B - PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ITALIA 1) EL QUATTROCENTO En la primera mitad del XV el predominio de la FLORENCIA de los Médicis es absoluto en italia. Se diferencian 2 corrientes: una más preocupada por la búsqueda de la belleza, y otra por conseguir conquistas técnicas (volumen, perspectiva, etc.) FRA ANGÉLICO: (1387 -1455). Fra Giovanni da Fiésole (Guido di Pietro da Mugello). Representa la transición del Gótico al Renacimiento. Aún tiene elementos goticistas como el uso de los dorados, las estructuras arquitectónicas, líneas curvas suaves y sensuales (influencia escuela de Siena). Prefiere los temas alegres, expresión de su religiosidad. Tuvo una gran influencia en el XIX en los Prerrafaelitas ingleses y los Nazarenos alemanes. Tabernáculo de los Linaivoli Murales del claustro, sala capitular y celdas del Monasterio de S. Marcos en Florencia. La Coronación de la Virgen (Museo del Louvre) Decoración de estancias del Vaticano con escenas de la vida de S. Esteban y S. Lorenzo. La Anunciación (Museo del Prado) (194 x 194 cm.): Aún presenta goticismos: uso del dorado; escasa importancia de la perspectiva, enmarca las figuras en un espacio angosto. Presenta varias escenas: la principal representa al arcángel S. Gabriel y la Virgen bajo una estructura con arcos de medio punto (elemento clásico), mientras desciende la figura del Espíritu Santo desde el ángulo superior izquierdo. En un segundo plano, más alejados, vemos a Adán y Eva siendo expulsados del Paraíso (su pecado será lavado por el que ha de nacer). En la predela se representan 5 escenas de la vida de la Virgen. En cuanto a aspectos estilísticos, destaca el sentido de la luz, irreal, la búsqueda de la belleza, el equilibrio, la sensación de dulzura y serenidad, a través de los colores vivos, las líneas curvas de gran elegancia y gracia. TOMASSO MASACCIO (1401 -1428). Su gran preocupación es el cuerpo humano, el volumen, conseguir cuerpos sólidos. Santísima Trinidad (fresco en Santa María Novella, Florencia). Representa a Cristo crucificado sujetado por Dios Padre entronizado, flanqueado por la Virgen, S. Juan y los donantes, bajo una bóveda de cañón (estructura renacentista, en la que usa la perspectiva lineal). Las figuras tienen un gran volumen, pero fusionado con el ambiente por la luz. Logra la profundidad gracias al uso de la perspectiva en la bóveda. La composición, en balanza, muy equilibrada, simétrica, con Dios y Jesucristo en el eje. El color (rojos, azules) al servicio de la composición. El dibujo firme, seguro, nítido. La luz es conceptual. Frescos de la Capilla Brancacci, en la Iglesia del Carmine (Florencia). Destacan varias escenas, como la de la “expulsión de Adán y Eva del Paraíso” (en la que destaca la expresión de angustia), o la de “El tributo de la moneda”: en tres escenas (centro, izquierda, derecha). Usa la perspectiva lineal; coloca los personajes en un paisaje, en que hay estructuras arquitectónicas de medio punto. Los personajes, en posturas variadas, incluso de espaldas, dan la sensación de tener volumen, proyectan sombras, etc. PAOLO UCELLO (1397 -1475): Escenas de batallas. Perspectiva, volúmenes, escorzos. Usa tintas excesivamente planas. Dinamismo. Obras: Retrato ecuestre del caballero John Hawkwood (Georgio Acuto) Frescos de la Batalla de S. Romano. PIERO DELLA FRANCESCA: (1416 – 1492): figuras voluminosas, un cierto estatismo. También se preocupa por el tratamiento de la luz y por la perspectiva. Retratos: Federico Montefeltro; Battista Sforza. La Virgen, los santos y Federico de Montefeltro, Duque de Urbino (Milán). Frescos de la Iglesia de S. Francisco (Arezzo), sobre el tema del hallazgo de la Vera Cruz por Constantino. Destacan las escenas de la Batalla de Constantino, y la del “Sueño de Constantino” (destaca el tratamiento de la luz nocturna - luego influirá en el tenebrismo-). FRA FILIPPO LIPPI (1406 – 1469): Imágenes dulces, angelicales. La Virgen y el Niño (Museo de los Uffizi, Florencia). La Adoración de los Magos. ANDREA VERROCCHIO (Bautismo de Cristo, en el que colabora Leonardo). GHIRLANDAIO: gran retratista: Abuelo con niño; Giovanna Tornabuoni (Thyssen). SANDRO BOTTICELLI (1445 – 1510) Pinta sobre caballete (temple sobre tabla), no al fresco. No le preocupan las conquistas técnicas, sino plasmar la belleza de las formas y una sensibilidad acorde con sus ideas neoplatónicas (búsqueda de los ideales de perfección, como el amor verdadero). Gran dibujo: líneas deliciosas, curvas, gráciles, que dan sensación de movimiento y que glorifican las formas del cuerpo humano. Colores suaves, luz uniforme, fondos irreales. Numerosas Madonnas: por ejemplo la Virgen de la Granada, del Magnificat, etc. Historia de Nastaglio Degli Honesti (Museo del Prado. – 3 de las 4 tablas del conjunto-) Uno de los cuentos del Decamerón de Bocaccio. Posiblemente se daba más a los aprendices de su taller que al propio Boticelli. Alegoría de la Primavera. Galería de los Uffizi. Florencia. 