¿Qué es la literatura? La palabra deriva del latín “littera”, pero en la acepción actual aparece en el siglo XVIII. Aristóteles, cuando todavía se podía trabajar con conceptos sencillos, definió la literatura como “el arte de la palabra”. Qué se entiende por esto: • predominio de la función poética del lenguaje: se llama la atención sobre el propio lenguaje • el lenguaje literario es connotativo • supera el lenguaje literario, lucha contra los clisés, contra lo corriente y lo rutinario • el significado y el significante tienen el mismo valor e importancia: el simbolismo fónico de la palabra (rima, aliteración, juegos fónicos etc.) es fundamental • el lenguaje literario tiene una estructura; en literatura todo está estructurado, incluso cuando se hacen experimentos de desestructuración. El lenguaje estándar se basa en lo repetitivo y el literario en el uso creativo, atrayendo la atención sobre sí mismo mediante diversos mecanismos: se desvía de la norma, (extrañamiento). El problema clave queda el de establecer qué es normativo y qué es desviación de la norma: de aquí el cuestionamiento de la literariedad (el carácter literario propiamente dicho) de los textos, que preocupó a los teóricos de la literatura, especialmente a los formalistas rusos, los “nuevos críticos” de los años ’60 y los semiólogos de las últimas décadas. De las siguientes características de la literariedad que destacan los manuales de literatura ad usum Delphini, cada una podría volverse materia de debate: 1. Ausencia de vínculos con la realidad externa La lingüística pragmática define el lenguaje como un hacer. Austin introduce la teoría de los actos de habla: • Locutivo: pura verbalización, sin intención de actuar. • Ilocutivo: el lenguaje se convierte en acto. • Perlocutivo: usamos el lenguaje para que los demás hagan algo. Para Richard Ohman, la comunicación literaria es el tipo de acto del habla en el cual las fuerzas ilocutivas quedan en suspenso. La literatura imita actos de habla que no tienen capacidad de llevarse a cabo. Para una visión opuesta, ver François Rastier, “Réalisme sémantique et réalisme esthétique” (1992). 2. Carácter utópico y ucrónico: La comunicación literaria no tiene tiempo ni lugar, el mensaje se renueva cuando el lector lo pone en marcha. 3. Carácter centrífugo y pluridireccional: La comunicación normal es bidireccional (E<>R), pero la literaria no lo es ( E ). 4. Literalidad: necesidad de que el mensaje sea reproducido literalmente y no puede ser alterado. 5. Mensaje previamente formalizados: Marcas que contribuyen a aislar los mensajes literarios de los normales. Ej. Érase una vez... es la barrera entre la realidad y ficción. 6. Existencia de códigos (segundo cifrado): • Código lingüístico: nos da el significado. • Códigos semánticos: nos da el sentido, la función. • Referencial: Las palabras tienen que ir emitidas a referentes externos. • Literarios: estructuras que el lector tiene que conocer para la buena decodificación. Pueden ser genéricos (de género, novela, drama...), de época, de escuela (romanticismo, neovanguardia), de autor... Los códigos varían con el tiempo y su desconocimiento puede confundir el sentido del texto. La literatura es ficción, visión, afán de perduración y forma de comunicación. La literatura es manifestación artística, forma de conocimiento, imitación / alternativa de la realidad, ficción y autoexpresión. ¿Pero cuál es su función? Aristóteles: catarsis. Horacio: utile et dulci. Varios: instrumento de propaganda. Otros varios: literatura comprometida, que se rebela contra la sociedad y el sistema de valores que la rige, intentando sustituirlo por otro. En una obra muy lúcida, Umberto Eco observa que a partir de la segunda mitad del siglo XX, el arte se ha transformado por completo en un producto industrial al alcance del público. Éste se divide en tres niveles: Bajo (Low Brow): Consumidores de arte adocenado, no cuestionan la realidad, la dan por supuesta. Es lo que en la actualidad se conoce por cultura de masas. Ej. Telenovelas, programas del corazón... Medio (Middle Brow): Consumidores de productos low a escondidas; Consumidores de productos high con respuesta pagada (ven lo que la crítica dice que hay que ver, con lo que las obras no adquieren opiniones nuevas); Consumidores de productos falsificados, kitsch: imitaciones avaladas por nombres, premios, etc. Ej. Best seller Alto (high brow): Consumidores que poseen el conocimiento completo de los códigos. Umberto Eco observa que hay dos categorías de “críticos”: Apocalípticos, que rechazan la cultura de masas por degradada e Integrados, que consideran que es mejor una cultura degradada para todos que una cultura para unos pocos. Funciones del lenguaje según Roman Jackobson Código Referente Emisor Mensaje Receptor Canal Función Referencial (Referente): Hacemos referencia a algo del mundo real. (Madrid es la capital de España) Función Emotiva (Emisor): se expresa algo, deseo, petición... (¡Qué bonito día!). Función Conativa (Receptor): queremos que la conducta del receptor cambie, se espera algo de él. (¡Ven aquí!). Función Metalingüística (Código): Se usa el lenguaje para hablar del lenguaje. Función Fática (Canal): comprobar el medio (¿Me oyes?, Diga...) Función Poética (Mensaje): cómo se dice, para llamar la atención. Autorreferencialidad El mensaje llama la atención sobre sí mismo y produce extrañamiento (forma chocante). Hay una ausencia de referentes externos, los referentes están en el propio mensaje. Según la interpretación tradicional, la literatura es la suma de un revestimiento embellecedor; la modernidad, en cambio, y especialmente con los formalistas rusos, ve el arte literario vinculado con el extrañamiento en el arte. O sea, la obra de arte nos muestra la realidad de una forma extraña, que pone en tela de juicio nuestra percepción de la realidad “habitual”. Mejor todavía, se ponen en contacto dos realidades incompatibles Base (denotativo)+Selector (connotativo) Se ponen en contacto dos realidades incompatibles entre sí y al destruirlos surge una realidad nueva que no tiene que ver con las anteriores. Ej. Vaivén mutuo, teléfono metafísico, agua quejumbrosa, lúcida liquefacción. El estudio de la literatura entra en una nueva etapa a partir de lo que en la historia de la filosofía se llama “el giro lingüístico”: el emisor está subordinado al sistema lingüístico y no es el dueño de él. Llevando al extremo las consecuencias de esta orientación desaparecen de los conceptos tradicionales de la literatura: autor, tema, contenido / forma, para llegar a una concepción sobre el texto literario como “juego libre del significante”. Desde esta perspectiva, cobra un nuevo auge el estudio de los tropos y las figuras retóricas, la estilística, la problemática de la metáfora, metonimia, sinécdoque etc. siendo enfocadas bajo perspectivas novedosas. En breves palabras, lo esencial no es tanto identificar y hacer el recuento de las figuras retóricas, los tropos, las isotopías, sino tratar de captar la función que éstos desempeñan en el texto literario. Vínculos: http://usuarios.lycos.es/encofratasparadise/figuras_retoricas_conexion.htm http://usuarios.lycos.es/germax/Retorica/Figuras.htm