Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 9 de agosto de 2011.- VISTO: La actuación nº 5674/10, se reclama ante esta Defensoría del Pueblo a partir de la negativa recibida desde el Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich” a su solicitud de inscripción al Plan Médico de Cabecera (actual Cobertura Porteña de Salud - CoPS) por ser de nacionalidad peruana y no poseer D.N.I., así como la inscripción de sus dos hijos menores de edad, argentinos, que sí lo possen; y la actuación nº 6221/10, iniciada de oficio ante presuntas irregularidades en la atención de personas sin documento argentino en el Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía”. Y CONSIDERANDO QUE: 1) Sobre las quejas tramitadas ante esta Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires El reclamo generador de la actuación nº 5674/10 fue presentado por una usuaria del Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”, quien solicitó su inscripción y la de sus dos hijos en el stand del programa Cobertura Porteña de Salud (CoPS) de ese nosocomio, y las tres le fueron negadas. En su caso, el argumento esgrimido por el personal administrativo para justificar el rechazo estuvo referido a la falta de documento argentino o D.N.I. (Documento Nacional de Identidad), puesto que la mujer, de nacionalidad peruana, no había completado los trámites para su obtención. En el caso de sus hijos, menores de edad, argentinos y que sí contaban con los D.N.I. correspondientes, la respuesta fue que la inscripción de los niños debía estar a cargo de un adulto responsable que cumpliera con los mismos requisitos solicitados para la inscripción a CoPS. A partir de la recepción del reclamo, personal del Area de Derecho a la Salud de esta Defensoría del Pueblo mantuvo conversaciones telefónicas con integrantes del stand de CoPS del Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”. Planteado el reclamo de la señora Peñaranda Navarro, los mismos informaron que lo sucedido respondía al procedimiento habitual ante las solicitudes de inscripción formuladas por extranjeros sin D.N.I. Se argumentó que tal mecanismo estaba aparentemente contemplado en la normativa vigente referida a CoPS, y se ajustaba a las directivas recibidas desde el Ministerio de Salud porteño, especialmente impartidas durante una capacitación dispuesta para la puesta en funcionamiento de la Cobertura Porteña de Salud (CoPS). A partir de estos dichos, personal del Area de Derecho a la Salud consultó la normativa referida: Ley 2597 y su Decreto reglamentario nº 642/09. (Ver con más detalle en 3) Sobre la normativa local que rige el programa Cobertura Porteña de Salud (CoPS) y su implementación). El art. 2º de la Ley 2597, sancionada en el mes de diciembre de 2007, dispone que “... La Cobertura Porteña de Salud... alcanza a todos los habitantes sin cobertura médica, que acrediten su residencia en la ciudad, de conformidad a lo que se establezca en la reglamentación”; y en su art. 4º, que la autoridad de aplicación les garantiza atención integral, personalizada y gratuita “... debiendo estar la residencia y/o lugar de trabajo del paciente dentro del área programática o delimitación geográfico sanitaria que se establezca en un futuro...”. De la reglamentación de esa norma, Decreto nº 642/09, surge que los beneficiarios de CopS serán aquellos “... con residencia habitual y permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que carezcan de todo tipo de cobertura médica” (art. 2º); que “... La residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se podrá acreditar en forma fehaciente y tal como se viene efectuando en el Sistema denominado ‘Plan Médico de Cabecera’, debiendo estar radicado el domicilio del beneficiario, en todos los casos en el Area Programática del Hospital correspondiente al mismo” (art. 3º). Por lo tanto, de la revisión de la normativa que rige el funcionamiento del programa CoPS, surge que la condición para convertirse en beneficiario/a del mismo consiste en demostrar domicilio particular o de actividad laboral dentro del área programática del hospital correspondiente al mismo, y no poseer cobertura de salud proveniente del subsector de la seguridad social o privado. No menciona el requisito de D.N.I. para acreditar residencia o identidad del solicitante a inscripción en CoPS. A posteriori, con fecha 6 de