Reproducimos este artículo de Yaiza Martínez, publicado en la web www.tendencias21.net, porque trae a colación un problema bastante importante cuando se trabaja con recuerdos. ¿Es cierto que me pasó todo lo que recuerdo? Según los estudios científicos, cada vez existe más evidencia de la falibilidad de lo que recordamos. Tendemos a rellenar huecos y confundimos sueños e imaginación con la realidad al cabo de un cierto tiempo, con el problema que eso supone en los juicios (Elisabeth Loftus, traducción) y las consecuencias personales que puede tener el creer cierto un suceso imaginario. Por tanto, creemos que es de importancia capital, en las terapias que trabajan con recuerdos, hipnosis o regresiones, no intentar evaluarlos racionalmente y menos como hechos acaecidos, porque pueden ser falsos. Con la simple liberación de las emociones que mantienen el trauma en el recuerdo, se produce la total recuperación. No es necesario reprocesar lo que ocurrió, ya que, una vez desaparece la emoción, el recuerdo pierde, automáticamente, toda la importancia para la persona. Resumen del artículo La imaginación puede llegar a adquirir en nuestra memoria tanta fuerza como las experiencias reales, ya que las zonas del cerebro que utilizamos para percibir o imaginar objetos se superponen de tal forma que un hecho únicamente imaginado puede dejar en nuestra memoria la misma marca que un hecho realmente ocurrido. Esta constatación permite que nos resulte difícil, pasado algún tiempo, determinar si nos hemos imaginado alguna situación determinada o si, por el contrario, la hemos vivido realmente. Un nuevo ingrediente para la polémica psicológica sobre los falsos recuerdos... y un poderoso recurso para guiones cinematográficos como el de "Misteriosa Obsesión". La naturaleza imperfecta de la memoria llama la atención a los expertos, especialmente por la capacidad humana, no ya de olvidar ciertos hechos, sino de inventar incluso aquello que jamás ha pasado, y archivarlo dentro de nuestro cerebro como si fuera cierto. Investigadores de la universidad estadounidense de Northwestern, en Chicago, han descubierto que la imaginación puede llegar a adquirir en nuestra memoria tanta verosimilitud como los hechos, hasta tal punto que es posible confundir lo imaginado con lo real dentro de nuestros recuerdos. Estos investigadores han estudiado los llamados "falsos recuerdos" para intentar conocer cómo se forman, empleando para el estudio escáneres de resonancia magnética conectados a los cerebros de un número determinado de voluntarios. El desafío consistía en descubrir en qué circunstancias la gente recuerda hechos que realmente no han ocurrido. Para ello, se midió la actividad cerebral de los voluntarios mientras éstos, o bien observaban imágenes de objetos, o bien se imaginaban objetos que los investigadores les pedían que visualizaran. www.libertademocional.es 1 / 3 Phoca PDF Visualización vívida De esta forma, los investigadores se dieron cuenta de que las partes concretas del cerebro destinadas a generar imágenes visuales se activaban con mucha fuerza cuando los voluntarios tan sólo imaginaban los objetos. Después, cuando los participantes en el estudio recordaban lo que habían imaginado, a menudo pensaban que lo habían visto, en lugar de saber que había sido producto de su imaginación. Los investigadores piensan que las zonas del cerebro que utilizamos para percibir objetos y aquéllas que usamos para imaginar objetos se superponen. De esta manera, un hecho imaginado los suficientemente vívido puede dejar en nuestro cerebro la misma marca o similar que un hecho realmente ocurrido. Cuando la memoria almacena lo percibido o lo imaginado, algunas de las zonas cerebrales implicadas en el esfuerzo coinciden. Según los expertos, este hecho hace que nos resulte difícil, pasado algún tiempo, determinar si ciertas cosas han pasado o no, si nos hemos imaginado alguna situación determinada o si, por el contrario, la hemos vivido realmente. Durante el estudio, publicado en la edición de octubre de la revista Psychological Science, los participantes tuvieron que imaginar una imagen visual por cada objeto que les nombraban. La otra mitad de estos objetos les fueron presentados en fotografías o imágenes. Además, se les pidió que emitieran juicios acerca de la medida de cada uno de los objetos. Por ejemplo, si la palabra era "gato", tenían que decir si el gato era mayor o menor que una televisión. Partes implicadas Tres partes del cerebro (precuneus, corteza parietal inferior derecha y giro cingulado anterior) mostraron una gran respuesta en la fase del estudio en que se decían las palabras que luego eran recordadas como fotos, a pesar de que sólo habían sido imaginadas. Asimismo, a través del escáner se podía prever qué imágenes serían recordadas y cuáles no, dada la actividad del hipocampo izquierdo y de la corteza prefrontal izquierda activados durante la imaginación o presentación de imágenes. Estas dos zonas del cerebro están altamente relacionadas con la creación de los contenidos de la memoria. Según los expertos, del estudio se deriva que las imágenes mentales dejan una marca en el cerebro que, si es lo suficientemente fuerte, puede confundirse posteriormente con la marca dejada por imágenes realmente vistas. Por todo ello, puede decirse que lo que han conseguido estos investigadores es una nueva evidencia de la existencia de los falsos recuerdos y, lo que es más importante, la observación de los procesos cerebrales que permiten su formación. Polémica en psicología Las consecuencias del estudio no pasarán inadvertidas, ya que existe una amplia polémica en www.libertademocional.es 2 / 3 Phoca PDF el campo de la psicología acerca de lo que se conoce como falsos recuerdos, objeto también de base argumental para algunas películas como Misteriosa Obsesión o Abre los ojos . Muchas terapias psicológicas, particularmente indicadas en los casos de traumas infantiles, tienden a revivir recuerdos de esas experiencias para proceder a su curación mediante la integración consciente del trauma en la psicología del sujeto. Sin embargo, ha surgido una corriente, que puede personalizarse en la False Memory Syndrome Foundation, según la cual la recuperación de un recuerdo no significa que realmente haya ocurrido, que es lo que acaban de verificar experimentalmente los investigadores de la Northwestern University con la ayuda de imágenes cerebrales de resonancia magnética. www.libertademocional.es 3 / 3 Phoca PDF