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CONSUMOCOETICOR RECIBE NUMEROSAS QUEJAS POR LOS
APAGONES TRAS LOS FUERTES VIENTOS DE LA SEMANA PASADA
La entidad concluye que la empresa suministradora de la energía eléctrica debe
responder por todos los daños ocasionados
A CORUÑA, 31 de enero de 2009.- ConsumoCoeticor ha atendido en los últimos días
múltiples reclamaciones de ciudadanos en relación con los daños y perjuicios
ocasionados por la falta de suministro eléctrico y los apagones que provocaron los fuertes
vientos registrados en la comunidad autónoma los días 23, 24 y 25 de enero. Los
servicios jurídicos de la entidad han elaborado un informe para conocer las posibilidades
de resarcimiento que tienen los usuarios. El documento concluye que la empresa
suministradora debe responder por todos los daños ocasionados ante la falta o la
defectuosa prestación del suministro eléctrico que han sufrido los consumidores y
usuarios.
El fenómeno atmosférico, como es bien conocido, provocó que numerosos ciudadanos
sufrieran la falta de suministro eléctrico, apagones y bajadas de tensión. Los usuarios
reflejan en sus demandas consecuencias como haber pasado un fin de semana sin
calefacción, sin luz, sin agua caliente, sin teléfono, sin ascensor y sin cocina. También
hay numerosas demandas referidas a la pérdida de alimentos guardados en el
congelador y daños en aparatos eléctricos que estaban funcionando, entre otros
problemas.
La Oficina de Consumo de Coeticor concluye que en este caso puede aplicarse el artículo
1101 y siguientes del Código Civil que regulan la responsabilidad contractual y la Ley
General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios del año 2007, que establece la
responsabilidad civil por bienes o servicios defectuosos. Los afectados podrían acudir al
cauce del arbitraje de consumo, pero esta vía no es posible en este caso porque las
compañías eléctricas no están adheridas a este sistema. Sí tienen a su disposición los
afectados la acción jurisdiccional civil ordinaria.
Según la Ley de Consumidores, los prestadores de servicios son responsables de los
daños y perjuicios causados a los consumidores y usuarios, salvo que prueben que han
cumplido las exigencias y requisitos reglamentariamente establecidos y los demás
cuidados y diligencias que exige la naturaleza del servicio. Así se establece una inversión
de la carga de la prueba, es decir, es el empresario el que tiene la obligación de probar su
actuación diligente, mientras que al reclamante le corresponde probar la existencia del
daño y el nexo causal entre el deficiente servicio y los daños ocasionados.
El artículo 148 de la misma Ley establece un régimen específico de responsabilidad
objetiva cuando se trata de bienes o servicios que reglamentariamente deban ofrecer una
garantía de determinados niveles de eficacia o seguridad, en condiciones objetivas de
determinación, y supongan controles técnicos, profesionales o sistemáticos de calidad,
hasta llegar en debidas condiciones al consumidor y usuario. Se consideran como tales
los servicios sanitarios, los de gas y electricidad y los relativos a medios de transporte. La
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Ley señala que se responderá por los daños originados en el correcto uso de tales
servicios.
El Código Civil, por su parte, establece la responsabilidad de las empresas
suministradoras en casos como el que nos ocupa: daños causados por incumplimiento o
cumplimiento defectuoso de las obligaciones asumidas mediante el contrato de suministro
eléctrico, que estipula la prestación continuada de energía eléctrica con ciertos niveles de
calidad previstos en la normativa sectorial.
ConsumoCoeticor ha analizado también la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico. Este texto,
que regula la suspensión del suministro, señala que este podrá suspenderse cuando
conste dicha posibilidad en el contrato de suministro o de acceso, pero estipula que nunca
podrán invocarse problemas de orden técnico o económico. Las empresas
suministradoras también podrían suspender el servicio por causa de fuerza mayor o
situaciones de amenaza para la seguridad de las personas o las cosas. También incide
en esta posibilidad el Real Decreto 1955/2000 que regula las actividades de transporte,
distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización de
instalaciones de energía eléctrica. Este texto no considera incumplimiento de calidad
cuando existe una causa de fuerza mayor, pero para acogerse a esta premisa, las
empresas suministradoras tienen que probar que se adoptaron todas las medidas
preventivas, teniendo en cuenta la climatología adversa de esos días en la zona para
evitar los daños que previsiblemente se pudieran ocasionar. En este caso se trata de
fuertes vientos, una situación que fue advertida con antelación por los servicios de
meteorología.
La Oficina de Consumo de Coeticor aplaude la decisión de la Xunta de Galicia de
establecer una línea de compensaciones económicas para los afectados por el temporal.
También apoya la aprobación de una Ley de Emergencias de Galicia, que establezca
protocolos de actuación en situaciones como la vivida en la comunidad autónoma hace
una semana.
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