2,03 x3,14 m. Temple sobre tabla. Significado neoplatónico de difícil interpretación. Conjuga la representación alegórica de la primavera con una alegoría sobre el amor platónico. A la derecha el viento Céfiro rapta a una ninfa (Cloris, que mas tarde acabará enamorada de su raptor), mientras Flora esparce flores anunciando la llegada de la nueva estación (hay quién cree que Cloris se transforma en Flora al ser tocada por la pasión de Céfiro). En el centro se encuentra Venus y a la izquierda las Tres Gracias (sus servidoras), a una de las cuales (Castitas) apunta sus flechas Cupido. Castitas observa enamorada a Mercurio, quien con un brazo intenta coger un fruto. El significado es que el amor surge de la Tierra como Pasión y acaba dirigiéndose al Cielo como contemplación: el amor real es el platónico, no el carnal. Llama la atención la búsqueda de la belleza ideal, a través de rasgos bien definidos por el dibujo, colores suaves, curvas sinuosas, mujeres rubias de ojos claros y mirada melancólica. El movimiento es pausado, rítmico, expresado sobre todo a través del grupo de danza, las bellas curvas. El escenario es un bosque con florecillas y frutos, idealizado, irreal, artificial. No le preocupa la perspectiva, ni que los fondos sean reales. Al contrario, la irrealidad refuerza el mundo ideal. La composición es triangulada. Los grupos forman triángulos, que a su vez forman un gran triángulo. Eso ayuda a dar la sensación de movimiento pausado, equilibrio y serenidad. Nacimiento de Venus. (Museo de los Uffizi. Florencia). 1485. Temple sobre lienzo. Dimensiones: 1,72 m. x 2,78 m. Tema: Momento en el que Venus (diosa del amor y la belleza), recién nacida, llega a la isla de Chipre, impulsada por el viento Céfiro. Técnica: pureza de la línea sinuosa, suavidad cromática, luz uniforme que ilumina toda la escena. Figuras elegantes, muy estilizadas. Homenaje a la belleza femenina. Es el primer desnudo integral en la pintura italiana, pero es muy recatado (se tapa con manos). Composición sencilla: Fondo: mar totalmente irreal. Centro: Venus sobre una concha (símbolo de la fertilidad). Izquierda: Céfiro (viento del Oeste) la impulsa hacia la isla, acompañado por Cloris (su mujer, y señora de las flores, que se ha enamorado tras su rapto). Derecha: Primavera la espera para cubrirla con una capa rosada (es una de las Horas, espíritus de las Estaciones). Botticelli une las figuras y el ambiente en gran equilibrio y armonía. También aquí la composición es triangular. No duda en sacrificar la realidad en beneficio de la armonía y la belleza: el mar de fondo es irreal, Venus en realidad está desproporcionada (cuello excesivamente largo, forma de la espalda, posición del brazo izquierdo imposible). Existe un aura de misterio y melancolía (ojos ausentes, expresión distraída) Significado: El Don divino de la belleza fue otorgado al mundo por Dios. Un segundo significado vuelve a insistir en el amor platónico: Céfiro y Cloris (raptada y finalmente enamorada, las rosas, la guirnalda de muérdago al cuello de la Primavera –símbolo del amor eterno-). Podemos encontrar una tercera lectura de tipo religioso: también el cristiano nace del agua en el acto del bautismo. REGIÓN DE UMBRÍA LUCCA SIGNORELLI (1441 – 1523). 4 murales de la Catedral de Orvietto. Tema del fin de los tiempos (Juicio Final, etc.). PIETRO VANNUCCI, “PERUGINO” (1446 – 1523): Sus temas eran muy sentimentales, con formas blandas, sensuales. En la Capilla Sixtina hizo la “Entrega de las llaves a S. Pedro”. PADUA ANDREA MANTEGNA (1431 – 1506): Se caracteriza por un gran dibujo, y el volumen de sus figuras, muy monumentales y escultóricas, para lo que representa grandes escorzos, y telas muy duras. Es un gran dominador de la perspectiva, en la que utiliza un punto de vista bajo que permite ver los techos y los paisajes. Cámara de los esposos del Palacio Ducal de Mantua. Tránsito de la Virgen (Prado) (54 x 52 cm, aunque incompleta, ya que otra parte está en Ferrara). Representa la muerte de la Virgen, rodeada de 11 apóstoles. Denota una gran preocupación por la profundidad (paisaje del fondo, perspectiva en techo y suelo) Cristo muerto (Galería Breva, Milán). Increíble dominio de la perspectiva y el escorzo. La figura es muy escultórica, gracias al escorzo y al tratamiento de las telas. 