ARTÍCULOS Los socios industriales y los dividendos C.P. y Lic. Jorge Santamaría García Introducción L a unión de esfuerzos organizadamente bajo una personalidad jurídica diferente de las personas que pertenezcan a esa organización, es un viejo anhelo social de la producción de bienes o servicios. Esta unión de esfuerzos encuentra su más claro estado legal en la constitución de sociedades, civiles y mercantiles, y en la creación y operación de entidades que se asemejan operativamente a estas sociedades, como son la asociación en participación y los fideicomisos que administran una negociación mercantil. Otra forma de organizar una entidad así puede generarse cuando varias personas son propietarias de una parte del patrimonio común destinado a ser operado por esa entidad; es decir, la copropiedad de una negociación o entidad económica productora de bienes o servicios. Tradicionalmente las sociedades y entidades señaladas forman su patrimonio a través de las aportaciones de los integrantes, de las utilidades o ganancias que produzca el ente económico y las donaciones que reciba esa entidad. Pero las aportaciones de los integrantes no necesariamente son en numerario, pueden serlo, además, en especie o en servicios. El derecho corporativo, mercantil o civil, dan personalidad jurídica a las entidades que se formen con los requisitos que privan para cada una de las ramas del derecho, y también reconocen que esa personalidad jurídica es diferente a la de sus socios, accionistas o integrantes. Cuando el objetivo de la creación de una entidad legal, que reúne Personas Físicas o Morales, es lograr un beneficio económico, las propias leyes determinan las reglas mínimas que deben observarse, tanto en la formalización del momento apropiado para acordar una distribución de los beneficios económicos como para aplicar los procedimientos y reglas de distribución de esos beneficios entre los socios. Aunque depende de la clase de sociedad o asociación de la que se hable, la distribución de ganancias, utilidades, rendimiento, beneficios económicos o dividendos, tiene dos grandes divisiones: la distribución con base en el capital puesto en riesgo y la distribución que se toma de acuerdo con las actividades personales realizadas por el socio. Sin embargo, hay una tercera: cuando el socio aporta servicios personales y por esta razón le es reconocida una parte en el capital social de la entidad, los que son llamados socios industriales. Los socios industriales pueden ser de vital importancia para la vida de una empresa, pues si tal socio o socios tienen los conocimientos, habilidades y competencias para realizar trabajos que permitan a la entidad obtener ingresos, la participación de ese esfuerzo intelectual o físico, o de amNUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 41 bos, debe ser reconocida precisamente con una parte de las utilidades, ganancias o rendimientos que logre la empresa. Estas distribuciones no parten de la proporción que tengan los socios industriales por sus aportaciones en efectivo al capital social, sino por participar efectivamente con actividades comerciales, industriales o de servicios. Nos ocuparemos brevemente de la distribución de dividendos o utilidades para los socios industriales. Legislación Las leyes mexicanas se ocupan poco del marco legal de la distribución de utilidades o dividendos para socios industriales. Conviene, en primer lugar, acotar el concepto de socios industriales. Diferencio esta idea de aquella que nace de las personas que aportan su trabajo a una sociedad que está destinada por su propia naturaleza económica a ello, como lo es la sociedad cooperativa de producción. En este tipo de sociedad, en realidad, todos los socios deben ser industriales, y la distribución de los rendimientos que obtengan de la actividad económica sólo puede ser posible si es que contribuyen con su trabajo; aunque su responsabilidad puede abarcar aportaciones en efectivo o bienes y, quizá, la obligación de suplementar las necesidades económicas de la sociedad, pero esto no es lo sustancial de la participación de los trabajadores organizados en cooperativas de producción. Cuando me refiero al socio industrial aludo a la figura del que no aporta bienes o numerario a una sociedad en la que, normalmente, conforme a la legislación aplicable, es necesario constituir un capital con este tipo de bienes o dinero, sino al que se obliga a prestar ciertos servicios en razón de su calidad, prestigio, idoneidad, capacitación, competencia, conocimientos, etcétera. La Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM) señala que dentro de las formalidades de 42 NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 la creación de cualquiera de las