C a LEID O T É C N I C A S & O F I C I O S SCoPIO Tondo de seda con escenas decorativas del enterramiento del arzobispo ARNALDO DE GURB (fragmento), período nazarí, 1284, Catedral de Barcelona. Telas para vestir a reyes y sultanes EL PROYECTO A LA LUZ DE LA SEDA ANALIZA EN DOS MUESTRAS LOS TEJIDOS HISPANOÁRABES DEL LÁZARO GALDIANO, LA ALHAMBRA Y EL INSTITUTO GÓMEZ-MORENO PARA DAR A CONOCER ESTAS MANUFACTURAS E l lujo y la belleza de delimitaban y compartimentaban los espacios los tejidos y de la inpalaciales. Parte de la dumentaria tuvo en alproducción se dedicó a la Ándalus una de las maniexportación por todo el festaciones más sublimes Mediterráneo, sobre todo y refinadas de la historia. a Egipto, convirtiéndose La excelencia que alcanen una importante fuenzó esta manufactura quete de ingresos. da patente, como explica Amparo López –conserEL ALMA DEL OROPEL. vadora jefe del Museo LáEn su decoración se emzaro Galdiano y de quien pleaba una combinación partió la iniciativa del prode seda e hilos metálicos, yecto A la luz de la seda–, “en los documentos que llamado oropel, que se faatestiguan que los sultabricaba con planchas de nes hispanomusulmanes cuero o pergamino que y los reyes nazaríes se los eran doradas o plateadas regalaban a los reyes crisy luego se cortaban en fitianos. Asimismo, estos nísimas tiras que se entejidos están presentes rollaban a una almilla de Una mujer cristiana le ofrece a la VIRGEN UNA TOCA BLANCA DE SEDA PARA en los enterramientos seda, para obtener así QUE SALVE A SUS GUSANOS MORIBUNDOS; ya curados, estos van tejiendo la y en los testamentos, por- tela. Es la primera referencia documental, aunque de carácter poético, a la unos hilos muy resistentes sericicultura, Cantigas de Alfonso X el Sabio. que son tan ricos que se que se aplicaban en peheredan, y eran unos de los bienes más monarca reinante, e incluso el director del queñas cantidades de tramas, dotando a los preciados en los botines de guerra”. taller era nombrado directamente por el so- tejidos de un efecto refulgente de gran beEstas lujosas telas fueron confecciona- berano. Estas telas se utilizaban tanto para lleza y suntuosidad. Las composiciones eran das con algodón, lino y, más raramente, la confección de las prendas que vestían muy complejas e incluían lacerías, ruedas lana, pero sobre todo seda, que introdu- la imagen áulica del monarca como para de lazos y juegos geométricos que se adapjeron en la Península los musulmanes y atender a las embajadas diplomáticas, taban a cada espacio y que reproducían en que empezó a producirse a gran escala en pero también para fabricar las cortinas que algunos casos la decoración de los estuépoca emiral (ver La cos y artesonados tan Aventura de la Historia del gusto andalusí. núm. 169). Su conEsta industria mafección se realizaba en nufacturera fue posiEn el siglo XX, el telar de tiro igual que los antiguos de aunque ha tenido que adaplos talleres reales, el tible también gracias a fue desapareciendo del úlFez, en el que fabrica cintutar los diseños al gusto de raz, donde también se timo lugar donde pervivía, que los árabes trajerones de boda de mujer, hoy en día, ya que normalestablecía la estética, Fez, por la industrialización mente es el novio quien se ron a la Península la calidad y los precios de la producción que lo suslo encarga y le pide determi- desde Persia el telar de las telas. Según tituyó por el de Jacquard. Sy nados dibujos, o epigrafías de tiro, que sirve para constató Lévi-Proven- Hassan ha dedicado toda su con sus deseos. Como Sy es realizar tejidos labrazal, desde Abd-al- vida a la recuperación de consciente de que no tie- dos, ya que cuenta Rahmán II (821-852), esta maestría perdida. Desne continuadores, él mismo con dos sistemas de los tejidos del tiraz lle- pués de largas investigaciograba paso a paso su tra- leva de los hilos, uno SY HASSAN, memoria vaban el marchamo nes construyó su propio tebajo para dejar constancia de lizos y otro de rama viva del tejido