2 - EL CINQUECENTO La pintura propiamente renacentista sólo se da en el primer tercio del XVI. A partir de aquí, bajo la influencia de Miguel Ángel, se inicia el Manierismo. Periodo totalmente dominado por tres maestros: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel. Venecia tiene una escuela aparte. LEONARDO DA VINCI (1452 – 1519) Prototipo de hombre del Renacimiento: humanista, ingeniero, anatomista, inventor, científico, pintor. Estudia en Florencia en el taller de Verrocchio (colabora en el Bautismo de Cristo –ángel de la parte inferior izquierda-, su maestro, al ver aquello, dejó de pintar). Más tarde se desplaza a Milán, trabajando para el duque Ludovico Sforza “el Moro” como ingeniero. Muere en Francia. Tiene pocas obras de pintura, pero en ellas demuestra que es un genio. Inventa la “perspectiva aérea”: difumina los contornos (sfumatto: sombreados graduales en tonos grises o negros sobre los que luego aplica la capa de color transparente) para dar una sensación de que hay “aire” rodeando las figuras, la luz resbala por sus contornos, difumina también los fondos con una suave bruma para dar sensación de lejanía. Esto, unido al perfecto dominio de la perspectiva lineal, el tratamiento de la luz y color, acaba por crear definitivamente la tercera dimensión en la pintura. No solo se preocupa del aspecto externo, del estudio anatómico, los músculos y el movimiento, sino que también se ocupa del retrato interior, psicológico del personaje. Sus composiciones suelen ser triangulares, piramidales, transmitiendo la sensación de equilibrio y serenidad, al tiempo que un movimiento pausado. Virgen de las Rocas (museo del Louvre. Otra en la National Gallery de Londres). 1483. La Virgen, arrodillada, protege a S. Juan Bautista, que adora al Niño, quien bendice a su primo, mientras un ángel nos mira y señala a S. Juan. Las figuras destacan sobre un fondo rocoso, oscuro, irreal, sobrecogedor. Composición: Triangular, con total dominio de las masas. La cabeza de la Virgen es el vértice de un triángulo equilátero, y el punto de intersección de dos líneas diagonales.. Las 4 cabezas están dentro de un círculo, cuyo centro es el ombligo de la Virgen. Equilibrio de las rocas y huecos del fondo con las figuras del primer plano: ángel-hueco grande; S. Juan–hueco pequeño (en diagonal). Dibujo: primoroso, pero difuminado en los contornos. Color: Tonos bajos para las grandes superficies y altos para los espacios reducidos; sin grandes contrastes. En primer término predominan los verdes, el 2º los rojos y amarillos, los fondos en tonos fríos. Luz: el rostro de la Virgen resplandece, así como los niños (s. t. Jesús). Al fondo, una luz crepuscular, irreal. Profundidad: Perspectiva aérea, los fondos se desvanecen en la lejanía. Movimiento: tranquilidad, calma, serenidad, pero con detalles: el escorzo de la mano de la Virgen. La Última Cena (1495-1498). Refectorio del Monasterio de Santa María Delle Grazie (Milán). Fresco muy deteriorado por el calor procedente de las cocinas, y por el aglutinante experimental usado por Leonardo para retrasar su secado. Perspectiva: geométrica. Sigue la arquitectura real del refectorio. Composición: Equilibrio. Jesús en el centro; los apóstoles agrupados de tres en tres. Unidad psicológica de los personajes: Cristo en total serenidad (y eso que acaba de anunciar que uno de ellos le va a traicionar esa noche). Los apóstoles adoptan cada uno una actitud diferente (S. Pedro airado, S. Juan pregunta si no será él, todos protestan su inocencia, menos Judas, en una línea totalmente disociada del resto) Del color, dibujo, luz, etc. Poco se pude decir, debido al mal estado del fresco, a pesar de las restauraciones, todas ellas fallidas, al no dar con la solución para el aglutinante. En 1499 cae Ludovico el Moro. Leonardo se queda sin mecenas y vuelve a Florencia. La Gioconda (1503-1506). Óleo sobre tabla. (77 x 53 cm.) Se cree que fue un encargo de Francesco del Giocondo (retrato de su mujer, Madonna Lisa) pero es posible que luego fuera modificado por Leonardo para representar su ideal de belleza, ya que nunca llegó a venderlo, lo conservó toda su vida, y lo cuidó extraordinariamente. Destaca