sociedades de las que se ocupa dicha ley, la constitución y funcionamiento de la sociedad se rige por varios principios importantes, entre ellos, los relativos al reparto de ganancias o pérdidas. Principios fundamentales de la distribución de utilidades entre socios capitalistas e industriales, en una sociedad mercantil Veamos lo siguiente. Si en una sociedad mercantil hay tres socios que han aportado un capital social de 150 mil pesos por partes iguales, y hay pendiente de distribuir 15 mil pesos de ganancias, entonces la orden legal de hacer la distribución proporcional consiste en que siendo que cada socio tiene una participación de 33% del capital de la sociedad, tocará a cada uno cinco mil pesos de ganancias al momento de que se decreta un pago de 15 mil pesos de ese concepto. Cuadro 1 Socio Participación Capital en el capital social social A 33.33% $50,000.00 B 33.33% $50,000.00 C 33.33% $50,000.00 Sumas 100.00% $150,000.00 Utilidad distribuida $500.00 $500.00 $500.00 $1,500.00 En el cuadro anterior sólo se cuenta con socios capitalistas; de esta manera, cada uno de ellos se lleva la misma cantidad de dividendo o utilidad distribuida; pero en el siguiente cuadro tenemos participaciones diversas de cada socio o accionista. Cuadro 2 Socio Participación Capital en el capital social social Y 20.00% $30,000.00 Z 35.00% $52,500.00 X 45.00% $67,500.00 Sumas 100.00% $150,000.00 Utilidad distribuida $300.00 $525.00 $675.00 $1,500.00 En los dos cuadros anteriores, se cumple la regla general de socios capitalista prevista en el Artículo 16 de la LGSM: “La distribución de las ganancias o pérdidas entre los socios capitalistas se hará proporcionalmente a sus aportaciones.” Ahora mostraré lo que pasa con las sociedades que integran socios industriales en su conformación. Para el ejemplo partiré del Cuadro 2, donde el capital está distribuido entre los socios capitalistas en forma diversa, para que se haga más ilustrativo el papel que juegan los socios industriales. Cuadro 3 Socio Participación Capital Utilidad en el capital social distribuida social Y 20.00% $30,000.00 $150.00 Z 35.00% $52,500.00 $262.50 X 45.00% $67,500.00 $337.50 Suma parcial a) -.- -.- $750.00 Utilidad Socio industrial 1 -.- -.- $250.00 social distribuida Socio industrial 2 -.- -.- $250.00 Socio industrial 3 -.- -.- $250.00 20.00% $30,000.00 $150.00 Suma parcial b) Sumas totales 35.00% $52,500.00 $262.50 45.00% $67,500.00 $337.50 -.- -.- $750.00 Socio Sumas Socio Capital Z industrial 1 Cuadro 4 en el capital X Suma parcial Si se tiene una sociedad con varios socios industriales, el efecto podría ser el siguiente, transformando el Cuadro 3. Participación social Y c. Las utilidades que se distribuyen se reducen para los otros accionistas en esa proporción. -.- -.- $750.00 100.00% $150,000.00 $1,500.00 Como se observa en el cuadro anterior, el socio industrial 1 guarda las siguientes características: a. No tiene participación en el capital social de la empresa; b. La proporción que le corresponde de las utilidades es el 50% del total decretado; $750.00 100.00% $150,000.00 $1,500.00 En el Cuadro 4 muestro el efecto que tiene el hecho de que sea más de uno el número de socios industriales. Las reglas son las mismas en cuanto a participación del capital social, pero las utilidades distribuidas son diferentes. En la suma parcial a) aparece la cantidad que corresponde a los socios capitalistas y que fue distribuida conforme a la participación que cada uno de ellos tiene en el capital social; esa suma reporta el 50% de las utilidades que se han decretado para distribuir. En la suma parcial b) se presenta la cantidad que es atribuible al conjunto de los socios industriales, pero que no se distribuyó por su participación en el ca- —entra anuncio — pág. 75/N.C.F. 382 Asesoría Fiscal Gratuita NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 43 pital social, pues no es esa la regla, además que dichos socios, por esa calidad, no tienen participación en el capital social. La distribución a los socios industriales fue de $250.00 a cada uno, para la suma de $750.00, que es la cifra que se debe repartir a todos ellos. Con los cuadros 3 y 4 muestro el cumplimiento de la segunda regla de distribución de utilidades cuando hay socios industriales en una sociedad (Artículo 16 de la LGSM): Cuadro 5 Socio Participación Capital Utilidad en el capital social distribuida social Y 20.00% $30,000.00 $ 150.00 Z 35.00% $52,500.00 $ 262.50 X 45.00% $67,500.00 $ 337.50 Suma parcial a) -.- -.- $ 750.00 Socio industrial 1 -.- -.- $ 250.00 Socio industrial 2 -.- -.- $ 250.00 Socio industrial X -.- -.