labrado, trabajando en su telar. de esta técnica ancestral. ■ o mallón. Por su comreal y el nombre del lar de tiro con dos arneses, Fez, el último telar de tiro plejidad, los artesanos que los manejaban eran auténticos especialistas “que debían saber calcular muy bien, medir y transformar un diseño en hilos porque no estaba pintado previamente, sino que los tejían directamente, razón por la cual el ritmo de producción era muy lento, de unos seis centímetros al día”, explica Amparo López. La producción textil hispanomusulmana alcanzó su mayor nivel de elaboración con la técnica del lampás, que gracias a sus dos urdimbres, una para el fondo y otra para la decoración, conseguía tejidos planos y en relieve con vistosos juegos de luz y perspectiva. Por la complejidad de sus diseños y efectos, esta técnica fue utilizada especialmente para la elaboración de los luminosos brocados que dieron fama y prestigio a los talleres nazaríes. La Alhambra fue el centro productor de referencia que alumbró este momento de esplendor que vivió el textil peninsular, donde se tejieron las sedas más vistosas y se alcanzaron los más bellos juegos lumínicos y las perspectivas más efectistas. De la importancia de esta manufactura para los nazaríes da idea que la organización de la producción estaba a cargo de un funcionario real, el hafiz, quien regía y controlaba todo el proceso productivo, desde la designación de los maestros hilanderos hasta los volúmenes de producción y los precios. ATAURIQUES Y ESTRELLAS. Las piezas más antiguas que se pueden contemplar en estas exposiciones son de época protonazarí, como el forro de un bote de marfil y los restos de la capa de san Valero (h. 1200), esta última con dibujos de lazo pequeños y minuciosos, confeccionada con seda y oropel (ambas de la Colección Lázaro Galdiano). Entre los de época nazarí destacan el fragmento del manto de San Juan de las Abadesas, del siglo XIII, en el que la efigie del santo y su emblema, el águila, están rodeados por una decoración claramente musulmana de atauriques y estrellas, o el fragmento del forro del ataúd del príncipe Felipe, hermano de Alfonso X, que posee una inscripción roja en árabe que dice “Gloria a nuestro señor el sultán”, dos claros ejemplos de las relaciones comerciales y culturales que en estos tiempos unían la España musulmana y la cristiana. Aunque quizá la evidencia más im- LA AVENTURA DE LA LA AVENTURA DE LA HISTORIA HISTORIA 72 73 portante a este nivel del sincretismo entre ambas sociedades la proporcionó Gómez-Moreno cuando, en 1943, constató que las vestiduras con que fueron amortajados los miembros de la realeza enterrados en el Panteón Real de las Huelgas, desde finales del siglo XII hasta mediados del XIV, procedían en su mayoría de telares de al-Ándalus. Cuando se completó la conquista del reino de Granada en 1492, los Reyes Católicos, conscientes de la importancia de esta industria, dictaron pragmáticas autorizando a los moriscos granadinos a seguir con la producción de seda y de telas, bajo el control de la Corona. Tras el levantamiento de 1568, que no fue sofocado hasta 1571, miles de moriscos granadinos fueron obligados a abandonar su tierra, lo que unido a la tala masiva de moreras, condujo al inevitable e imparable declive de esta manufactura, que desapareció prácticamente con la colectiva y definitiva expulsión de la población morisca en 1609. Muchos de ellos se refugiaron en Túnez y Marruecos, especialmente en Fez, donde los tejedores se establecieron en el barrio de los andalusíes y siguieron utilizando la misma técnica, estética y filosofía hasta principios del siglo XX. En España, la industria sedera quedó reducida a Valencia y Murcia, aunque con parámetros estéticos e iconográficos completamente distintos. ■ ÁNGELA SANZ COCA A LA LUZ DE LA SEDA, La Alhambra (Granada), hasta el 31 de diciembre. www.alhambra-patronato.es Museo Lázaro Galdiano (Madrid), colección permanente de tejidos. www.flg.es Catálogo A la luz de la seda, Madrid, TF editores.