Jurisprudencia. — Rev. A.E.U., 57:295-308. 1971. Jiirisprodencia Principio de legitimación registral. Eficacia dei certificado. ( Art. de ía 55 de setiembre de ley 1946 10.795 ). ^ de 2S ' 1? Instancia. 1) Hechos. El 30 de abril de 1962 se inscribiCT embargo genérico contra M. E. E. C. El 29 de mayo de 1962 la em bargada constituyó hipoteca a favor de L. I. O., teniéndose a la vi.sta SUMARIO: - tm certificado "libre" del Registro General de Inhibiciones. L. 1. O. promovió ejecución hipotecaria ante el Juzgado Letrado de 1? Instancia de Canelone.s Decretado el remate del bien hipotecado, el embargante C. E. P. compa reció deduciendo tercería, pretendiendo prioridad para cobrar su crédito, en lo dispuesto por el art. 900 del C.P.C. El ejecutante L. 1. C. pretextando que aceptó de buena íe el certificado negativo del Registro General de Inhibiciones, pues se ha entendido que no puede ser perjudicado por un error del Registro, al que no tiene ccceso y que se ex 2) El Juez de la Instanciapresa mediante la expedición de certificados. amparado se opuso, puede perjudicar al tercerista C. E. P., legales para salvaguardar bu. derecho El Registro cumple un servicio probatorio de publicidad a los ter ceros de los embargos trabados, pero la existencia misma del embargo es consideró que el que error registral cumplió diligentemente no con los trámites . independiente de ese requisito. -3) Lo justo es que el certificado perjudi que a quien lo emitió por error o falsedad; o sea a los encargados y fun cionarios del Registro, contra los cuales el acreedor perjudicado podrá ha cer vaJer las acciones indemnizatorias pertinentes. 4) Es evidente ademásla mala fe de la deudora que hipotecó el inmueble que sabía embargado y a ejecutarse, con anterioridad. 5) El tercerista, de acuerdo con el art. 900' del C.P.C, debe cobrar, del producido de la ejecución hipotecaria, en pri - - Segunda Instancia, el Tribunal de Apela 6) Debe decidirse entre dos intereses legítimos : el del acreedor embargante que ha inscripto su embargo y el tercero que ha adquirido un inmueble u otorgado crédito, en mer lugar. — 2? Instancia. - En ciones de 1" Turno, revocó la sentencia de 19. la seguridad - que le daba el certificado "libre" del sión la tomó el art. 53 de la ley 10.793. Registro. El certificado 7) La deci erróneo, no hace derechos, pero resuelve los efectos de la publicidad. La oponibilidad terceros de un derecho, no su existencia, se regula por el certificado y no nacer a 8) Si los certificados careciesen de eficacia, todo el ré Registro. gimen de seguridad por la publicidad se derrumbaría ya que el Registro- por el - Sobre el mismo tema véase también Viera. L. A., Derecho registral. Certifi ( *) cado liberatorio erróneo. Venta del inmueble embargado. ( Informe al caso N° 5 del ConEvltorio Jurídico), Rev. A.E.U.. 51 (9-12): 389-92. 1965. ~ en matriz, su La S C . J . ser — consultado por el público. confirmó la sentencia de 2* . integrantes. puede no 296 Instancia, 3? Instaíicia de por unanimidad sus El 9) problema de autos presenta aspectos que, desbordando privado, encuadra en el derecho púbUco, como acontece con los del "Derecho problemas Registral" En estas situaciones, no puede limitar - el derecho , del problema al interés exclusivo de quienes han contra datos suministrados por determinado registro, si no además, al interés general del servicio que tales registros realizan y por encima de él al propio interés general de la confianza en los negocios jurídicos que se la tado se apreciación con los realizan de buena fe y a la misma estabilidad de la contratación. Todo nuestro sistema nacional de Derecho decisiva en el presupuesto se 18) apoya de manera publicidad registral como garantía del de 11) El certificado erróneo o no es siempre la expre recho de terceros. sión de la Registral, de la por io cual es quien regula y califica la va disposición realizado entre determinado titular de un de recho y un tercero. 12) Si la finalidad del certificado es establecer la si tuación jurídica de los bienes o personas (art. 53 de la ley 10.793) es ii^ dudable que si se otorga un acto de disposición basado en un certificado ' liberatorio, la única verdad que vale es la del certificado publicidad registral, lidez del acto de - . Primera Instancia de Primera Instancia Juzgado Letrado lo Civil de en turno de Canelones primer Canelones, noviembre 30 de 1964. N^. 