enero de 2011, desde el Area de Derecho a la Salud fue enviado un oficio al Director del Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich” planteando el reclamo recibido y solicitando información respecto a: 1- ¿Cuál es el motivo por el cual no se inscribe en CoPS a los extranjeros sin D.N.I.? 2- ¿Por qué no fueron inscriptos los menores que sí contaban con D.N.I.? 3- ¿En qué normativa consta el requisito de D.N.I. para cumplimentar la inscripción de los solicitantes? Adjuntar copia. Con fecha 24 de febrero de 2011 se recibe respuesta emitida desde el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la misma, a fs. 17 se encuentra un breve informe producido desde la Coordinación de CoPS de ese hospital, en el que se afirma “… ratificamos las directivas recibidas por nuestros administrativos durante la capacitación dispuesta para la puesta en funcionamiento de la Cobertura Porteña de Salud...”. 2 A fs. 18, obra repuesta rubricada por el entonces Sub Director del nosocomio, doctor Néstor Hernández, en la que manifiesta “... Sin perjuicio de ello y en base a la legislación vigente, esta Dirección procederá a la inscripción para acceder a los beneficios de la Cobertura Porteña de Salud a los hijos de la Sra. Elena Peñaranda Navarro. Dicha inclusión se efectivizará con la firma del formulario de inscripción suscripto por un adulto responsable, de manera independiente a que este adulto sea beneficiario de la CoPS. En tal sentido se ha tomado contacto con la presentante y se le explicó que deberá concurrir con la documentación respaldatoria necesaria para proceder a inscribir a sus dos hijos. Para el caso de que falte alguna documentación se dará el asesoramiento necesario para que la tramite en el CGPC que corresponda. De esta forma se intentará garantizar el derecho a la salud integral de la Sra. Elena Peñaranda Navarro y sus hijos conforme Ley Básica de Salud y otras normas aplicables”. A fs. 20 consta respuesta firmada por el doctor Gabriel Novick, responsable de la Subsecretaría de Planificación Sanitaria del Ministerio citado. La misma explicita: “... En atención a la requisitoria formulada por la Defensoría del Pueblo… se adjunta la información suministrada por el Hospital General de Agudos Cosme Argerich, asimismo... se informa que para ser beneficiarios de la Cobertura Porteña de Salud las personas (nacionales y extranjeras) deben tener residencia habitual y permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y carecer de todo tipo de cobertura médica. Para acreditar residencia se deberá presentar el Documento Nacional de Identidad (D.N.I.), o la constancia del D.N.I. en trámite, el que será acompañado de una certificación de domicilio por la Policía Federal o por un comprobante de servicio a su nombre con domicilio en CABA. En el caso de que un solicitante no posea Documento Nacional de Identidad (D.N.I.) se lo derivará al CGPC más cercano a su domicilio (a) fin de que regularice su situación. Mientras tanto, la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza el derecho a la salud integral, razón por la cual cualquier persona puede acudir a los efectores del sistema público de salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos para la atención médica...”. Respecto a la actuación nº 6221/10, personal del Area de Derecho a la Salud de esta Defensoría del Pueblo realizó una visita al Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía” para mantener una entrevista previamente pautada con personal a cargo del Area Programática y del stand de CoPS de ese nosocomio, a propósito de la actuación citada y para conocer sobre posibles dificultades en la atención de extranjeros que no posean documento de identidad argentino. En esa reunión fue puesto en conocimiento del personal de la Defensoría lo siguiente: que el requisito de D.N.I. para la inscripción a CoPS consta tanto en los cuadernillos instructivos para la implementación del programa que fueron entregados a todo el personal de los stands en los hospitales generales de agudos, así como en la folletería entregada al público; que entre los requisitos son exigidos: el D.N.I. o constancia de D.N.I. en trámite, domicilio en el área del hospital (comprobable por: constancia de 3 domicilio actualizado en el D.N.I., o un servicio de ese domicilio a nombre de la persona, o un certificado de la policía que tiene un costo de pesos diez ($10.