DISTRIBUCIÓN DESIGUAL DE RECURSOS: DARLE A LA NIÑEZ UNA OPORTUNIDAD JUSTA El pasado mes de Junio el Padre Leonidas Ortiz Losada, Secretario General Adjunto del CELAM y director del Observatorio Pastoral, fue invitado a intervenir en el IV Foro de Global Network of Religions for Children (GNRC), en Tanzanía, Africa. En su ponencia el autor habla de la responsabilidad de las religiones en el cuidado de la infancia e invita a promover en el mundo una repartición más equitativa de los recursos, a fin de dar mayores posibilidades para la niñez: “Se trata de darle a la niñez una oportunidad más justa de un desarrollo humano integral”. El Padre Leonidas Ortiz con el Presidente de Tanzanía, Jakaya Mrisho Kikwete. Al iniciar esta exposición en el IV Foro de Global Network of Religions for Children (GNRC), quisiera recordar que nuestras religiones e iglesias no se pueden identificar con toda la sociedad en las que están insertas. Sin embargo, la mayoría de los habitantes de nuestros pueblos son miembros de nuestras iglesias, profesan las creencias de nuestras religiones y practican un culto de alabanza a Dios. Por eso, los problemas que afectan a nuestros pueblos tocan de manera directa el sentido de responsabilidad de las tradiciones religiosas a las que pertenecemos. LO QUE NOS UNE A nosotros nos une la fe en la divinidad1, el amor por la vida, la defensa de la dignidad humana, la opción por los más pobres y excluidos de la sociedad, el anhelo incesante de una auténtica felicidad, la capacidad de acogida hacia los demás, la tolerancia en nuestras relaciones. Por este motivo, el diálogo interreligioso es una oportunidad única para cultivar la comprensión y confianza mutuas. En la Iglesia Católica consideramos que “El diálogo interreligioso, además de su carácter teológico, tiene un especial significado en la construcción de la nueva humanidad: abre caminos inéditos de testimonio cristiano, promueve la libertad y dignidad de los pueblos, estimula la colaboración por el bien común, supera la violencia motivada por actitudes religiosas fundamentalistas, educa a la paz y a la 1 El hinduismo acostumbra decir: “Dios es uno pero los sabios lo llaman con diferentes nombre” (Rig Beda). 1 convivencia ciudadana: es un campo de bienaventuranzas que son asumidas por la Doctrina Social de la Iglesia (DA 239). Afirmaciones similares las podemos encontrar en las diversas tradiciones religiosas aquí congregadas, en las que sus miembros son alentados a trabajar juntos por el beneficio de la sociedad en general y para la gloria de Dios. LA DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES En todos nuestros países se ha difundido, sobre todo a partir de la caída del socialismo real, un modelo económico, inspirado en el pensamiento neoliberal, fundamentado en una institucionalidad social, política y jurídica que protege la injusta distribución de los bienes y apoyado en los mecanismos técnicos de la economía de mercado. Dentro de este sistema, el lucro es el motor esencial del progreso, la libre concurrencia es la ley suprema de la economía y la propiedad privada se ha convertido en un derecho absoluto. Este modelo económico, centrado en la competencia y en el lucro, entrega al sector privado la iniciativa en la economía; promueve un crecimiento económico global que se concentra en pocas manos; y reduce el tamaño y el papel del Estado. LAS CONSECUENCIAS DE ESTE SISTEMA Es significativo que en la escena siguiente al despojo y asesinato de los ancianos en el Fausto del literato alemán Johann Wolfgang von Goethe, aparecen cuatro mujeres decrépitas: la escasez, la deuda, la necesidad y la zozobra. Esas son las consecuencias de un modelo económico basado en la ganancia y en el interés exclusivo de unos pocos. Al final, Fausto está alienado en el deseo compulsivo del progreso ilimitado, en la acumulación de bienes: No hice otra cosa que ambicionar y hacer cosas y volver a desear, y así con fuerza consumí mi impetuosa vida, le dice a la Zozobra. Y dirigiéndose después a Mefisto, le ordena: Sea como sea, búscame obreros, muchos obreros. Arréalos con la blandura y el rigor. Paga, halaga, hostiga. Quiero tener noticias diariamente de la profundidad que vaya alcanzando el iniciado foso. Y Mefistófeles le responde a media voz: Según mis informes, no se trata del foso, sino de la fosa. Y es en esa fosa donde entierran a Fausto, no sin antes escuchar