Las droguerías se reinventan con nuevos estilos y servicios EVOLUCIÓN COVALDROPER, LA MAYOR COOPERATIVA DEL SECTOR EN LA COMUNITAT, OFRECE 15.000 REFERENCIAS Los aficionados al fútbol tal vez recuerden la camiseta que lució el Valencia C.F. una temporada con el logotipo de CIP (El Progreso) una cooperativa de droguería y perfumería que en el año 1995 se fusionó con Coindroper, la otra gran cooperativa del sector en la Comunitat Valenciana. Ese fue el origen de Covaldroper, una central de compras y servicio con un almacén de 12.000 metros cuadrados ubicado en el Polígono Vara de Quart de Valencia. El director general del nuevo grupo, Arturo Marco, comenta que en la década de los 80 «llegaron a coexistir 5 o 6 cooperativas de droguería en la Comunitat pero fueron desapareciendo y tras la fusión somos la única que queda». «También, por desgracia, han ido desapareciendo las tradicionales droguerías y eso es debido a que el pequeño comercio se resiente mucho de la competencia de las grandes marcas que tienen otros formatos de negocio», asegura el director general de Covaldroper». «Nosotros hemos notado mucho en este sector la involución del llamado comercio de proximidad. En la cooperativa somos actualmente 180 socios, cuando hubo un momento en que llegamos a ser 600. De igual forma, ahora facturamos algo más de 20 millones al año cuando en otros tiempos alcanzamos los 40 millones», afirma Marco. Esta situación ha llevado a Covaldroper a evolucionar y crecer para poder seguir presentes en el mercado. El primer paso fue la creación, en 2004, de las franquicias Tisery. Una cadena de tiendas con un diseño más moderno especializadas en la venta de perfumería, cosmética, higiene personal y droguería. Además, se puede incorporar en las tiendas un gabinete de estética con todos los servicios: Tisery Beauty. «Por medio de estas franquicias muchas droguerías tradicionales han evolucionado hacia un tipo de perfumerías más moderna, lo que denominamos una PDM», precisa Marco. El segundo paso consistió en ofrecer servicios a los socios para promocionar las tiendas e impartir cursos de formación para mejorar la gestión de sus negocios. Y el tercer paso se dirigió hacia la ampliación del negocio y la robotización del almacén. «Decidimos vender a terceros, es decir a comercios o pequeñas cadenas de distribución que, aunque no sean socios de la cooperativa, les podemos ofrecer un precio y un servicio muy competitivo. Y también ampliamos la zona geográfica y comenzamos a distribuir en Cataluña y en Madrid», explica el director de Covaldroper. «La cooperativa contaba con una ventaja de salida, y es que fuimos de las primeras empresas en acostumbrar a los socios a hacer los pedidos vía informática, lo que permitió a Covaldroper una mayor agilidad de gestión. Pero cuando se amplió geográficamente el mercado hubo, además, que robotizar el almacén, para que esos pedido que llegaban informáticamente fueran preparados por un robot que los selecciona en nuestro almacén donde hay más de 15.000 referencias diferentes. ¿Qué se consigue con eso?» se pregunta retóricamente Marco, «pues que en un plazo inferior a las 48 horas de realizado, la mercancía ya esté en poder del cliente de Cataluña o de Madrid y en menos de un día si se trata de la Comunitat». Colvaldroper está haciendo un esfuerzo importante y continuo por seguir en la brecha «y no descartamos nuevas alianzas, porque estamos viviendo un momento en el que todo es posible. Es cierto que la crisis puede empezar a remitir pero en nuestro sector no habrá signos de recuperación al menos hasta dentro de dos o tres años. No olvidemos que según datos de la consultora Nielsen, en el año 2000 había 17.288 pequeños comercios de droguería y perfumería en toda España; y en 2013 quedan solamente 6.307. Hay que luchar mucho para compensar esa realidad», concluye Marco.