-), o un comprobante del párroco del barrio o trabajador/a social); que a las personas que no tienen D.N.I. se las deriva al Centro de Gestión y Participación Comunal (CGPC) para el inicio de su trámite de documentación; que si bien el sistema informático de inscripción a CoPS habilita la misma con otro tipo de documento de identidad, la directiva desde nivel central es que el D.N.I. es requisito excluyente para inscripción en el programa, y su incumplimiento es motivo del rechazo para la afiliación; que las inscripciones son elevadas al nivel central para su evaluación, y una vez confirmados los datos y el cumplimiento de los requisitos, las inscripciones rechazadas son informadas a la sede del hospital. La falta de envío de las credenciales correspondientes al stand del hospital para su entrega, excepto algún inconveniente administrativo, responde al rechazo de la inscripción solicitada. Si la persona tuviera cobertura de seguridad social o privada ello constituye otro motivo de exclusión; que una vez recibida la credencial, se le asigna al inscripto profesionales de cabecera para las especialidades de clínica, pediatría, ginecología y odontología que brinden atención en los Centros Médicos Barriales (CMB); que la persona inscripta debe solicitar el turno de primera vez llamando al número 147, a posteriori, podrá solicitar los turnos sucesivos comunicándose telefónicamente con el CMB, y si requiriera un turno para alguna especialidad en el hospital, con la correspondiente derivación de su médico de cabecera, la consulta es gestionada por el personal del CoPS, haciendo uso de un cupo de turnos reservados para estos usuarios; que entre los beneficios señalados, los inscriptos en CoPS cuentan con cobertura al 100% de: medicamentos en vademécum, vacunas no incorporadas en el calendario oficial (palivizumab, HPV, rotavirus, antineumocóccica), leches medicamentosas, bolsón para recién nacidos, odontología estética para adultos entre 18 y 45 años; que para la cobertura de los medicamentos, el CoPS utiliza los provenientes del Plan Remediar (nacional), Progem y vademécum propio. Algunos datos obtenidos mediante la gestión de los reclamos permiten a esta Defensoría del Pueblo concluir: 1. que la reiteración de situaciones idénticas en dos hospitales de la ciudad da cuenta de una irregularidad generalizada en la implementación del programa CoPS; 2. que en el acceso a tal programa el requisito obligatorio de D.N.I. para la inscripción se constituye en una condición de carácter excluyente que como tal no es exigido por la normativa de creación del programa CoPS y que además resulta contradictoria con los principios de normativa vigente de mayor jerarquía referida al derecho a la salud; 3. que esta situación se ha presentado a partir de la implementación de CoPS, pero no ocurría cuando estaba en vigencia el Plan Médico de Cabecera (PMC) para cuya inscripción se aceptaba la presentación de documento de identidad de país de origen, cédula de identidad o pasaporte, y no sólo de D.N.I.; 4 4. que el programa CoPS ofrece beneficios en la cobertura de medicamentos y vacunas que resulta superador en relación a la cobertura a la que acceden usuarios de hospitales o centros de salud; 5. que además de los beneficios citados, el mencionado programa ofrece a la población: la facilidad en el acceso a los turnos de consulta con el profesional de cabecera, así como a los turnos con especialistas del hospital y para estudios complementarios. En relación a esta última conclusión, es preciso subrayar que en los efectores del subsector público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las largas colas de espera que los usuarios deben aguardar desde tempranas horas en la madrugada para la obtención de un turno de consulta representa la primera y más contundente barrera de acceso de la población a la atención de su salud. Lo descripto hasta aquí amerita sean destacadas en esta recomendación algunas consideraciones relativas al derecho a la salud y a las obligaciones que al respecto competen al Estado y sus agentes, en este caso dependientes de la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 2) Sobre la normativa vigente referida al derecho a la salud y al acceso a derechos de la población migrante Los derechos humanos han sido reconocidos en diversos