactar con las bases fuera de zona y en su lugar quedaron un dolor más dentro la guerra más larga que había conocido la historia de la humanidad y un hermoso recuerdo de las personas con las que había compartido momentos de vida. - Base 7 llamando a Base 5. - Aquí Base 5. ¿Qué tal todo? - Ahí vamos y tú, ¿cómo andas? - Bien, ahora ya bien, pero dime ¿qué quieres? - Saber cómo va lo del documento que te entregué. - Lo repartí a las Bases. En 2 semanas no pueden devolverlo. Plantean como fecha tope de devolución primeros de septiembre. - De acuerdo. Las bases que puedan que envíen devoluciones parciales. Y bueno, nada más de momento.... Base 5, ten paciencia, venceremos. - Sí, algún día. Tenía muchas cosas en la cabeza y quería ponerlas en orden. Demasiados frentes abiertos o ¿demasiado inestables? Pasaría algún tiempo hasta que organizase todo su trabajo, necesitaba paciencia y sobre todo constancia, al menos las 2 cosas solo dependían de ella. El amor a la vida, a los otros y a ella misma era lo que solía acabar reconciliando las paradojas de su vida y de su lucha. Si estaba todo globalizado, lo que hacían o no hacían en una parte del mundo podía repercutir en el resto del planeta. Si ella bajaba la guardia no sólo podría repetirse lo que ocurrió con K sino que podía estar perjudicando a gente que ni siquiera conocía, por eso y aunque fuera a veces difícil no podían olvidar que estaban en guerra. Sin duda la guerra más fuerte, la que solo dependía de ella, era la que más urgía vencer. El cansancio se había apoderado de ella y cuanto más lo pensaba más cansada se sentía y creía que se le habían acabado los recursos para seguir adelante, para mirar y mirarse con alegría; sin embargo, sabía que no estaría mucho tiempo así, no podía, no quería vivir con esa tristeza que parecía inundarla por completo, además sabía que aquello no ayudaba en nada para que surgiera esa vida que entre muchos estaban construyendo. - Base 5 ¿qué pasa? Tu voz ya no es la misma y tú cara aunque no puedo verla la imagino triste ¿qué pasa? ¿algo no va bien? - No sé, no sé qué pasa, algo se rompió. - ¿El qué? - ...... - Tú siempre tan enigmática pero... aunque algo se haya roto... no entiendo esa tristeza.... - .... - Base 5, dime qué piensas, qué sientes... no te dejes atrapar por la tristeza.... - ..... - Base 5, dime algo, sabes que no puede ser así, que por ese camino no llegas a ningún lugar, no llegaremos.... - Mañana hablamos ¿vale? Hoy no puedo.... Había descubierto que con tanto búsqueda se había convertido en quien no era, y ahora, se sentía de nuevo vacía, hueca, sin saber por dónde caminar y no, no estaba jugando a nada, simplemente se había quedado así, paralizada sin saber nada, nada..... y esa palabra se hacía cada vez más grande. Y podía volver a ser la que había construido pero ni quería ni tenía fuerza para ello, aunque sabía que la sacaría, que encontraría el resorte desde el que gritar desde el que alzar su voz, un espacio, un momento en el que encontrarse con ella, con los otros, con la vida y seguir caminando, construyendo otro mundo para todos. Llevaba días llorando, llorando. Lágrimas que podían venir de cualquier lugar de su memoria, de la historia, de su sueño, de su presente, de sus ilusiones, de su miedo, de la vida y ya eran suficientes lágrimas y las secaba una y otra vez, y las volvía a verter al sentirse vacía, al sentirse nada... y de tanto llorar se humedeció su corazón seco y poco a poco notaba como volvían a germinar sus sentimientos y ahora tenía que cuidarlos, mimarlos.... si seguía llorando tanto terminarían ahogándose y si todo lo secaba también lo harían esos pequeños brotes de vida que empezaban a abrirse paso en su alma - Aquí Base 10, dime Base 5 ¿qué quieres? - He estado pensando sobre lo que hablamos ayer. - ¿Y? - Necesito cambiar de actividad. - ¿Solo eso? - Sí, aquí me estoy endureciendo, estoy matando mi creatividad y lo que es peor, estoy perdiendo mi alegría, la alegría por la vida. - ¿y dónde quieres situarte ahora? - No sé, ahora necesito caminar un poco, ver qué hay y ver dónde puedo aportar sin alejarme de la persona que soy. - Vaya.... - ¿Qué? - Que... que de acuerdo, lo único que te pido es que me des unos días para buscar alguien que quiera ocupar tu posición. - Gracias Base 10, sabía que lo entenderías. - Sólo con oír tu voz puedo notar que esto será lo mejor para ti. Bueno, espera un poco, trataré de solucionarlo lo antes posible. - De acuerdo, hasta pronto. - Hasta pronto, Base 5.