el rostro de extraordinaria serenidad y belleza, al tiempo que misterio, sobre todo en la sonrisa (para lo que Leonardo difumina especialmente ojos y labios) La composición es de dentro hacia fuera, centrada en la figura de la Gioconda, pero donde el paisaje se funde con la figura, no quedando relegado a un segundo término: es desigual, más elevado a la derecha (la Gioconda parece más alta si se mira el lado izquierdo) Luz mortecina, irreal, contribuye a la atmósfera de misterio. Colores apagados, predominando los verdes (aunque el tono verdoso de la piel se debe a una mala restauración) también contribuyen al mismo objetivo, el misterio. Dibujo brillante, preciosista, sobre todo en las mangas, los bordados del vestido, etc. Perspectiva aérea, a través del “sfumatto”, el difuminado de los contornos de la figura para fundirla con el ambiente y el paisaje del fondo, muy difuso, con la ayuda del tratamiento de la luz y el color. Santa Ana, la Virgen y el Niño. La Anunciación. RAFAEL DE SANZIO (1483 – 1520) Nació en Urbino. Fue un niño precoz. Estudió con Perugino. Sintetiza muchas influencias (Quattrocento, Leonardo, Miguel Ángel). Artista muy fecundo (taller con muchos ayudantes), de gran éxito en vida. Dibujo primoroso, colores claros y fuertes, formas llenas, macizas, curvas graciosas, idealización de la belleza. Reúne todas las tendencias de su época: es el paradigma del clasicismo. Por eso tuvo un gran éxito en su época, pero fue criticado mas tarde por poco innovador. Hoy se reconoce que saber integrar todas las corrientes, ser el máximo exponente de la pintura clásica renacentista es más que suficiente para reconocerle como un genio. Realizó infinidad de Madonnas (representaciones de la Virgen, que en realidad son retratos de damas de su época, o bien su concepto ideal de la belleza clásica). Por ejemplo: Madonna del Gran Duque: influencia de Perugino y Leonardo. Naturalidad, gradación de la luz. Virgen del Jilguero: con el Niño y S. Juan. Composición piramidal, paisaje desdibujado (por tanto, también, gran influencia de Leonardo y Perugino), de S. Sixto, de Foligno, de la silla con formas más robustas y redondeadas. En ellos se ve la evolución de su estilo, cada vez más influido por Leonardo. Desposorios de la Virgen: composición simétrica, dominio de la perspectiva, clasicismo: estructuras arquitectónicas con elementos clásicos (planta central, arcos de medio punto). En 1508 es llamado a Roma por Julio II para decorar las estancias del Vaticano. En este periodo realiza varios retratos (Julio II, León X, Baltasar de Castiglione, Retrato de un cardenal (Museo del Prado), La Fornarina) Frescos de las Estancias del Vaticano: Cámara de la Signatura (firma): La disputa del Santo Sacramento: la geometría al servicio del ideal religioso: las figuras de la Sagrada Forma (abajo) y de Cristo (arriba) son el centro y puntos de referencia de toda la composición. Es la reconciliación entre el arte clásico y la religión cristiana. La Escuela de Atenas: en la misma estancia, frente al anterior. 1510-11. Forma semicircular. De 7,72 m en la base. Frente a la verdad revelada del anterior, este fresco representa la verdad racional, conciliada con la verdad cristiana: es la unión entre la filosofía clásica y la cristiana. Tema: Aristóteles y Platón conversan paseando por una pretendida academia, rodeados de figuras de filósofos, matemáticos.... y alegorías de las 7 artes. En realidad las figuras corresponden a contemporáneos de Rafael, y la academia son las obras de S. Pedro. Dibujo: perfecto, detallista: las figuras transmiten vida. Color: sobre un fondo bastante uniforme, los colores más vivos destacan mucho, lo que le sirve para unificar una composición tan compleja. Perspectiva: perfecto estudio de la profundidad, aprovechando el marco arquitectónico. Luz muy uniforme. Movimiento: sólo en las figuras humanas, lo que le permite destacarlas más, y le sirve para crear una unidad en la composición. Casi todos los individuos están en movimiento (escasas excepciones, intencionadas). Composición: grandiosa, simétrica, equilibrada, pero con ritmo gracias a la disposición de las figuras. Usa la perspectiva, la luz, color, dibujo y movimiento para crear un vínculo y transmitir un mensaje: humanismo, concepción espiritual neoplatónica, unifica belleza y sabiduría. Descripción: En el centro, sobre la escalinata, Platón (retrato de Leonardo) señala el cielo (el mundo de las ideas) y transmite una sensación de calma y sabiduría. A