I.C.4 / PROTECCIÓN CONTRA EL RAYO LA PROTECCIÓN CONTRA LOS EFECTOS INDIRECTOS La inmunidad a los choques de rayo declarado de un componente no garantiza la del equipo al cual se integra y no supone de sus condiciones instalación. Por lo tanto, es indispensable una visión global. Nivel de riesgo categoría de sobre tensión + Nivel de protección de los materiales y equipos (inmunidad a las tensiones de choque) 2 El riesgo vinculado a los efectos indirectos del rayo no es nunca completamente nulo. El costo excesivo de las protecciones, y las pérdidas potenciales, es desdeñable y reembolsado al 1er accidente. Pero los pararrayos no son una panacea si se ponen en una instalación mal concebida. La mejor protección pasará por las precauciones tomadas en la estructura y la puesta en marcha de ésta (protección pasiva). } Protección pasiva: estructura e instalación + = Protección activa: pararrayos La protección pasiva Los términos de estructura y puesta en marcha de la instalación designan: - la equipotencialidad que es realizada por la red de masa y cuyos cinco niveles se proponen (véase página 90), - la separación eléctrica de las alimentaciones entre los circuitos llamados "sensibles" y los circuitos de potencia (véase página 95). - La separación geométrica de los circuitos destinada a limitar los acoplamientos por diafonía entre los conductores de estos circuitos (véase página 96). Nota: la existencia de cierres de acoplamiento sensibles al campo electromagnético generado por el rayo revela aspectos dimensionales (superficie del cierre sujeto al campo) y geométrica (curso de los conductores) y debe distinguirse del concepto de distancia de cohabitación entre los propios conductores (distancia de separación). - los esquemas de conexión a tierra (o regímenes de neutro) cuyo tipo tiene una influencia sobre el comportamiento de la instalación (véase página 195) y por consiguiente sobre la elección de los pararrayos. Red de masa o toma a tierra La normalización utiliza el término de dispositivo de puesta a tierra para designar, sin distinguirlos, a la vez los conceptos de redes equipotenciales y toma de tierra. Contrariamente a los prejuicios, el valor de la toma de tierra no tiene una influencia significativa para la protección pararrayos. Es incluso posible establecer tal protección en su ausencia (véase página 195). En la práctica, no se puede impedir la subida local del potencial del suelo al cual se conecta la toma de tierra. En efecto, su impedancia tiende mucho a aumentar bajo el efecto de la corriente de choque de rayo (forma de onda con impulso y elevada frecuencia). Es pues a la red de masa que corresponderá mantener un potencial de referencia bajo, sensiblemente equipotencial sobre toda la amplitud de la instalación y es a esta red que será necesario conectar los pararrayos (ver página 198). 121