Bolivia mejor preparada para la crisis del capitalismo

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Bolivia, mejor preparada para enfrentar la crisis financiera internacional
Luis A. Arce Catacora (*)
El mundo está sumido en una crisis estructural del capitalismo, los recientes son
más que el coletaje de la crisis de 2008 aún no resuelta.
El sistema capitalista enfrenta cinco crisis simultáneas: la crisis financiera,
climática, energética, alimentaria y de políticas macroeconómicas, las cuales
fueron identificadas en Bolivia desde antes de 2006, cuando se concebía el
nuevo modelo económico boliviano.
Es de conocimiento general que la crisis financiera que estalló en 2008 se
produjo en el corazón mismo del sistema capitalista: el mercado financiero,
donde regía el libre mercado y la hipótesis de mercados eficientes. Se generó
una crisis de desconfianza que requirió de la intervención estatal a través de
salvatajes con recursos públicos a empresas automotrices y a bancos, el fuerte
incremento del gasto público, además del considerable gasto bélico del
gobierno estadounidense, evidentemente profundizarían la situación de déficit
fiscal y deuda pública en países desarrollados como se evidenció desde
mediados de 2010 en países europeos y los meses recientes en Estados Unidos.
Estados Unidos: Cotización del índice Dow Jones, 2007 – 6 Septiembre 2011
14.500
13.500
12.500
11.500
10.500
9.500
8.500
7.500
01/09/2011
01/05/2011
01/07/2011
01/01/2011
01/03/2011
01/09/2010
01/11/2010
01/07/2010
01/11/2009
01/01/2010
01/03/2010
01/05/2010
01/09/2009
01/01/2009
01/03/2009
01/05/2009
01/07/2009
01/09/2008
01/11/2008
01/05/2008
01/07/2008
01/11/2007
01/01/2008
01/03/2008
01/09/2007
01/05/2007
01/07/2007
01/01/2007
01/03/2007
6.500
Fuente: Banco Central de Bolivia (BCB) en base a información de Bloomberg
La crisis climática es la expresión del desorden en la producción capitalista y su
efecto en la naturaleza, se manifiesta en la elevación de la temperatura
media mundial, el descongelamiento de grandes cantidades de hielo,
terremotos, ciclones, tifones, los fenómenos de El Niño y La Niña, con sequías e
inundaciones, etc., a los que varios organismos internacionales catalogan
como cambio climático, pero que en realidad es una crisis climática, que
repercute en la disminución de cultivos y contribuye a la crisis alimentaria.
1
La crisis energética se refleja en la excesiva demanda de energía, la
incapacidad de satisfacer los requerimientos, fuertes fluctuaciones del precios
del petróleo (desde cotizaciones alrededor de $us 140 el barril a mediados de
2008 hasta $us 33 el barril en febrero y marzo de 2009, un nuevo ascenso hacia
abril de 2011 y los $us 86 de cotización en los recientes días). Hasta 2008
Estados Unidos se constituía en el principal consumidor mundial de energía,
posición cedida a China a partir de 2009, según estimaciones del país asiático,
dado su nivel de crecimiento, en 2020 requerirá la mitad de la energía mundial
consumida hoy, la crisis energética se concentra en el hemisferio norte y se
reflejaron por ejemplo en los apagones en las ciudades de Nueva York y París.
Consumo mundial de energía
Fuente: The Wall Street Journal y Agencia Internacional de Energía (EIA)
La crisis alimentaria se manifiesta en las fuertes fluctuaciones de los stock finales
y la producción de alimentos, contrario al comportamiento tendencial
creciente y casi estable de la demanda/utilización de cereales, además en
2009 la FAO indicaba que hasta 2050 se requiere de un incremento de la
producción de alimentos en 70% para alimentar a una mayor población, más
urbana y con mayores ingresos. El desequilibrio en los balances alimentarios ha
generado especulación en mercados y bolsas de alimentos y el racionamiento
de producción y exportaciones, que en parte contribuyeron al fuerte
incremento de los precios de alimentos en los mercados mundiales,
principalmente entre 2007 y 2008. Adicionalmente, la producción de
biocombustibles en varios países desarrollados y emergentes, también
vinculado a la crisis energética, ocasionó la disminución de la capacidad
productiva alimentaria en el mundo, en lugar de alimentar a la población se
alimenta a las máquinas. La situación de hambre lamentablemente no se ha
resuelto, la población subnutrida, según la FAO, alcanzó en 2009 a 1.023
millones de personas.
2
Finalmente, la crisis de políticas macroeconómicas reflejada en la
incapacidad de los países para resolver la crisis de 2008 y sus profundos
problemas estructurales en balances fiscales, en cuenta corriente, incremento
de la deuda pública, etc. Según información del FMI, en 2010 la deuda
pública de Estados Unidos alcanzó 92%, en Japón superó 220%, en Grecia
142%, en Italia 119%, entre otros. El mayor acreedor de la deuda
estadounidense es China.