134, primera instancia, ia tercería de mejor dere P., en representación de Don I. I., en este jui Visto para sentencia de cho deducida por don C. E. cio de seguido por don i,. I. O. y otros, contra doña M. R. E. Hipoteca C, por Ejecución L? 45 F'^" 446). Resultando: I) propiedad de ia Que, habiéndose procedido a ejecutar inmuebles de demandada, en el principal, y hallándose por otorgar la escritura de venta el tercerista, narse en al mejor postor en la almoneda, compareció Que del precio de venta del principal, debe abo pertinente y expuso: primer término a su mandante la suma de $ 31.058,00, con sus embargo sobre los bienes de ia deudora, en juicio ejecutivo seguido ante ei Juzgado Letrado de Primera Instancia de Florida, ei 26 de abril de 1962, ei que fue inscrip to, coino consta en la documentación que acompaña, en el Registro Gral. de Inhibiciones, ei 30 de abril de 1962, habiéndose obtenido sentencia de se cons remate; mientras que la hipoteca que se ejecuta en estos autos, a dicho embargo, ei 29 de mayo de 1962; de acuertituyó posteriormente intereses, costas y costos, en virtud de que obtuvo un , 297 — do con dito e cré previsto por ei art. 900 : C.P.C. tiene derecho a cobrar su ilíquidos con preferencia a los demás acreedores ( fs. 6-9 ) II ) Que lo . contestó la parte ejecutante diado el el fs. 11-13 vta.; que a mejor derecho. Ya la Jurisprudencia lares del es — de problema caso error en de autos, pues, la Cátedra han estu expedido por el Registro; que justificará, cuando se constituyó la hi buena fe el certificado negativo del Regis el certificado comiO se poteca, el acreedor aceptó de tro de Inhibiciones; y se ha entendido que debía no ser perjudicado por imputable, ya que normalmente el particular no tie que acceso aJ contenido original de los registros, sino a través de los certi ficados; le no un error ne los verdaderos titu son como y es de interés es social, en beneficio de la fe en ios registros, que III) Que, no sus certificados siempre considerados como exactos. 18 a fs. el traslado la evacuado habiendo vta., el ter conferido, ejecutada sean cerista le acusó la abierto el da a juicio fs. 20 y ss. - rebeldía, a prueba, V) Que Considerando: a lo que la parte se se en el con a De acuerdo embargo con de lo ha hipoteca planteado se un (fs. 21 vta.), no cabe duda que del inscripción ejecuta hipoteca que 5, ei embargo se ins se el certificado de fs. principal, resulta que la escri extendió el 29 de mayo de 1962. II) Que el error dei Registro General de Inhibiciones: problema en el cer expresa que al día 22 de mayo de 1962 pieza, existía inscripción alguna de embargo (fs. 21). Lo que tificado de fs. 21 de esta era no y realizó la la constitución de la cribió ei 30 de abril de 1962; de fs. 83 del tura IV) Que, llamaron autos para sentencia (fs. 30 vta.). I) Que, de las resultancias de autos, anterioridad principal. de conformidad. ofreció la que luce agrega ejecutante e! tercerista obtuvo mandamiento de mismo, proveyó evidentemente incierto, se a tenor dei propio certificado del Registro, de debe perjudicarle: III) Que el ejecutante entiende que tal se atuvo, de total impedido de acceder a los libros registros origmales, error no fs. 5. buena ■el fe, al certificado erróneo, proveyente entiende que el como no error podía todavía tercerista, que cumplió diligentemente con hacer de otro modo. Pero menos al ios le puede perjudicar trámites que la ley salvaguardar su derecho. Se trata, evidentemente, de un ca so dudoso; pero, en la duda, la solución parece estar en favorecer, reco nociendo la buena fe de ambos acreedores, al que, de todos modos, tiene privilegio legal. El Registro cumple un servicio probatorio, de publicidad a los terceros de ios embargos trabados; pero la existencia misma dei em bargo (al que refiere literalmente la ley), es independiente de este requi.sito. Ciertamente que, sin la inscripción, ei embargo no obliga a terceros; acuerda para 298 — pero aquí no de haberse que, como se trata de expedido se dice en — haber inscripto el embargo, que lo fue, sino certificado erróneo. Por este motivo, lo