su lado Aristóteles (Papa Julio II) señala la tierra (la experiencia), sosteniendo un volumen de la “Ética” de Platón. Otros personajes: Pitágoras (abajo, a la izquierda, sentado, calvo), rodeado de discípulos, representa la aritmética y la música. A su lado, Arquímedes (sobre un solo pié: “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”). Heráclito (solo, triste, amargado, sentado en la escalera, en realidad es el retrato de Miguel Ángel) sirve para introducir la composición. Epicuro (corona de hiedra, rodeado por las edades del hombre) representa la búsqueda del disfrute. Alejandro Magno (o Alcibíades), arriba, armado, con casco. Sócrates (frente a Alejandro) expone sus ideas. Diógenes (sobre escaleras, solo, en posición extraña). Protágoras (solo, arriba, de oscuro), con su idea de “el hombre es la medida de todas las cosas”. Euclides (abajo, con un compás, trazando círculos sobre una pizarra, en realidad es Bramante) representa la geometría. Zoroastro (junto a Ptolomeo y Rafael, a la derecha, es Pietro Bembo) con una esfera terrestre en la mano. Ptolomeo (de espaldas, con corona – es rey de Egipto y geógrafo-) también lleva la esfera terrestre. Rafael (con gorro, a la derecha, nos mira), Federico Gonzaga (discípulo que se inclina sobre Euclides); Francesco María della Rovere. Las esculturas de las paredes corresponden a Apolo (izquierda) y Atenea (derecha). El significado es claro: dignifica la sabiduría, la antigüedad, pero también a sus contemporáneos, al compararlos con los clásicos. Otros frescos de la estancia de la signatura: Alegorías de la Jurisprudencia y del Parnaso. Completa de este modo el programa iconográfico: Teología, Filosofía, Derecho y Artes. Estancia de Heliodoro. Estancia del Incendio del Borgo. Otras obras: Frescos del Palacio de la Farnesina (Triunfo de Galatea, Historia de Amor y Psique). MIGUEL ANGEL BUONARROTI (1475 – 1564) Formado en el taller de Ghirlandaio. Es ante todo escultor. Tiene una concepción escultórica de la pintura: le preocupa sobre todo el volumen. Elimina el paisaje y centra toda su atención en las figuras, bien modeladas, con volumen pleno, dibujo preciso y colores vivos. Muy alejado de Rafael o Leonardo, no busca la belleza ideal, la serenidad, los fondos melancólicos. Transmite la “Terribilitá”, la fuerza, la pasión, de ahí las enormes proporciones, los músculos el gigantismo sobrehumano, la tensión, los violentos escorzos (gran influencia del Laocoonte). Pone de manifiesto la tensión muscular, pero también la espiritual: la fuerza física y psíquica se equilibran. Bóveda de la Capilla Sixtina (1508 – 1512) Vaticano. Fresco sobre un muro de 13,7 m x 39 m, a 25 m de altura. Encargo de Julio II. En principio Miguel Ángel no quería el encargo, ocupado como estaba en el sepulcro del Papa, pero éste le obligó, y Miguel Ángel se entregó de un modo frenético para acabar cuanto antes, sobre un complejo sistema de andamiajes. Las paredes de la Capilla Sixtina tenían ya pinturas de casi todos los pintores del Quattrocento con temas que iban desde Moisés hasta Cristo. Por eso decide dedicar la bóveda al Génesis (de la Creación hasta Moisés) y a los Profetas y Sibilas que anticiparon la llegada de Cristo. Para articular el espacio y la composición en un espacio tan amplio, dividió la bóveda con una arquitectura fingida de arcos y cornisas (pintados, en perspectiva), que le sirve para separar las escenas y combinar diestramente arquitectura y pintura. El conjunto tiene 343 figuras de tamaño más grande que el natural Descripción: En el centro de la bóveda 9 escenas del Génesis ordenadas cronológicamente: separación de luz y tinieblas, creación de los astros, separación de las aguas, creación de Adán, creación de Eva, Pecado original y expulsión del Paraíso, sacrificio de Noé, diluvio universal, y la embriaguez de Noé. Separadas por estructuras arquitectónicas fingidas, sobre las que se apoyan jóvenes desnudos (“Ignudi” –efebos-), quienes sostienen 10 medallones con historias del Viejo Testamento complementarias de las escenas principales. Los ignudi simbolizan a la humanidad, que contempla su propia historia. A los lados se alternan los Profetas y las Sibilas, gigantescos, pensativos, profetizando la llegada del Mesías. Destacan las figuras de Isaías y la Sibila de Cumas. En las pechinas de la bóveda hay 4 escenas sobre la salvación de Israel sobre sus enemigos (Judith y Holofernes, David y Goliat, etc.), y en los triángulos de la bóveda (esquinas) retratos