- $ 250.00 Suma parcial b) “Al socio industrial corresponderá la mitad de las ganancias, y si fueren varios, esa mitad se dividirá entre ellos por igual.” No hay prohibición para que un socio capitalista sea a la vez socio industrial; la legislación mercantil, en sus reglas generales, no contempla que sea incompatible la calidad de socio capitalista con la de industrial. Sin embargo, es claro que ambas calidades tienen que ser separadas aunque se trate de la misma persona. No obstante, según el tipo de sociedad, si el que a la vez que tiene calidad de socio capitalista la tiene de industrial, por el primer estatus, puede acudir a las asambleas con los otros socios capitalistas y tomar decisiones sobre la vida de la empresa, entre ellas, la de distribuir utilidades o pagar pérdidas por los socios capitalistas. Me parece que en estos casos hay un conflicto de intereses, pues como capitalista podrá no interesarle la distribución de utilidades, porque su participación en el capital sea reducida, pero como industrial, dado que le corresponde la mitad de las utilidades, podría interesarle su beneficio propio. No hay reglas al respecto, pero los estatutos sociales deberían contener normas que permitan mayor justicia en el reparto de dividendos y la garantía de continuidad y viabilidad de la sociedad. En fin, si un socio capitalista es a la vez industrial, así podrían mostrarse las cosas a manera de ejemplo: 44 NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 Sumas totales $ 750.00 100.00% $150,000.00 $1,500.00 Total a distribuir para el socio X $337.50 + $250.00 $ 587.50 En el Cuadro 5 se puede observar que el socio X tiene la doble calidad, de capitalista e industrial, y, por ello, parte de las utilidades decretadas las obtiene en proporción a su participación en el capital social y, la otra parte, es una cantidad igual a dividir el cincuenta por ciento de las utilidades distribuidas entre el número de socios industriales entre los cuales está él. Ahora es importante considerar que estas reglas de distribución son generales no constituyen un imperativo de ley, sino que depende de la decisión de las partes constitutivas en un estatuto social; al respecto dice el Artículo 16 en su enunciado: “el reparto de las ganancias o pérdidas observarán, salvo pacto en contrario, las reglas siguientes…”. De ahí que es perfectamente factible que a los socios industriales no le es indispensable que estatutariamente se les conceda la mitad de las utilidades, o la parte que a ellos les corresponda se les reparta por partes iguales; en lugar de eso podría establecerse que lo que se asigne, sea el 90% o el 10% o cualquier otra proporción que se acuerde en los estatutos, se reparta de acuerdo al número de horas que destinaron al trabajo aportado, como ejemplo. Me falta comentar específicamente esta regla, que también es parte del Artículo 16 de la LGSM: “El socio o socios industriales no reportarán las pérdidas”. Hay que entender esta regla en la lógica económica del socio industrial, dentro de los devenires patrimoniales de la sociedad. Si el socio industrial no tiene participación en el capital social de la empresa, es decir, no aportó cantidad alguna en monetario o bienes, sino que sus obligaciones son otorgar servicios a la sociedad, según se haya establecido en los estatutos, no hay de dónde se pudiera hacerlo partícipe de las pérdidas en las que incurra la sociedad. No obstante, es cierto que de no existir utilidades repartibles por la empresa y lejos de ello se incurran o acumulen pérdidas, los socios industriales habrían trabajado sin remuneración alguna. Ahora bien, es relevante tener en cuenta que la naturaleza de la sociedad, en la cual se pretenda que haya socios industriales, no se confunda con la relación laboral, en la que de manera alguna se puede dejar de pagar el salario. Al respecto transcribo la siguiente resolución: “No. registro: 277,433 Tesis aislada Materia(s): Laboral, civil Sexta época Instancia: Cuarta Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: Quinta parte, XII Tesis: Página: 242 Sociedades de capitales, en ningún caso tienen socios industriales (socios que son trabajadores). Si la legislación mexicana en materia de sociedades mercantiles adoptó el sistema de reconocerles personalidad jurídica propia y distinta de la que tienen las Personas Físicas que las constituyen, es posible, desde el punto de vista legal, que entre la sociedad y los socios, considerados como sujetos de derecho diferentes, haya relación de tipo laboral, sin que dada la naturaleza de la sociedad anónima pueda pretenderse que los servicios prestados por los socios lo fueran en calidad de aportación, supuesto que en las sociedades de capitales no hay aportación de trabajo. Amparo directo 6181/56. Guillermo González y coagraviados. 23 de junio de 1958. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Arturo Martínez Adame.” Pero a la vez, si la sociedad tienen carácter de sociedad de personas, como la sociedad en nombre colectivo, entonces la posibilidad de que existan socios industriales es perfecta; como se ve en la siguiente tesis: “No. registro: 366,319 Tesis aislada Materia(s): Laboral Quinta época Instancia: Cuarta Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: CXXX Tesis: Página: 735 Sociedades en nombre colectivo. El socio industrial no es trabajador. Si el actor espontáneamente acepta formar parte de una sociedad en nombre colectivo, cuya existencia legal es inobjetable y se obliga a aportar sus servicios en los términos de la escritura correspondiente, el hecho de que por estos servicios reciba una retribución, no lo transforma en asalariado al servicio de la sociedad, ya que de acuerdo con el Artículo 49 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, los socios industriales en las sociedades en nombre colectivo deberán percibir, salvo pacto en contrario, las cantidades que periódicamente necesiten para alimentos, cantidades que se fijarán por acuerdo de la mayoría de los socios y que tendrán el carácter de anticipos a cuenta de utilidades. En estas condiciones, la retribución que el socio industrial perNUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 45 ciba dentro de la sociedad por sus servicios no lo transformará en un trabajador en los términos del Artículo 3o. de la Ley Federal del Trabajo. Amparo directo 1234/56. Humbertino Durán. 6 de diciembre de 1956. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Alfonso Guzmán Neyra. Relator: Arturo Martínez Adame. En efecto, en el Capítulo II de la LGSM se otorgan las reglas de la sociedad en nombre colectivo y, en el Artículo 46, hay disposiciones que pueden afectar el interés de los socios industriales: → Una regla es que los socios resolverán por el voto de la mayoría de ellos, es decir, de las personas, independientemente de su aportación; así los socios industriales tienen un peso igual a los capitalistas. → La regla más importante es que cada socio industrial tiene una sola representación y debe ser equivalente a la de mayor interés en los socios capitalistas, salvo pacto en contrario; es decir, que al socio industrial se le pueden establecer reglas de proporciones de voto, según el peso que se desee dar a su opinión. → Sin embargo, en el contrato social podrá pactarse que la mayoría se compute por cantidades, así que en este caso, el socio industrial queda con un solo voto (personal) en las asambleas de los capitalistas, pero con el peso que más adelante analizo, lo que no impide que participe y vote en asambleas especiales de socios industriales de otra forma. → No obstante, si se vota por capitales, y si un solo socio representare el mayor interés, se necesitará además el voto de otro; así, si fueren dos socios, uno capitalista y otro industrial, entonces resulta que no podrá tomar la decisión sólo el capitalista, sino que requiere el voto del socio industrial. 46 NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 → Ahora bien, en la sociedad en nombre colectivo, y respecto de la votación que se le atribuye a un socio industrial, disfrutará de una sola representación que, salvo disposición en contrario del contrato social, será igual a la del mayor interés de los socios capitalistas. → Finalmente, si fueren varios los socios industriales, la representación única se ejercitará emitiendo como voto el que haya sido adoptado por mayoría de personas entre los propios industriales, la cual pueden manifestar mediante la celebración de una asamblea especial de socios industriales. Anticipos para alimentos en las sociedades en nombre colectivo De conformidad con dispuesto en el Artículo 49 de la LGSM, los socios industriales deberán percibir, salvo pacto en contrario, las cantidades que periódicamente necesiten para alimentos. Opina Rafael del Pina Vara: “Los socios industriales deberán percibir, salvo pacto en contrario, las cantidades que periódicamente necesiten para alimentos. El importe de dichas cantidades y la época de percepción serán fijados por la mayoría de socios o, en su defecto, por la autoridad judicial. Las cantidades que perciban los socios industriales por alimentos se conmutarán en los balances anuales a cuenta de utilidades, sin que tengan obligación de reintegrarlas en los casos en que el balance no arroje utilidades o las arroje en menor cantidad”.1 En efecto, hay plena libertad sobre las reglas para otorgar estas cantidades por alimentos; los conceptos y épocas se establecen por acuerdo de la mayoría de los socios en asamblea, y ella misma puede modificarlos hacía adelante cuantas veces quiera. Ahora bien, los