justo es el fallo citado a fs. 12, el certificado perjudique a no un quien lo emitió por error o falsedad; vale decir, a los encargados y fun cionarios del Registro, contra los cuales el acreedor perjudicado podrá ha cer valer las acciones indemnizatorias pertinentes; no se ve la razón pa ra que ei perjudicado sea ei acreedor preferente: Contra la opinión de mantener la confianza en un Registro que, recargado de tareas y muy mal organizado, como sabe todo curial, no ia merece en exceso, está la necesi dad en mantener la confianza negocios jurídicos, base de todo el quien pide un certificado ai Registro condiciones de compulsar personalmente sus anotaciones, tam Derecho Civil. Si bien no está bién es dad de do en es en los cierto que cierto que un error quien contrata no puede siquiera prever ia eventuali posterior del Registro hacia terceros, cuando ha cumpli diligentemente con los trámites legales. No se duda de ia buena fe de ios acreedores, suficientemente avalada por ia documentación de autos; pero en cambio es evidente la mala fe de la deudora, que hipotecó inmue bles que sabía embargados y a ejecutarse, con anterioridad. Aceptar la preferencia de este nuevo gravamen, supondría amparar una mala fe tait o, por lo menos, preferir ei negocio en que se obró con ella, ya que ejecución, cabo, no es otra cosa que una manera de pa estaría la gar; y aquí deudora, sin derecho alguno, eligiendo ei orden en ha de la voluntad de la iey. IV) Que descartado el error contra' que pagar, del Registro como m.otivo para dar preferencia al acreedor hipotecario^ es evidente, atento a la previsión clara del art. 900 C.P.C. y leyes pos teriores concordantes, que debe cobrarse el tercerista en primer lugar, del producido del remate en el principal. Por estos fundamentos, y atento a lo preceptuado por los arts. 465 y 944 C.P.C. visible, al fin y ai una Fallo: Declarando que el tercerista, don I. I., tiene mejor derecho a cobrarse con preferencia, del producido de la ejecución dei principal, el crédito por ei que obtuvo embargo ante el Instancia de Florida, sus intereses, te el tercerista la relación de coLiELLo. — su crédito, Arturo F. Echevarría. Juzgado Letrado costas y costos. intereses de Primera Ejecutoriada, presen e ilíquidos. Nelson Ni- 299 —- Instancia Segunda Tribunal de — Apelaciones en lo Civil de 1"' turno Sentencia N? 46. Montevideo, 29 de marzo de 1967. Vistos: para sentencia de segunda instancia ios autos caratulados "O., con, E. C, M. R.". Ejecución de hipoteca. Tercería deducida 1. L. y otros por I. I. lación de Resultando 2°. Por — derecho cipal, el Florida, 3°. conocimientos de la Sala por ia parte actora en lo en mérito ai principal recurso de ape contra ia sentencia fs. 34 por el Sr. Juez Letrado de Primera Instancia de 1" tur a Canelones, chos formulada de a interpuesto dictada no venidos : : y 1?. en éste, cobrarse a Se acepta y da por reproducida la relación de he pronunciamiento en recurso. — el ei "a con crédito por el sus — intereses, La apelación, quo" declaro que el tercerista I. I. tiene mejor preferencia del producido de la ejecución del prin cual obtuvo embargo ante el Juzgado Letrado de costas y costos. parte actora recurso que en luego lo principal interpone sustanciado, fs. 54 de a y fs. 37 el 58, se recurso concede li fs. 79 se manda expresar bremente, fs. 68/69, y recibidos los autos agravios al apelante, quien io hace a fs. 85 manifestando que como lo acre — dita con — el dictamen que adjunta, la Comisión Directiva de la Asociación Uruguay entiende que luego de la sanción de la ley N"?^ problema debatido en autos ha quedado resuelto a favor del ter de Escribanos del 10. 79^, cer el contratante de buena fe ya que el art. 53 de ia citada iey dice que "Los certificados que expedirán los Registros tendrán efecto determinar la por situación jurídica de los bienes o personas". Es los actos de dis decir, que posición realizados sobre bienes embargados en base a certificados libe ratorios del Registro respectivo, tienen plena eficacia aún con respecto a ios embargos inscriptos con anterioridad y por error, no denunciados en el certificado, como lo sostiene ei Esc. Viera, al finalizar el informe que se acompaña. 