...”El plomo es un metal maleable y dúctil que se utiliza en la fabricación de baterías, plásticos, pinturas, barnices, esmaltes, etc. La exposición continuada al plomo es pasible de causar graves alteraciones digestivas, anemia, afectación del sistema nervioso, etc. En el caso de mujeres, la exposición crónica al plomo puede derivar en una mayor ocurrencia de esterilidad y de abortos espontáneos. Por su parte, en el caso de la población infantil, existe evidencia acerca de los efectos negativos que tiene el plomo en la salud de los niños, aún a concentraciones que no ocasionan ningún efecto adverso en los adultos. En ese sentido, la exposición crónica puede causar una serie de daños neurológicos en los niños como disminución del coeficiente de inteligencia; desórdenes en el comportamiento; en el aprendizaje y deficiencia en las funciones visomotoras, entre otros. Asimismo, se han advertido efectos subclínicos crónicos debidos a una exposición de bajo nivel al plomo que incluyen un desarrollo cognitivo deficiente, trastornos en la conducta, deficiencia en la agudeza auditiva, talla reducida, etc....”