VIII Área Empresarial VIII Contenido Informe especial Principales características de la fianza GLOSARIO empresarial VIII-1 VIII-4 Ficha Técnica Autor:Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título:Principales características de la fianza Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 231 - Segunda Quincena de Mayo 2011 1.Introducción Las garantías son aquellos mecanismos que permiten respaldar el cumplimiento de una obligación asumida por una persona. El sentido de contar con una garantía es que en caso la obligación no sea cumplida por el deudor, el acreedor pueda obtener el cobro de su crédito a través de la ejecución de una garantía sobre uno o varios bienes del propio deudor o de un tercero. La clasificación más tradicional que se aplica a las garantías es aquella que distingue a las garantías personales de las garantías reales. Esta clasificación se efectúa en función de la naturaleza de los bienes sobre los que recae la garantía. En el caso de las garantías personales, estamos frente a aquellas garantías que recaen sobre la totalidad del patrimonio de la persona que las constituye (garante), de tal manera que, si se procediera a ejecutar la garantía, el garante deberá responder con todos sus bienes hasta que se alcance a cubrir la obligación puesta a cobro. Entre las garantías personales encontramos a la fianza y al aval. El segundo tipo de garantías, las reales, comprende a aquellas garantías en las cuales se otorga en garantía uno o varios bienes de manera específica, por lo que, la ejecución de la garantía únicamente alcanzará al bien o bienes gravados mas no al resto del patrimonio del garante. Entre las garantías reales encontramos a la prenda y a la hipoteca. En el presente informe, analizaremos una de las garantías de mayor uso en las operaciones comerciales, la fianza. N° 231 Segunda Quincena - Mayo 2011 2. Definición de fianza Como ya dijimos, la fianza es una garantía de carácter personal, constituida con la finalidad de respaldar el cumplimiento de una obligación asumida por la persona garantizada. Un elemento primordial de la fianza radica justamente en la distinción que debe existir entre el obligado principal y el garante o fiador. En efecto, al tratarse de una garantía personal el sentido de ésta es que el fiador respalde con su patrimonio el cumplimiento de la obligación principal, por lo que, si la fianza fuese constituida por el mismo obligado principal, el acreedor, en buena cuenta, no contaría con garantía alguna. Ahora bien, el Código Civil peruano define al contrato de fianza en el artículo 1868° como aquel contrato por el cual “(...) el fiador se obliga a cumplir determinada prestación, en garantía de una obligación ajena, si ésta no es cumplida por el deudor. La fianza puede constituirse no sólo en favor del deudor sino de otro fiador”. Nótese que el texto del Código Civil señala con claridad la distinción que debe existir entre el deudor de la obligación principal y el fiador, cuando señala que el fiador se obliga a cumplir determinada prestación, en garantía de una obligación ajena. Del texto trascrito del Código Civil podemos desprender otro elemento interesante de la fianza. El fiador puede garantizar al deudor de la obligación principal como también a otro fiador, es decir, garantizar el cumplimiento de la obligación a la que se hubiera comprometido un primer fiador. principal o, en caso se incumpliera con ésta, frente a quien deberá cumplir el fiador. b. El fiador. Es aquel que se obliga a garantizar, con todo su patrimonio, el cumplimiento de la obligación principal. De acuerdo a lo expresado anteriormente, deberá ser un sujeto distinto al deudor. c. El deudor. Según hemos explicado, no es un sujeto indispensable en el contrato de fianza, pero es común que intervenga en él. Como es evidente, el deudor es el obligado al cumplimiento de la obligación principal. 4. Requisitos de validez Para que el contrato de fianza sea celebrado de manera válida y pueda surtir todos sus efectos, existen requisitos de validez que deben ser cumplidos. De manera general, deben cumplirse los requisitos de validez requeridos para cualquier contrato, como son sujetos capaces, objeto física y jurídicamente posible, fin lícito y la observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad. Asimismo, el Código Civil establece en su artículo 1871º que el contrato de fianza debe ser celebrado de forma escrita, pues de lo contrario carecería de validez. La forma escrita exigida debe ser entendida como cualquier forma de documento en el que conste la fianza, por lo que no es necesaria la legalización de las firmas de los intervinientes ni mucho menos que el documento sea elevado a escritura pública. Los sujetos intervinientes en el contrato de fianza son los siguientes: Tratándose de personas jurídicas, sus representantes legales pueden constituir fianzas siempre que cuenten con facultades expresas para tal efecto1. a. El acreedor. Es la persona a favor de quien se debe cumplir la obligación 1 Artículo 1870°.