de los antepasados y familiares de Cristo. Otras figuras: niños-cariátides (columnas) o niños que sostienen rótulos con los nombres de los profetas, sibilas, etc. Plásticamente, destaca el gran dibujo, el estudio anatómico de la figura humana (figuras escultóricas, enormes, poderosas, vigorosas, tremebundas) la terribilitá, las posturas forzadas, retorcidas, desequilibradas, que provocan la sensación de tensión, de movimiento. Color: los colores son muy vivos, lo que agudiza la sensación de fuerza, el movimiento, el escándalo. Predominan los verdes y morados (los colores de la liturgia cristiana). Plástica y color abren el camino al Manierismo. Algunas de las escenas y figuras son de gran impacto visual y espiritual, sobre todo la “Creación de Adán”, donde destaca la fuerza física y psicológica de Dios (es la imagen que hoy tenemos todos de cómo debería ser Dios si tuviera un cuerpo), quien lleva en los pliegues de su capa a todos los humanos que aún ha de crear – Eva, etc.-. La escena también tiene una gran fuerza: prácticamente se ve cómo Dios da a Adán la “chispa de la vida”. El Juicio Final: (1533–1541) Fresco mural tras el altar de la Capilla Sixtina. (17 m x 13,3 m.) Encargo de Pablo III, cuando ya se había producido la Reforma Protestante. El mundo cristiano se debate entre dudas y Miguel Ángel transmite ese pesimismo sobre la humanidad. Descripción: Más de la mitad superior de la pared representa el mundo Celeste: Cristo como Juez, en el centro, magnífico, fuerte, justiciero. La Virgen, a su lado, no osa ni mirar la escena terrible, vela e intercede por las almas. Resto de la parte superior: patriarcas, recuperados del limbo (como Adán), los mártires con los instrumentos de su tormento, bienaventurados, vírgenes, etc. En las lunetas superiores, ángeles portan con gran esfuerzo los símbolos de la Pasión. A los pies de Cristo están S. Lorenzo y S. Bartolomé, que aguanta su propia piel (su martirio consistió en ser despellejado), en cuyo rostro se puede adivinar la cara de Miguel Ángel, preguntando si la arroja a los infiernos o no (Miguel Ángel tiene dudas sobre su propia salvación). Mas abajo, unos ángeles portan trompetas (centro) mientras los elegidos suben al Cielo con gran dificultad, ayudándose unos a otros, mientras en el lado opuesto los condenados son arrojados al infierno (arrogantes, lujuriosos, etc.) y son recibidos por demonios. Caronte, el barquero, los traslada al infierno. Plástica: Miguel Ángel utiliza toda la pared (inclinada en su parte superior para evitar el polvo). Elimina cualquier elemento real: es un Cielo indeterminado, lleno de figuras (más de 400, de 1,5 m hasta 2,5 m), más oscuras cuanto mas abajo. Destaca el cuerpo humano, desnudo, agigantado, musculoso, en tensión, sufriendo o en majestad, con grandes estudios anatómicos (músculos, tendones, torsos, brazos). Predomina el escorzo, el movimiento, el desequilibrio, la terribilitá. Gran dibujo, que consigue efectos escultóricos, de pleno volumen. Gran colorido. Composición: No hay puntos fijos. La mirada fluye sin parar en todas las direcciones. Todas las figuras se mueven, pero dentro de un ritmo. Aunque las figuras o grupos parecen incomunicados entre sí, en realidad hay un ritmo general del conjunto que forma un remolino alrededor de la gran figura central de Cristo. Hay un mayor abigarramiento en la parte inferior (infierno) que en el Cielo, lo que expresa el desánimo del sexagenario y atormentado Miguel Ángel. Años más tarde, el Papa, escandalizado por tanto desnudo, ordenó a Miguel Ángel que cubriese con paños de pureza las figuras, especialmente la de Cristo, a lo que se negó, por lo que tuvo que hacerlo otro pintor, Volterra (recomendado por el propio Miguel Ángel). Eso, mas el humo de velas, etc., dejó el fresco en muy mal estado, por que se imponía hacer una restauración. Pero entonces surgió la pregunta: ¿de paso se debía aprovechar y dejar las pinturas tal y como las hizo Miguel Ángel, desnudas, incluso Cristo? Finalmente se tiró por la calle de en medio: a unas se les quitó el paño, y a otras no. 3 - LA ESCUELA VENECIANA La pintura veneciana tiene una personalidad propia, distinta al resto de Italia. Sus características principales son: - el predominio del color sobre el dibujo (influencia oriental). - El tratamiento de la luz: luz blanca, con neblinas, al tiempo que transmite la luminosidad mediterránea. - Son cuadros de caballete, al óleo. Son los inventores del lienzo (tela) como soporte. También encontramos