el panegírico de Mefisto: No hay placer que le sacie ni dicha que le satisfaga del todo; así que siempre va corriendo tras cambiantes formas…Tendido yace el anciano en la arena. Párase el reloj… En el libro del Apocalipsis esta realidad se nos presenta bajo la figura de los cuatro jinetes que son: la guerra, el hambre, la peste y la muerte. (Ap. cap. 6) Vivimos en tiempos de globalización. A finales del siglo pasado se hablaba de un empobrecimiento creciente. Hoy, aunque se han dado avances significativos, tenemos que hablar de una miseria que avanza a pasos gigantescos en determinados países y que excluye a grandes masas de la población de los beneficios de la civilización. “Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables” (DA 65). 2 LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO Dentro del mismo proceso de globalización, la riqueza controlada por pocos y el número de personas en el mundo viviendo en pobreza crecieron, ante lo cual la Organización de las Naciones Unidas convocó a los gobiernos a fijar metas específicas a favor de los excluidos del desarrollo. Este proceso de empobrecimiento ha sufrido variaciones desde el año 2000, cuando 193 países miembros de las Naciones Unidas se pusieron de acuerdo en ocho objetivos de desarrollo, dándose un plazo de 15 años. Objetivo 1 | Erradicar la pobreza extrema y el hambre La pobreza extrema sigue siendo una realidad cotidiana en estos tiempos de globalización: más de 1.000 millones de seres humanos sobreviven con menos de un dólar al día. El hambre y la desnutrición no alcanzan esta cifra, pero se acercan a ella: más de 800 millones de personas no reciben una alimentación suficiente para satisfacer sus necesidades energéticas diarias. Más de una cuarta parte de los niños menores de cinco años de los países en vías de desarrollo sufren de desnutrición. En el Informe de las Naciones Unidas sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio en el año 2011, se dice que “A pesar de los serios reveses sufridos por los problemas económicos de 2008-2009, exacerbados por la crisis de los alimentos y de la energía, el mundo sigue encaminado a lograr la meta de reducción de la pobreza. Se espera que para 2015 la tasa mundial de pobreza del mundo sea menor del 15%, muy por debajo del objetivo del 23%. Sin embargo, esta tendencia global refleja principalmente el rápido crecimiento ocurrido en Asia oriental, especialmente en China”. Según las estadísticas del Banco Mundial (abril 2011) acerca del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: De 1981 a 2005 el porcentaje de personas viviendo en la pobreza extrema (menos de $1,25 al día) bajó del 52 al 26% de la población mundial. La proyección para 2015 es del 14,4% de la población mundial. De 1981 a 2005 el número de personas viviendo en la pobreza extrema (menos de $1,25 al día) bajó del 1.900 a 1.400 millones. La proyección para 2015 es de 883 millones. De 1981 a 2005 el porcentaje de personas viviendo en la pobreza (menos de $2 al día) bajó del 70 al 48% de la población mundial. La proyección para 2015 es del 33% de la población mundial. De 1981 a 2005 el número de personas en la pobreza (menos de $2 al día) aumentó de 2.500 a 2.600 millones. La proyección para 2015 es de 2.036 millones2. Las estadísticas del Banco Mundial presentan datos de un período muy amplio (19812005). Faltaría cuantificar lo relacionado a los años 2000 a 2011, cuando se inició este 2 Banco Mundial 2011, Informe sobre seguimiento mundial 2011: Mejorar las posibilidades de alcanzar los ODM. http://siteresources.worldbank.org/INTGLOMONREP2011/Resources/78561311302708588094/GMR2011-CompleteReport.pdf 3 compromiso de los países. Sin embargo, se observa una mejoría en la lucha contra la pobreza, a pesar de que según la investigación anual del Índice de Hambre Global (IHG), se ha constatado que el mapa de la miseria sigue maltratando severamente a 29 países y matando de desnutrición a más de 2,2 millones de niños cada año. El 90% de estos niños con deficiencias alimentarias crónicas viven en África principalmente en países subsaharianos, como República Democrática del Congo, Burundi, Eritrea y Chad-, en el sur de Asia (India) y en el continente americano, especialmente en Haití. El porcentaje de personas desnutridas cayó del 20% en 1990-92 al 16% en el 2004-06. La ONU considera que la cantidad de personas con hambre habría disminuido