- Fianza de personas jurídicas Los representantes de las personas jurídicas pueden otorgar fianza en nombre de sus representados, siempre que tengan poder suficiente. 3. Sujetos intervinientes Informe Especial Principales características de la fianza Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial 5. Cobertura de la fianza Como resulta lógico, la fianza debe otorgar la suficiente cobertura como para que el acreedor pueda obtener el cobro de la deuda en caso que el deudor incumpla con su obligación. Claro está, que tratándose de una garantía real, como la prenda o la hipoteca, es relativamente sencillo determinar si la cobertura de la garantía es suficiente o no, pues bastará con establecer el valor del bien prendado o hipotecado y comprobar si ese valor es, por lo menos, igual al valor de la deuda, aunque lo ideal es que sea superior. Pero qué sucede en el caso de la fianza, en el que la garantía se otorga sobre la totalidad del patrimonio del fiador, el cual puede variar en el tiempo, ya que es posible que el fiador disponga de su patrimonio con total libertad. Frente a esta posibilidad, el acreedor tiene derecho a que el deudor sustituya al fiador si es que el patrimonio de éste se ve reducido en tal medida que no sea suficiente para cubrir el valor de la deuda. También es posible que la fianza sea sustituida por otro tipo de garantía, como una hipoteca o una prenda. Pero si el deudor no sustituye al fiador o no cubre la obligación con otra garantía suficiente, el acreedor tiene derecho a exigir el cumplimiento inmediato de la obligación, sin importar los plazos pactados2. Ahora veamos la situación del fiador. En la medida que el fiador se obliga a garantizar el cumplimiento de la obligación del deudor, es natural que su obligación no deba ir más allá que la del deudor. En efecto, el fiador queda obligado únicamente a cumplir con aquello a lo que se hubiera comprometido expresamente, sin que dicha obligación pueda ser mayor que la del deudor. Si por algún motivo se establece la fianza por montos mayores a los de la obligación principal, sólo será exigible el cumplimiento de la garantía hasta el límite de la obligación principal3. 6. Formas en que puede ser otorgada la fianza En el contrato de fianza pueden incluirse una serie de pactos o acuerdos mediante los cuales se puede dotar a la fianza de características que favorezcan al acreedor o al fiador. Así, la fianza puede ser otorgada con las siguientes características: 2 Artículo 1877°.- Insolvencia del fiador Cuando el fiador ha devenido insolvente, el deudor debe reemplazarlo por otro que reúna los requisitos establecidos en el artículo 1876°. Si el deudor no puede dar otro fiador o no ofrece otra garantía idónea, el acreedor tiene derecho a exigir el cumplimiento inmediato de la obligación. 3 Artículo 1874°.- Exceso en la obligación del fiador Si se produce el exceso a que se refiere el artículo 1873°, la fianza vale dentro de los límites de la obligación principal. VIII-2 Instituto Pacífico a. Fianza limitada. La fianza limitada es aquella en la que se ha establecido un límite a la prestación del fiador, ya sea en cuanto al monto o a los conceptos que han sido garantizados. Por ejemplo, supongamos que el deudor mantiene frente a su acreedor una deuda por US$1,000 que se encuentra garantizada por una fianza. La fianza es limitada cuando el fiador se obliga a garantizar el pago de la suma de US$1,000, es decir, una cantidad determinada. De esta manera, si como consecuencia del cobro de la deuda se han generado intereses, gastos u otros conceptos, el fiador únicamente responderá por la suma de US$1,000 a la que se ha obligado, por lo que el acreedor deberá requerir al deudor el pago del exceso que se pueda haber generado. Como ya dijimos, la fianza también se puede limitar no en su monto sino con respecto a los conceptos garantizados. En el ejemplo anterior, el fiador puede obligarse a garantizar el pago del capital de la deuda y de los intereses, mas no de los gastos y costos de la cobranza. De esta