anticipos para alimentos son a cuenta de utilidades, pero si no hay tales o no se 1 Elementos de derecho mercantil mexicano, Ed. Porrúa, México, 1978, p. 75): decretan por la asamblea, el socio industrial no tiene obligación de reintegrarlas. Concepto de alimentos La Declaración Universal de los Derechos Humanos (visible en http:// www.herbolaria.net/dudhe.htm) determina, en su Artículo 25: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”. Me parece que este concepto es el más cercano a lo que para fines mercantiles corresponde al socio industrial, pues aunque el derecho civil mexicano tiene un concepto similar, éste sólo es aplicable como un derecho de los menores y los dependientes, pero no sería el caso de un socio industrial, que precisamente lo que demuestra es su capacidad para el trabajo material o intelectual. El Código Civil Federal establece un concepto que está íntimamente relacionado con el contexto de las obligaciones que tienen entre sí los padres con los hijos, los cónyuges y entre las personas que viven en concubinato. Señala el Artículo 308: “los alimentos comprenden la comida, el vestido, la habitación y la asistencia en casos de enfermedad. Respecto de los menores, los alimentos comprenden, además, los gastos necesarios para la educación primaria del alimentista, y para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos y adecuados a su sexo y circunstancias personales”. Sin embargo, es obvio que cuando se trata del socio industrial de una sociedad mercantil el contexto familiar no tiene relación directa con esta idea, por ello, siendo México parte suscriptora de los derechos universales, me parece que es innegable que la persona que trabaja para una sociedad y que tiene garantizados los alimentos, está beneficiada por el concepto de ese ordenamiento supremo del Artículo 25 citado. NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383 47 Conclusión La distribución de utilidades o dividendos para los socios industriales es un caso especial, que tiene reglas que salen de las aplicables a los dividendos ordinarios, pueden inclusive llegar a ser gasto de la sociedad que los distribuye y, en el caso de ali- mentos como anticipos a cuenta de las utilidades, son, sin duda, una carga financiera para la empresa que, desde luego, tiene que ser planeada muy efectivamente en los presupuestos de las organizaciones. En resumen, los dividendos pagados a socios industriales tienen las siguientes diferencias respecto de los dividendos ordinarios: Dividendos ordinarios No se reparten en proporción a sus aportaciones. Siempre se reparte en proporción del capital social pagado. Puede ser obligatorio el pago de anticipos por concepto de alimentos. En ningún caso está permitido dar anticipos. Se pagan (los anticipos) aunque no existan utilidades financieras en la empresa, y no hay obligación del socio de devolverlos en el caso que resulte pérdida o que la utilidad que resulte no alcance a pagar lo distribuido anticipada-mente como dividendo. Si se pagan anticipos, el responsable de devolverlos es el administrador y él puede repetir en contra de los accionistas beneficiados por las cantidades recibidas. Si resulta pérdida o si hay pérdidas acumuladas en el patrimonio, no puede haber decreto de dividendos, mientras dichas p érdidas no se cubran con las utilidades generadas o por pago de capital social proveniente de nuevas aportaciones de los socios capitalistas. Los dividendos que se paguen anticipados y no se recuperen con la distribución que corresponda a los socios industriales al final del ejercicio, se deberán contabilizar como gasto. Los dividendos sólo existen cuando se aprueben por la asamblea los estados financieros que las arrojen, y nunca son parte del gasto, sino que su distribución se puede hacer hasta el máximo de las utilidades disponibles para el efecto en las sociedades. Son más bien propios de sociedades de personas. Son más bien propios de sociedades de capitales. Su monto, distribución y pago de los anticipos para alimentos, pueden ser decididos por la asamblea de socios. Su determinación y distribución sólo puede hacerse en estricto cumplimiento de los estatutos sociales. Los anticipos de dividendos pueden darse o no, o darse en cantidades diversas a cada socio industrial, según lo acuerde la asamblea de socios; y aun dicha asamblea puede decretar que no se distribuyan dividendos a cierto socio industrial, si es que no prestó los servicios estatutarios. En ningún caso la asamblea puede determinar la exclusión de un socio capitalista del pago proporcional de dividendos, salvo las acciones excupon, que serían pagados al tenedor correspondiente. . Dividendos para socios industriales 1 48 NUEVO CONSULTORIO FISCAL • número 383