el estado debe preocuparse educación en el tránsito

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EL ESTADO DEBE PREOCUPARSE
EDUCACIÓN EN EL TRÁNSITO
Martes, 05 de Septiembre de 2006
Página 3C
Asuntos Legales
Según el artículo 24 de la Constitución Política de Colombia, todo colombiano tiene
derecho a circular libremente por el territorio nacional, pero esta sujeto a la intervención y
reglamentación de las autoridades para garantía de la seguridad y comodidad de los
habitantes, especialmente de los peatones y de los discapacitados físicos y mentales, para la
preservación de un ambiente sano y la protección del uso común del espacio público.
A partir de la CPC se publica el nuevo Código Nacional de Tránsito Terrestre, Ley 769
de 2002, cuyos principios son: seguridad de los usuarios, calidad, oportunidad, cubrimiento,
libertad de acceso, plena identificación, libre circulación, educación y descentralización. Al
referirnos a este tema, podemos observar que la falta de educación en el tránsito forma parte
importante en la ocurrencia de los conflictos o accidentes de tránsito, que tienen un fondo de
orden cultural. Si bien es cierto que se está empezando a trabajar sobre los aspectos de aptitud
y capacidades de los conductores a través de los Centros de Reconocimiento, se ha dado un
letargo sorprendente sobre los aspectos educativos al dilatar la reglamentación de los artículos
12 a 16 del CNT.
La formación de conductores en Categoría Sexta, requiere un esfuerzo importante para
que los operadores de conducen vehículos articulados de gran capacidad de carga, como
tractocamiones y autobuses para el transporte masivo de pasajeros, tengan un nivel de
formación que ayude a prevenir la accidentalidad por una parte, pero por otra, para que
optimicen las máquinas y sea mas eficiente su trabajo. Esta formación no se esta dando en el
nivel de conocimiento que se requiere; las únicas cuatro escuelas de automovilismo de
Categoría Sexta que existen en Colombia son insuficientes para atender una demanda
creciente de formación de esta clase de conductores y no cuentan con los Instructores en
Técnicas de Conducción para la mencionada categoría, debidamente certificados y
competentes. La Superintendencia de Puertos y Transporte debería poner su atención en este
importante tema.
Los Centros de Enseñanza Automovilística CEA, cuyo desempeño se ha puesto en duda
dada la creciente siniestralidad, que según estadísticas del Fondo de Prevención Vial, - Ver
Gráfico - ya pasan de los 209.904 accidentes en el año 2004 a 229.184 en el 2005, han
invalidado el esfuerzo de las autoridades para disminuir los índices de accidentalidad; éstos
CEA, no han sido objeto de una apropiada reglamentación después de cuatro años de
existencia del nuevo Código Nacional de Tránsito.
Dicho desempeño tiene mucho que ver con la calidad de instrucción en los "cursos de
capacitación", el modelo pedagógico, los contenidos y en definitiva, de la formación de
instructores con las competencias necesarias para un efectivo trabajo educativo.
En los artículos 13, 15 y 16 se estipula que el Gobierno Nacional, a través del
Ministerio de Educación y en coordinación con el Ministerio de Transporte reglamentarán lo
pertinente a la formación de instructores en conducción y la constitución y funcionamiento de
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los Centros de Enseñanza Automovilística, de acuerdo con lo establecido en la Ley 115 de
1994 y sus decretos reglamentarios, en lo pertinente a Educación No Formal.
La ausencia de esta reglamentación ha sido un enorme obstáculo para la aprobación de
programas de formación y capacitación por parte de las Secretarías de Educación, bloqueando
la posibilidad de mejoramiento de los conductores de transporte público especialmente, a
través de programas pertinentes, de alta calidad que verdaderamente puedan contribuir en la
conducción exitosa y la disminución de accidentes a nivel nacional.
Así las cosas, es procedente solicitar al Ministerio de Transporte algo de agilidad para la
expedición de reglamentaciones para los Centros de Enseñanza Automovilística y la
constitución de nuevos CEA especializados para la Sexta Categoría, previa la preparación de
instructores idóneos. En igual forma, el Ministerio de Educación tiene su rango de
responsabilidad en la reducción de la accidentalidad en el País, por lo que se requiere su
pro-activa participación en la reglamentación de los artículos correspondientes, con la mayor
diligencia pues el costo de la accidentalidad en Colombia sobrepasa ya los cuatro billones de
pesos anuales, además de la pésima imagen internacional y el alto impacto en la calidad de
vida y la competitividad.
Edgar G. Correa Perea
Presidente Asociación Colombiana de Ingenieros en Transporte ACIT
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