de 1.000 millones en el 2009 a 925 millones este año. Sin embargo, según el nuevo informe, el índice muestra que algunas regiones aún están muy complicadas y que las causas del hambre difieren en el mundo. Uno de los problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional a la hora de realizar un estudio exhaustivo sobre la pobreza en el mundo, es la dramática situación que sufren algunos países como Somalia, Afganistán o Irak, entre otros. "La estimación del Índice Global del Hambre tiene limitaciones a causa de la captura de datos por parte de los gobiernos y agencias internacionales" en algunos países donde directamente no se dan, confirma el informe. Hay dos elementos que contribuyen a erradicar la pobreza extrema: el principio del destino universal de los bienes y el rescate de la dignidad del ser humano. En algunas de nuestras tradiciones religiosas uno de los principios básicos es el destino universal de los bienes. Los bienes materiales, aun cuando sean poseídos legítimamente, conservan un destino universal. Juan Pablo II decía que la propiedad privada tiene una hipoteca social. De otra parte, hay que considerar que la mayor riqueza de nuestros pueblos es su gente. Julius Nyerere, uno de los grandes líderes, no solo de Tanzania, sino del todo el Continente Africano, y que pasará a la historia como el padre del socialismo "a la africana", acostumbraba decir que “Medir la riqueza de un país por su producto interno bruto es medir las cosas, no las satisfacciones”3. Por eso, cuando las personas y los pueblos recobran su dignidad, tienen mayores posibilidades de encontrar caminos de superación de la pobreza. Objetivo 2 | universalizar la educación primaria Los niños y niñas tienen derecho a una educación básica primaria y a una indispensable estimulación y recreación en su infancia. La educación es acceso a Dios porque es acceso a 3 “To measure a country's wealth by its gross national product is to measure things, not satisfactions”. (Julius Kambarage Nyerere, from his book Uhuru na) 4 la verdad. La educación es comunicación y participación y es diálogo vital. Dios es palabra. Dios es diálogo. Negar, impedir o no facilitar la educación de los niños y niñas es frustrar el plan que Dios tiene sobre cada uno de ellos. Se viola el derecho a la educación cuando los niños y niñas crecen aislados, en ambientes que no estimulan sus sentidos, que no permiten una interacción creadora con el medio ambiente, lo que perjudica su lenguaje, su inteligencia y su afecto. Actualmente, 114 millones de niños y niñas en edad escolar, no acuden a la escuela; y de ellos, 63 millones son niñas. De otra parte, el 42% vive en países pobres afectados por conflictos. En general, ser pobre, ser mujer o vivir en una zona de conflicto aumenta la probabilidad de no ir a la escuela. Es verdad que, como lo dice el informe de Naciones Unidas (2011), algunos de los países más pobres han logrado los avances más notables en educación, como es el caso de Burundi, Madagascar, la República Unida de Tanzanía, Rwanda, Samoa, Santo Tomé y Príncipe y Togo, los cuales han alcanzado el objetivo de lograr la enseñanza primaria universal, o están a punto de ello. También ha habido avances significativos en Benín, Bhután, Burkina Faso, Etiopía, Guinea, Malí, Mozambique y Níger, donde la tasa neta de matriculación en enseñanza primaria creció más de 25 puntos porcentuales entre 1999 y 2009. Con un incremento de 18 puntos entre 1999 y 2009, África subsahariana es la región con el mejor resultado. Para el judaísmo y el cristianismo, la educación en la ley del Señor es un criterio fundamental de la vida: «Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte.» (Dt 6:6-7) En el hinduismo, la educación es fundamental para la elevación de la persona, no solamente en el plano material, sino también en el plano espiritual. Desde sus orígenes, el cultivo del conocimiento ha sido primordial en el desarrollo de la persona y su liberación de las ataduras del mundo (el objetivo último para esta tradición) En la tradición de la Fe Bahá’í, la instrucción y educación básicos universales son una ley claramente especificada en sus escritos. La educación básica no es solamente leer y escribir, sino que incluye el desarrollo de las capacidades morales y espirituales, y la instrucción en las ciencias y las artes desde la más tierna infancia. La educación de los hijos es un deber sagrado de los padres. La labor de los maestros está considerada un acto sagrado. El propósito de le educación es esencialmente hacer aflorar las capacidades y virtudes inherentes a cada ser humano y desarrollarlas mediante habilidades y destrezas, para ponerlas al servicio de la sociedad. La educación de los niños y niñas debe ser idéntica, pero, en caso de tener que dar prioridad se debe educar a las mujeres y niñas, pues mediante madres formadas es como se puede transmitir más efectiva y rápidamente a la sociedad los beneficios del conocimiento. 