Países seleccionados: Deuda pública en porcentaje del PIB, 2010
250 220
200
150
100
50
142
119
97 96 92
84 84 83 80 77
69 66 60
55 48
43 37 37
27 24 18
15 9
Japón
Grecia
Italia
Bélgica
Irlanda
Estados
Francia
Canadá
Portugal
Alemania
Reino
India
Brasil
España
Uruguay
Argentina
México
Bolivia
Colombia
Indonesi
Perú
China
Paraguay
Chile
0
Nota: La deuda en % del PIB corresponde al Gobierno General
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI)
Tenedores de los bonos estadounidenses, Junio 2011
(En miles de millones de USD y porcentaje)
País
Monto
Part. %
Total
4.499
100,0
China
1.166
911
25,9
20,2
350
230
207
7,8
5,1
4,6
153
3,4
141
118
3,1
2,6
110
108
1.006
2,4
2,4
22,4
0,14
0,003
Japón
Reino Unido
Exportadores de petróleo (1)
Brasil
Taiwan
Caribbean Banking Centers (2)
Hong Kong
Rusia
Suiza
Resto de países
d/c Bolivia (3)
(1) Incluye Ecuador, Venezuela, Indonesia, Bahrain, Irán, Iraq, Kuwait,
Oman, Qatar, Saudi Arabia, Emiratos Árabes, Argelia, Gabon, Libia y
Nigeria. (2) Incluye Bahamas, Bermuda, Cayman Islands, Netherlands
Antillas y Panamá, (3) al 11/07/2011
Fuente: Departamento del Tesoro de Estados Unidos y Banco Central
de Bolivia
3
En un contexto en que la crisis del sistema capitalista se produce por el desfase
existente entre la esfera de la circulación (donde se encuentra el sistema
financiero) y la esfera real, el de la producción, la respuesta para enfrentar la
crisis en países como Bolivia es la producción de bienes materiales,
específicamente, la estrategia boliviana es la producción de alimentos y
energía, por supuesto, sin decuidar la producción de otros bienes.
En esa línea, el gobierno boliviano desde 2006 aplicó una serie de políticas
productivas, en 2007 creó el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) que
canalizó hasta julio de 2011 $us 192 millones al sector pequeño productor,
fundamentalmente de alimentos donde se dirige el 75% de los créditos, se
otorgaron casi 21.000 créditos y se generaron y mantuvieron cerca de 408 mil
empleos.
La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) creada en 2007
contribuye a la ampliación de la superficie cultivada de alimentos estratégicos
como soya, maíz, trigo y arroz. El aporte de capital a EMAPA alcanzó a Bs. 965
millones entre 2007 y julio de 2011.
Se crearon dos fondos de garantías para proyectos productivos, uno a través
de Propyme Unión y otro recién creado por el BDP, que tienen una cobertura
del 50% del crédito a pequeños productores.
Se dispuso de $us 200 millones entre el gobierno y la banca privada para
financiamiento al sector de medianos y grandes empresarios de alimentos.
El Estado también intervino en la producción de alimentos a través de la
creación de las empresas de lácteos (LACTEOSBOL), almendras (EBA), caña de
azúcar (Ingenio azucarero de San Buenaventura), cítricos, procesadoras de
frutas, construcción de silos de almacenamiento de EMAPA, etc.
Asímismo, el gobierno nacional impulsa una serie de programas específicos de
fomento productivo como los créditos canalizados a través del BDP a
productores de quinua y cañeros, asistencia técnica y dotación de maquinaria
a productores de maíz y trigo, autorización a EMAPA de compra de alimentos
de pequeños productores con 10 y 15% de sobreprecio para incentivar la
producción de alimentos, inversiones en infraestructura de riego,
fortalecimiento del Instituto Nacional de innovación Agropecuaria y Forestal
(INIAF), o sea mejorar la semilla y producirla, y normativa que permite la
liberación de aranceles a importación de insumos y maquinaria agrícola, entre
otros.
Recientemente se aprobó la Ley de Revolución Productiva que plantea la
intervención del Estado como productor de alimentos a gran escala que de
ninguna manera significará competencia a productores privados sino que
pretende asegurar la producción alimentaria para satisfacer a la población
boliviana, igualmente se crearán las empresas de semillas y fertilizantes, y se
introducirá el seguro agrícola.
4
En el tema de producción de energía, se encuentran en proceso los proyectos
de construcción de las hidroeléctricas de El Bala, Rositas, Cachuela Esperanza,
San José, Miguillas y Misicuni, además de energía termoeléctrica, geotérmica y
eólica.
Las medidas ya aplicadas desde 2006, como las productivas mencionadas
anteriormente, y las de consolidación del nuevo modelo económico, que
incluyen el desmontaje del neoliberalismo y desacople de la globalización, el
incremento de la demanda interna, a través de la política de redistribución del
ingreso mediante los bonos Juancito Pinto, Renta Dignidad y Juana Azurduy, el
incremento de la inversión pública que alcanzó niveles históricos en 2010, la
recuperación de las políticas monetaria y fiscal para el Estado, el continuar
garantizando la estabilidad macroeconómica, entre otros, plantean el
escenario suficiente para que Bolivia esté preparada para enfrentar el nuevo
coletazo de la crisis del capitalismo.
(*) Es Ministro de Economía y Finanzas Públicas
del Estado Plurinacional de Bolivia
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