Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINAL BREVE Bradiarritmias secundarias a fármacos como causa de ingreso hospitalario. Estudio de 83 casos 50.777 Soledad Cabezón Ruiza, Juan Enrique Morán Riscoa, Alonso Pedrote Martíneza, Francisco Errazquin Sáenz de Tejadaa, Aurelio Cayuelab y Gonzalo Barón-Esquiviasa a Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. Unidad de Apoyo a la Investigación. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. España. b FUNDAMENTO Y OBJETIVO: La información sobre las bradiarritmias secundarias a fármacos (BRSF) causantes de ingresos hospitalarios es escasa. El objetivo de este trabajo fue estimar la magnitud y las consecuencias de la BRSF en nuestro ámbito. PACIENTES Y MÉTODO: Análisis retrospectivo de los pacientes con BRSF ingresados en los Servicios de Cardiología (SC) y Medicina Interna (SMI) de un hospital terciario durante dos años consecutivos. RESULTADOS: Hallamos 83 casos (edad media: 72,68 años), de los que el 75,9% correspondió a mujeres. La BRSF más frecuente fue la fibrilación auricular (FA) lenta (55,4%). Dichas BRSF se debieron a un fármaco en 41 casos y a una asociación en 42. La digoxina fue el fármaco más frecuentemente implicado (62,7%), a menudo asociada a otro fármaco (69,3%). La asociación más frecuente fue la de fármacos cronotropos negativos (58%), seguida de la de éstos con un diurético y/o inhibidor de la enzima conversiva de la angiotensina (IECA) (42,8%), condicionando insuficiencia renal y/o alteraciones del potasio. CONCLUSIONES: Las BRSF son un frecuente motivo de ingreso en personas mayores, sobre todo mujeres, a menudo debido a asociaciones farmacológicas y/o insuficiencia renal. La prevalencia de enfermedades cardiovasculares y el uso de fármacos con actividad sobre el sistema de conducción cardíaca están aumentando1. Por otro lado, la población de edad avanzada, que con frecuencia presenta varias enfermedades, tiene mayor susceptibilidad a determinadas interacciones farmacológicas al actuar sobre sistemas envejecidos2. El médico tiene la impresión de que las bradiarritmias secundarias a fármacos (BRSF) son frecuentes en la práctica clínica diaria de un hospital; sin embargo, es escasa la información al respecto en la bibliografía. Con este trabajo se pretende estimar la magnitud y las consecuencias de las BRSF en nuestro ámbito, así como establecer el perfil del paciente-caso con el objetivo de tratar de establecer unas medidas preventivas. Palabras clave: Fármacos. Frecuencia cardíaca. Ritmo. Reacción adversa a medicamentos (RAM). Pacientes y método Drug bradiarrhythmias as a cause of hospital admission. Study of 83 cases BACKGROUND AND OBJECTIVE: The frequency and circumstances associated with drugs-induced bradiarrhythmia (DB) causing hospital admission are little known. PATIENTS AND METHOD: Retrospective analyses of DB in Cardiology (CD) and Internal Medicine (IMD) Departments of a 3rd level hospital over two consecutive years. RESULTS: We detected 83 cases (mean age: 72.68, 75.9% women). Most frequent DB was slow atrial fibrillation (55.4%). DB were due to the use of one drug in 41 cases and to an association in 42 cases. Most frequently involved drug was digoxine (62.7%). DB were due to the use of one drug in 41 cases and to an association in 42 cases. Most frequently involved drug was digoxine (62.7%), which was commonly associated with another drug (69.3%). Most frequent pharmacological associations were negative chronotropic drugs (57.1%) followed by their association with a diuretic and/or an angiotensin converting enzyme inhibitor (42.8%), causing renal failure and/or potassium imbalance. CONCLUSIONS: Drugs-induced bradiarrhythmia is a frequent cause of hospital admission in aged people, especially women, and is frequently due to drugs associations and/or renal failure. Key words: Drugs. Heart rate. Pacing. ADR. Adverse drug reactions. Correspondencia: Dra. S. Cabezón Ruiz. Calvo Sotelo, 1. 