ACPP 2003. Mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y medioambientales de la comunidad garífuna de Tornabé, Municipio de Tela, Departamento de Atlántida. Honduras 2004. Mejora de la producción agrícola en las comunidades de Las Delicias, El Porvenir, Ojos de Agua, Quebraditas, Nueva Esperanza y El Cerrón, Municipios de San José de Comayagua y Taulabé, Departamento de Comayagua, Honduras. Mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y medioambientales de la comunidad garífuna de Tornabé, Municipio de Tela, Departamento de Atlántida. PROYECTO FINANCIADO POR EL AYUNTAMIENTO DE SAGUNTO EN LA CONVOCATORIA 2003 El proyecto consistió principalmente en la construcción de 51 módulos sanitarios (5 financiados por el Ayto. Sagunto, con una financiación de 16.060,00 €, de un total de 138.851,87 €) en la comunidad garífuna de Tornabé, en el municipio de Tela, perteneciente al departamento de Atlántida, situado en el Norte del país, en la costa caribeña de Honduras. Dirigido a 50 mujeres (10 de ellas madres solteras y pertenecientes en su mayoría al Comité de Salud) y sus respectivas familias (280 personas), así como a 1 varón padre de familia monoparental (4 personas), a los niños/as que asisten a la guardería (150), y, de modo general, a la comunidad de Tornabé (2.320 habitantes), ejecutándose desde el 1/03/2004 al 1/03/2005. El socio local del proyecto fue la Asociación Enlace de Mujeres Negras de Honduras (ENMUNEH), que desde su fundación en 1995, por iniciativa de un grupo de mujeres profesionales de la salud, dedicándose desde su fundación al fortalecimiento de la mujer y su familia, proporcionándole herramientas técnicas y conocimientos que le permitieran mejorar su calidad de vida y desarrollo, partiendo del cuidado de su propia salud y la de su familia, y enseñando su cultura e identidad como parte importante del individuo que quiere seguir mejorando cada día. El principal problema que abordó el proyecto fueron las deficiencias en las condiciones higiénico-sanitarias y medioambientales de la comunidad, señalado como prioritario por los agentes locales (Municipalidad, Patronato comunitario, ENMUNEH) y por los propios vecinos. En ese momento el 70 % de las viviendas de la comunidad contaba con letrinas, aunque en muchos casos se encontraban en malas condiciones, bien por lo inadecuado del habitáculo o bien por el estado de la fosa séptica. El resto no disponía de instalaciones higiénico-sanitarias de ningún tipo, teniendo que acudir a las de algún familiar o vecino cercano o, incluso, realizando sus necesidades en la parte trasera de las casas. La misma situación de precariedad se da para el aseo personal o para el lavado de ropa y útiles de cocina. La falta de recursos económicos de la comunidad no permitía a sus habitantes realizar las mejoras necesarias para instalar el equipamiento higiénico - sanitario necesario. La falta de instalaciones higiénico-sanitarias, el vertido indiscriminado de basuras en la calle, y los malos hábitos higiénicos conllevaban una serie de resultados negativos para los y las pobladores, el espacio público de la comunidad y el entorno natural en que se encuentran. Por un lado, era elevada la prevalencia de enfermedades relativas a la higiene deficiente y a la ausencia de instalaciones adecuadas para el aseo y la higiene personal, lo que también se relaciona con las condiciones de hacinamiento en que viven las familias, ya que las casas tienen un tamaño de unos 20 m2 para alojar a familias de una media de 5-6 miembros. Esto se ve agravado al no realizar actividades de limpieza comunal, ya que los desperdicios se acumulaban en las calles o en el mar, creando focos de infecciones. Esta situación venía motivada por tres causas previas: la falta de recursos económicos propios para abordar las mejoras necesarias, la falta de atención por parte de las autoridades en materia de salud pública y saneamiento, y la falta de capacitación de la población en este tipo de cuestiones. Las graves consecuencias personales, comunitarias y ambientales del problema han llevado a la población, y especialmente a las mujeres, a señalarlo como de urgente resolución y de extrema gravedad. En conclusión, toda esta serie de factores, relacionados entre sí, daban lugar a la razón de ser de este proyecto: la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y medioambientales de la comunidad garífuna de Tornabé. Detectadas las prioridades, se participó conjuntamente con la población en la elaboración de alternativas para su solución, adoptando un modelo higiénico sanitario que resolviera las necesidades básicas, y con respuestas asumibles en los planos económico, social, higiénico-sanitario y medioambiental. Así que se optó por la construcción de módulos sanitarios de 9.68m2 de superficie construida, que constarán de tres espacios independientes: inodoro y lavamanos (2m x 1.25m), ducha (2m x 1.25m) y lavadero (2 x 1.5m). Este módulo se conecta a una fosa séptica de doble cámara y filtro bacteriano, y se le añadieron un sistema de recogida de aguas pluviales para cada módulo. Además, se realizó una campaña de limpieza en la comunidad y se reforestó el entorno de la comunidad con árboles autóctonos (frutales y ornamentales). Todo el proceso de la construcción de los 51 módulos sanitarios (5 financiados por el Ayto. Sagunto) y sus correspondientes fosas sépticas, se realizaron mediante