40, _ El tercerista contesta — tencia recurrida porque el punto fs. 88— que debe confirmarse la sen resolver es cual tiene valor para ia a 300 — ley, si la anotación en el Registro o — el certificado erróneo Director dei Registro. expedido por el La verdad de ios Registros no puede tergiversarse y todo dato falso suministrare, carece de validez. De otra manera, el Re gistro dejaría de ser tal; el Registro lo sería su Director. Esta es la tesis adoptada por el Dr. Amadeo Lando en sentencia pubUcada en RDJA, t. 40 pág. 53 y sostenida por Moeetti Apuntes de Derecho Procesal, t. 1°, pág. que al respecto se — 165 y ss. La — . posición contraria atenta contra lo dispuesto por los arts. 1591 y variante entre la ma CC, ios que disponen que resultando alguna contra lo dis : atenta triz y las copias, se estará a lo que contenga aquélla todo el 900 901 determinan 685 CC art. CPC, que que puesto por y 312, y acto que altere el estado actual de la cc^a embargada es nulo, si perjudi ca al embargante y se realiza con posterioridad al Registro del embargo: atenta contra el art. 48 de ia Ley 10.793, el que dispone que debe estarse, para todos los efectos legales, a ia fecha de la inscripción o de cancelación : 1592 atenta contra ei sentido común ya que so que a no puede darse más valor a lo fal lo verdadero. Según ia tesis del Esc. Viera, los certificados expedidos por el Direc Registro son una prolongación del mismo Registro pero siempre cuando ios certificados se ajusten a la verdad. tor del y En cuanto a tificado coincide Registro, lo por el art. 53 de ia ley 10.793, cuando el cer matriz, cuando es fiel reflejo de lo inscripto en el dispuesto con la surte los efectos este artículo legislador no parte pudo previstos en el citado artículo 53. Es de la base de la exactitud del certificado dar validez de verdad El artículo que resuelve el punto es a decir, que puesto que el lo falso. el 48 de la misma iey : si para to dos los efectos legales se estará a ia fecha de la inscripción, es ia fecha de ia inscripción en los Registros y por io tanto, los Registros, io que deter mina y fija la situación jurídica de los bienes o personas, no los certifica dos. 59. — Acusada rebeldía al tencia, la que fue acordada en fs. ejecutado legal forma, y — 95 — se convocó para sen Considerando : I. de — recibo, agravios expuestos por la parte actora en lo principal son juicio de la Sala, por lo que reformará lo resuelto en la sen Los a tencia recurrida. ^ 301 — Como bien dice — transcripto a fs. 82, "Es nece legítimos y respetables: ei del acreedor embargante que ha inscripto su embargo y que, en consecuencia, ha toma do todas las precauciones que en ei orden jurídico se exige para que la me dida cautelar prevalezca sobre ios actos posteriores de disposición y ei del tercero que ha adquirido un inmueble u otorgado crédito con garantía real sobre el raí? en la seguridad que le daba el certificado del Registro, de la inexistencia de inscripción que afectara la absoluta eficacia del II. — se en el informe sario decidir entre dos intereses ■icto". Y fue el legislador quien decidió la cuestión mediante lo dispuesto ley N? 10.793, como lo sostiene el citado informe por el artículo 53 de la del Dr. Luis Alberto Viera. Dicho artículo 53 dice que "ios certificados que tendrán por efecto determinar la situación iros expedirán jurídica los Regis- de los bienes o personas". El tercerista no comparte la tesis del Dr. Viera por entender que el el artículo 53 valor que adjudica ajusten a la matriz: absoluto, de validez. do se Sin a los certificados el certificado erróneo embargo, tal interpretación no se es tal siempre y cuan carecería, entonces, en encuentra autorizada por el con respecto a la exac certificado, aún a sabiendas, por parte dei legislador, de posibles errores, problema éste que era el que expresamen texto legal puesto titud o error te que el artículo citado nada dice de los datos del resolvía. se Y ello debe blicidad que lidad, por así porque los Registros, en sí, no son públicos; la pu función esencial, se logra por los certificados. En rea organización, no hay registro público, en el sentido de exa ser en su su directo de la matriz por los interesados. certificados y por tanto, a ellos debe estarse, men 53 a que se norma tan estrictamente