F IRMA INVITADA La intervención de abogados y procuradores en la mediación intrajudicial Por María Teresa Martín Nájera Magistrada del Juzgado de Primera Instancia nº 29 de Madrid L a mediación como forma de resolución de conflictos se puede definir como la intervención de una tercera persona imparcial y experta, sea a iniciativa de las partes, sea a iniciativa de la autoridad judicial, que tiene como objetivo ayudar a las partes y facilitarles la obtención por ellas mismas de un acuerdo satisfactorio. En el primer Congreso Europeo de Mediación Familiar celebrado en 1990 se asumió la mediación como “un proceso en que la pareja acepta la intervención neutral y cualificada de una tercera persona llamada mediador familiar, cuyo papel consiste en llevarles a encontrar por sí mismos un acuerdo duradero y mutuamente aceptable, considerando las necesidades de cada miembro de la familia y especialmente la de los niños pequeños dentro de un espíritu de responsabilidad compartida y de igualdad de los progenitores”. Se ha considerado como una filosofía de vida basada en el diálogo y la comunicación. Se trata de establecer un marco de respeto y seguridad en que las partes puedan expresar sus sentimientos y ponerse cada uno en el lugar del otro para desde esa base poder establecer puentes de comunicación y llegar a los acuerdos que más se adapten a sus circunstancias personales y sean satisfactorios para ambas partes. No es una terapia psicológica pero hay aportaciones de la psicología. El conflicto es inherente a las relaciones humanas y se trata de dar herramientas para gestionarlos. Se trata de ganar ambos. Es una de las denominadas ADR (Alternative Dispute Solution) o modalidades alternativas de resolución de conflictos. La Dirección de Justicia de la Unión Europea, a raíz de la reunión de Tampere en 1999, preparó el denominado Libro Verde sobre modalidades alternativas de resolución de conflictos en el ámbito del derecho civil y mercantil considerando que las ADR se inscriben plenamente en el contexto de las políticas sobre mejora del acceso a la Justicia. En numerosos instrumentos internacionales se recoge la mediación como forma de resolución de conflictos, pudiendo citar como más significativo el Reglamento Comunitario 1201/2003 que contempla esta metodología para resolver los litigios con elementos transfronterizos como única vía que puede favorecer las relaciones de futuro. Diciembre 2006 • PROCURADORES / 55 “L os procuradores presentarán los escritos de suspensión del procedimiento y de cambio a proceso de mutuo acuerdo en su caso o de reanudación del mismo en la forma que está establecida” Dentro del Derecho interno, además de múltiples leyes autonómicas es de resaltar la reforma operada por la Ley 15/2005 que contempla la mediación en tres disposiciones. “Se introduce una nueva regla 7ª al artículo 770 con la siguiente redacción: 7ª. Las partes de común acuerdo podrán solicitar la suspensión del proceso de conformidad con lo previsto en el artículo 19.4 de esta Ley para someterse a mediación… Se modifica el apartado 2 del art. 777, que queda redactado del siguiente modo: 2. …incluyendo en su caso el acuerdo final alcanzado en el procedimiento de mediación familiar… Disposición final tercera El Gobierno remitirá a las Cortes un proyecto de ley sobre mediación basada en los principios establecidos en las disposiciones de la Unión Europea, y en todo caso en los de voluntariedad, imparcialidad, neutralidad y confidencialidad y en el respeto de los servicios de mediación creados por las Comunidades Autónomas”. Se ha llevado a cabo en varios juzgados de distintas poblaciones un proyecto sobre la implantación de la mediación intrajudicial (que es aquella que se realiza cuando el proceso ya está iniciado) en materia civil. Este proyecto se ha efectuado a instancia del Consejo General del Poder Judicial durante el año 2006, coordinado por el magistrado de la Audiencia de Barcelona Pascual 56 / PROCURADORES • Diciembre 2006 Ortuño que tiene una gran experiencia en la materia y forma parte del grupo de expertos que intervienen en la elaboración de la Directiva europea sobre los ADR. En Madrid se ha realizado en el Juzgado de Primera Instancia nº 29 del que soy titular con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid. Las experiencias han sido objeto de análisis en los cursos de formación conjuntos del Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado y han puesto de relieve la adecuación y validez de esta metodología para resolver un porcentaje significativo de procesos judiciales, sobre todo en los casos en que las dos partes han de seguir relacionándose en el futuro por tener intereses comunes, lo que se adapta a la perfección en los casos de los procesos de ruptura familiar con hijos menores. Se ha concluido que es necesario que el propio juez proponga la remisión a mediación y cite a las partes a una sesión informativa sobre esta metodología, cuya existencia y funcionamiento se desconoce de forma mayoritaria por el público. Previa a la citación el juez deberá estudiar el caso y ponderar la eficacia de la mediación para resolver el litigio, dejando fuera los casos en que existan problemas mentales graves, toxicomanías, violencia de género o contra los menores y otros problemas de abuso o posición de superioridad que impidan que la negociación se pueda llevar a cabo, ya sea por no encontrarse las partes en igualdad de condiciones o por carecer de voluntad suficiente para cumplir lo pactado. Es especialmente recomendable en el caso de la existencia de hijos comunes, ya que refuerza la coparentalidad responsable. Si las partes aceptan acudir a mediación el proceso se suspende hasta que cualquiera de ellas no inste su reanudación. El abogado sigue asesorando a su cliente mientras dure el proceso y redacta los acuerdos a que lleguen las partes en mediación para presentar el convenio a homologación judicial. Los procuradores presentarán los escritos de suspensión del procedimiento y de cambio a proceso de mutuo acuerdo en su caso o de reanudación del mismo en la forma que está establecida. La experiencia ha sido muy positiva. Se ha llegado a acuerdos y se ha conseguido restablecer la comunicación en personas que la habían perdido, con lo que el grado de satisfacción es alto.