acuerdos internacionales (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de Derechos Humanos), normas supranacionales ratificadas por la Argentina y que poseen, desde la reforma del año 1994, jerarquía constitucional por imperio del art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional. Ello significa que comparten con nuestra Carta Magna su supremacía, ubicándose en la cúspide de nuestro ordenamiento jurídico. Estos tratados son operativos, es decir, son normas jurídicas de aplicabilidad directa. El derecho a la salud es un derecho humano fundamental, de modo que el más alto nivel de bienestar físico, mental y social que pueda alcanzar un ser humano constituye una obligación que los Estados están obligados a garantizar mediante acciones que alcancen a todas las personas. En concordancia con estos fundamentos, la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su art. 20, entiende al gasto público en salud como “... una inversión social prioritaria...”, y garantiza el acceso a este derecho asegurando “... a través del área estatal de salud, las acciones colectivas e individuales de promoción, protección, prevención, atención y rehabilitación, gratuitas, con criterio de accesibilidad, equidad, integridad, solidaridad, universalidad y oportunidad...”. 5 Relativo del derecho a la salud, la universalidad supone que todas las personas deben tener acceso a la atención integral (promoción, prevención, atención, rehabilitación), gozando de las mismas oportunidades y beneficios. La viabilidad de este aspecto evidencia un estrecho vínculo con el criterio de accesibilidad, el cual impone la eliminación de todas las barreras que nieguen o menoscaben el ejercicio del derecho, sean éstas barreras sociales, económicas, culturales, geográficas, administrativas o de otro orden. Con fecha 25 de febrero de 1999, acorde con aquellos principios establecidos por la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Legislatura porteña sancionó la Ley Básica de Salud, Ley 153, que en su art. 2º define su alcance: “... Las disposiciones de la presente ley rigen en el territorio de la Ciudad y alcanzan a todas las personas sin excepción, sean residentes o no residentes de la Ciudad de Buenos Aires”. En su art. 4º, dedicado a los derechos de las personas en su relación con el sistema de salud, enumera entre otros: en el inc. a) “El respeto a la personalidad, dignidad e identidad individual y cultural”, y en el inc. b) “La inexistencia de discriminación de orden económico, cultural, social, religioso, racial, de sexo, ideológico, político, sindical, moral, de enfermedad, de género o de cualquier otro orden”. De lo expuesto surge claramente que la legislación local en salud es concordante con el principio de no discriminación, reconocido ya en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que en su art. 11, establece que “Todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley. Se reconoce y garantiza el derecho a ser diferentes, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica, o cualquier circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo...”. Por otra parte, existe a nivel nacional normativa que regula la cuestión migratoria y el acceso a derechos de los migrantes en nuestro país. La Ley nacional 25.871 de Política Migratoria dispone en su art. 6º “El Estado en todas sus jurisdicciones, asegurará el acceso igualitario a los inmigrantes y sus familias en las mismas condiciones de protección, amparo y derechos de los que gozan los nacionales, en particular lo referido a servicios sociales, bienes públicos, salud, educación, justicia, trabajo, empleo y seguridad social”. Asimismo, el art. 8º de la misma norma establece “No podrá negársele o restringírsele en ningún caso, el acceso al derecho a la salud, la asistencia social o atención sanitaria a todos los extranjeros que lo requieran, cualquiera sea su situación migratoria. Las autoridades de los establecimientos sanitarios deberán brindar orientación y asesoramiento respecto de los trámites correspondientes a los efectos de subsanar la irregularidad migratoria”. La mención precedente de la legislación en vigencia relativa al derecho a la salud y al acceso a derechos de la población migrante 6 baste para ratificar que el marco normativo conformado por los tratados internacionales con rango constitucional, nuestra Carta Magna, la Ley nacional de Política Migratoria, la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la ley local de salud garantizan mediante las acciones generadas por el Estado (sea nacional o jurisdiccional) el acceso al derecho a la salud con criterios de accesibilidad, universalidad, gratuidad, sin discriminación de ningún orden, incluyendo razones de nacionalidad o de estatus migratorio. Por lo tanto, ninguna normativa local de menor rango que las citadas, sea en su letra o en su aplicación podrá contradecir o restringir los derechos garantizados en las leyes de mayor jerarquía. 