LA SELECCIÓN DE LA SILLA DE TRABAJO FACTORES ERGONOMICOS Autor: José Angel Romero Molina Técnico Superior de Prevención En el transcurrir de los años se ha podido comprobar como la selección de la silla de trabajo ha sido la piedra angular a la hora de diseñar y equipar puestos de trabajo que integren connotaciones ergonómicas. Sin embargo, los últimos avances de la ergonomía y los estudios de salud laboral que vienen realizándose día tras día, deben servir de ayuda para favorecer la elección de la silla de trabajo. Este artículo confeccionado desde el departamento de Prevención de Ibermutuamur trata de ofrecer una ayuda para aquellas personas que se encargan de elegir una silla de trabajo, cuya importante función no es otra que facilitar un trabajo más cómodo, eficaz y saludable hacia el propio usuario. Antecedentes: Desde siempre el hombre ha recurrido a sentarse como una manera de descansar, compartir o realizar cierto tipo de actividades que requieran esa posición. Los investigadores y diseñadores conocían que los objetos de reposo respondían a los hábitos que existían en las diferentes culturas y que la evolución de las sillas fue diferente de un lugar a otro. En la medida que el tiempo fue avanzando las diferentes sillas, sillones, sofás, butacas, escaños, taburetes, bancos y un sin fin de éstas derivaciones mobiliarias fueron adquiriendo diversos estilos. Desde las primeras sillas existentes en el antiguo Egipto hasta los modernos sillones del siglo XXI han sido muchas las transformaciones que se han producido en el diseño de éste apreciado mobiliario. Por ejemplo en el Medio Oriente la costumbre era sentarse en el suelo, y de la comodidad de los cojines, dieron origen al diván como se conoció en Europa. La palabra diván proviene del término árabe “diwan”, cuya idea central es la de reunión. El “diwan” era una sala o pieza con almohadones alrededor, donde se reunía el consejo del sultán y su tribunal para resolver asuntos de Estado. De aquí viene la costumbre de sentarse en el suelo y sobre cojines. Se le atribuye al faraón Toutankhamon el diseño y la fabricación de una de las primeras sillas que se conservan hoy día. En aquella época, la cantidad de sillas que existían en Egipto no sobrepasaba la decena. Con el paso de los años se ha podido contemplar como los antiguos fabricantes de sillas fijaban sus objetivos no tanto en la comodidad como en el lujo de las formas, los adornos y los materiales. Durante siglos, la silla ha sido una manera de marcar diferencias jerárquicas. Cabe recordar que durante la Edad Media, el rey tenía el privilegio del trono mientras sus vasallos permanecían en pie durante las audiencias. Con el transcurrir del tiempo, estas diferencias jerárquicas se han ido estrechando. Persistiendo, sin embargo, las diferencias en el tamaño, las formas y los materiales, que aún hoy en día siguen marcando el lugar exacto del usuario dentro de una estructura jerárquica. Con el nacimiento de la ergonomía y la innovación se dio a conocer la expresión de que: “el hombre es la medida de todas las cosas”, por lo que se inició el análisis e investigación de “sillas ergonómicas” como respuesta a la creciente preocupación por la postura de estar sentado. A mediados de los años 60, el profesor y ergónomo Grandjean junto con un equipo de técnicos pertenecientes al Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo de Zurich desarrollaron un equipo destinado para sentarse. Con esta máquina y a los cientos de observaciones realizas, se logró definir la postura idónea de permanecer sentado y, por supuesto, el perfil o diseño más adecuado de la silla. ¿Por que se adopta la posición de sentado? Sin entrar en discusiones médicas, se puede decir de una manera sucinta, que nos sentamos para que la musculatura de las piernas, los pies y el tronco no se sobrecarguen y se pueda evacuar mejor los residuos que el organismo origina durante la permanencia de estar de pie. Todos estos músculos deben mantener el equilibrio y la postura erguida. Por lo general, cuando se trabaja sentado la comodidad es mayor que cuando se está de pie. Algunas de las ventajas más significativas de permanecer en posición sentado son las siguientes: • Menor gasto energético para la persona. • Se liberan las presiones a los músculos de las piernas, favoreciendo la sangre de