manera, el fiador estará obligado a pagar el monto equivalente al capital más los intereses generados pero no los gastos y costos de cobranza, los cuales deberán ser requeridos al deudor. b. Fianza ilimitada. Éste es el caso en el que la fianza no ha sido limitada en su monto ni en los conceptos garantizados, por lo que, ante el caso descrito anteriormente, el fiador tendría que responder incluso por los gastos, intereses y demás conceptos que el deudor tuviera que pagar y sin importar la suma a la que asciendan. Pero, como explicáramos en un punto anterior, el fiador no estará obligado a pagar más de lo que deba pagar el deudor. c. Fianza con beneficio de excusión4. El beneficio de excusión implica que el fiador tiene derecho a que el acreedor deba requerir el pago de la deuda primero al deudor, de tal manera que si éste tiene bienes con los que cubrir la deuda, el fiador no estará obligado a pagarla. Cuando hablamos de bienes del deudor, nos referimos a bienes que se encuentren dentro del territorio nacional, que sean susceptibles de ser ejecutados y cuyo valor alcance el monto de la deuda. Si esto no fuera así, entonces el acreedor podrá exigir el pago de la deuda al fiador. Debe tenerse en cuenta también que el beneficio de excusión no procede 4 Artículo 1879°.- Beneficio de excusión El fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacerse antes excusión de los bienes del deudor. Artículo 1880°.- Oponibilidad de beneficio de excusión Para que el fiador pueda aprovecharse del beneficio de la excusión, debe oponerlo al acreedor luego que éste lo requiera para el pago y acreditar la existencia de bienes del deudor realizables dentro del territorio de la República, que sean suficientes para cubrir el importe de la obligación. en los casos en que el fiador haya renunciado expresamente a dicho beneficio, cuando se ha obligado en forma solidaria con el deudor o cuando el deudor es declarado en quiebra. d. Fianza sin beneficio de excusión. Cuando la fianza es otorgada sin beneficio de excusión quiere decir que el acreedor podrá requerir el pago de la deuda al fiador sin necesidad de recurrir primero al deudor, por lo que el fiador deberá pagar la deuda sin importar que el deudor posea bienes suficientes para cubrirla. e. Fianza con plazo determinado. Además del monto, la fianza también puede ser limitada por su plazo de duración. Cuando existe un plazo determinado, la fianza podrá ser ejecutada por el acreedor hasta quince días después del vencimiento del plazo pactado. Para tal efecto, el requerimiento del acreedor deberá realizarse por la vía notarial o judicial. Si dicho requerimiento no es efectuado dentro del plazo de quince días referido, el fiador no estará obligado a cumplir con la garantía. f. Fianza con plazo indeterminado. Cuando la fianza es constituida sin un plazo determinado, el fiador puede requerir al acreedor para que haga efectiva la fianza. El acreedor podrá ejecutar la fianza dentro de los treinta días siguientes a la comunicación del fiador, si no lo hace dentro de ese plazo o si desiste del cobro, el fiador no estará obligado a cumplir con su obligación. 7. Situaciones especiales de la fianza Ahora bien, además de las formas en que puede ser emitida la fianza, existen algunas situaciones que requieren de la aplicación de reglas específicas previstas en el Código Civil. 7.1.Pluralidad de fiadores No existe inconveniente alguno en que un deudor sea garantizado por varios fiadores. En tal caso, cada fiador responderá en los términos en los que se haya obligado, por lo que asumiendo que cada uno se hubiera obligado por el íntegro de la obligación, el acreedor podrá exigirle a cualquiera de ellos o a todos ellos, el cumplimiento del total de la deuda. Sin embargo, es posible que los fiadores hayan pactado el beneficio de la división, en cuyo caso, podrán oponer contra el requerimiento del acreedor, que la acción sea reducida al monto correspondiente a cada fiador y no al total de la deuda. Así también, cuando uno de los fiadores haya cumplido con el pago de la deuda N° 231 Segunda Quincena - Mayo 2011 Área Empresarial garantizada, tendrá derecho a exigirle a los demás cofiadores el pago de la obligación por la parte que les corresponda. 