pintura mural al fresco (más tarde). - El detallismo, con una gran exaltación del lujo y la riqueza a través de objetos animales exóticos, orientales, o a través de la representación de lo anecdótico. - Es un arte sensual, que capta las calidades, los brillos en pieles, superficies, etc. En el S. XV destaca la familia BELLINI: JACOPO, GIOVANNI (madonnas, tendencia al dramatismo), y GENTILLE (primero en usar el óleo sobre lienzo. Gran cronista de la vida veneciana). De transición es CARPACCIO. En el XVI el dibujo se pierde frente a la pincelada de color. Grandes calidades. Combinan los temas profanos (desnudos) y el dramatismo religioso. GIORGIONE (1478 -1510): discípulo de los Bellini. Es el puente entre el XV y el XVI. Una pincelada más suelta, y un gran color. Obras: El concierto campestre (Louvre), y sobre todo... “La tempestad” (Academia de Bellas Artes de Venecia): Tema ambiguo. El paisaje cobra importancia frente a los personajes. Se sirve de la tonalidad (no del blanco o el negro) para expresar el claroscuro (gradación del mismo color según la luz y la sombra). Funde luz y color: las sombras son más transparentes y con más color (gran influencia en el Impresionismo). TIZIANO (1487 – 1576): discípulo de Giorgione (comparte la autoría del concierto campestre). Destaca por la gran riqueza del color, que en sus últimas obras prácticamente borra el dibujo. La pincelada, muy suelta, larga, cargada de pigmento, que luego en ocasiones emborrona con los dedos: al final de su vida Tiziano está inventado la pintura barroca. Religiosas: gran espiritualidad. La Asunción (Iglesia de los frailes. Venecia); Madonna de los Pesaro; Entierro de Cristo (Louvre); Coronación de espinas (Munich); Dolorosa (Prado); La Gloria (Prado) Mitológicas: posiblemente las mejores pieles desnudas de mujer. Numerosas Venus; La Bacanal (Prado); El Amor sagrado y el Amor profano (Museo de los Uffizi. En realidad 2 venus contrapuestas). Dánae recibiendo la lluvia de oro (Prado): muestra el momento en que Dánae recibe en su lecho a Zeus convertido en una lluvia de oro (alegoría de la venta del cuerpo femenino). Destaca la luz, el color, la atmósfera, que contribuyen a la expresividad del cuadro. Es el prototipo de belleza femenina. Retratos: Flora, Bella; El joven ingles; Carlos V en su coronación de Bolonia, Autorretrato (Museo del Prado. Con una pincelada casi pre-impresionista) y sobre todo: Retrato ecuestre de Carlos V en la Batalla de Mülhberg (Prado): símbolo del poder, la fuerza, la victoria, el orgullo (y eso que en realidad el retrato es de años después, con un Carlos V avejentado y derrotado). Gran estudio de las calidades en las pieles, los brillos del acero; y de la luz frente a las tinieblas. JACOPO ROBUSTI, “TINTORETTO”. (1518–1594). Autor manierista o de transición hacia el Barroco. Siente pasión por lo colosal, el movimiento, las perspectivas. El lavatorio del pies (Prado): luz dramática, grandes escenarios que dan lugar a grandes estudios de la perspectiva; amor por lo anecdótico. PAOLO VERONÉS (1528–1588): Pintor de grandes arquitecturas; de las glorias y fastos de Venecia: colorido rico, suntuoso, con profusión de tonos plateados, palacios, con grandes fiestas, ricos ropajes y joyas. Triunfo y glorificación de Venecia (Palacio Ducal de Venecia); Las Bodas de Caná (Louvre); Comida en casa de Simón Leví (Louvre); Jesús ante los doctores (Prado). C ) LA PINTURA RENACENTISTA EN EUROPA: FLANDES Y ALEMANIA 1 - PINTORES FLAMENCOS Hay quien incluye al Bosco, Patinir, o Brueghel el Viejo en el Renacimiento flamenco, pero el estilo de estos pintores es muy particular, muy flamenco, alejado del gusto por el clasicismo, belleza, proporción, etc. La pintura renacentista llega con otros autores: JAN GOSSAERT (MABUSE). QUINTIN METSYS: El cambista y su mujer. 2 - PINTORES ALEMANES Mayor influencia de los cambios religiosos, sobre todo de la reforma protestante (que prohibía las imágenes religiosas). Hasta el s. XVI la pintura alemana está muy influida por los primitivos flamencos, pero a partir de ese momento se nota una mayor influencia italiana. MATHIAS GRUNËWALD: Retablo de Isenheim. Dramatismo, expresividad, grandiosidad. HANS HOLBEIN: Retratos con gran penetración psicológica (Erasmo; Enrique VIII –Thyssen-. LUCAS CRANACH (EL VIEJO). Protestante. Pocos temas religiosos. Retratos (Lutero) y de tema mitológico (Juicio de Paris; Venus y Eros. Representa unos tipos femeninos muy particulares, de cuerpos y rostros alargados, y