retorno hacia el corazón. Sin embargo cuando el período es largo en posición sedante se dificulta este flujo sanguíneo. • Alivia a las piernas del peso que soportan en la posición de pie. • La realización de trabajos que requieren cierta precisión y concentración, como por ejemplo los puestos de administración, control, inspección, etc. Algunos de los inconvenientes más significativos de la posición sentada son: • Menor movilidad. • La fuerza a realizar disminuye. • Existen trabajos donde la precisión es menor. ¿Cuáles son habitualmente las posiciones de estar sentado? Existen tres posiciones básicas de estar sentado en función de la proyección de la columna vertebral con respecto a las tuberosidades isquiales (parte de la pelvis que se apoya sobre el cojín del asiento). 1º.- La posición anterior: Es la que se adopta cuando se apoya sobre una mesa. Es característica en las tareas de oficina o mesa de taller. En esta posición se usa muy poco el respaldo y se cargan los músculos de las piernas. El centro de gravedad de la columna se encuentra adelantado con respecto al punto de contacto de las tuberosidades isquiales con el asiento. 2º.- La posición media: El centro de gravedad de la columna se sitúa justamente encima de las tuberosidades isquiales. Es la posición que habitualmente se adopta ante una mesa a la hora de comer. Cuando no existe apoyo lumbar la columna permanece en posición inestable. 3º.- La posición posterior: Es la típica de la posición de descanso. En ella, toda la espalda se apoya sobre el respaldo, quedando el centro de gravedad en posición retrasado con respecto a las tuberosidades isquiales. Para este caso es necesario el uso de reposacabezas y reposapiés. ¿Se recomienda estar sentado de manera dinámica?. Sería lo aconsejable, aunque bien es cierto que los actuales ritmos productivos hacen que el trabajo en la posición sedante sea cada vez más estático. Con el paso del tiempo se comprueba como las antiguas labores de oficina como podían ser la búsqueda de archivos, carpetas, planos u otros documentos, están desapareciendo de manera inversamente proporcional a la implantación de los sistemas informáticos. La realización de este tipo de labores permitía al trabajador movilizar los músculos al cambiar de postura de trabajo. Por el contrario, los puestos de trabajo integrados por equipos de visualización de datos hacen que el trabajador permanezca mayor tiempo en posición sedante. De ahí la importancia de disponer de una silla dinámica. Una silla que siga al trabajador, que proporcione soporte lumbar, dorsal y pélvico cuando se ha de atender al teléfono, cuando se realicen operaciones de escritura o se dialogue con algún confidente. Desde este punto de vista es fundamental que la silla tenga un diseño correcto, tanto en el asiento, respaldo como apoyabrazos. Con cada cambio de posición se conseguirá estimular unos músculos a la vez que se descargan otros. ¿Qué características debe tener la silla de trabajo? Para la selección de una silla de trabajo se deberán contemplar las siguientes medidas antropométricas del/los trabajador/es A: Altura poplítea. B: Largura nalga-poplíteo. C: Altura codo-reposo. D: Altura hombro. E: Altura sentado-normal. A continuación se indican una serie de factores que deben tenerse en cuenta para obtener un diseño óptimo del asiento. 1.- Silla convencional. ¿Es recomendable para la espalda el estar sentado de manera estática? El estar sentado de manera estática es una posición no recomendable para la espalda, así lo confirmo el profesor y ergónomo Grandjean en los numerosos estudios de investigación que realizó. Un largo período en posición sedante puede ser perjudicial. La razón de este comportamiento reside en los discos intervertebrales, estos discos se nutren por ósmosis gracias a la diferencia de presiones. Permanecer sentado durante un largo tiempo provoca un aplastamiento de los discos, con lo cual la nutrición es deficiente . El núcleo de los discos se desplaza, estirándose los ligamentos que unen la columna, lo que origina dolores de espalda. Los cambios de postura en la posición de sedante son beneficiosos y absolutamente recomendables para la salud de la persona. En ergonomía existe un lema cuando se pregunta ¿cual es la mejor postura?, respondiéndose que la mejor postura siempre es la siguiente. Imaginar el trauma que puede suponer para una persona el permanecer sentado sin moverse en el sillón más confortable que se haya fabricado. 