3) Sobre la normativa local que rige el programa Cobertura Porteña de Salud (CoPS) y su implementación A partir de la presentación de los reclamos presentados ante esta Defensoría del Pueblo, personal del Area de Derecho a la Salud consultó la normativa referida al programa Cobertura Porteña de Salud (CoPS): la Ley 2597 y su Decreto reglamentario nº 642/09. La Ley 2597, sancionada en el mes de diciembre de 2007 (BOCBA nº 2855 publicado el 22 de enero de 2008) dispone en su art. 2º que “... La Cobertura Porteña de Salud... alcanza a todos los habitantes sin cobertura médica, que acrediten su residencia en la ciudad, de conformidad a lo que se establezca en la reglamentación”, indicando en su art. 4º que “... La autoridad de aplicación garantiza a los habitantes comprendidos en el artículo 2º de la presente ley, la atención integral, personalizada y gratuita... debiendo estar la residencia y/o lugar de trabajo del paciente dentro del área programática o delimitación geográfico sanitaria que se establezca en un futuro”. De su reglamentación (Decreto nº 642/09) surge que los beneficiarios de CoPS serán aquellos “... con residencia habitual y permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que carezcan de todo tipo de cobertura médica” (art. 2º); que “La residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se podrá acreditar en forma fehaciente y tal como se viene efectuando en el Sistema denominado ‘Plan Médico de Cabecera’, debiendo estar radicado el domicilio del beneficiario, en todos los casos en el Area Programática del Hospital correspondiente al mismo” (art. 3º). Puesto que tanto la ley como el decreto precitado toman como antecedente el Decreto nº 456/GCBA/96, también fue dispuesta la revisión de su contenido. El mismo (BOCBA publicado el 10 de diciembre de 1996) está referido a la creación del Plan Médico de Cabecera, un programa de desconcentración de la atención de la salud, dentro del área programática de cada hospital de referencia, mediante prestaciones efectuadas en consultorios médicos de carácter privado con la habilitación correspondiente. Cabe mencionar que el Plan Médico de Cabecera, en funcionamiento desde 1997, es el antecedente programático sobre el que se dispone el CoPS como continuidad. 7 En su art. 10 establece como beneficiarios del sistema a “... Los habitantes de la ciudad con domicilio real en la misma, que no cuenten con cobertura de salud de ninguna índole...”. La Resolución nº 399/996 de la entonces Secretaría de Salud (BOCBA nº 119 - publicado el 22 de enero de 1997), en su Anexo 1, donde figura el “Reglamento Operativo”, especifica en relación a los “... habitantes beneficiarios...” que los mismos “... deberán acreditarse como habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y su domicilio en el Area Programática del Hospital: a) recibo de un servicio a su nombre... que figure domicilio, o de lo contrario recibo de alquiler; b) documento de identidad con domicilio actualizado...”. Importa destacar que tanto la normativa de creación del Plan Médico de Cabecera del año 1996 (Decreto nº 456/96) como la que actualiza el programa en Cobertura Porteña de Salud -CoPS- en el año 2007 (Ley 2597) es empleada la categoría “habitante” para referirse a la población beneficiaria, condición que no involucra cuestiones vinculadas con la nacionalidad, estatus migratorio u otras, sino estrictamente con el domicilio permanente en esta ciudad. Asimismo, en ninguna de las dos normas se menciona el D.N.I. argentino como requisito único y excluyente para la demostración de residencia ni de identidad. Por otra parte, esta Defensoría del Pueblo ha tomado conocimiento respecto de la realización de un cursillo de capacitación brindado por el Instituto