CULTURA A 10 Una completa muestra retrospectiva centrada en los paisajes de este pintor franco-danés se inaugura hoy en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid. MARTES 4 DE JUNIO DE 2013 Camille Pissarro, el patriarca de los impresionistas “Camino de Versalles, Louveciennes. Sol de invierno y nieve”, c.1870. Óleo sobre tela. MARILÚ ORTIZ DE ROZAS TATE “T COLECCIÓN CARMEN THYSSEN-BORNEMISZA “Autorretrato”, óleo sobre tela. Camille Pissarro era el mayor del grupo surrealista y, en cierta medida, el patriarca. MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA, MADRID odos venimos de Pissarro”, afirmó Paul Cézanne, quien, junto a Gauguin, fue uno de sus más famosos discípulos, y luego serían pioneros de la pintura moderna. Como una forma de rendir homenaje a este “maestro de maestros” y figura clave del grupo impresionista, que no siempre ha gozado del mismo prestigio que sus compañeros de ruta, el Museo ThyssenBornemisza inaugura hoy la primera exposición monográfica que se le dedica en EspaUTE T IT IN S ña. “Pissarro” inT R A ARK cluye ochenta E CL C IN N A FR obras proveND A G R L IN nientes de colecSTE ciones públicas y privadas de todo el mundo, centradas en el paisaje; y se exhibirá hasta el 15 de septiembre en Madrid, y a partir del 15 de octubre en Barcelona. Camille Pissarro (1830-1903), “La paleta del nacido en las entonces Antillas artista con danesas —cuyo esplendor cromápaisaje”, c.1876. tico siempre conservó en la retiÓleo sobre tabla, na—, era el mayor del grupo su24,1 x 34,6 cm. rrealista y, en cierta medida, el patriarca. Instalado definitivamente en Francia en 1855 —habiendo estudiado allí, de niño, en un internado—, él redactó en 1873 los estatutos de la cooperativa de artistas que daría inicio a las exposiciones impresionistas. Fue el único pintor que participó en todas ellas, desde 1874 hasta 1886; sin embargo, es el menos reconocido. “La carrera de Pissarro sería eclipsada por el inmenso éxito de su amigo Claude Monet, y en “Rue Saint Honoré por la tarde. Efecto de lluvia”, 1897. Óleo sobre tela. 81 x 65 cm. menor medida por el de otros artistas, como Degas y Renoir”, sostiene Paula Luengo, una de las comisarias de la muestra, quien revela que en los últimos 15 años se han realizado numerosas exposiciones de Pissarro en diversos países. “Los temas más recurrentes de la obra de Pissarro son, inicialmente, los paisajes y escenas rurales y semi rurales de los alrededores de París, Louveciennes, y especialmente Pontoise y Éragny, donde residió largas épocas, pintando al aire libre”, explica Luengo. El escritor Émile Zola, uno de los primeros en referirse a su trabajo, destaca que en las telas de Pissarro “…se oyen las voces profundas de la tierra, se adivina la vida poderosa de los árboles”. Este período está marcado por sus problemas económicos, ya que no consigue vender bien su obra. “En los últimos diez años de su vida, y por motivos de salud, Pissarro pinta desde las ventanas de sus estudios y aborda las series urbanas de París, Ruán, Dieppe y Le Havre. Esta etapa final coincide con un mayor éxito comercial, ya que este tipo de paisaje urbano es más cotizado”, prosigue Luengo. Entre los numerosos otros artistas que Pissarro toma bajo su alero se cuentan los neoimpresionistas Paul Signac y Georges Seurat. Por un tiempo, Pissarro también incursiona en el puntillismo. Sin embargo, luego vuelve a la técnica impresionista, que es la que mejor conviene a este hombre que renunció a la floreciente empresa de su padre, y que transmitió su pasión artística a sus discípulos y a varios de sus ocho hijos.