1.1.- Altura del asiento. El asiento debe estar a una altura del suelo que posibilite al usuario apoyar sus pies cómodamente en el, dejando libre de presiones la región poplítea, situada entre la pantorrilla y el muslo, cuando esto ocurre la circulación sanguínea puede quedar afectada. Por ejemplo niños sentados en sillas de adultos, sus piernas cuelgan. En consecuencia la altura de la silla debe ser regulable en altura, dependiendo ésta de las medidas antropométricas del usuario. Para actividades prolongadas en posición de sentado, se recomienda que el pie apoye totalmente en el suelo y que la rodilla forme un ángulo de 90º. El margen de ajuste del asiento debe estar comprendido entre 380 y 500 milímetros. Para determinar la altura del asiento se deberá tomar los valores del percentil 5 de la altura poplítea para que los usuarios puedan apoyar los pies en el suelo (población laboral), aunque habrá que considerar la incomodidad para aquel colectivo de mayor altura. 1.2.- Anchura y profundidad del asiento. La profundidad viene determinada por la menor longitud sacropoplíteo y por el ancho mayor codo-codo, o en su defecto por el ancho de cadera, dado que si la profundidad es mayor, el labio del borde anterior presiona sobre la zona poplítea y comprime las venas y arterias (que pasan por la parte posterior de la pierna y muslo), interrumpiendo la circulación sanguínea además de dar una sensación muy molesta. Si para evitar esto el usuario se desplaza hacia delante, la espalda se retira del respaldo quedando sin apoyo. Como medidas de referencia la profundidad del asiento estará comprendida entre 380 y 420 milímetros, mientras que la anchura deberá estar entre 400 y 450 milímetros, con estas medidas se cubriría el 95 percentil de la población laboral. Es recomendable que se pueda regular el ángulo de inclinación del asiento entre 5 y 10° desde su posición horizontal hacia atrás, para ayudar a mantener una posición de trabajo equilibrada y cómoda para el usuario. Para determinar la anchura del asiento se tomará el percentil más alto (95) del ancho de las caderas de la población usuaria. 1.3.- Respaldo. Es recomendable que la altura del respaldo de la silla no sobrepase la altura subescapular en posición de sentado, y el respaldo debe permitir la acomodación del coxis sin presionarlo. Los respaldos altos proporcionan un mejor soporte al peso del tronco, no debiendo impedir la movilidad de los hombros en actividades donde se requiera. La parte baja del respaldo tiene la función de proporcionar el soporte a la zona lumbar, y en algunos diseños el apoyo a esta zona es ajustable en forma vertical y horizontal. La parte media del respaldo tiene la función de proveer soporte a la zona alta de la espalda y la región de los hombros, mientras que la parte superior del respaldo puede dar soporte al cuello y cabeza. La altura del respaldo debe permitir su ajuste para que se adapte lo mejor posible a la curva natural de la columna, permitiendo un apoyo amplio y confortable. Para determinar la altura del respaldo es adecuado tomar como referencia el percentil 50, aunque exista el riesgo de que haya personas situadas en los valores extremos que no tengan apoyo o que éste sea inadecuado. La altura del respaldo debe variar con relación a la exigencia de la tarea, para trabajos en los que se realizan grandes movimientos de brazos (por ejemplo en cajas de supermercados, en líneas de expediciones, etc.) el respaldo debe ser bajo con solo protección lumbar; en el caso de tareas generales el respaldo debe tomar la zona lumbar y dorsal, pero para trabajos u operaciones que se tengan que realizar frente a tableros de control, o paneles de vigilancia donde el sujeto deba estar con la cabeza levantada, es decir con la visión por encima de la horizontal, el respaldo debe proteger la espalda por completo (zonas lumbar, dorsal y cervical). La anchura debe estar comprendida entre 60 y 100 milímetros. La longitud del apoyabrazos debe ser la que permita apoyar el antebrazo. Los apoyabrazos deben considerarse como elementos opcionales, sobre todo para aquellas tareas en las que se utiliza una pantalla de visualización. La separación entre los apoyos debe facilitar la maniobra de sentarse y no interferir con el tronco del usuario al estar sentado. 