5 Objetivo 3 | promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer El fenómeno de la desigualdad social, económica, cultural y religiosa se presenta también en el campo de la relación hombre – mujer. Uno de los objetivos del Milenio es precisamente promover la igualdad entre el hombre y la mujer, a través de una relación de reciprocidad y colaboración mutua. Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos. La mujer es corresponsable, junto con el hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana. (DA 452) En esta hora de la historia de la humanidad, urge escuchar el clamor, tantas veces silenciado, de mujeres que son sometidas a muchas formas de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de sus vidas. Entre ellas, las mujeres pobres, indígenas, afrodescendientes o de pueblos originarios, han sufrido una triple marginación: por ser mujeres, por ser pobres y por pertenecer a pueblos originarios. Urge que todas las mujeres puedan participar plenamente en la vida familiar, cultural, religiosa, social y económica, creando espacios y estructuras que favorezcan una mayor inclusión. (DA 453) Desde nuestras tradiciones religiosas podemos contribuir al logro de este objetivo, comenzando por una mayor apertura al interior de nuestras iglesias. La inspiración más grande es el rescate de la dignidad del varón y de la mujer, en razón de ser creados por Dios, iguales en la diferencia4. En la tradición bíblica judeo cristiana, “Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer” (Gn 1:27). Y se invita honrar al padre y a la madre (Éx 20:12)5. 4 En una época de marcado machismo, en la tradición cristiana fue decisiva la práctica de Jesús para significar la dignidad de la mujer y su valor indiscutible: habló con ellas (cf. Jn 4, 27), tuvo singular misericordia con las pecadores (cf. Lc 7,36-50; Jn 8,11), las curó (cf. Mc 5, 25-34), las reivindicó en su dignidad (cf. Jn 8, 111), las eligió como primeras testigos de su resurrección (cf. Mt 28, 9-10), e incorporó mujeres a al grupo de personas que le eran más cercanas (cf. Lc 8, 1-3). (Cf Documento de Aparecida 451) 5 En el Talmud se dice: «Un hombre sin una mujer vive sin alegría, bendición y bondad; un hombre debe amar a su mujer como a sí mismo y respetarla más que a sí mismo.» (Talmud, Tratado Yevamot 62b) 6 En la tradición del hinduismo se dice que “Donde se honra a las mujeres, están satisfechas las Divinidades; pero cuando no se las honra, son estériles todos los actos piadosos” (Leyes de Manu). Aún más, se afirma que “Toda familia en la que las mujeres viven afligidas, no tarda en extinguirse; pero cuando no son desgraciadas, la familia aumenta y prospera en toda circunstancia” (Leyes de Manu)6. Objetivo 4 | reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años La mortalidad infantil es el indicador más refinado de la pobreza y de la desigual distribución de los bienes. En el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, son millones los niños menores de cinco años que mueren cada año. Las causas inmediatas de la mortalidad infantil son enfermedades fácilmente prevenibles mediante vacunas o infecciones respiratorias fácilmente controlables o factores relacionados con el parto. A esto se suma la gran tragedia de los niños que mueren sin alcanzar a vivir. Es la condena a una muerte silenciosa de millones de niños y niñas por causa del aborto que se ha ido despenalizando progresivamente en nuestros países y se ha convertido en un pretendido “derecho” del cuerpo de la mujer como si el niño no tuviera derecho a vivir y como si el derecho a la vida no fuera el primero de todos. Maimónides tenía una frase para enmarcar: “Quien mata una vida mata un mundo, quien salva una vida salva un mundo entero”7. En el siglo pasado y en lo que llevamos del nuevo siglo han muerto más niños