efectos su como de lo ordena el artículo hace referencia más arriba. Pero esta ción. El Hay expedición pública merece una como haciendo precisión: nacer no puede certificado, claro está, no hace nacer derechos, de la pubhcidad. La oponibilidad a terceros de existencia— se ser derechos por la regula por el certificado y no por el interpretada mera certifica pero resuelve ios un derecho Registro, según no el artículo 53. Si ios certificados carecieren de dad por la publicidad puede consultado por ei ser se eficacia, todo el régimen derrumbaría ya que ei Registro, público. en su de seguri matriz, no 302 — Por tales Viera, fundamentos se que deducida, y los expuestos en ei informe agregado del Dr. comparte, el Tribunal Falla: Revócase la sentencia ría — sin especial recurrida, condena en su lugar, desestímase ia terce los gastos de la instancia. Y devuél y en vase. DuBRA — Fleurquin (rcdactor) Tercera Suprema — García Otero. Instancia Corte de Justicia m 130. Montevideo, julio este juicio promovido mejor derecho, sobre la ejecu R. R. M. B. le siguieron a M. R. E. Para definitiva de tercera Vistos: 1. I. por 30 de 1969. con invocación de una hipotecaria que L. 1. O., C, ingresado a conocimiento ción - instancia, tercería de A. V. y de esta sede, por efecto dei l.ación deducido por el tercerista actor de fojas segunda instancia, dictada por el Tribunal de Resultando: de ape- Apelaciones en io Civil de 1?. — Que con el testimonio de la sentencia dictada por departamento de Florida en ei juicio E., se presentó el primero ante el Juz de Instancia de primer turno de Canelones escrito de fs. esta pieza expresando que venía a promover tercería de me Letrado de Instancia del Juzgado ejecutivo que gado Letrado 6 recurso contra ia sentencia de (Libro 8^", FoHo 436, N? 55). Primer Turno el 104, a fs. 9 de jor derecho I. I. le siguió a M. R. — — los autos caratulados I. L. O. C, A. V. y R. R. M. B. con tra M. R. E. C. Ejecución de Hipoteca (Libro 45, Foho 241, m 1.146) y con la finalidad de que "Ei Juzgado disponga que, expresó en el libelo con ei precio de venta de los bienes realizados en el mismo, se pague, en primer término, la suma de treinta y un mil cincuenta y ocho pesos ($ 31.058.00), con más sus intereses que adeuda la ejecución a mi man dante, así como los tributos y costos causados en esta tercería y en el jui cio ejecutivo que le sigo a doña M. R. E. C, ante ei Juzgado Letrado de Primera Instancia del Departamento de Florida". en — — - — Relacionó con amplitud los tecedente fáctico de 303 — extremos formales que constituían el invocación de an mejor derecho al aducido por el acreedor hipotecario en ei juicio precedente citado, antecedente que, en rigor, eran las dos ejecuciones también inencionadas, la primera, promo vida por su parte, y la segunda, por ei acreedor hipotecario, a cuyo res pecto, sostenía, que tenía un derecho preferente a hacer efectivo su crédi to invocado en la ejecución promovida ante el Juzgado de Instancia de su un Florida. lo establecido por ei artículo 900 del Có digo de Procedimiento Civil, norma que, en síntesis, confiere preferencia al acreedor que primeramente ha obtenido embargo en bienes del deudor. Respaldó su pretensión con Adujo, asimismo, lo establecido por el artículo 901 del mismo Código y solicitó que: "por tener un embargo sobre esos mismos bienes de la eje cutada, de fecha anterior a la hipoteca de ios ejecutantes y a la inscrip ción de esa hipoteca en el Registro respectivo", se haga por el Juzgado una declaración, de que tiene derecho a cobrar, en la ejecución hipoteca ria, el crédito reconocido por el Juzgado de Instancia de Florida" y cuya decisión a ese respecto, acompañó en forma testimoniada. hipotecarios se opusieron a ia pretensión del terceris afirmando que, "cuan ta fojas 11/13 vuelta de esta pieza do el Escribano O. M. E. autorizó nuestra escritura de hipoteca, lo hizo te niendo a la vista el certificado expedido por el correspondiente Regis Los acreedores — escrito de — tro, en el que no lucía el gravamen que invoca el Señor C. E. P.". Y agre garon en la contestación a la demanda del tercerista: "De ahí la total pro cedencia de la argumentación que se transcribe de seguido". Esta argumentación consistió, fundamentalmente, en