7.2.Indemnización para el fiador Producida la ejecución de la fianza, el fiador tendrá derecho a ser indemnizado por el deudor garantizado. Esta indemnización debe cubrir el monto de la deuda pagada por el fiador, el interés legal generado desde el momento en que se le comunicó al deudor el pago de la deuda, los gastos ocasionados al fiador y cualquier otro daño o perjuicio que acredite el fiador. Sin embargo, el fiador pierde el derecho a la indemnización cuando habiendo pagado la deuda no se lo comunique al deudor y éste, por el desconocimiento, también pague la deuda al acreedor. En tal caso, el fiador podrá repetir el pago contra el acreedor. 7.3.Acciones del fiador contra el deudor El fiador, antes de cumplir con la fianza, puede accionar contra el deudor para que éste lo releve o, en su defecto, presente garantía suficiente para asegurar el derecho de subrogación que le correspondería en el caso de pagar la deuda. Este derecho del fiador se puede ejercer en los siguientes casos: • Cuando el deudor es citado judicialmente para el pago. • Cuando el deudor deviene insolvente o realiza actos tendientes a la disminución de su patrimonio. • Cuando el deudor se obligó a relevarlo de la fianza dentro de un plazo determinado y éste ha vencido. • Cuando la deuda se ha hecho exigible. 7.4.Liberación del fiador Además de los casos en los que la fianza no sea ejecutada en los plazos y condiciones pactadas y previstas por los artículos 1898°5 y 1899°6 del Código Civil, existen otros supuestos que generan la liberación del fiador. Así, el fiador queda liberado de responsabilidad si el acreedor acepta en dación en pago del deudor un bien, aunque luego pierda dicho bien por evicción. Se libera también el fiador si el deudor prorroga la vigencia de la obligación 5 Artículo 1898°.- Fianza por plazo determinado El fiador que se obliga por un plazo determinado, queda libre de responsabilidad si el acreedor no exige notarial o judicialmente el cumplimiento de la obligación dentro de los quince días siguientes a la expiración del plazo, o abandona la acción iniciada. 6 Artículo 1899°.- Fianza sin plazo determinado Si la fianza se ha otorgado sin plazo determinado, puede el fiador pedir al acreedor que cuando la deuda sea exigible, haga efectivo su derecho y demande al deudor. Si el acreedor no ejercita ese derecho en el plazo de treinta días después de requerido o si abandona el procedimiento, el fiador queda libre de su obligación. N° 231 Segunda Quincena - Mayo 2011 frente al acreedor, sin contar con la autorización del fiador. El fiador también se libera de responsabilidad cuando su derecho de subrogación se vea afectado por actos realizados por el acreedor, pues ello implica que de cumplir con la fianza, no podría repetir contra el deudor y los demás obligados. La fianza se extingue también en el caso de consolidación entre el deudor y el fiador. Debe tenerse en cuenta que esta consolidación no libera de responsabilidad al subfiador. 7.5.Documentos que no constituyen fianza Aunque la evaluación de los efectos de un documento debe realizarse en función de lo expresado en él, las normas del Código Civil establecen de manera general que en el caso de los documentos que constituyen cartas recomendación o en los que se asegure o certifique la solvencia de una persona, no constituyen una fianza. 8. Sobre la carta fianza o fianza bancaria La denominada Carta Fianza no es otra cosa que una fianza otorgada por una entidad bancaria. Por lo demás, sus requisitos, características y demás elementos son regulados por el Código Civil, siendo de aplicación todos los elementos descritos en los puntos anteriores. Las únicas disposiciones específicas para las fianzas bancarias o cartas fianza se encuentran contenidas en el inciso 4 del artículo 217° y en el inciso 6 del artículo 221° de la Ley Nº 26702 – Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros. Estos artículos disponen que las garantías otorgadas por las entidades bancarias a favor de terceros no podrán ser de carácter ilimitado. Por ello, todas las fianzas bancarias son emitidas de manera limitada en cuanto a su monto y plazo de vigencia. Lo interesante de la fianza bancaria o carta fianza es que resulta ser una garantía sumamente confiable para cualquier acreedor, dada la solvencia del fiador, es decir, del banco. Por este motivo, las cartas fianza son preferidas no sólo para garantizar las operaciones comerciales entre entidades privadas, sino también en las operaciones que se realizan entre entidades privadas y las diversas entidades del Sector Público, como en los procesos de contratación con el Estado, en el otorgamiento de licencias o concesiones, entre otros. Además, el atractivo de las fianzas bancarias es que, normalmente, son emitidas VIII con carácter solidario, sin beneficio de excusión y de ejecución inmediata al sólo requerimiento del acreedor. 