1.5.- Soporte y acorchamiento. El soporte del asiento deberá ser estable y absorber la energía de impacto al sentarse. La silla se dotará de cinco puntos de apoyo para mejorar la estabilidad y sus ruedas deberán ser autobloqueables, en este sentido es recomendable que la base donde se integran las ruedas puedan disponer de un diámetro comprendido entre 400 y 500 mm (Grandjean). Con relación al acorchamiento, este debe ser antideslizante, bajo ningún punto de vista el almohadón debe ser resbaladizo dado que da la sensación de inestabilidad. Se recomienda que sea de tela de algodón o de un material equivalente para facilitar la transpiración. 2.- Silla para trabajos en posición de pie-sentado. Estas sillas son utilizadas para tareas de control al lado de máquinas-herramientas, en las que el operario tienen que alternar la tarea de pie con la de estar sentado. Este tipo de sillas permiten descargar entre un 25 y un 35% del peso del cuerpo, aliviando el cansancio de las piernas y evitando la generación de várices. ¿En que hay de basarse para seleccionarse una silla? • Al tipo de trabajo, si el usuario trabaja de pie y sentado (forma combinada) o solo sentado, nos va a dar a conocer la altura aconsejable de la misma. Si la tarea es reclinada hacia adelante, como por ejemplo trabajar con microscopio, pantallas de visualización de datos, etc.; el respaldo deberá ser recto (90°). • Al movimiento que se realice en la posición de pie-sentado nos dará la necesidad de poder disponer de apoyapies en la silla. • Si se trabaja con la cabeza levantada en forma prolongada, la silla deberá tener un respaldo que cubra el total de la espalda (lumbar, dorsal y cervical). • Para trabajos de tipo ofimáticos el respaldo deberá cubrir tanto la zona lumbar como dorsal. • Si la tarea tiene mucho movimiento, el respaldo solo cubrirá la zona lumbar de la espalda, para permitir el libre movimiento, caso típico de las cajeras de supermercados. • En base directa del usuario estudiando su raquis, se determina su grado de curvaturas en sentido lateral (lordosis y cifosis) y en sentido frontal (escoliosis). 1.4.- Apoyabrazos. Los apoyabrazos además de servir de descanso para los brazos, proporcionan diferentes funciones, por un lado ayudan a sentarse y levantarse, por otro, ayudan a desplazar el asiento con comodidad y permiten adoptar diferentes posturas en función de la tarea que se esté realizando. La altura de los mismos está suscitada a la dimensión menor de la altura del codo en situación de reposo. Si tiene una lordosis y cifosis acentuada deberá ser la silla con un respaldo similar al de la figura “a”, si las tiene en forma opuesta, poco pronunciadas, el perfil de la espalda deberá ser recto como el de la figura “b”, y si el individuo tiene escoliosis, el corte del espaldar de la silla será curvo (envolvente) como se observa en la figura “c”. Figura a. Silla con protección lumbar marcada Figura b. Silla con respaldo sin demarcar curvas. Figura c. Respaldo envolvente. Diferentes estudios realizados sobre el tipo de postura adoptada con relación al trabajo a realizar, han definido el tipo de silla o asiento que es más recomendable utilizar. A continuación señalamos algunos ejemplos que pueden ser de aplicación: Tipo de postura Descripción del tipo de actividad Ocasional. descanso después de realizar un trabajo Trabajos con esfuerzos livianos, movimientos de las manos hacia delante, trabajo con el uso del antebrazo, montaje de piezas pequeñas, etc. Tareas con pequeños movimientos de las manos, trabajos con pequeñas inclinaciones de la espalda, tareas en las que se utilizan pantallas de visualización de datos, control y visión de paneles, trabajos ofimáticos, etc. Trabajos de pie-sentado, en los que se debe transmitir movimientos con las manos y con el tronco. Trabajos realizados sobre las mesas, etc. Para personas que van a ser sometidas a pruebas o exploraciones médicas. Para trabajos administrativos, donde se trabaja intensamente con pantallas de visualización. Para trabajos relacionados con la dirección de jefaturas de empresa. Para trabajos médicos, por ejemplo cirugía. Para trabajos de control e inspección. Para jornadas técnicas, cursos, conferencias, etc Ejemplo de silla o asiento