precisar que ley reputó ei certificado la única expresión válida en las constancias dei Registro" y debe creerse agregaron que la ley ha entendido dar al certificado, expedido en debida forma, todo ei valor que atribuye al Registro mismo". ia — "Lo que — afirmaron significa establecer que, aún cuando, en ca éste, los Certificados no estén de acuerdo con el Registro, fren te a terceros de buena fe, no se pueden invocar otras constancias del Re gistro, que las que resultan dei certificado expedido por el mismo". — — sos como Solicitaron la desestimación de ia tercería deducida. Y planteada y precisada la litis en tales términos esenciales, fue de en primera instancia —sentencia N? 134 dictada por el Juzgado de primer turno de Canelones- con declaración de que "el tercerista don I. I., tiene mejor derecho a cobrarse con preferencia, del producido de la cidida — 304 ejecución del princip.al, el crédito por gado Letrado de Primera Instancia — el que obtuvo de Florida, embargo sus ante ei Juz intiFeses, costas y costos". Recurrido ese failo por los acreedores vocada la existencia de e in hipotecarios fojas 37 su del en favor créditos, por parte 44 fue correspondiente hipoteca fojas escribano autorizante de la — franqueada la alzada, que se abrió tada de fojas 67 vuelta/69— para Civil de primer contestación su texto de una en forma libre — decisión N^" 6.019 dic ante ei Tribunal de Apelaciones en lo turno. Y formuladas ante vios y — — cesión de una consulta, sede, la correspondiente expresión de agra oportunidad, se acompañó a la primera, el Sala se pronunció en sentido contrario a ia de esa en cuya ia cisión de primer grado, por io que revocó "la sentencia recurrida y, en su lugar desestimase la tercería deducida, sin especial con —expresó — dena los gastos de la instancia". en el que segundo failo por el tercerista fojas 104 114 se fran a 115 vuelta agravios fojas fojas expresión recurso ante esta Sede, en la que, pasados a estudio los anteceden Y recurrido este formuló ei queó tes, se — de su obtuvo sentencia Considerando: 1?. cuadamente ajustada en — segunda legal. Que la Corte, en en esta instancia y, unánime, estima ade vigente y aplicable a la forma ai ordenamiento normativo controx^ersia desarrollada tencia de forma — — — pieza, ordenamiento recibido por ia sen cuya virtud, desestima la tercería de en mejor derecho aducida en autos, por lo que, compartiendo la orientación de ese fallo, lo confirmará en todos sus términos, sin hacer una especial distribución de los gastos causídicos. Indica el contenido medular de la controversia planteada y desarro antecedentes, una vez más, ei problema del certificado ex pedido en forma errónea, en la especie por el Registro General de Inhibi Sección Embargos e Interdicciones, ciones, problema que, desde lúego, ha podido hacerse extensivo a otros Registros, si bien con distintas consecuencias. Pero problema que, en esencia, conduce a ia necesidad de elucidar el valor de los actos jurídicos que se han perfeccionado sobre la base del informe aportado a las partes que intervinieron en tales actos, y por el referido certificado, no ajustado a la realidad inscripcional del Re gistro que lo expidió. llada en estos — — partes han expuesto, con toda amplitud, los criterios distintos adoptados por la jurisprudencia y aún por la doctrina, frente al referido Las — 305 — particular, las disposiciones adjetivas que inciden para su caudal solución, a cuyos efectos, la sentencia de primera instancia hace Procedi de del 900 artículo ei io Código dispuesto por fundamental, de problema miento y, en Civii, preferencia para la efectividad de su crédito, primeramente ha obtenido embargo en bienes de su deu que confiere "al acreedor que dor". puede olvidarse, que ia evolución poste rior de nuestro derecho, preocupado por una atinada solución a conferir a ese problema, continuó meditando sobre la apreciación dei verdadero Pero si bien ello es así, no derecho del contratante que, por la misma naturaleza de la organización registral no tiene acceso a ia realidad inscripcional del Registro y, en vir voluntad para el perfeccionamiento de un acto ju solamente, al informe que le ofrece el certificado otorgado tud de ello, otorga rídico, librado por