pieles muy blancas) ALBERT DÜRER (DURERO) (1471 – 1528): Gran humanista, simpatizante de Erasmo y Lutero. Autor muy inquieto, investigador, es el verdadero introductor del Renacimiento en Alemania, gracias a sus viajes a Italia. Excelente grabador (prácticamente el inventor del grabado moderno, y de técnicas derivadas como la xilografía –madera- y la calcografía –cobre-) y dibujante, realizó grabados de gran imaginación y con un dibujo de precisión (La Pasión de Cristo, El caballero y la Muerte, S. Jerónimo). Adán y Eva (Prado): primer desnudo de la pintura alemana. Las anatomías responden al canon clásico de belleza, con formas rítmicas, suaves, ligeras. Autorretrato (Prado): reúne todas las conquistas técnicas del Renacimiento, así como un gran detallismo, tratamiento de la perspectiva y del paisaje, y una belleza serena, idealizada. Los cuatro Apóstoles (Munich). 2 tablas encargadas por la Iglesia luterana. Representan a S. Juan (temperamento sanguíneo), S. Pablo (melancolía), S. Pedro (flemático), S. Marcos (colérico). Reflejan un espíritu más severo y reflexivo, de acuerdo con las creencias luteranas. Las formas son macizas, pesadas. El color y los fondos son austeros. El plegado de los paños, muy duro, deja ver la influencia en un viaje a Flandes. D) LA PINTURA RENACENTISTA EN ESPAÑA La pintura renacentista llega a España a fines del XV. Pintores como Jaume Huguet o Bartolomé Bermejo tienen influencias italianas, pero el verdadero renacimiento llega en el XVI. CARACTERÍSTICAS: Temas: predominan los religiosos. Hay pocos temas profanos o mitológicos (aunque sí se hacían encargos de este tipo a pintores extranjeros) Influencias: Italiana. Venecia. Más intensa en Valencia. Gran influencia de Leonardo (perspectiva, composiciones). En la segunda mitad del XVI influye más Miguel Ángel y el Manierismo. En Castilla hay una mayor influencia de Flandes (más realismo, dramatismo). Técnica: óleo sobre tabla. En el último tercio del XVI se impone como soporte el lienzo. Para exaltar el sentimiento religioso la pintura tiene un gran realismo, a veces excesivo, rozando la teatralidad. PRIMER TERCIO DEL XVI CASTILLA PEDRO DE BERRUGUETE. (1450-1520). Representa la transición del gótico al renacimiento. Formado en Italia, aprendió la técnica del Quattrocento, sobre todo la perspectiva. Obras: Retablo de Santo Tomás de Ávila (dedicado a Sto. Domingo) Hoy se conservan varias tablas dispersas, por ejemplo la de Santo Domingo presidiendo un Auto de Fe (Prado). JUAN DE BORGOÑA. Retablo de la Adoración de los Magos (Catedral de Toledo). ANDALUCÍA ALEJO FERNÁNDEZ (procedencia alemana). Tipos masculinos muy enérgicos y femeninos dulces y melancólicos. Ejemplo: La Virgen de los Navegantes: la Virgen de la Misericordia protege bajo su manto a marinos y personajes ilustres (Colón, Fernando el Católico, Cortés). VALENCIA FERNANDO YAÑEZ DE LA ALMEDINA. Influencia italiana, sobre todo del Quattrocento y de Leonardo. Figuras monumentales. Gestos suaves y delicados. Composiciones simétricas. Dibujo de gran firmeza, colorido, claroscuros. Obras: Santa Catalina de Siena (Prado). SEGUNDO TERCIO DEL S. XVI VALENCIA VICENTE MASIP: Influencia de Leonardo, y Rafael. Obras: Retablo de la Catedral de Segorbe JUAN DE JUANES (en realidad Juan Masip, hijo de Vicente. Influencia de Leonardo y Rafael. La Última Cena. El mismo tema de Leonardo, pero captando el momento de la Eucaristía. Composición equilibrada, simetría. Rechazo de Judas. CASTILLA ALONSO DE BERRUGUETE. Influencia de Miguel Ángel. Escorzos, composiciones movidas. ANDALUCÍA PEDRO MACHUCA. Influencia de Miguel Ángel. Ejemplo: Descendimiento de la Cruz (Prado). Composición: Cristo en diagonal, mientras el resto marcan líneas verticales. SEGUNDA MITAD DEL XVI Mayor influencia de Miguel Ángel y del Manierismo. LUIS DE MORALES: Personajes muy delgados y pálidos, con miradas patéticas. Mujeres de rostro oval, barbilla puntiaguda, mirada baja. Gran religiosidad. Estilo muy blando, manierista. Obras: Virgen con el Niño (Prado). JUAN NAVARRETE “EL MUDO”. Encargado por Felipe II de decorar El Escorial. Influencia de la pintura veneciana (Tintoretto, Tiziano). Obras: Martirio de Santiago (Escorial) PINTORES DE LA CORTE DE FELIPE II ANTONIO MORO. Retratista flamenco. María Tudor .(Prado). ALONSO SANCHEZ COELLO. Estudia con Moro en Flandes. Más penetración psicológica. Príncipe D. Carlos (Prado) o de la infanta Isabel Clara Eugenia (Prado). JUAN PANTOJA DE LA CRUZ. Margarita de Austria (Prado)