una metodología participativa en que la población aportó la mano de obra no calificada, y en que es precisamente la población el agente fundamental de la ejecución. La metodología comprendió la formación teórico-práctica en técnicas de albañilería, fabricación de materiales de construcción y conocimientos básicos de fontanería, que fomenta la participación comunitaria, bajo la supervisión de un maestro de obra y un fontanero, que aseguró su buena ejecución dentro de los plazos prefijados. La experiencia de la Asamblea de Cooperación Por la Paz (ACPP) en la ejecución de proyectos de autoconstrucción de viviendas e instalaciones higiénicosanitarias usando esta metodología, facilitó la edificación de módulos y fosas basado en la autoconstrucción, a lo que hay que añadir el reconocido papel que juega ENMUNEH en la comunidad y la estrecha vinculación de las beneficiarias con la organización a través del Comité de Salud. Paralelamente, se abordaron las capacitaciones para el fortalecimiento comunitario, con talleres sobre buenos hábitos higiénico-sanitarios, saneamiento comunal y medio ambiente, organización y derechos humanos, y género y prevención de la violencia doméstica, al ser ésta última una problemática de alta incidencia en la zona. En las capacitaciones que tuvieron que ver con el cuidado y manejo del sistema, los buenos hábitos higiénico-sanitarios, y el saneamiento comunitario y el medio ambiente, participaron, además, un representante de la guardería, uno del centro comunal y uno del centro social. Para reforzar los componentes medioambiental e higiénico-sanitario del proyecto, las personas beneficiarias constituyeron un Colectivo de Saneamiento Ambiental, que es el responsable del saneamiento comunal y que realiza una campaña anual de limpieza de la comunidad, así como la coordinación de las actividades de reforestación. También se editó un manual de autoconstrucción de instalaciones higiénico-sanitarias, y de mantenimiento y manejo del sistema. Mejora de la producción agrícola en las comunidades de Las Delicias, El Porvenir, Ojos de Agua, Quebraditas, Nueva Esperanza y El Cerrón, Municipios de San José de Comayagua y Taulabé, Departamento de Comayagua, Honduras. PROYECTO FINANCIADO POR EL AYUNTAMIENTO DE SAGUNTO EN LA CONVOCATORIA 2004 El proyecto contribuyó a la mejora de la producción agrícola de 80 familias de las comunidades de Las Delicias, El Porvenir, Ojos de Agua, Quebraditas, Nueva Esperanza y El Cerrón, en el Departamento de Comayagua, a través del establecimiento de 80 huertos familiares para el cultivo de hortalizas, leguminosas y frutales y un mismo número de gallineros que diversifiquen y mejoren la dieta alimenticia. (El Ayuntamiento de Sagunto financió la construcción de diez huertos y de diez granjas de gallinas), con una financiación de 9.403,20 € de un total de 186.053,45 €, ejecutándose del 27/08/2005 hasta el 26/08/2006. La contraparte del proyecto fue el Instituto Hondureño de Desarrollo Rural (IHDER), organización que desde el 1978 trabaja en Honduras en la mejora del sector agropecuario. Para lograr la mejora de la producción agropecuaria, al inicio del proyecto, se abasteció a cada familia con los materiales y las semillas necesarios para la producción de vegetales en los predios aledaños a las viviendas de los/las beneficiarios/as. Para la creación de los gallineros se dotó a cada beneficiario/a de los materiales para la construcción, además de un comedero y un bebedero, de los animales que componen el gallinero (14 gallinas criollas mejoradas y un gallo para la reproducción y cría de las aves), así como las vacunas contra la viruela y los desparasitantes necesarios. Las actividades de construcción de los huertos y las granjas se realizaron con la mano de obra de los propios beneficiarios. Los trabajos de construcción fueron supervisados por el coordinador y el promotor de temas agropecuarios. Los/as beneficiarios/as fueron los encargados de la creación de las cercas vivas para la protección de los huertos con la plantación de 3.000 árboles frutales, que fueron aportados por ellos/as. Para la correcta implementación del proyecto a nivel productivo, se impartieron a los beneficiarios las necesarias capacitaciones en manejo de aves y técnicas agrícolas, mediante los talleres, impartidos por el promotor social del IHDER y el promotor de temas agropecuarios, prestándose especial atención al medio ambiente, mediante la formación en técnicas productivas no agresivas (financiado por el Ayuntamiento de Sagunto). Estos talleres se realizaron para 20 de los beneficiarios, funcionando posteriormente el sistema multiplicador para la difusión de los conocimientos adquiridos al resto de la comunidad. La incidencia en el ámbito social se realizó mediante la formación impartida por el promotor social, en los talleres de organización comunitaria fomentando así el proceso organizativo, y en los de género y autoestima, incidiendo en el tema del género. Como actividades complementarias al proyecto se realizaron dos campañas de limpieza en cada comunidad, una a la mitad de la ejecución del proyecto y la otra a su final, realizadas por los propios beneficiarios y que estaban encaminadas a crear una conciencia colectiva sobre la necesidad de una mejora en el entorno que repercute en las condiciones de salud y que serán el complemento a los talleres sobre medio ambiente que se impartirán.