41809 Albaida del Aljarafe. Sevilla. España. Correo electrónico: scabezonruiz@hotmail.com Recibido el 10-10-2002; aceptado para su publicación el 10-12-2002. 574 Med Clin (Barc) 2003;120(15):574-5 Se trata de un estudio retrospectivo llevado a cabo por dos investigadores, los cuales revisaron de forma independiente los informes de alta de los años 1999 y 2000 de los servicios de cardiología (SC) y Medicina Interna de un hospital terciario de 1.700 camas y, además, todas las historias clínicas en los pacientes fallecidos y pacientes con BRSF para la corroboración de datos. Se consideró caso a todo paciente con bradiarritmia (frecuencia cardíaca inferior a 60 lat/min, con o sin ritmos diferentes del sinusal) sintomática considerada como reacción adversa a medicamentos (RAM) que motivó el ingreso hospitalario, el cual, una vez suspendido el o los fármacos implicados y corregidas las posibles circunstancias favorecedoras, recuperó el ritmo cardíaco basal sin precisar de medidas adicionales para el mantenimiento de una frecuencia cardíaca adecuada. Se excluyeron las BRSF debidas a dosis superiores a las terapéuticas y los intentos de autólisis. Para describir las variables cuantitativas se utilizan la media (DE) y el intervalo, y para las variables categóricas, la frecuencia absoluta y relativa de cada categoría. Resultados Revisados los 8.815 informes de alta de los Servicios de Cardiología y Medicina Interna y 628 historias clínicas se detectaron 83 casos: 21 en el primero (11 en 1999, 10 en 2000) y 62 en el segundo (30 en 1999, 32 en 2000), lo que representa un 0,75 y un 0,9% de ingresos al año, respectivamente, con una estancia media de 8,2 días. La edad media (DE) de los 83 pacientes fue de 72 (10) años y 63 (75,9%) eran mujeres. El 71% eran mayores de 70 años. En la tabla 1 se recogen la enfermedad por la que se les indicó el tratamiento que causó la bradicardia, las manifestaciones clínicas y las medidas utilizadas en aquellos pacientes que las precisaron. Las manifestaciones clínicas más frecuentes en el momento del ingreso fueron: presíncope (42,2%), síncope (25,3%) e insuficiencia cardíaca descompensada (19,3%). Catorce pacientes precisaron monitorización en la unidad de cuidados intermedios, y uno requirió estimulación cardíaca transitoria. Otro paciente precisó hemodiálisis por hiperpotasemia crítica. Las BRSF detectadas fueron: FA lenta en el 55,4% de los casos, bradicardia sinusal en el 33,7% (asociada a bloqueo auriculoventricular [BAV] de primer grado en el 25% de éstos), BAV de segundo grado en el 2,4% y de tercero en el 8,4%. En la tabla 2 se recogen el electrocardiograma (ECG) basal y los fármacos que los pacientes utilizaban en el momento del ingreso, así como las enfermedades coexistentes que se relacionan con la sobredosificación. Cuarenta y un pacientes (49,4%) tomaban un solo fármaco y 42 (50,6%) utilizaban una asociación farmacológica. El fármaco más frecuentemente implicado TABLA 1 Características basales de los 83 pacientes Características Edad (años) < 65 65-69 ≥ 70 Mujeres Indicación clínica Hipertensión arterial Fibrilación auricular Cardiopatía isquémica Valvulopatía Glaucoma Miocardiopatía dilatada Manifestaciones clínicas Presíncope Síncope Insuficiencia cardíaca descompensada Cortejo vegetativo Angina inestable secundaria Fallecimiento Medidas Seguimiento Hemodiálisis Marcapasos transitorio N.o % 11 13 59 63 13,3 15,7 71 75,6 58 52 26 7 4 1 69,8 62,3 31,3 8,4 4,8 1,2 35 21 42,2 25,3 16 6 4 1 19,3 7,2 4,8 1,2 14 1 1 16,9 1,2 1,2 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CABEZÓN RUIZ S, ET AL. BRADIARRITMIAS SECUNDARIAS A FÁRMACOS COMO CAUSA DE INGRESO HOSPITALARIO. ESTUDIO DE 83 CASOS de forma global fue la digoxina, presente