9. Sobre el aval Una figura que produce muchas confusiones con la fianza es la del aval. Incluso coloquialmente, se suele designar a ambas figuras de la misma forma, como si fuera lo mismo un fiador que un aval. Sin embargo, se trata de figuras distintas, cada una con sus propias reglas y características. El aval es una garantía personal que se otorga y consta en un título valor. Se trata, al igual que la fianza, de una garantía de carácter personal, pero que se incorpora únicamente en un título valor, por lo que su finalidad corresponde sólo a garantizar las obligaciones incorporadas en el título valor en el que se ha incorporado y no es aplicable a otro tipo de actos jurídicos y obligaciones. Como tal, el aval se encuentra regulado por la Ley Nº 27287 – Ley de Títulos Valores. Al respecto, el artículo 57° de dicha Ley señala lo siguiente: “Artículo 57°.- Aval Con excepción del obligado principal, el aval puede ser otorgado por cualquiera de los que intervienen en el título valor o por un tercero. En el caso de ser uno de los intervinientes, éste debe señalar en modo expreso su adicional condición de avalista”. El aval se incorpora entonces en el título valor para respaldar el cumplimiento de las obligaciones señaladas en él. 9.1.Características • El aval se constituye en el anverso o en el reverso del título valor o en hoja adherida a él. • Para la constitución del aval, se debe señalar el nombre de la persona avalada, el nombre, número de documento de identidad, domicilio y firma del aval y consignar la cláusula “aval” o “por aval”. • Si la garantía se constituye en el anverso del documento, se podrá prescindir de la cláusula “aval” o “por aval”. • Asimismo, cuando no se señale expresamente a la persona avalada, se entiende que el aval es constituido a favor del obligado principal del título valor o, si fuera el caso, del girador. • A falta de indicación del domicilio del avalista, se presume que domicilia para todos los fines de ley respecto al ejercicio de las acciones derivadas del título valor, en el mismo domicilio de su avalado o, en su caso, en el lugar de pago. • De la misma manera, si no se indica el monto avalado, se entiende que el Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial aval se constituye por el monto total del título valor. 9.2.Responsabilidad del aval Existen algunas diferencias fundamentales entre la figura de la fianza y la figura del aval. Como hemos señalado anteriormente, la fianza puede ser emitida con distintas condiciones, en forma limitada o ilmitada, con o sin beneficio de excusión, a plazo determinado o indeterminado. El aval sólo puede ser emitido en una forma, sin condiciones ni estipulaciones distintas a las señaladas en el propio título valor para la obligación avalada. Por lo tanto, el avalista se obliga en el mismo modo que el obligado avalado, sin admitir pacto distinto. En tal sentido, el avalista no tiene beneficio de excusión, y puede ser obligado al pago del título valor en el mismo orden que el obligado avalado. El avalista está obligado a responder por las obligaciones garantizadas incorporadas en el título valor, aun cuando la obligación causal que dio origen al título valor fuera nula. Aunque el avalista sí quedaría liberado en los casos de defectos en la emisión del título valor que lo invaliden. Como sabemos, la obligación causal es la que da origen al título valor, como puede ser un contrato de mutuo o de compraventa. Siendo así, la responsabilidad del aval se mantiene sin importar que el contrato del cual se deriva el título valor sea nulo, pues al igual que el título valor, el aval existe en forma autónoma. Esto también implica que el avalista no puede oponer los medios de defensa personales que le corresponden al obligado avalado. La responsabilidad del avalista se extiende por el plazo de duración o vigencia de la obligación garantizada, de acuerdo a lo expresado en el título valor. Ello implica que si el título valor es renovado, se requerirá de la VIII-4 Instituto Pacífico intervención del avalista para renovar también la duración del aval. Sin embargo, el avalista también puede otorgar su garantía en forma indefinida o permanente, en cuyo caso su intervención no será necesaria para la renovación del título valor, pues su garantía continuará vigente. Para tal efecto, se deberá indicar la cláusula “aval indefinido” o “aval permanente”. Tampoco será necesaria la intervención del avalista ni la cláusula de “aval indefinido” o “aval permanente”, cuando se haya consignado en el título valor la cláusula de prórroga automática prevista en el artículo 49°7 de la Ley de Títulos Valores. 