LA JORNADA ESCOLAR: LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS De nuevo nos imponen el tema, el camino, el momento, la división. Vale. Entremos al trapo. Mariano Fernández Enguita, sociólogo de la educación y profesor universitario, allá por 2001, en Ariel, publicaba su “Jornada Escolar”. Cada vez que sale el tema a la palestra, como globo sonda(para ver, calcular...), o como inminencia legislativa(para distraer, dividir, luego aplicar), recurro a él para refrescar mis argumentos y posiciones frente a los colegas docentes, fundamentalmente, y en este caso, frente a la Consellería y su amago anunciado de Orden/Decreto con tal propósito. Si lo sumamos al nuevo Decreto de Admisión de Alumnos en los centro públicos(con su distrito único y sus baremos), los Proyectos Lingüísticos de los Centros, los Contratos-Programas, la propia nueva Ley Orgánica, por nombrar lo más inminente, tenemos el menú servido para perdernos por el bosque sin ver el horizonte del fin de la escuela; es decir: un ataque sin paliativos a la escuela pública transparente en el que cada uno pretende “sacar lo que puede”. Ahora toca en la Comunidad Valenciana. La mayoría de docentes (con sus organizaciones: progres, profesionales, independientes... ) están viendo la oportunidad única en estos momentos para acogerse a “la concesión”(para mí, trampa) de la Administración de “regular” la Jornada Escolar, pudiendo pasar de “partía” a continua. En el Municipio “el movimiento” sigiloso de elaboración de la propuesta por la jornada continua comenzó a principios de curso, “todos a una”(los docentes de los centros más bien) como manera de enfrentarse a la venta del un producto-propuesta(mejor visualización o márketin, y mejor arropados, pensaron). El intento fallido de la experiencia o avanzadilla de la consulta a los padres en el CEIP Villar Palasí, fue un jarro de agua fría, pero no la derrota o el desánimo. Manifestaron “que aprendieron”. Una Comisión elaboraría la propuesta base para todos los centros del Municipio. Y a la cual estamos esperando en sus elaboraciones y conclusiones. No tardarán en aparecer. Incluso se dejó caer que contaba con la sugerencia táctica del escalón inmediatamente superior en la Zona. No pasa nada. Ya en abril de 2012, la FAPA-Valencia emitió un comunicado posicionándose en contra de la jornada continua con veinte argumentos que, en general, comparto como funcionario docente: no responde, en absoluto, a las necesidades de los alumnos(centro y razón de todo), ni mejora el rendimiento. Al revés. Tampoco ayuda a la conciliación familiar. Un sector de la clase media que asiste a la Escuela Pública y que podría estar interesado(por disponer de medios para “escolarizar pagando” a sus hijos por la tarde) están de capa caída. Y para los hijos de los seis millones de parados y mileuristas sería un servicio vespertino de actividades(supuestas) inalcanzables por su importe. Y los ayuntamientos y administraciones (ya lo han dicho) no están por poner un euro. Y bueno: la calidad educativa sería... pues eso, y con todo los respetos, de monitor de equipo de fútbol o similar(no tienen por qué ser docentes, aunque sean buenos monitores, y motiven, que no es poco). Los docentes deberían(deberíamos) saber que no podemos imponer acuerdos o votaciones aprovechándonos de la mayoría en los Consejos Escolares sin preocuparnos de los efectos que ello pueda tener sobre la calidad del servicio público de educación en el que, afortunadamente, desempeñamos nuestras funciones. En fin: no me veo a los docentes cinco horas seguidas de cursillo diario obligado(como deberán estar los alumnos en una jornada continua). No creo que ganemos nada pudiendo tener la tarde libre para ganarnos un extra dando repaso y completar la nómina recortada. No hay puestos suficientes para poder colocar a nuestros hijos, familiares, allegados, simpatizantes, etc. por la tarde, en las actividades “extraescolares” y que “se ganen algo”. Menos para permitir que las empresas privadas/o NIF “hagan su agosto” sin facturar, ni pagar el IVA ¿conocen alguna/o? y pagando a sus “monitores” tres euros por hora, yendo al curro “dejaos”. Por eso, aquí y ahora, estoy dispuesto a dar la batalla(es la madre de todas ellas) y me pongo, desde esta parte docente, a disposición de quien quiera oír “otros” argumentos, o argumentos a favor de la jornada “partía”. Ya me puse la camiseta y edité un logo. PD: Si alguien “les asusta” con que si no votan(las familias) a favor de la jornada continua(si se plantea al final) el profesorado puede dejar de colaborar en el servicio de comedor, suponiendo su desaparición, y por tanto, crear un problema, sencillamente, no se lo permitan. El diccionario tiene un vocablo que define esa situación. Fdo: Alejandro Mayordomo Buendía Maestro de Infantil en el CEIP Maestro Tarrazona. Puerto de Sagunto. Valencia.