su aquél. respecto, ei artículo 900 del Código de Procedimiento Civil no palabra definitiva sobre ei punto, desde que, en rigor, se trata A este aporta ia precisar, aún admitiendo ia terminología de esa disposición, cuál primeramente ha obtenido embargo en bienes de su deudor". Es decir, si lo es aquel que en realidad ha sido inscripto en pri mer término en ei Registro, o contrariamente a ello, aquel a quien el re ferido Registro le ofrece un certificado en blanco y, en consecuencia, por tal circunstancia viene a ocnvertirse, como consecuencia de la misma ex tai como presión de voluntad del propio Registro, única por otra parte, se dijo anteriormente^ el alcance del interesado, en el verdadero primer embargante. ría de es ei "acreedor que — — puede olvidarse, para enfocar con acierto ia ati problema, que el mismo presenta aspectos que, desbor dando el Derecho Privado, encuadran en el Derecho Público, tal como io hacen, todos ios problemas atinentes al denominado "Derecho Registral" y, desde que, en tales situaciones, no puede limitarse la apreciación del problema al interés exclusivo de quienes han contratado con ios datos su ministrados por determinado Registro, sino además, al interés general del A este respecto, no nada solución del servicio que tales Registros realizan y, aún por encima de él ai propio in terés general de la confianza en los negocios jurídicos que se realizan de buena fe y, desde luego, a la misma estabilidad de esta clase de contra tación. La doctrina ha dicho con razón que "si bien titud de la distinción de derecho público des para delimitar las fronteras entre y uno no parece dudosa la privado, hay y otro". exac serias dificulta 306 — Y — posterioridad al análisis pormenorizado de los distintos crite permitan esa delimitación, la misma doctrina concluye expre sando que "el criterio que parece más acertado toma en consideración ia con rios que naturaleza de las actividades o situaciones reguladas por las normas". Y agrega a este respecto: "Es indudable que ciertas actividades o situacio nes afectan principal e inmediatamente los intereses generales, mientras que otras tienen mente con una trascendencia más particular, relacionada directa o entidades privadas. Por lo mismo, aquéllas re las personas regulación jurídica especial que se logra mediante normas peculiares, las cuales constituyen el derecho público" (S.4YAGUÉS Laso, Tratado de Derecho Administrativo, tomo 1', pgs. 17 y quieren una características co'a 19). Y en la apreciación del problema planteado por el otorgamiento por determinado Registre de un certificado con dato erróneo, no cabe du da, que el mismo no puede independizarse del análisis general de todo el sistema de publicidad Registral, en cuya situación, las normas que regu lan el referido sistema, son sin lugar a dudas, de verdadero interés colec un tivo y de un solamente por ei de tutelar la general, determinado no servicio, sino y éste muy regularidad especialmente, por el especial de seo de tutelar ia adecuada y justa regularidad de la contratación. En con secuencia, las normas que regulan ei sistema de publicidad en que se apo ya la organización de nuestro Derecho Registra] son, sin lugar a dudas, de evidente interés general, por lo que, como tal, se sobrepone a aquel otro interés particular, relacionado con las personas o con las entidades además, privadas. Hecho ese planteamiento previo tación del Derecho Público y como consecuencia de él cabe precisar, además, Registral, se apoya de manera decisiva en cidad como garantía del derecho de terceros. ma —■ gravi — las características que presenta ei proble que todo nuestro sistema nacional de Dere en cho el presupuesto de ia publi en otros términos: los efectos jurídicos de los contratos forma regularmente entre las partes, no se encuentran afectados por el sistema registral interno, la omisión de cuyo cumplimiento se sanciona Dicho lizados con multa. Pero el certificado expedido determinada inscripción, o Registro respectivo, ya acuse una inscripciones o no registre ninguna, es por el varias en vir primordial garantía organizada por ese sistema de publicidad, así co tud de io cual, la situación jurídica de cualquier persona o entidad, la expresión de mo de cualquier bien