que soldados y civiles en todas las guerras habidas en la historia. Al año, pierden la vida más de 8 millones de menores de cinco años, la mayoría por enfermedades tratables; en cuanto a las madres, medio millón perece cada año durante el parto o maternidad. Todo esto se da frente a una sociedad que permanece indiferente, cuando existen tantos medios técnicos de bajo costo para evitar la muerte de los niños y niñas. Si el mundo aplicara el principio de la prioridad de la infancia y se decidiera a cumplir el objetivo 4 de esta propuesta, por lo menos 50 millones de niños y niñas podrían librarse de la muerte en esta década con un costo estimado de 5.000 millones de dólares anuales, cifra que es un monto menor a un día de gasto militar en el mundo. Es verdad, como dice el Informe de las Naciones Unidad (2011) que la cantidad de muertes de niños menores de 5 años ha caído de 12,4 millones en 1990 a 8,1 millones en 2009. Esto significa que cada día mueren casi 12.000 niños menos. Entre 2000 y 2008, la combinación de una mejor cobertura mediante vacunaciones y la oportunidad de recibir una segunda dosis de la vacuna produjo una caída del 78% en las muertes por sarampión en todo el mundo. Estas muertes evitadas representan una cuarta parte del descenso de la mortalidad total en niños menores de 5 años. (Naciones Unidas 2011) 6 En las Leyes de Manu, se destaca el valor de la mujer como madre: “Un maestro es más venerable que diez instructores; un padre lo es más que cien maestros; y una madre, es más venerable que mil padres”. 7 Maimónides, Mishnah Torah 12:7 7 Nos corresponde, desde nuestras tradiciones religiosas, promover la defensa de la vida, especialmente de los niños y niñas que son los más indefensos. En la tradición cristiana, Jesús destacó la acogida que debe dársele a los niños: “tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: “El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado”8. Objetivo 5 | mejorar la salud materna La salud de la madre es fundamental. Sin embargo, la mejor manera de mejorar la salud materna es propiciar un mejoramiento de la salud de toda la familia. Nuestras tradiciones religiosas hacen mucho énfasis en el valor de la familia, como santuario de la vida, como formadora de personas, como educadora en la fe en la Divinidad, como promotora del desarrollo de la sociedad. En la familia recibimos la vida, lo mismo que la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia de una vida familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos” (DA 118). Desde nuestras tradiciones religiosas tenemos que unirnos para exigir a los legisladores, a los gobernantes y a los profesionales de la salud, que sean conscientes de la dignidad de la vida humana y del arraigo de la familia en nuestros pueblos, para que la defiendan y protejan. La salud de la familia es la salud de la madre. Objetivo 6 | combatir el sida, la malaria y otras enfermedades Según el informe de Naciones Unidas (201), las inversiones que se han hecho en la prevención y el tratamiento del VIH-SIDA están dando resultados. Se estima que en 2009 hubo 2,6 millones de infecciones por VIH, una caída del 21% respecto a 1997, año que ostenta el récord de nuevas infecciones. El número de personas que entre 2004 y 2009 recibieron medicación antirretroviral contra el VIH/SIDA se multiplicó por 13. A finales de 2009, en los países con ingresos bajos y medios había 5,25 millones de personas que recibían tratamiento, lo cual supone un incremento de más de 1,2 millones de personas desde diciembre de 2008. En consecuencia, la cantidad de muertes por SIDA disminuyó un 19% durante ese período. 8 Evangelio de Marcos 9,36-37. En la tradición deuteronómica se dice: “Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra: yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes” (Dt 30:19). 