9.3.Subrogación del aval En el caso en que el aval sea ejecutado y se requiera el pago al avalista, éste se subroga en el tenedor o acreedor 7 Artículo 49°.- Prórroga sin intervención del obligado 49.1 El plazo de vencimiento de los títulos valores puede prorrogarse en la fecha de su vencimiento o aun después de él, siempre que: a) el obligado que admitió tal prórroga haya otorgado su consentimiento expreso en el mismo título valor; b) no se haya extinguido el plazo para ejercitar la acción derivada del título valor a la fecha en que se realice la prórroga; y, c) el título valor no haya sido protestado o no se haya obtenido la formalidad sustitutoria, de ser el caso. 49.2 Las prórrogas surtirán plenos efectos por el sólo mérito de la consignación del nuevo plazo de vencimiento que deje el tenedor en el mismo título, firmando dicha prórroga o prórrogas que conceda. 49.3 El cómputo del plazo de prescripción de la acción cambiaria se reinicia a partir de la fecha de vencimiento de cada una de las prórrogas. 49.4 La cláusula de prórroga acordada con el obligado principal en oportunidad de la emisión o aceptación del título surte sus efectos inclusive frente a los obligados solidarios o garantes que hubieren intervenido en el título que consigne dicha cláusula, así como frente a quienes intervengan en el título valor luego de las prórrogas. 49.5 Procederá la revocatoria de esta cláusula siempre que el obligado principal o el obligado solidario o sus garantes dirijan una carta notarial al tenedor, señalándole que no conceda más prórrogas, desde la fecha de recepción de dicha comunicación notarial, en cuyo caso el tenedor deberá comunicarle la fecha de vencimiento que tenga el título valor, quedando impedido de prorrogarlo. La inobservancia de esta obligación por parte del tenedor no afecta los derechos de tercero de buena fe, encontrándose en ese caso el obligado que dirigió la comunicación notarial facultado a realizar el pago antes de la fecha de vencimiento consignado en el título. 49.6 Además de observar los requisitos señalados en el primer párrafo del presente artículo, el tenedor sólo podrá prorrogar a fecha fija y por el mismo importe original del título valor o monto menor, más reajustes, intereses y comisiones pertinentes según las condiciones que consten en el mismo documento. Efectuada la prórroga queda facultado a comunicar el nuevo vencimiento al obligado principal, obligados solidarios y garantes que hubiere; y, a requerimiento de éstos, deberá informarles de las prórrogas que conceda. del título valor y adquiere todos los derechos, garantías y acciones que correspondan contra el obligado principal y los obligados a favor de éste, según lo expresado en el título valor. Ahora bien, no debemos confundirnos y asumir que no se puede constituir una fianza en un título valor. En realidad, se pueden constituir ambas garantías personales, tanto el aval como la fianza. Lo que debemos tener en cuenta, como ya lo habíamos señalado, es que el aval sólo puede ser constituido en un título valor, en tanto que la fianza puede ser constituida para toda clase de obligaciones. Por lo tanto, también puede constituirse una fianza para respaldar el cumplimiento de un título valor. Para tal fin, la fianza, al igual que el aval deberá constar en el título valor. La fianza así constituida, tendrá la característica de solidaria y sin beneficio de excusión, salvo que en el propio título se haya señalado lo contrario. Como se puede apreciar, en el caso de la fianza sí es posible establecer el beneficio de excusión, lo que no es posible para el caso del aval. El fiador del título valor queda obligado en los mismos términos y plazos que el afianzado. Pero a diferencia del aval, el fiador sí puede oponer los medios de defensa que le corresponden al afianzado contra el acreedor. 10.Precisiones finales Como hemos visto, la fianza es una alternativa interesante cuando buscamos la forma de garantizar el cumplimiento de una obligación, pero la determinación de una garantía eficaz dependerá de varios factores, como el tipo de operación, las necesidades de los sujetos intervinientes, la naturaleza de los bienes, entre otros. Cada situación debe ser analizada con detenimiento a fin de elegir la garantía que protegerá de manera efectiva nuestros intereses y que no entorpezca la celebración de los negocios. N° 231 Segunda Quincena - Mayo 2011