Superior de la Carrera sobre “Técnicas y herramientas para la implementación del Programa de Cobertura Porteña de Salud”. El mismo fue de cursada obligatoria para el personal afectado a los stands de CoPS en los hospitales dependientes del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Como material didáctico fue entregado a los alumnos un cuadernillo titulado “Técnica y herramientas para la implementación del Programa Cobertura Porteña de Salud CoPS - Manual de procedimientos. Prácticas de servicios, procedimientos y funciones. Instituto Superior de la Carrera - Ministerio de Hacienda - GCBA”. En la página 3, con el título “1.2 Empadronamiento” se señala: “Requisitos: a) ser residentes de la Ciudad de Buenos Aires. b) no posee cobertura médica de ninguna índole. Documentación a requerir: a) DNI o comprobante de DNI en trámite b) En caso de presentar comprobante de DNI en trámite: Constancia de DNI en trámite, Constancia de boleta de servicio a su nombre con domicilio en CABA o Certificación de domicilio por Policía, Asistente Social de la Villa o Autoridad Parroquial del Barrio. 8 Nota: si el solicitante no posee documento de identidad, se lo derivará al CGPC más cercano a su domicilio. Una vez gestionado el documento podrá presentarse a realizar el trámite de afiliación”. Consta en ese mismo manual una copia del formulario de inscripción al CoPS en el cual figuran en el reglón de “Datos Personales”, las opciones de documentación para acreditar identidad: “DNI/ CI/ LE/ LC/ otros”. También puede leerse copia del formulario previsto para “Referencia-Contrareferencia”, que agrega a los ítems anteriores la opción “pasaporte”. A pesar de ello, y de modo contradictorio, tanto en el manual de procedimiento del cursillo, así como en la folletería entregada al público se destaca como requisito la presentación de D.N.I. En síntesis, la normativa que rige el CoPS, entendido como un programa que beneficia a los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no posean otra cobertura de salud que la pública, propone como requisito la residencia actual y comprobable en el ámbito de la ciudad. Por lo tanto, es la acreditación del domicilio la que puede exigirse a los aspirantes a beneficiarios del CoPS para su inscripción. Para la implementación operativa del CoPS, esta Defensoría del Pueblo entiende que ello puede constatarse mediante distintos comprobantes: servicio domiciliario a nombre de la persona, recibo de alquiler, certificación extendida por profesional de servicio social de efector de salud o CGPC, casa parroquial u otra institución acreditada. De igual modo, la identidad de los inscriptos es acreditable con la presentación de diversos documentos: D.N.I., libreta cívica, libreta de enrolamiento, cédula de identidad, y en el caso de personas extranjeras se hará mediante el documento del país de origen o pasaporte. De ninguna manera debería exigirse para ello D.N.I. argentino de modo excluyente. En este caso particular, requerir D.N.I. como requisito, además de no constar en la misma ley que regula el programa CoPS, resulta contraria a la normativa local de mayor jerarquía (Ley Básica de Salud 153), y aun a la normativa nacional que específicamente establece que la falta de documento argentino no constituye argumento para negar o restringir derechos a los extranjeros, que por el contrario deberán ser brindados de igual forma que a los nacionales (Ley Nacional de Política Migratoria 25.871). 4) Sobre las obligaciones y responsabilidades del personal de salud en relación al derecho a la salud de la población Los trabajadores, profesionales y no profesionales, del sistema de salud (conformado por los subsectores público, de la seguridad social y privado) tienen obligaciones y responsabilidades respecto de las personas que requieren de sus servicios. 