en 52 casos (62,7%), asociada a otros fármacos con directa o potencial actividad cronotropa negativa en 36 de estos 52 casos (69,3%), refiriéndose esta última a aquellos fármacos con capacidad para interaccionar con la función rena determinando fallo de la misma y/o alteraciones electrolíticas. Las concentraciones plasmáticas se encontraban por encima del intervalo terapéutico (inferior a 2,2 µg/ml) en 27 de los 52 casos (51,9%), coexistiendo insuficiencia renal (creatinina superior a 1,4 mg/dl) en 12 de éstos (44,4%). La asociación farmacológica más frecuente fue la compuesta por fármacos cronotropos negativos, detectada en 24 casos (57,1%); por dos de ellos en 18 (75%), por tres en 5 (20,8%) y por 4 en uno (4,2%), siendo las combinaciones farmacológicas muy variables. Entre los factores asociados destacó la insuficiencia renal, presente en 15 casos (18,1%), en 13 de los cuales (86,7%) no se conocía previamente, debiéndose a diuréticos en 7 casos, a inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina (IECA) en 4 y a la asociación de ambos en dos. La hiperpotasemia no secundaria a insuficiencia renal se detectó en 4 casos, en tres debido a IECA y en un caso a espironolactona. Otro factor coadyuvante detectado fue el hipotiroidismo en 5 casos. En 4 casos se detectaron bloqueadores beta de uso tópico (carteolol en uno y timolol en 3), interaccionando en tres de ellos con un segundo fármaco con actividad cronotropa negativa. Discusión El incremento de la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y, con ello, el uso de fármacos con actividad sobre el sistema cardiovascular pueden explicar la importancia de las RAM secundarias a éstos2,3. Este estudio, probablemente uno de los primeros sobre BRSF como motivo de ingreso hospitalario en nuestro medio, al igual que en el grupo de Haase et al4, pone de manifiesto cómo las BRSF constituyen una frecuente RAM, que a menudo llega a causar el ingreso hospitalario, especialmente en personas de edad avanzada. En esta población, como se desprende de los resultados presentados, con frecuencia concurren varias entidades clínicas como la hipertensión arterial, la FA y la cardiopatía isquémica, por las que tienen prescritos varios fármacos con actividad sobre el sistema de conducción cardíaco. Por otra parte, esta población presenta una mayor susceptibilidad a las interacciones farmacológicas2,3, lo que TABLA 2 Características de las bradiarritmias secundarias a fármacos en los 83 pacientes Características N.o % Bradiarritmias FA lenta Bradicardia sinusal (+ BAV primer grado) BAV segundo grado BAV tercer grado 28 (7) 33,7 (25) 2 2,4 7 8,4 Electrocardiograma basal FA Ritmo sinusal BAV primer grado Bloqueo de rama 52 31 13 6 62,3 37,3 15,7 7,2 Fármacos Un solo fármaco Digoxina* Antagonistas del calcio Bloqueadores beta Amiodarona Diuréticos 41 16 12 11 1 1 49,4 39 29,3 26,8 2,4 2,4 Asociaciones farmacológicas 42 Fármacos cronotropo (–)** 24 Fármaco cronotropo (–) + diuréticos y/o IECA 18 50,6 57,1 Factores asociados Insuficiencia renal Hipotiroidismo Hiperpotasemia 46 15 5 4 55,4 42,8 18,1 6 4,8 *La digoxina fue el fármaco más frecuentemente implicado, presente en el 62,7% de los casos, asociada a un segundo fármaco cronotropo negativo en el 69,3% de éstos. **Cronotropo (-): cronotropo negativo. IECA: inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina; FA: fibrilación auricular; BAV: bloqueo auriculoventricular. podría deberse a la acción de estos fármacos sobre sistemas envejecidos. El sexo femenino en este trabajo presenta, coincidiendo con datos recientes del estudio DIG5, una alta frecuencia de BRSF, aunque desconocemos la explicación de este hallazgo. Esto podría deberse a que la mujer necesite dosis menores de las que habitualmente se recomiendan, determinadas por lo general a partir de estudios de población