8 El aumento de la financiación y los esfuerzos para la reducción de la malaria han reducido las muertes por paludismo. Las muertes mundiales por paludismo han disminuido un 20%, pasando de casi 985.000 en 2000 a 781.000 en 2009. Los más drásticos descensos absolutos se produjeron en África, donde 11 países redujeron en más de un 50% los casos de infección y las muertes por paludismo. Gracias a las eficaces estrategias contra la tuberculosis, se están salvando millones de vidas. Entre 1995 y 2009 fueron tratados con éxito 41 millones de pacientes con tuberculosis y se salvaron unos 6 millones de vidas gracias a los eficaces protocolos para el tratamiento de la enfermedad. En todo el mundo, las muertes atribuidas a la tuberculosis han caído en más de un tercio desde 1990. Objetivo 7 | garantizar la sostenibilidad ambiental La defensa de lo ecológico debe incluirse dentro de los intereses sociales que exigen protección jurídica plena y que rebasa los límites del derecho de una nación determinada porque afecta a la comunidad internacional. La riqueza ambiental no debe examinarse como un exclusivo patrimonio nacional, del cual se puede hacer uso arbitrariamente, como desafortunadamente está sucediendo, ya que el afán de lucro no respeta el hábitat de las personas de hoy y del futuro. En este sentido, desde nuestras tradiciones religiosas debemos empeñar nuestros esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza; y a determinar medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los países de los estándares ambientales internacionales” (DA 474 d, e). El destino universal de los bienes exige la solidaridad con la generación presente y las futuras. Ya que los recursos son cada vez más limitados, su uso debe estar regulado según un principio de justicia distributiva respetando el desarrollo sostenible. (DA 126) Objetivo 8 | crear una asociación mundial para el desarrollo Uno de los objetivos del desarrollo del milenio es la aceptación de que la lucha contra la pobreza es una empresa colectiva, en la que deben participar todos los países y todas las fuerzas vivas de la sociedad. Hoy se impone hoy una ética de solidaridad activa, fundamentada en el principio de fraternidad humana y en el destino universal de los bienes, la cual debe llevar a ayudar a los países en vía de desarrollo a implantar progresivamente la justicia social, a revisar en términos equitativos las relaciones comerciales entre Norte y Sur; a promover un mundo más humano para todos y a movilizar la comunidad hacia una solidaridad mundial más eficaz. 9 EL APORTE DE LAS RELIGIONES EN UNA MEJOR DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES Las tradiciones religiosas tenemos mucho que aportar en una mejor distribución de los bienes, con miras a la consecución de los Objetivos del Milenio, aplicados especialmente a los niños y niñas. La tradición bíblica, común entre judíos y cristianos, destaca la necesidad de la superación de la pobreza, cuando afirma: “Por lo demás, no habrá ningún pobre a tu lado” (Dt 15:4). Y “si hay algún pobre entre tus hermanos, en alguna de las ciudades del país que el Señor, tu Dios, te da, no endurezcas tu corazón ni le cierres tu mano” (Dt 15:7). Y señala una forma discreta de ayudar al más necesitado: “En el momento de recoger la cosecha, no segarás todo el campo hasta sus bordes, ni volverás a buscar las espigas que queden. No sacarás hasta el último racimo de tu viña ni recogerás los frutos caídos, sino que los dejarás para el pobre y el extranjero” (Lv 19:9-10). Pero son los profetas los que presentan con mayor claridad el significado de la distribución de los bienes con los más pobres: “Si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan.» (Is 58:10-11). En la tradición espiritual islámica no se puede permitir que nadie pase hambre. Es un crimen grave la negligencia en la ayuda a los necesitados. Por eso, “quien no indujo a nadie a dar de comer a los pobres, hoy no tiene aquí a ningún amigo, ni ningún alimento” (Corán 69,35-37). De otra parte, la ayuda que se presta no espera retribución: “Y dan de comer, por amor a Él, al pobre, al huérfano y al prisionero. Mientras dicen: “Os damos de comer solo para gustarle a Alá. No queremos ni recompensa ni vuestra gratitud” (Corán 76,9-10). Uno los cinco pilares del Islam es la zakat9, etimológicamente “pureza”, una especie de impuesto obligatorio anual que debe entregarse a la comunidad con miras a una redistribución más equitativa, acto que purifica las riquezas de la gloria mundana y encamina hacia el premio eterno. Corresponde a un porcentaje del 2.5% de los bienes que se poseen. La zakat tiene varias finalidades: contribuye a limitar la acumulación de riquezas, purifica el alma de la avaricia, ayuda a los pobres y necesitados, estimula el espíritu solidario en la vida de comunidad y ayuda a la creación de obras de utilidad pública como escuelas u hospitales. A su vez, con el ánimo de prevenir el paternalismo, los beneficiarios de la zakat son, ante todo, las personas incapaces de asegurar su subsistencia; o las personas endeudadas incapaces de hacer frente a sus deudas; o los musulmanes que están lejos de sus hogares y no tienen medios para volver. 