9 En relación a la garantía y efectivo cumplimiento del derecho a la salud que debe asegurar el Estado, son los trabajadores del subsector público quienes comportan una mayor responsabilidad en ello por dos motivos: porque representan al Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y porque están avocados a las necesidades de atención de la salud de la población más desfavorecida en lo social, económico, ocupacional, habitacional, sanitario y de instrucción. Al respecto, la Ley 153 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Ley Básica de Salud, explicita en su art. 7º “... Los servicios de atención de salud deben informar a las personas sobre sus derechos y obligaciones”, cuestión que implica la responsabilidad de los trabajadores de la salud que previamente deben conocer las normas que rigen la práctica, los derechos de la población y los recursos disponibles, además de actualizar esos conocimientos de modo permanente, y de comunicarlos a las personas que asisten. La misma ley, en el Título III, capítulo 1 art. 14, inc. a), menciona como primer objetivo del subsector estatal “Contribuir a la disminución de los desequilibrios sociales, mediante el acceso universal y la equidad en la atención de la salud, dando prioridad a las acciones dirigidas a la población más vulnerable y a las causas de morbimortalidad prevenibles y reductibles”. En un contexto social, en el que situaciones de maltrato y/o discriminación hacia los extranjeros no resultan infrecuentes (baste como ejemplo prototípico una problemática denunciada por esta Defensoría: las indignas condiciones de trabajo en talleres textiles clandestinos en nuestra ciudad, en los que eran empleadas en su mayoría personas de nacionalidad boliviana), cuando aquellos y sus familias experimentan situaciones de enfermedad, suelen tener más dificultades para acceder a la prevención, atención y tratamiento, y para contar con la contención de una red social y/o familiar que acompañe el proceso. Esta situación los convierte en una población de alta vulnerabilidad. Del mismo modo, en la atención dispensada en los efectores del subsector público, la discriminación y el maltrato de la que puedan ser objeto los extranjeros por esa misma condición, conformarán otro obstáculo en el acceso a su derecho a la salud y a la atención integral que les corresponde. En este sentido, exigir D.N.I. argentino como requisito para el brindado de atención de la salud, sea mediante un plan o programa especial como el de CoPS, o a través de la atención primaria o secundaria brindada en efectores del subsector público (centros de salud, servicios hospitalarios) constituye una barrera en el acceso al derecho a la salud, que contraría toda normativa local, nacional e internacional que lo garantizan sin restricción alguna. Por lo tanto, si un cartel, folleto, instrucción verbal de algún trabajador de la salud lo exigiere para la atención, tanto al D.N.I. como a cualquier otro requisito que la condicione o impida, al hacerlo no sólo estará 10 vulnerando un derecho consagrado sino, directamente, incumpliendo toda norma legal. 5) Síntesis de lo considerado Dado que la normativa nacional y local vigente garantiza el derecho a la salud sin restricciones, y que la misma Ley 2597 que regula el programa CoPS tampoco lo exige en la letra, no corresponde negar la inscripción en dicho plan a aquellas personas que, acreditando ser habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no cuenten con D.N.I. argentino. Acorde a lo explicitado en la Ley nacional 25.871 de Política Migratoria, en su art. 8º, los trabajadores de la salud del subsector público, en este caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, deberán orientar o derivar con personal calificado para su asesoramiento a quienes no posean su documentación migratoria en regla. Sin embargo, ello no podrá de ningún modo traducirse en negativa de inscripción en CoPS, demora en la entrega de la credencial correspondiente y/o en la obtención de turnos para la atención. Es preciso destacar que todo plan o programa de salud implementado desde el Estado debe tener como meta la inclusión y alcance a la mayor cantidad de población bajo la responsabilidad de la jurisdicción. En este caso, ello significa que si la población beneficiaria de CoPS está conformada por los habitantes con residencia permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sin cobertura de obra social o privada, es esta condición la que debe acreditarse, y al respecto será preciso que tanto funcionarios como operadores del programa dispongan los mecanismos para que ello se vea facilitado. POR TODO ELLO: LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES RESUELVE: 1) Recomendar al Subsecretario de Atención Integrada de Salud, doctor Néstor Abel Pérez Baliño: a) proceda a impartir las instrucciones que estime corresponder a fin de