eran confusas al proponer un extraño cóctel de autoritarismo, fórmulas liberales e influencia religiosa. ¿Cuáles eran sus ideas reales? ¿Cuál era su objetivo final? ¿La democracia? ¿El corporativismo? Por supuesto, había que descartar al socialismo como objetivo final, pero los colaboradores más cercanos al presidente, poco, muy poco tenían de común entre sí. Nadie podía precisar dónde estaba el gobierno, y menos aún hacia dónde se dirigía. LA REVOLUCIÓN CULTURAL EN CHINA No pasaba lo mismo en la lejana China, donde Mao ponía en marcha la Revolución Cultural, para ocultar -dirían algunos- los crecientes problemas económicos. Cientos de miles de adolescentes que no superaban los 18 años, se habían constituido en los Guardias Rojos y enarbolando fusiles aclamaban los pensamientos de Mao. En sus primeros movimientos los Guardias Rojos se lanzaron a terminar con los últimos vestigios de religiones foráneas. El mundo occidental seguía con perplejidad lo que estaba ocurriendo en la milenaria China. El Vaticano, a través de su órgano oficial sostuvo que "la idolatría reemplaza a la fe". En el otro extremo del espectro político italiano el diario "L'Unita", vocero del PCI, afirmaba que "la apelación al fanatismo colectivo es consecuencia de las frustraciones del régimen chino". Los Guardias Rojos atacaban tanto los valores religiosos como al gobierno de la URSS. La embajada rusa en Pekín fue cercada por más de medio millón de Guardias Rojos y no fueron pocos los que temieron durante el lapso que duró el cerco (más de 30 horas) que se produjesen incidentes de imprevisibles consecuencias. El ya famoso Libro Rojo de Mao, se había convertido en la lectura suprema. China lanzada a esta peculiar revolución, ¿en qué podía desembocar? No pocos analistas advertían con preocupación que la guerra de Vietnam podría trasladarse a toda Asia, y esta vez China estará participando activamente. Para los jerarcas chinos la revolución cultural era la garantía para evitar "caer en el aburguesamiento" en que había caído la URSS. Mao había mostrado así hasta dónde estaba separado de la jerarquía soviética. Este giro trajo también cambios en la cúpula, ya que Lin Piao pasará a ocupar un lugar destacado al lado de Mao y Chou En-lai. Lin Piao se encargó de definir qué pretendía la revolución cultural; "Mao es el comandante supremo de la revolución cultural proletaria y bajo su guía haremos triunfar la gran revolución cultural. No queremos autoridades burguesas reaccionarias, no queremos plutócratas. Nos oponemos a todas las acciones que tiendan a suprimir la revolución..." Mao tenía ya 73 años y su salud estaba seriamente quebrantada. Le preocupaba el rumbo que podía tomar China y la entrada en escena de los Guardias Rojos le garantizaba el sostenimiento de sus pensamientos y sus deseos sobre el futuro de la gran nación asiática. Este giro de China repercutió en el resto del mundo y llevó a que principalmente en nuestro continente, aparecieran grupos comunistas que usaran para diferenciarse del clásico comunismo, el mote de "maoístas". UN GOBIERNO AUTOCRATICO El ministro del Interior en nuestro país, llevó más confusión aún en un mensaje público al definir objetivos del gobierno, cuando sostuvo que uno de los primeros actos públicos del gobierno fue disolver a los partidos políticos que aprisionados por sus propias estructuras servían meros intereses de facción y eran impotentes para producir las transformaciones que el país exigía", y proponía que la actividad política se efectuara a través de tos organismos básicos de la comunidad, la imagen de gobierno autocrático se consolidaba frente a la opinión pública. Los trabajadores del Estado, a través de ATE, habían acordado con las autoridades un aumento del 25% sobre todas las remuneraciones, incluyendo el salario familiar. A la hora de poner en práctica el acuerdo a través de un decreto (1518/66) quedó todo desvirtuado. De manera similar ocurrió con los docentes quienes recibieron un aumento del 18% y el sueldo inicial de $ 17.500, HISTORIA Y POLÍTICA EN EL SINDICALISMO ARGENTINO 547