9 Los cinco pilares del Islamismo, según la tradición suní, son la profesión de fe, la oración, la limosna, el ayuno y la peregrinación a la Meca. 10 La zakat está íntimamente unido a la oración cotidiana que se cumple cinco veces al día, denominado salat, y de esta manera se establece una estrecha conexión entre la acción individual a favor de la comunidad y la Divinidad. En el Corán se mencionan las dos juntas la mayoría de las veces. En la tradición del Hinduismo, ningún ritual está completo si no se acompaña con la caridad. Por eso, la caridad no es solo una forma de ayuda para los más necesitados, sino también una forma de elevación espiritual. La caridad forma parte de una tendencia natural en la mente de la mayoría de los hindúes. Puede que cada uno tenga diferentes motivaciones, de acuerdo a su estado de conciencia, pero aún así la caridad estará ahí. En la tradición budista, el concepto de caridad, especialmente en su doctrina del Gran Vehículo (Mahayana) y con su concepción activa de la benevolencia (maitri), ocupa un puesto muy importante entre las grandes religiones. Baste esta sola cita: "No hay nada más poderoso que la maitri. Jamás el odio ha extinguido al odio. La benevolencia ha extinguido al odio. Esta es la ley eterna". En el Budismo, cuando se habla de la codicia y la generosidad, afirma: “Dicen los sabios que aquel que acumula millones y, estando profundamente aferrado a su riqueza, es incapaz de dar, es el más pobre del mundo. Dicen los sabios que un hombre sin posesiones que está siempre dispuesto a dar lo que tiene, es el más noble y rico de la tierra.» (Ratnakuta Sutra) Según el budismo, la verdadera causa de la pobreza y el hambre se debe buscar en las mentes de las personas y no en el mundo externo. Las raíces de la pobreza son la codicia y la avaricia, y estas se basan en un estado de pobreza interior. Es esta pobreza interior la que se debe erradicar para poner fin al sufrimiento del hambre y la sed insaciables. Es justo recordar también que las filosofías religiosas de Confucio y de Lao-Tse, aunque por motivaciones diversas, han proclamado el principio de la benevolencia universal y del completo desinterés. A MANERA DE CONCLUSION Estas reflexiones son apenas una motivación para que, desde nuestras respectivas tradiciones religiosas, contribuyamos a una más justa distribución de los bienes, orientando así nuestros recursos y posibilidades a la consecución de los objetivos de desarrollo del Milenio. Esta red de religiones tiene un compromiso con el mundo. Se trata de darle a la niñez una oportunidad justa de un desarrollo humano integral. Nuestras creencias nos inspiran en la construcción de una sociedad más justa. Nuestra praxis religiosa nos lleva a actuar con eficiencia y con rapidez en un mundo signado por la indiferencia. Sólo así podemos cambiar los términos de relación en que se mueve la sociedad globalizada de nuestro tiempo, hasta hacer realidad lo que Julius Kambarage Nyerere quería para este bello país que nos acoge: 11 “El objetivo del socialismo en la Republica Unida de Tanzania es construir una sociedad en la cual todos los miembros tengan iguales derechos e igualdad de oportunidades; en la que todos puedan vivir en paz con sus vecinos sin sufrir o imponer injusticia, siendo explotados, o explotando, y en la cual todos tengan un gradual incremento del nivel básico de bienestar material antes de que cualquier individuo viva con lujo”10. Si terminamos con la pobreza, enriquecemos la niñez. Leonidas Ortiz Losada Sacerdote de la Iglesia Católica Secretario General Adjunto Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM Junio 2012. 10 “The objective of socialism in the United Republic of Tanzania is to build a society in which all members have equal rights and equal opportunities; in which all can live in peace with their neighbours without suffering or imposing injustice, being exploited, or exploiting; and in which all have a gradually increasing basic level of material welfare before any individual lives in luxury”. From a speech written by Julius Kambarage Nyerere, The Rational Choice given on 2 January 1973 in Khartoum. 12