predominantemente masculina. En consonancia con el hecho de que en los países desarrollados la digoxina constituye uno de los fármacos más prescritos en el ámbito cardiovascular, en este trabajo también se detecta un especial protagonismo de este fármaco en el desarrollo de BRSF, con frecuencia asociado a otros fármacos cronotropos negativos. La población de edad avanzada, a la que frecuentemente se le prescribe6, presenta especial predisposición a la toxicidad por digoxina, la cual puede variar entre los pacientes, no siendo siempre necesarias cifras de digoxinemia por encima del intervalo terapéutico para que se produzcan efectos secundarios7. Del mismo modo, la disminución del aclaramiento hepático y renal, asimismo frecuente en personas de avanzada, de los antagonistas del calcio no dihidropiri- dínicos y los bloqueadores beta pueden condicionar que no sean necesarias dosis altas de los mismos para originar bradiarritmias8-10. Este trabajo, al ser retrospectivo, no permite conocer la incidencia real de las BRSF, aunque sí estimar la frecuencia y trascendencia del problema. Del mismo modo, al no haberse revisado la totalidad de las historias clínicas de los servicios analizados puede que se esté infraestimando la verdadera frecuencia de las BRSF como motivo de ingreso hospitalario. Sin embargo, los autores consideran que los datos aportados reflejan la importancia del problema. Por otro lado, este trabajo también permite definir el perfil del paciente susceptible de desarrollar una BRSF, especialmente las de mayor entidad clínica como para causar un ingreso hospitalario. No obstante, estos datos podrían extrapolarse a otras áreas como atención primaria, ámbito probablemente clave en la instauración de medidas de prevención como son evitar las asociaciones farmacológicas, realización de un ECG y análisis de la función renal de forma periódica, sobre todo en las mujeres. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Marruga J, Elosua R, Gil M. Epidemiología de la enfermedad coronaria. Síndromes coronarios agudos. Barcelona: Doyma, 1999; p. 55-126. 2. Doucet J, Chassagne P, Trivalle C, Landrin I, Pauty MD, Kadri N, et al. Drug-drug interactions related to hospital admissions in older adults: a prospective study of 1000 patients. J Am Geriatr Soc 1996;44:944-8. 3. Muñoz MJ, Ayani I, Rodríguez-Sasiain JM, Gutiérrez G, Aguirre C. Monitorización en un servicio de urgencias de reacciones adversas causadas por medicamentos en niños y adultos. Med Clin (Barc) 1998;111:92-4. 4. Haase G, Pietzsch M, Fahnrich A, Voss W, Riethling AK. Results of a systemic adverse drug reaction (ADR)-screening concerning bradycardia caused by drug interactions in departments of internal medicine in Rostock. Int J Clin Pharmacol Ther 2002;40:116-9. 5. Rathore SS, Wang Y, Krumholz HM. Sex-based differences in the effect of digoxin for the treatment of heart failure. N Engl J Med 2002;347: 1403-11. 6. Lucena González ML, García Domínguez MD, Andrade Bellido RJ, Hidalgo Sánchez R, Ramírez Torres JM, Sánchez de la Cuesta F. Análisis de prescripciones farmacológicas en 500 pacientes geriátricos. Med Clin (Barc) 1992;98: 329-32. 7. Passmore AP, Johnston GD. Digoxin toxicity in the aged. Characterising and avoiding the problem. Drugs Aging 1991;1:364-79. 8. Spaulding C, Bananes L, Weber S. Pharmacological and therapeutic basis for combined administration of beta blockers and calcium channel blockers in the treatment of stable chronic angina. Br J Clin Pract 1997;88(Suppl):17-22. 9. MarKham A, Brogden RN. Diltiazem. A review of its pharmacology and therapeutic use in older patients. Drugs Aging 1993;3:363-90. 10. Robles NR, García Díaz MC, Fernández Mora G, Sánchez Casado E. Intoxicación por verapamilo de liberación lenta en un enfermo urémico. Med Clin (Barc) 1992;99:741-2. Med Clin (Barc) 2003;120(15):574-5 575