disponer la inscripción en el programa Cobertura Porteña de Salud (CoPS) a toda persona que lo solicite, y acredite ser habitante de esta ciudad y sin cobertura de salud, posea o no D.N.I. argentino; b) que en los casos en que puedan ser acreditados los requisitos exigibles, pero el solicitante no posea D.N.I., considerar como válida otra 11 documentación de identidad personal: libreta cívica, libreta de enrolamiento, cédula de identidad, pasaporte o documento o cédula de país de origen; c) disponer la revisión de las solicitudes de inscripción a CoPS ocurridas a partir de la fecha de implementación del programa (enero de 2008) que hubieran sido negadas o rechazadas por no poseer D.N.I. argentino, y disponga la inmediata inscripción de los solicitantes; d) hacer saber a los agentes administrativos de los stands de CoPS instalados en cada uno de los Hospitales Generales de Agudos de la ciudad, responsables de brindar asesoramiento a las personas que solicitan inscripción a dicho programa, lo precedentemente expuesto en los puntos a) y b); e) hacer saber a los agentes administrativos del sector que en nivel central sean responsables de la evaluación de las solicitudes de inscripción a CoPS y de la emisión de las credenciales correspondientes, lo precedentemente expuesto en los puntos a) y b). 2) Poner en conocimiento de la presente Resolución a los/as Directores/as Generales de la Región Sanitaria I, doctor Francisco Luis Tropea; de la Región Sanitaria II, doctor Oscar Juan Pérez; de la Región Sanitaria III, doctora Norma Goldin; y de la Región Sanitaria IV, doctora Ana Aramburu. 3) Comunicar la presente Resolución a los Directores de los Hospitales Generales de Agudos dependientes del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “Dr. Cosme Argerich”, doctor Néstor Hernández; “Donación Francisco Santojanni”, doctor Eduardo Tognetti; “Dr. José María Ramos Mejía”, doctor Carlos Arturo Mercau; “Dr. Ignacio Pirovano”, doctor José Antonio Cuba; “Bernardino Rivadavia”, doctor Víctor Fernando Caruso; “Dr. Carlos Durand”, doctor Carlos Darío Rosales; “Dr. Juan A. Fernández”, doctor José Lanes; “Dr. Abel Zubizarreta”, doctor Alejandro Ramos; “Dr. Enrique Tornú”, doctor Luis Eduardo Castañiza; “Dr. José María Penna”, doctor Carlos Grasso Fontán; “Parmenio Piñero”, doctor Ricardo Capresi; “Dr. Teodoro Alvarez”, doctora Diana Galimberti; “Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield”, doctor Rodolfo Blancat; a los efectos que pongan en conocimiento de la misma a las/os Coordinadoras/es de los stands de CopS - Atención Ciudadana instalados en esos efectores. 4) Comunicar la presente Resolución a los/as Directores/as Generales de los Centros de Gestión y Participación Comunal nros. 1 señora Mirta Seoane; 2 señor Facundo Carrillo; 3 señor Mariano Casabella; 4 señor Jorge Apreda; 5 señor Marcelo Claudio Bouzas; 6 señor Marcelo Iambrich; 7 señor Guillermo Martín Peña; 8 señora Rosalía Eva Ferraro; 9 señor Néstor Omar Dinatale; 10 señor Osvaldo Rubén Vega; 11 señor Carlos Alberto Guzzini; 12 señor Néstor Adrián Dall’Alpi; 13 doctor Gustavo Acevedo; 14 señora María Paula Bisiau; y 15 doctor Ignacio Crevena, puesto que reciben solicitudes de inscripción al programa CoPS. 12 5) Fijar en 20 días el plazo previsto en el art. 36 de la Ley 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.1 6) Notificar, registrar, reservar en el Area para su seguimiento y oportunamente archivar. Código 441 Sal/ Nic RN cd/D/LDS RESOLUCION Nº 1953/11 1 Ley 3, art. 36: Con motivo de sus investigaciones, el Defensor o Defensora del Pueblo puede formular advertencias, recomendaciones, recordatorios de los deberes de los funcionarios, y propuestas para la adopción de nuevas medidas. Las recomendaciones no son vinculantes, pero si dentro del plazo fijado la autoridad administrativa afectada no produce una medida adecuada, o no informa de las razones que estime para no adoptarla, el Defensor o Defensora del Pueblo puede poner en conocimiento del ministro o secretario del área, o de la máxima autoridad de la entidad involucrada, los antecedentes del asunto y las recomendaciones propuestas. Si tampoco así obtiene una justificación adecuada, debe incluir tal asunto en su informe anual o especial a la Legislatura, con mención de los nombres de las autoridades o funcionarios que hayan adoptado tal actitud. 13