mueble o inmueble, se regula por la 307 — «se publicidad sistema de —que es — el certificado— erróneo o no, pero lo que, definitiva, siempre la expresión de tal publicidad, por es este en cer realiza tificado quien regula y califica la validez del acto de disposición un tercero. de derecho un titular y do entre determinado El problema del certificado que ha merecido tionado, ha sido un extremo muy cues encontradas de la Cátedra y de ia erróneo, opiniones jurisprudencia. Corte, los extremos de apreciación expuestos con anterioridad conducen a afirmar, que ese problema está definitivatal como io admite ia sentencia de segunda instancia jnente resuelto Pero opinión en de ia — por ei artículo 53 de la ley N? 10.793 dei 25 de setiembre de 1946 y cuyo texto expresa: "Los certificados oue ex- dictada en estos antecedentes — nedii:án_lDfi..lEÉ.eistrDjajt.endráiL.üjQr efecto d^í£xwÁmixJái.MÍMadáxLhmáá&3!m^ .rí.p. j-n.-? hipn.p.s n r>p.rson.ns. Es por ello que, con holgada razón se expresa en la consulta incorpo rada de fojas 82 a fojas 84 de autos que "si la finahdad del certificado, es ■establecer la situación jurídica de los bienes o personas, es indudable que disposición basado en un certificado liberatorio, es Registro de que la persona o ei bien decir, se solicitó la información están libres de toda inscripción, los cuales por la única verdad que vale es la del certificado que como muy bien señalara Santini, es como una prolongación dei Registro ante ios contratantes y ante los profesionales. Son el Registro mismo". .si se otorga un en una acto de constancia formal del En el caso planteado en estos antecedentes, ei contrato accesorio de garantía hipotecaria se formalizó en función del certificado de fojas 20 a fojas 21 de estos antecedentes, en el cual se expresa fojas 21 que "no •existe vigente en esta fecha inscripción alguna" y cuya fecha de expedi— — •ción del referido certificado, lo fue el día veintidós de enero de mil nove cientos sesenta y dos. Es esta expresión de voluntad dei Registro General de Inhibiciones lo que, aunque erróneamente de acuerdo a la realidad registral ^así cabe admitirlo de acuerdo al nuevo certificado incorporado por el tercerista a — fojas 4/5 — determinó en forma ciara la situación jurídica de las personas •que formalizaron ei referido contrato préstamo, jeto de la por io que, garantía mentado contra ei i;erios expuestos su derecho y cobrarse deudor, con es a accesorio, y también ei principal de ejecutar el bien que constituyó el ob con su venta ei crédito que indudable anterioridad en en adecuada esta decisión y se había instru aplicación a de ios cri- ios cuales la Corte, — 3C8 — forma en ardua, unánime, le confiere mayor acierto en la decisión, desde luego, de la contratación formalizada en virtud de un certificado erróneo. La buena fe de los contratantes, que prestaron consentimiento en certificado que, aunque erróneo ante la realidad registral,. ei único extremo que tenían a su alcance para adecuar su voluntad, función de era un unido al interés ce ra general de la estabilidad y firmeza de la contratación, ha que, se declare preferente el derecho de los acreedores hipotecarios pa obtener la efectividad del contrato principal de préstamo. Y ello, conduce a desestimar, tai gunda instancia, ei derecho invocado como en lo ha hecho la sentencia de se estos autos por el tercerista. luego, que está demás precisar, que quedan a salvo los dere tercerista, para reclamar aquellos de que se considere asistido,. en doble vía: la primera, contra la ejecutada, y la segunda, contra el Es tado, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 24 de la Constitución. Desde chos de ese Por esas razones, lo tablecido, además, dispuesto por las normas legales citadas y lo es Código de Proce por ei inciso 2° del artículo 732 del Suprema Corte, Falla: Confírmase la sentencia de segun perjuicio de los derechos de que se considere asistido el tercerista, para hacerlos valer en la vía y forma que corresponda. Sin san ción en los tributos de este grado. Y devuélvase. dencia Civü, la da instancia. Sin Cerdeiras, por los fundamentos Siemens Amaro. — Sánchez Rogé. expresados — y por otros. Mallo. Ministro redactor Dr. Don Emilio Siemens Amaro. • — Reyes. —